Más de la mitad de las personas que consumen cannabis para el dolor sufren abstinencia
Un estudio del Centro de Adicciones de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) ha evidenciado que más de la mitad de las personas que usan productos de marihuana medicinal para aliviar el dolor también experimentan múltiples síntomas de abstinencia cuando están entre usos.
Además, alrededor del 10 por ciento de los pacientes que participaron en el estudio experimentaron un empeoramiento de los cambios en el sueño, el estado de ánimo, el estado mental, la energía y el apetito durante los dos años siguientes, ya que continuaron usando cannabis.
Cuando alguien experimenta más de unos pocos síntomas de este tipo, se llama síndrome de abstinencia de cannabis, y puede significar un mayor riesgo de desarrollar problemas aún más graves, como un trastorno por consumo de cannabis.
En esta nueva investigación, publicada en la revista científica ‘Addiction’, los investigadores realizaron encuestas durante dos años a 527 residentes de Michigan. «Algunas personas reportan haber experimentado beneficios significativos del cannabis medicinal, pero nuestros hallazgos sugieren una necesidad real de aumentar la conciencia sobre los signos de desarrollo de los síntomas de abstinencia para disminuir los posibles inconvenientes del consumo de cannabis, especialmente entre aquellos que experimentan síntomas severos o que empeoran con el tiempo», explica una de las líderes del estudio, Lara Coughlin.
Los investigadores preguntaron a los pacientes si habían experimentado alguno de los 15 síntomas diferentes (desde problemas para dormir y náuseas hasta irritabilidad y agresividad) cuando habían pasado un tiempo considerable sin consumir cannabis.
Los investigadores utilizaron un método analítico para agrupar empíricamente a los pacientes en aquellos que no tenían ningún síntoma o tenían síntomas leves al comienzo del estudio, aquellos que tenían síntomas moderados (lo que significa que experimentaron múltiples síntomas de abstinencia) y aquellos que tenían problemas graves de abstinencia que incluían la mayoría o todos los síntomas. Luego observaron cómo cambiaban las cosas con el tiempo, encuestando a los pacientes un año y dos años después de su primera encuesta. Al comienzo del estudio, el 41 por ciento de los participantes pertenecía al grupo de síntomas leves, el 34 por ciento al grupo moderado y el 25 por ciento al grupo de síntomas graves.