21 errores que cometes al usar el condón
Existen dos tipos de errores cuando se utilizan anticonceptivos: uno es el de método, que es el procedimiento de uso que se suele indicar en el producto, y otro el humano.
Considerado como el método anticonceptivo más popular y una de las mejores barreras de protección frente a algunas Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), la efectividad del preservativo se sitúa en torno a un 98%, según la Organización Mundial de la Salud, siempre que se use de manera correcta y sostenida.
Sin embargo, cada error cometido en su uso provocaría que el porcentaje de fallo estimado se elevara al 18%, en lugar del 2% de base.
Tras conocer estos datos, quizá ya no pienses solo en utilizarlos (que es fundamental), sino también en cómo hacerlo correctamente. De este modo, no solo te ahorrarás sustos sino que podrás disfrutar plenamente, dejando que tu cuerpo y tu mente fluyan sin temores.
Estos son los 21 errores más frecuentes que puedes cometer o evitar a la hora de utilizar el condón masculino. Tú decides:
1. No leer las instrucciones.
Aparecen en todas las cajas y embalajes de preservativos. Si no las entiendes o te sale mal, consulta a un experto.
2. Dejar de hacerte análisis.
No creas que, al utilizarlo, ya no necesitas hacer una revisión de tu estado de salud sexual. Realiza chequeos de ITS frecuentemente.
3. No erotizar su colocación.
Hazlo durante el juego erótico para que no «corte el rollo» o dé pereza parar a colocarlo. Evitarás la pérdida de excitación, erección o deseo.
4. Guardarlo donde no debes.
Olvídate de dejarlo en el coche, monedero, cartera (salvo si lo vas a usar ese mismo día) o en un lugar donde pueda pincharse o cerca de una fuente de calor. Tienes que mantenerlo en buenas condiciones para no llevarte una sorpresa.
5. No mirar la fecha de caducidad.
Sí, los condones caducan. Asegúrate que no lo está antes del encuentro. Con el calentón se te pasará y podría romperse.
6. No utilizar tu talla.
Hay gran variedad, así que no utilices la que no se hizo para ti. Si te queda pequeño podría apretar, romperse o incluso hacer que pierdas la erección. Si te queda grande podría quedarse dentro durante la penetración.
7. No utilizar tus propios condones.
No sabes cómo los conservan otros, si son tu talla o te dan alergia. Lleva los tuyos y apuesta por el sexo seguro.
8. Abrirlo con la boca.
Un error muy grave que conlleva un alto riesgo de rotura. Aunque lo veas en las películas y te parezca sexy, recuerda que es ficción.
9. Utilizarlo sin la lubricación suficiente.
Aparte de molestias, evitarán roturas y rozaduras, que aumentan el riesgo de contagios. Si no existe lubricación natural suficiente no dudes en añadir uno artificial.
10. No utilizar el lubricante adecuado.
Una apuesta segura son los de base agua o hidrosolubles. Si quieres innovar, infórmate bien antes de usarlos junto a un condón de látex.
11. No apretar la punta.
Existe un depósito en la punta que siempre ha de apretarse con la yema de los dedos, nunca con las uñas, para su colocación. De no hacerse, podría romperse.
12. Ponerlo al revés.
No es reversible por lo que recuerda que ha colocarse como si fuera un sombrero mejicano. De esta forma, podrás deslizarlo hasta cubrir el pene.
13. Reutilizarlo.
Son de un solo uso. Ni se lavan ni se reciclan.
14. No cambiarlo según la práctica.
Con cada práctica ha de cambiarse, sobre todo si pasa de ano a vagina o a boca. Además, los anales son más gruesos.
15. Ponértelo tarde.
Jugar sin protección con el típico «solo la puntita», te puede salir caro. Toda penetración ha de acompañarse de condón.
16. Quitártelo tarde.
Tras eyacular, la bajada de la erección que sea fuera. Acurrucados en «cucharita», si lo deseáis, pero sin penetración.
17. No usarlo para el sexo oral.
Los hay sin lubricante o con sabor, si lo prefieres. También hay parches o toallitas de látex, para practicarlo sobre la vulva o ano.
18. Ponerlo con la boca.
Quizá pienses que mola mucho pero si no sabes cómo hacerlo, no te arriesgues.
19. Utilizar dos simultáneamente.
Así estarás restando efectividad. Si necesitas más seguridad combínalo con otro método anticonceptivo compatible.
20. Usarlo solo a veces.
Si en algunas ocasiones lo utilizas y en otras no, o no siempre lo haces de manera correcta, no servirá de nada. Tiene que ser una práctica constante.
21. No utilizar protección.
Si no te gustan los preservativos masculinos, te dan alergia o pierdes la erección al ponértelos y acabas quitándotelo por esa razón, no tienes excusa para no utilizar otro método anticonceptivo de barrera. El condón femenino o interno es una buena alternativa.
De poliuretano, antialérgico, y aunque no se ha popularizado su uso, cubre más la vulva, lo que ofrece mayor protección frente a las ITS. También encontrarás el formato masculino en ese material e incluso veganos.
FUENTE: www.elmundo.es