ADOLESCENTES A RITMO DE PUNK ROCK
UNA simple frase puede ser el comienzo de una melodía. Como el poema El tintineo de las campanas, de Edgar Allan Poe. Sus versos ya sugieren una armonía según son recitados. Pero crear una canción conlleva algo más que eso. No es sólo jugar con las siete notas de manera despreocupada, ni alternarlas de cualquier forma. Es necesario un desarrollo de las notas musicales, fusionarlas unas con otras con arte y estilo, con una estructura pulcra y meticulosa para lograr un resultado que sea capaz de seducir los oídos del público. Y ellos lo han conseguido. Tienen entre 16 y 18 años y forman los cuatro grupos vizcainos que participan en el concurso Musicaula. La apuesta: una canción. En juego: grabar un videoclip y un contrato discográfico, algo muy tentador. Tendrán que competir contra 500 bandas de todo el Estado, pero Azken Gaua, Último Día, No Comply y El Gordo Dijo No! están dispuestos a desgastar las cuerdas de sus guitarras, dejarse la voz y pulverizar sus baquetas para ser los triunfadores de la primera edición de este concurso. Dispuestos a dejar al público con la boca abierta y pasar a la siguiente etapa en la que cada banda deberá mandar una nueva maqueta.
AZKEN GAUA: Pasar a semifinales
Mientras estudian no pueden dejar de mirar el icono del Windows Media del ordenador. Se sienten tentados a aparcar los libros y afanarse a escribir canciones. Se conocieron en el colegio y comenzaron tocando en clases extraescolares. Fue allí donde comprobaron que lo suyo eran los ritmos punk rock y empezaron versionando a Greenday. Ellos son Erik Pérez, Dani Pérez, Alex Chillón y Jordan Aranda, o mejor dicho, Azken Gaua. Sus temas salen de la mente de Dani. Cuando llega a casa se pone a escribir. No puede presionarse para crear melodías. "Según lo que me haya pasado el día anterior. A veces me pongo queriendo pero no me sale, tiene que salirme solo", confiesa. Él es quien las inicia, pero las terminan entre todos. Entre cables y amplificadores, desconectan de sus tareas cotidianas para, durante cuatro horas, ensayar y componer. Practican en una sala del Aula de Cultura de Cruces por cuestión de dinero. "Alquilar un sitio para ensayar cuesta mucho. Si optas por una lonja normal la tienes que insonorizar, y las que están preparadas como mínimo son 400 euros al mes", aseguran. "Dentro del grupo queremos ser todos iguales. No quiero que, por tener el micrófono y cantar, me presten más atención que al resto". Aún recuerdan la primera vez que tocaron en público. Fue en Sopelana, no hace tanto, y "estuvo bien para ser la primera", dicen entre risas. "Por lo menos quedamos mejor que los que tocaron antes". Ahora que se han presentado al concurso se sienten arropados. "La gente nos manda mensajes, incluso profesores". Pero no tienen demasiadas esperanzas de ganar, ya que no están muy satisfechos de la grabación que han mandado. La realizaron en el mismo estudio en el que ensayan, y saben que el nivel es muy alto. "Quizás no esté muy bien hecha, aunque habría que ver al resto de grupos en directo". Aún así, se han marcado un objetivo, que es pasar a semifinales. "Bueno, si no pasamos nos lo tomaremos bien, por lo menos hemos participado".
ULTIMO DÍA: Un empujón publicitario
Son de Bilbao, y ensayan cada semana en Bilborock. Fue al inscribirse para tocar en sus locales cuando bautizaron a su banda como Último Día. Allí tienen todo su material y conviven con otros grupos de la Villa que al igual que ellos no tienen una lonja propia para hacerlo. Ellos son Eneko Llona (guitarra y voz, Eneko Caballero (bajo, e Ivan Gómez (batería). Nunca han cobrado por un concierto, pero no piensan tirar la toalla por ello. Participando en el concurso esperan darse a conocer y conseguir dar algunos conciertos, ya que han repartido canciones por varias salas sin demasiado éxito. Consideran que la música es muy sacrificada si no se tienenmedios y dinero, pero anhelan tener un equipo propio para poder grabar todos sus temas y no perder los ritmos que se les ocurren. Se conforman con pasar a semifinales, aunque sueñan con ser los ganadores.
Cargan en la furgoneta de algún amigo todos sus instrumentos, cables, y amplificadores cada vez que tienen que dar un concierto. Es incómodo, pero el resultado merece la pena aunque lo hagan siempre gratis. Al principio eran un grupo sin nombre, pero Bilborock, el lugar donde ensayan cada semana, les obligó a bautizarse. Eligieron el nombre de Último Día, y de eso hace ya tres años. "Teníamos que tener un nombre para inscribirnos allí, y pusimos lo que se nos ocurrió". "La música es muy cara, te gastas más de lo que vas a ganar. Grabar ocho horas, cinco temas, nos salió por 320 euros", cuenta Eneko. "Si tuviésemos un equipo propio estaríamos grabando continuamente. Nos salen buenos ritmos que luego se nos olvidan", lamentan. Eneko es quien suele escribir las canciones, especialmente la letra, y el resto la completan. Los tres, Eneko Llona, Ivan Gómez y Eneko Caballero, tienen gustos absolutamente diferentes: rock, pop y un estilo más alternativo, pero se complementan bien. Con el tiempo han aprendido a improvisar, a seguirse unos a otros con naturalidad y espontaneidad, lo que denota la confianza que se respira en su sala de ensayos. "Queremos ganar porque, de ese modo, nos aseguraríamos algún concierto y bueno, no estaría mal dedicarnos a la música, pero es muy complicado", cuentan. Pero sobre todo, esperan que su la participación les de un empujón publicitario. Por su parte no ha faltado empeño en darse a conocer. Han recorrido salas y bares esperando que alguien les de la oportunidad de dar más conciertos y, ahora, aunque no resulten ganadores, seguirán repartiendo maquetas buscando un escenario en el que tocar.
NO COMPLY: Esperan su maqueta
Cada viernes se reúnen en las salas de ensayo de Grabasonic, en Berango. Intentan no fallar. Es el único día que Sergio Galende, Ibon Rementeria, Markel Martínez y Aitor Piñeiro tienen para tocar. Curiosamente, son el único grupo con voz femenina. Ella es Irene Lezertua y, además, quien es también la autora de las letras. La primera vez que cantó con No Comply fue en un concierto en Villaverde de Trucios. "Fue rarísimo", recuerda. "Nos grabaron en vídeo y la verdad es que, al principio, salí con buena impresión pero después de verlo me pareció horroroso", asegura entre risas. Ver su actuación y hacer autocrítica fue algo de lo que aprendieron mucho. "Según iba avanzando nos íbamos soltando pero la verdad es que ahora nos da vergüenza verlo", añade Sergio. Para ellos haber grabado una maqueta es lo que verdaderamente les ha enseñado. "Un amigo nos ayudó, nos ha grabado con calidad de disco. Es un mundo jodido. Si tienes dinero está muy bien, pero también son necesarios muchos contactos. Hace falta ganas, esfuerzo y pasta", dice Sergio. Pero no les importa. "No esperamos recuperar el dinero, solamente guardar lo que saquemos para poder grabar la siguiente". Y es que aseguran que "para tener algo de calidad hay que invertir y estamos intentando hacer algo curioso, no una simple maqueta metida en un plástico". Su meta en el concurso es llegar a semifinales y ya tienen pensado cómo se lo van a agradecer a su público. "Si pasamos a la siguiente fase, esperamos hacer un concierto a modo de agradecimiento para todos aquellos que nos hayan votado".
EL GORDO DIJO NO!: Su peor tema
Un profesor no les dejaba tocar en el colegio. Discutieron, y entre el alboroto alguien dijo "¡El gordo dijo no!". En ese momento, Javier Heppe, Gabriel Pedrosa y Borja Gorostiza tuvieron claro que ése era el nombre que andaban buscando para su banda. De esto hace ya tres años, y siguen teniendo el deseo de vivir tocando por todo el mundo. "Aunque no sea a través del grupo, voy a intentar vivir de algún modo de la música, quizás estudiando en el conservatorio", asegura Gabriel. "Nos lo tomamos como un entretenimiento y lo pasamos bien". A pesar de que cada domingo lo invierten en ensayar, confiesan que el concurso no les cazó demasiado preparados. No tenían nada grabado. "La verdad es que esto del concurso nos ha pillado a última hora. Grabamos la canción en dos días, ha sido un poco desastre", cuenta Gabriel. Tienen la sensación de que no han mandado lo mejor de su repertorio, por lo que esperan pasar a semifinales para poder mostrar su verdadero talento mandando un nuevo tema, que aunque no lo tienen pensado, será "mucho mejor que el actual. Prometido".
Los cuatro tendrán que esperar hasta el 26 de febrero para saber si son semifinalistas. El desenlace se conocerá el 26 de junio en Madrid, en un escenario por determinar, y en el que las bandas que hayan alcanzado la última fase actuarán en directo. Será entonces cuando el jurado determine quiénes son los ganadores de este nuevo concurso. Alea jacta est.
Fuente: www.deia.com