Depilación íntima: qué riesgos tiene y cómo evitarlos

Depilarse las zonas íntimas, que son más sensibles, es una práctica segura si la realizan especialistas en esta técnica y con la tecnología adecuada

Por higiene, comodidad o estética, la depilación íntima (de ingles, pubis y genitales) se ha generalizado en nuestro país. Algunos estudios realizados por empresas del sector, como Treatwell, ponen de manifiesto que si hace diez años se depilaba esta zona un 30 % de los clientes, hoy es una de las depilaciones más demandadas, tanto por mujeres como por hombres. Pero ¿tiene riesgos? En este artículo explicamos que es una práctica segura siempre que se lleve a cabo con profesionales y tecnología adecuados. Además, señalamos las precauciones que debes tomar antes de retirar el vello de esta parte de tu cuerpo.

¿Es segura la depilación de la zona íntima?

Piernas, axilas o torso son áreas del cuerpo que hombres y mujeres se depilan de forma habitual. Pero desde hace unos años, cada vez más personas recurren también a la depilación de zonas íntimas. ¿Es seguro dejarlas sin pelo? ¿Hay partes que sí se pueden depilar y otras que debemos conservar con vello?

“La depilación de una zona íntima es una práctica segura si se realiza por especialistas en esta técnica y con la tecnología adecuada”, explica la doctora Mildred Sánchez, dermatóloga del Instituto de Dermatología Integral (IDEI). Si un paciente demanda una depilación íntegra esta puede llevarse a cabo, “aunque siempre se debe advertir de los riesgos que ello conlleva”, aclara.

¿Cuáles son estos riesgos? “Perder la protección frente a infecciones, sobre todo”, indica el médico de familia Juan Bravo, más reacio a la depilación de esta zona. Bravo señala que “el vello es una barrera natural que protege frente a agresiones externas”.

En el caso de las áreas íntimas “la piel es mucho más sensible”, por lo que retirar el vello la desprotege frente a infecciones o enfermedades de transmisión sexual, que “están aumentando de manera notable entre quienes desprotegen esta zona”. Y los datos dan la razón al profesional, pues un estudio de la revista Sexually Transmitted Infections del British Medical Journal (de 2016) constata que la práctica de rasurar el vello púbico está asociada a un riesgo del 80 % de adquirir una infección por el contacto con la piel de la pareja.

¿Cuál es el método más adecuado para evitar riesgos?

La mejor técnica para la depilación íntima es, en opinión de la doctora, el láser médico, “ya que es el método menos agresivo con la piel”. Si ya es importante tener cuidado al depilar cualquier parte, más aún lo es con una zona tan sensible como la íntima, y este láser permite ir “destruyendo el folículo piloso poco a poco y que la cantidad de vello sea menor tras cada sesión”, comenta.

Hay métodos diferentes al láser, pero existe el riesgo de tener foliculitis (el folículo piloso se inflama o el vello queda por debajo de la piel provocando la aparición de un grano rojo e inflamado que puede llegar a supurar); heridas, si se realiza con cuchilla; y quemaduras, si se utiliza tanto la cera como las cremas depilatorias —si se excede el tiempo recomendado por cada fabricante—.

Las quemaduras también pueden aparecer si se lleva a cabo con láser en centros en los que no existe un dermatólogo que haga una valoración previa de la zona que se quiere depilar (extensión, coloración, etc.). El médico es quien “establece la intensidad que debe aplicarse al láser para que sea totalmente seguro para el paciente”. Este requisito debe considerarse en todas las zonas del cuerpo que se deseen depilar con láser, pero “sobre todo en las zonas íntimas” que tienen una piel especialmente delicada y que puede resultar muy dolorosa.

Precauciones antes de una depilación íntima

Para depilarse siempre hay que tomar precauciones, pero más todavía en el caso de retirar el pelo de una zona íntima. Como indica la experta del IDEI:

– Antes de la depilación es recomendable que la piel no haya sido expuesta al sol (sobre todo, en la depilación con láser).

– La zona debe estar hidratada.

– El vello tiene que haber sido recortado o rasurado previamente.

– Siempre se debe informar al paciente de los posibles riesgos que la piel puede sufrir.

En el caso de que la depilación se haga en casa, es aconsejable que “se sigan las recomendaciones que aparecen en las normas de uso de cera o crema depilatoria”, explica la doctora.

Si el método que se utiliza es la cuchilla, es importante ser cuidadosos, porque hay riesgo elevado de poder hacerse un corte, “al ser una zona de difícil acceso y que no es fácil de ver mientras se realiza el proceso”. En el caso de producirse, los cortes tienen que ser desinfectados de inmediato y, si son graves, hay que acudir a un centro médico para que puedan ser tratados por un profesional.

Acude siempre a centros con licencia

La normativa que hay que aplicar al realizar la depilación íntima es la misma que se debe cumplir al hacer la depilación en cualquier otra zona del cuerpo. Sin embargo, es más rigurosa en el caso de que se lleven a cabo tratamientos láser médicos aplicados a la depilación, según señala la doctora Mildred Sánchez, dermatóloga del Instituto de Dermatología Integral. En este caso “tienen que tener una licencia de autorización de funcionamiento” que otorgan los organismos competentes en cada comunidad autónoma.

El centro debe disponer de una certificación técnica de los equipos y el personal tiene que haber recibido formación para su utilización, además de cumplir con las especificaciones en materia de limpieza e higiene con las que debe contar cualquier centro en el que se practique la depilación, en cualquiera de sus formas.

FUENTE: www.consumer.es

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