Cinco bloqueos mentales que arruinan tu vida sexual
Todos tenemos vocecillas internas que nos machacan y pueden convertirse en nuestros peores enemigos. Funcionan para todo pero son expertas en arruinarnos la autoestima y el sexo. Los expertos han identificado cinco de estos pequeños dictadores internos capaces de acabar con la libido y hasta con nuestra relación de pareja. El modo en que uno se habla a sí mismo (las voces internas) afecta a nuestro comportamiento y también a la manera en la que intimamos con otras personas. Veamos de dónde vienen estos malos pensamientos.
Temes sentirte juzgada. En el tema del sexo es un miedo muy común que se exacerba porque desconocemos la experiencia sexual del otro, lo que le gusta y lo que no. Antes de preguntar preferimos parecer «normales» y filtramos (o censuramos) nuestros deseos para no alterar lo que suponemos que es normal y correcto. Entre este comportamiento y la realidad de lo que pasa por nuestra mente puede haber cientos de kilómetros de distancia.
Los terapeutas recomiendan hacer una lista de nuestros gustos en materia sexual para tenerlos claros y luego buscar el mejor modo de explicarlos a nuestra pareja.
Eres insegura. La inseguridad es el gran enemigo de tu vida sexual y viene disfrazada de múltiples maneras. Puede ser que no te gusten tus pechos o que creas que tus caderas son demasiado anchas o que te afecte el hecho de que no estés impecablemente depilada … Cualquier excusa es buena para alimentar el monstruo de la inseguridad. Quizá no te atrevas a pedir algo a tu pareja porque creas que a él no le va a gustar. Es algo habitual en las personas que acuden a la consulta para hablar de sus problemas sexuales. No quieren perder a su pareja pero sienten que, sexualmente, cada uno está en un sitio diferente y son incapaces de hablarlo.
Realmente no sabes lo que quieres (en material sexual). Si no te conoces bien es posible que aún no sepas qué es lo que te gusta sexualmente y tengas mil dudas. En ese caso es normal que tengas problemas a la hora de hablar claramente de tus gustos con tu pareja porque estás atascada en un estado de confusión perpetuo. Para estos casos los terapeutas recomiendan algo de literatura erótica (de calidad), hablar de sexo con amigos o probar con algún juguete sexual. Se trata de explorar hasta encontrar el punto de satisfacción y excitación para después poder aplicarlo a la vida en pareja.
Tienes miedo al rechazo. Una de las razones más comunes por la que las personas no expresan sus verdaderos deseos es el miedo a la palabra «no». Los expertos recomiendan que no nos tomemos ese «no» como algo personal porque la mayoría de las veces tiene que ver con las experiencias del otro y no contigo, pues es probable que esa persona esté poniendo unos límites que necesita para él (o ella), independientemente de ti. Aprender a escuchar una negativa por respuesta y que eso no te hiera es una herramienta que debemos cultivar, especialmente para tener una buena vida sexual.
Estás haciendo lo que piensas que debes hacer. Socialmente hay unos referentes de lo que es correcto y de lo que no en el comportamiento sexual. Quizá por ajustarte a esos patrones estés dejando de prestar atención a tu cuerpo y a tus deseos. Un ejemplo. Hemos visto en cientos de películas que el sexo termina cuando el hombre eyacula. Y esto exige a la mujer que tenga orgasmos vaginales, algo que no sucede a todas las mujeres.
FUENTE: www.mujerhoy.com