5 zonas erógenas desconocidas ¡hasta ahora!
Estas son las 5 zonas erógenas desconocidas por la mayoría, hasta ahora.
En la intimidad, a veces simplificamos, y así recorremos los mismos caminos, pero lo cierto es que nuestro cuerpo es un extenso territorio con áreas asombrosas, o zonas erógenas desconocidas.
Algunas de estas zonas erógenas desconocidas son las siguientes:
La corva: o el área posterior de la rodilla, en la cual se encuentran terminaciones nerviosas que con un pequeño estímulo se puede convertir en una bomba de placer. Una buena idea sería estimularla con la lengua, o con plumas. Muchas tiendas de juguetes ofrecen diversas opciones jugar con la sensibilidad de la piel.
Los nervios faciales: juegan un entramado perfecto con otros nervios que, al ser rozados levemente, hacen detonar el disfrute. ¿Cuál es la mejor manera de estimularlos? Lamiendo las orejas, por ejemplo, o decir algo picante, y en forma de susurro, al oído.
Los pliegues: son lugares exóticos y deliciosos para explorar y extraviarse. Una gran aventura podría comenzar por la ingle o por la parte baja de las axilas, justo donde comienzan los senos. Estos bordes también poseen una sensibilidad alta.
El cuello: pero no a modo de estímulos con succiones fuertes, sino con soplidos muy ligeros, esos que son capaces de incrementar el flujo sanguíneo y activar todo el sistema circulatorio.
La frente: más por su carga simbólica que por otro motivo. Dar un beso en la frente dispara un arsenal de excitación, ya que envía un mensaje con “sentido de protección” a la pareja. La ternura nunca está de más.
Ahora que conoces estas áreas, no las olvides en tu próximo encuentro.