EN VERANO CAMBIAN LOS CONSUMOS
Después de un tiempo desaparecido del mercado (según algunas fuentes, debido a los controles de seguridad en China por las Olimpiadas de 2008, el éxtasis ha vuelto con una pureza mayor al 70% y en algunos casos cercanos al 90%. También ha cambiado su formato, antes se consumía en pastilla (se ingería) y ahora en cristal (se chupa). Con esta nueva forma de consumo es más fácil llegar a una sobredosis, con lo que ello conlleva (aumento de presión sanguínea, fallos cardiacos y circulatorios).
Durante la ausencia de éxtasis (MDMA, otras drogas lo sustituyeron, entre ellas el Nexus o 2CB, un derivado anfetamínico cuyos efectos se sitúan entre el MDMA y el LSD, aunque en realidad era vendido como MDMA. El riesgo más importante es que existe mucha diferencia en muy poca cantidad de dosis, es decir, con meterse 2 ó 5 mg. más, los efectos pasan a ser alucinógenos.
También ha aparecido en escena la Mefedrona (Miau miau, algo que se vende de forma legal porque es un fertilizante para plantas. En el Reino Unido han muerto varias personas después de consumirla, por lo que ha sido prohibida. El subidón es muy rápido, la bajada también, y los efectos secundarios son importantes: tensión mandibular, taquicardias y vasoconstricción.
En verano se nota un cambio en los consumos asociados a las fiestas. De consumir más alcohol, cannabis o cocaína, se pasa a consumir éxtasis, cocaína, speed o nexus.
En realidad, lo más importante es contar con la máxima información antes de consumir, saber qué vamos a consumir, sus efectos, la dosis… Para ello, sobre todo en verano, contamos con diversos puntos donde analizan nuestra droga de forma gratuíta, llevado a cabo por organizaciones como Energy Control o Ai Laket. Es la única manera de saber de forma exacta qué nos vamos a meter en el cuerpo.