¿Cuánto dura el enamoramiento?

El enamoramiento es un estado emocional y un bien muy escaso que no dura para siempre, pero es bueno que así sea ya que no se puede construir algo demasiado sólido estando borracho.

¿Qué más quisiera uno que tener el móvil de Cupido para llamarlo cuando la vida se va poniendo aburrida o para cuando tengo ganas de conocer a alguien y empezar una relación? ¡Si ese móvil existiera sería el más solicitado del planeta!

Los que están enamorados quieren que este estado nunca termine. Los que se enamoraron alguna vez quieren volver a estarlo y a los que no les pasó nunca sueñan con experimentar esta sensación que muchos describen como maravillosa.

Lo cierto es que estar enamorado es una de las experiencias más únicas que una persona puede vivir en su vida. Pero como el enamoramiento es un bien tan escaso, por ende, no puede ser para siempre.

Yo siempre respondo lo mismo cuando me preguntan cuánto dura el enamoramiento y digo que es como la vida: no sabe cuánto dura, pero se sabe que termina. Es que, si fuera para siempre, no sería tan preciado.

¿Pero de qué se trata esta etapa que muchos nombran como la borrachera del amor? ¿Por qué es tan valioso y tan buscado?

Qué pasa cuando nos enamoramos

Cuando nos enamoramos, ocurre una revolución en nuestro cerebro. El enamoramiento nos hace tener una sensación parecida a la que se produce cuando una persona consume una droga. La descarga de adrenalina y las ganas frenéticas de estar con la otra persona. Sobre todo, sexualmente, nos acerca a una de las sensaciones más valiosas y diferentes que podemos experimentar en la vida.

Además de esto, el juicio crítico que todos tenemos en el día a día, en esta primera etapa, está apagado, ya que se desactivan provisoriamente la amígdala y el corte frontal, que hacen que disminuyan los pensamientos negativos o juicios críticos sobre la pareja. Es decir: la persona que nos gusta, al principio no tiene ningún defecto para nosotros. Quizás de ahí provenga el dicho de que “el amor es ciego”.

En esta etapa, pues, predomina lo ideal en lugar de lo real, y termina siendo un poco mentirosa. Por eso digo que la clave está en el nombre: Enamora MIENTO.

Durante el enamoramiento se desactivan funciones del cerebro que hacen que disminuya nuestro sentido crítico

Además de todo esto, en este periodo se activan regiones relacionadas con la recompensa y la motivación: el hipocampo, el hipotálamo y el córtex del cíngulo anterior. Esto hace que todo lo que suceda alrededor de nosotros nos parezca maravilloso y sensacional.

Por otro lado, el cerebro de una persona alcanzada por una flecha de Cupido presenta niveles muy altos de dopamina, serotonina y oxitocina. Esto genera, por un lado, mucho placer, y por el otro, dependencia, por eso cuando no podemos ver a la persona amada nos empezamos a preocupar o alarmar.

Así, el enamoramiento es una excelente herramienta que tenemos las personas para adherirnos a los demás y un pegamento que nos permite empezar un vínculo de la mejor manera posible.

¿Será lo mismo enamorarse a los 20 que a los 50?

Cada etapa de nuestra vida nos trae intereses, sueños o preocupaciones diferentes. Por eso, cabe pensar que enamorarse a los veintipocos no será igual que hacerlo a la mitad de la vida.

En la adolescencia o la juventud, salimos al mundo y todo es nuevo. En ese momento, enamorarse será un gran descubrimiento y estará atravesado profundamente por la pasión. En otro momento de la vida, y con más experiencia sobre las espaldas, será diferente lo que pongo en la balanza como valioso y lo que no.

Julio Cortázar describe el enamoramiento en Rayuela de la siguiente manera: “como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio”. Ese rayo nos da la pauta de la potencia que puede tener la flecha de Cupido para generarnos un terremoto y estremecernos profundamente.

El fin del enamoramiento

Como te contaba al principio, más tarde o más temprano el enamoramiento termina. Y si te pones a pensar, es lógico y necesario que esto ocurra, porque con todo lo comentado sobre lo que pasa en el cerebro de una persona enamorada, no se podría vivir así durante muchos años. O en todo caso, ese estado embriagador atentaría contra la construcción de una pareja.

Así pues, no se puede construir algo demasiado sólido estando borracho. Con el tiempo, la situación debe cambiar y es natural que así sea. El enamoramiento tiene mucha intensidad y una relación de amor cambia la intensidad por la profundidad y es desde esta profundidad que podremos construir un vínculo sano y que perdure en el tiempo.

No se puede construir algo demasiado sólido estando borracho

Volviendo al título del artículo, esta etapa no dura un tiempo exacto. Algunas investigaciones hablan de seis meses, pero lo cierto es que en algunos casos dura ese tiempo, en otros casos ocho, y a veces un año.

Lo que sí sabemos es que siempre se aconseja no tomar decisiones trascendentes durante el enamoramiento, como convivir o tener un hijo, ya que pueden tener un alto riesgo de arrepentimiento debido a la particularidad del momento.

Por último, me parece sumamente interesante contaros que, aunque en general hablamos de enamoramiento en relación a las parejas que comienzan una relación, este fenómeno también se puede presentar en otras situaciones de nuestra vida. También podemos enamorarnos de un trabajo nuevo, de un proyecto, de un grupo de amigos que conocí hace poco o también de una ciudad. En cada caso y en cada circunstancia habrá que ver cuánto nos dura la embriaguez.

INFORMAZIO ITURRIA: objetivobienestar.com