Halagos envenenados
El negging, a través de comentarios supuestamente positivos, busca dañar la autoestima y la confianza del receptor.
A veces, los halagos no son lo que parecen. Detrás de un comentario positivo puede haber una sutil crítica que perjudica la autoestima del receptor. Esto ocurre a menudo en relaciones abusivas con dinámicas desiguales. Esta técnica, conocida como Negging, busca manipular la autoestima del otro y crear la necesidad de aceptarla constantemente.
La palabra «negging» proviene del inglés «neg» (negativo), que comenzó a popularizarse en los años 90. Fue creado por el coach de seducción Erik von Markovik, que fomentaba estrategias de conquista basadas en la superioridad y la manipulación emocional. El propio creador definió el negging como «un comentario negativo, hecho con sutileza, que hace bajar la atención a otra persona y le hace dudar de su valor, aumentando tu valor relativo».
Ejemplos
Son ejemplos típicos de negging, como «todavía tienes buena complexión para tu edad» o «me gusta este vestido, lo he visto a algunas chicas, tiene que estar de moda». Estas manifestaciones no parecen contraproducentes, pero la intención real es debilitar la confianza de la persona haciéndola sentirse más insegura y manipulable. Aunque el negging puede dirigirse tanto a hombres como a mujeres, se trata de una técnica dirigida principalmente a mujeres, sobre todo de hombres.
La eficacia del negging radica en su capacidad para evitar que la víctima se sienta demasiado fiable, mientras que la persona que utiliza el negging adquiere una posición dominante. La persona que recibe el comentario está en un escalón inferior y en un intento de recuperar su autoestima puede buscar la aprobación de quien la idolatre y manipule constantemente.
Diferentes estudios han demostrado que cuando alguien no se siente seguro tiende a creer que no merece la atención de los demás y se conforma con cualquier muestra de interés. La gravedad del impacto del negging depende de la seguridad y autoestima de la persona afectada, pero siempre deja una huella negativa.
Los comentarios de negging cambian en sutileza y astucia. Entre los ejemplos de negging se encuentran frases como «esta camiseta te queda bien, pero no creo que el verde sea tu color» o «tienes la cuarta sonrisa más bonita que he visto esta noche». Gracias a estos comentarios, el emisor tiene derecho a juzgar y a establecer parámetros, reforzando su poder en la relación.
La sutil manipulación del negging es difícil de detectar, lo que la convierte en una táctica peligrosa. La única manera de evitar el negging es reconocer que es víctima de esta táctica y entender que la persona que la utiliza no está proporcionando la seguridad y ayuda esperada en una relación sana. La conciencia de esta manipulación es fundamental para confrontar y proteger la autoestima personal.
La clave para evitar y detectar el negging es mantener una autoestima saludable y apropiarse de tácticas manipuladoras. Si se detecta negging, es importante combatirlo o alejarlo de la persona que lo emplea, poniendo fin a una dinámica que sólo busca debilitarse emocionalmente.