sexo, drogas y Rock & roll

LAS ETIQUETAS

 

Todos queremos ser aceptad@s por las personas que nos rodean, y para ello actuamos o nos comportamos de una determinada manera. A veces puedes hacer algo que no te favorece o va en tu contra, para ser aceptad@: ser el/la primer@ o el/la más lanzad@ a la hora de probar nuevas drogas, ser el/la que más corre con el coche o con la moto, ser el/la que roba y nunca le pillan…  Otras veces haces cosas, aunque no te gusten, sólo porque crees que es lo que l@s demás esperan de ti. Por todos esos comportamientos puedes llegar a ser etiquetad@ por parte de l@s que te rodean.

Las etiquetas son palabras u opiniones que se refieren al comportamiento o la personalidad de las personas, y las dicen sobre ell@s las personas que las rodean en el día a día.

Hay multitud de etiquetas, y de lo más variadas: problemátic@, psicópata, delincuente, desviad@, conflictiv@, … Estás etiquetas influyen en cómo las personas que son etiquetadas se ven a sí mismas (autoconcepto), cómo se quieren (autoestima) y cómo se comportan.

“Se ganan puntos para ser etiquetado de conflictivo tanto por los de arriba como por los compañeros. Y ésto te puede traer problemillas: comerse marrones que no son tuyos, que no te vean con buenos ojos, que te traten diferente que al resto y todo éso.” (Que rule…).

Kolokon - etiquetas

«La cosa más difícil es conocernos a nosotros mismos; la más fácil es hablar mal de los demás»

Tales de Mileto

Si por alguna causa corres el riesgo de ser etiquetad@ debes saber que ésto tiene sus riesgos e inconvenientes,

LA ETIQUETA:

No refleja ninguna información útil sobre tu comportamiento o tu personalidad.

Es una manera de generalizar, por lo que no se van a tener en cuenta los comportamientos que la contradicen.

Es algo ficticio, no especifica cuál ha sido la situación o los comportamientos que han dado lugar a ella.

Quienes las emplean buscan en tí tus debilidades y errores, pero no se fijan en tus habilidades y recursos.

Puede darse la “profecía autocumplida”. Al final es la pescadilla que se muerde la cola, por tus comportamientos te la ponen y luego sólo te comportas como l@s demás esperan de tí. No te permites cambiar.

Da lugar a que no te responsabilices de tu comportamiento porque “eres así, qué se le va a hacer” o “hay cosas que no se pueden cambiar”.

Una vez etiquetad@ es muy difícil dar marchar atrás, por lo que tienes que pararte a pensar qué es lo que haces o cómo lo haces, de esa manera te quitarás todo ese marrón de encima.

A veces el problema no es lo que haces, sino cuándo y dónde lo haces: SI NO LLEVAS LO LIBROS CUANDO VAS DE FIESTA, ¿POR QUÉ LLEVAS LOS PORROS AL INSTITUTO???