A FUMAR A LA P… CALLE

Esta semana se ha presentado en el Congreso la propuesta de la reforma de la Ley Antitabaco. Si todo sigue su curso, será discutida en septiembre, se aprobará y entrará en vigor a partir de enero de 2011.
Para que las cosas queden claras…
NO SE PODRÁ FUMAR EN: bares; restaurantes; locales de ocio, incluidos casinos y discotecas; hostales ni hoteles, excepto en las habitaciones de fumadores que no podrán superar el 30 % del total; en definitiva, cualquier espacio cerrado compartido con otras personas.
Por eso, los que estaban acostumbrados a fumarse un puro o tabaco en bodas, comuniones, bautizos, o cualquier celebración o evento, tendrán que salir a la calle si quieren seguir haciéndolo, salvo si el acto se celebra al aire libre.
SÍ SE PODRÁ FUMAR EN: plazas de toros, estadios deportivos y otras instalaciones al aire libre, a pesar de que suelen ser acontecimientos que reúnen a muchas personas en poco espacio… También en las terrazas de los bares, cafeterías, restaurantes.
Algo que todavía está en duda es si se permitirá fumar en los clubs privados de fumadores; por un lado, porque en estos lugares también existen trabajadores que saldrían perjudicados por los que fumen a su alrededor, y por otro lado, por el miedo a que haya bares que se conviertan en clubs de este tipo para que su clientela pueda seguir fumando en su local.
Las infracciones serán desde 30 a 60 € por casos leves, de 601 a 10.000 por casos graves, y de 600.000 en los muy graves.
Por otro lado, se podrá vender tabaco en cualquier establecimiento hotelero, bares, cafeterías, restaurantes, … aunque en ellos esté prohibido fumar, algo que hasta ahora no estaba permitido.
Se supone que el objetivo de esta reforma es que los no fumadores no salgan perjudicados, y por otro lado que disminuya el consumo, primera causa de muerte evitable en España.
Todo parece bastante contradictorio, y es que si sumamos la venta en estos lugares al aumento del precio del tabaco, el Estado podrá seguir manteniendo sus ingresos a través del tan traído y llevado tabaco. Y digo yo: me suena “raro, raro…”.

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