Cuándo hacerse un test de embarazo para que sea eficaz

El test de orina es el método más empleado para confirmar o descartar un embarazo, y muchas mujeres que buscan concebir tienen dudas sobre cuándo es el mejor momento para hacerse la prueba. Las que no lo buscan también quieren saber en qué días, después de haber mantenido relaciones sexuales, es más fiable el resultado: en ocasiones se manifiestan falsos positivos o negativos que acaban dándose la vuelta.

El pequeño aparato en forma de stick que recoge la muestra de orina mide el nivel de hormona hCG que hay en el cuerpo. Esta hormona –Gonadotropina Coriónica Humana– que se libera durante el embarazo, es producida por el embrión y en un primer momento pasa a la sangre de la madre por circulación normal; después, a la orina. Su concentración varía de una mujer a otra incluso si se encuentran en la misma fase de gestación y, por eso, no existe un momento inapelable en que realizar el test cuya eficacia pueda extrapolarse a todos los casos.

Repetir la prueba

Expertos de Ava, la compañía creadora de la primera pulsera que detecta los días más fértiles de cada mujer, explican que es posible hacerse la prueba desde el momento de la implantación, es decir, entre tres y doce días después de ovular. Sin embargo, según aclara Alba González, ginecóloga en el hospital San Juan de Dios de Barcelona, «si se hace el test antes de la primera falta puede que la presencia de hCG sea pequeña y conviene realizar unos días más tarde una segunda prueba. Si la segunda sale positiva, pero la primera dio negativo, es posible que los niveles de hCG no hubieran aumentado lo suficiente».

«No existe un momento inapelable en el que realizar el test cuya eficacia pueda extrapolarse a todos los casos»

Para deshacerse de cualquier tipo de duda, la doctora González recomienda recurrir a un análisis de sangre, «ya que no hay que esperar a que exista una determinada cantidad de hCG –de 20 a 25 ml en el caso de la orina– para detectar su presencia». De cualquier modo, si se decide utilizar el test y obtener la máxima eficacia, los expertos de Ava recomiendan repetir la prueba dos días después de haber practicado la primera, independientemente del resultado. «Si la primera prueba salió positiva y la segunda negativa, se habría producido una pérdida muy precoz del embarazo: episodio conocido como embarazo químico».

La doctora González explica que en estos casos, la confusión se produce porque «un óvulo se fecunda pero se pierde en el camino de la trompa al endometrio. En la orina puede salir positivo pero es incipiente y no llega a nada». Un alto porcentaje de embarazos precoces se interrumpen incluso antes de que comience la menstruación.

Falsos mitos

Existen muchas falsas creencias en torno al uso y la eficacia de los test de embarazo. Uno de los más extendidos es que el resultado es más fiable si se recoge la primera orina de la mañana. La doctora González lo desmiente: «esta idea está asociada a la concentración de la orina. A mayor concentración, mayor posibilidad de detectar la hormona hCG. Pero la realidad es que es necesario beber una gran cantidad de agua para que se diluya la hormona. Lo normal es que salga positivo si la micción es normal, aunque no sea la primera del día».

También se tiende a pensar que la píldora anticonceptiva altera el resultado de la prueba por sus componentes hormonales. Sin embargo, según la experta, «la píldora no es abortiva porque impide la implantación y, por lo tanto, que se desarrolle el endometrio». Por otra parte, el test no mide las hormonas propias de la mujer, sino la hCG, que sólo se desprende cuando comienza el proceso de gestación.

Con todo, las estadísticas muestran que la mayoría de las pruebas son fiables y dan resultado positivo en el 98% de los casos de mujeres embarazadas. Los expertos puntualizan que cuanto más sensible sea la prueba, más probable es que detecte el embarazo precoz.

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