Es un compuesto con efectos de tipo alucinógeno y estimulante.
Se suele consumir en comprimidos, aunque también se encuentra en polvo o cápsulas.
Se desaconseja el consumo esnifado.
A veces se vende como éxtasis o MDMA, pudiendo sufrir experiencias desagradables (crees que consumes éxtasis cuando en realidad es un alucinógeno).
Es una sustancia nueva, la han consumido pocas personas como para tener demasiada información sobre ella.
Tarda en subir una o dos horas, dependiendo de cada persona, y los efectos duran entre 4 y 8 horas. Por eso, es importante esperar los suficiente hasta tomar otra dosis.
Consume en ambientes cómodos (pensando en los posibles efectos).
No conviene mezclarla con alcohol o cannabis, se pueden potenciar o alargar los efectos, y la experiencia puede ser más confusa, peor.
Si alguien tiene un “mal viaje”, llévale a un lugar tranquilo y aireado. Háblale para tratar de confortarle, dile que los efectos se pasarán… Si tiene agresividad, alucinaciones intensas, … llama al 112.
Los efectos visuales y psicológicos pueden ser exageradamente intensos.
En el consumo habitual, puede que disminuyan los efectos positivos (espacia los momentos en los que consumes), además de necesitar consumir más cantidad para conseguir los mismos efectos (tolerancia).
Cada persona reacciona de forma diferente a esta sustancia.
A dosis bajas tengas efectos estimulantes, pero si se aumenta la dosis tengas efectos psicodélicos (a caballo entre LSD y MDMA).
Al principio notes un aumento de energía y percibas las cosas de forma distinta a la habitual.
Después se te dilaten las pupilas, tengas nuevas formas de ver las cosas, confusión, ansiedad, sensación de perspicacia y cambios emocionales (buen humor o introspección).
(Fuente: www.energycontrol.org)
