EL ALCOHOL Y EL MAL DORMIR

Fuente: www.mujerhoy.com

Un estudio describe cómo es el sueño que dormimos cuando está inducido por el alcohol. La investigación, publicada en la revista ‘Alcoholism: Clinical and Experimental Research’, se sustenta en la observación de 517 personas en 38 laboratorios de sueño. Unos voluntarios bebieron entre una y dos copas, otros entre dos y cuatro, y un tercer grupo se pasó de las cuatro copas. Todos los participantes eran adultos jóvenes y ninguno tenía problemas con el alcohol.

Los investigadores comprobaron de esta manera el efecto inmediato del alcohol sobre el sueño, y cómo acortaba el tiempo para quedarse dormido. A mayor cantidad de alcohol, más profundo era el sueño de los participantes.

Según los autores, este trabajo conforma el hábito de algunas personas de ayudarse del alcohol para dormir, aunque también se sabe que, a largo plazo, el consumo de alcohol empeora el insomnio. “El sueño es profundo en la primera mitad de la noche, pero a partir de ese momento empiezan las disrupciones, que probablemente terminen con un despertar anticipado”, ha explicado uno de los autores del estudio.

Estos estudios complican la comprensión que tenían los expertos sobre el impacto del alcohol en el sueño porque, por una parte, índice a un sueño más profundo que se relaciona con la restauración del sistema nervioso, los músculos, los tejidos y el sistema inmunológico, y por otra parece incrementar los problemas de apnea del sueño y los episodios de sonambulismo en las personas con tendencia a padecerlos.

En contraste, el alcohol es bien conocido por acortar la fase de sueño REM, la más profunda de las etapas del sueño y en la que solemos soñar. En este aspecto, la cantidad de copas es fundamental. Por ejemplo, una o dos bebidas te hacen dormirte más rápido pero no afectan el sueño REM, pero más alcohol que ese impacta directamente sobre las horas que pasamos en la fase REM, lo que afecta la calidad del descanso y nos hace despertarnos muy cansados.

Curiosamente, estos científicos no aconsejan dejar de beber, porque reconocen que una copa, e incluso dos, pueden ayudar a inducir el sueño. Pero más que eso, advierten, no les dejará dormir a pierna suelta.

 

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