Meth, hielo, ice, crank,… Fuera de España lo llaman “Crystal” pero no tiene nada que ver con los que se llama “Cristal” en España (MDMA).
Se asemeja a la anfetamina pero es mucho más fuerte.
Se presenta como polvo de color blanco cremoso o arena. También en pastillas, cápsulas o cristales.
Se suele consumir por vía oral (tarda aproximadamente media hora en hacer efecto) o esnifada (los efectos son inmediatos).
Es más potente que el speed: puedes hacer rayas más pequeñas y aumentar el tiempo entre rayas.
Importante estar hidratado, y eso no significa beber bebidas alcohólicas, que precisamente te deshidratan.
Haz descansos.
Si la esnifas, el rulo debe ser personal e intransferible para no contagiarte.
Si alguien se encuentra mal por consumir metanfetamina, sácale de la fiesta, no le agobies, busca un lugar tranquilo e intenta relajarle. Si se queda inconsciente o tiene convulsiones, fiebre,…, llama al 112.
Te den taquicardias o arritmias.
Suba tu temperatura corporal, por lo que te puede dar un golpe de calor.
Tengas delirios, manías.
Te cueste orinar o llegar a la erección.
En el consumo contínuo, con el tiempo, para notar el efecto inicial se necesitan cada vez cantidades mayores.
Puede crear dependencia psicológica y si se deja de consumir de repente, se puede sufrir depresión, ataques de pánico y paranoia.
Tengas un arrebato inicial intenso, con sensación de euforia, energía e invulnerabilidad.
A algunas personas les provoca excitación sexual.
Menor necesidad de dormir y comer.
Mayor rendimiento intelectual.
A veces puede desencadenar alucinaciones poco agradables.
Te sientas agotado y dolorido (pueden ser varios días).
Estés deprimido, nervioso, o incluso con pánico.
Puedes palmarla, y éso, no es ni una broma ni divertido.
AL DÍA SIGUIENTE TE ARREPIENTAS DE NO HABER SABIDO CORTAR A TIEMPO.
