¿Qué es el “BDSM” como práctica sexual?
¿Quién no ha visto no ha oído hablar de la peli “Cincuenta sombras de Grey” basada en la novela de E. L. Jam? La historia narra la relación entre una universitaria recién graduada en literatura, Anastasia Steele, y un joven magnate de los negocios, Christian Grey. La novela destaca por sus escenas explícitamente eróticas, con elementos de las prácticas sexuales que implican el “BDSM”.
“BDSM” es un término creado en 1990 para abarcar un grupo de prácticas y fantasías eróticas, cuyas siglas significan: Bondage; Disciplina y Dominación; Sumisión y Sadismo; y Masoquismo. Abarca, por tanto, una serie de prácticas y aficiones relacionadas entre sí y vinculadas a lo que se denomina sexualidades no convencionales o alternativas. A veces, en el vocabulario cotidiano, se utilizan las expresiones «sado» o «sadomasoquismo» para referirse al “BDSM”, aunque estos dos términos resultan equívocos, ya que las prácticas abarcadas por el “BDSM” incluyen más variantes y admiten gran cantidad de manifestaciones diferentes. Como práctica erótica, el “BDSM” conlleva siempre el consenso de los participantes y se distingue totalmente del sadismo criminal.
¿Qué significa cada término?
Bondage: es un término inglés referido a ciertos vínculos que se establecen en ciertas relaciones de subordinación. Históricamente, en siglos anteriores, fue un término utilizado para referirse al lazo vincular restrictivo que unía a amos y esclavos, o a señores feudales y vasallos. El término bondage también suele asociarse a las ataduras con sogas u otros elementos de restricción, que se utilizan muchas veces en el BDSM. Las prácticas eróticas relacionadas con el bondage, entonces, son propiamente las que establecen roles de poder asimétricos, como amo-esclavo, jefe-empleado, maestro-alumno, policía-detenido, etc. En la práctica también se relaciona esta expresión con las ataduras y restricciones con fines eróticos.
Disciplina: es un término que hace referencia a prácticas eróticas relacionadas con reglas, castigos, adiestramiento, protocolos de comportamiento, posturas según las circunstancias, etc.
Dominación: es un término utilizado para referirse a las prácticas eróticas en las que una persona adopta un rol dominante para actuar de acuerdo a su voluntad y su deseo sobre otra u otras personas que adoptan un rol sumiso. La persona en el rol dominante manda y dispone. Se trata siempre de una dominación sujeta al consenso y los límites establecidos por la persona que acepta ser dominada. El “BDSM” rechaza toda práctica de dominación, por mínima que sea, que no cuente con el consenso de la persona dominada.
Sumisión: es un término utilizado para referirse a las prácticas eróticas en las que una persona adopta un rol sumiso en el que queda bajo la voluntad de otra u otras personas que adoptan un rol dominante. Es la situación complementaria de la dominación, por ello suele hablarse de relaciones “D/S”. La persona en el rol sumiso obedece o deja que se actúe sobre su cuerpo. Se trata siempre de una situación de sumisión voluntaria, dentro de los marcos de los límites establecidos por la persona que adopta el rol sumiso.
Sadismo: es un término que en este contexto se utiliza para referirse a prácticas eróticas en las que una persona obtiene placer causando dolor, humillación o incomodidad a otra persona que acepta esa situación. Se trata siempre de prácticas voluntarias que no pueden ir más allá de los límites establecidos por la persona que recibe el dolor, la humillación o la incomodidad, y que se pueden parar en cualquier momento. La persona que adopta el rol sádico, cuida en todo momento la situación de la persona que recibe el dolor, la humillación o la incomodidad, a fin de evitar cualquier daño. Se trata de una práctica erótica que no tiene ninguna similitud con el sadismo criminal.
Masoquismo: es un término que en este contexto se utiliza para referirse a prácticas eróticas en las que una persona obtiene placer experimentando dolor, humillación o incomodidad, generalmente a manos de otra persona que acepta esa situación. Se trata siempre de prácticas voluntarias que no pueden ir más allá de los límites establecidos por la persona que recibe el dolor, la humillación o la incomodidad, y que se pueden frenar en cualquier momento.
El fetichismo (preferencia sexual por objetos inanimados o bien por partes concretas del cuerpo) no está incluido dentro de las prácticas y gustos eróticos abarcados por la sigla “BDSM”. Sin embargo, es muy usual que muchas prácticas fetichistas se inserten naturalmente en las prácticas “BDSM”.