Penes de carne vs penes de sangre y otras dudas sexuales

Las dificultades para llegar al orgasmo, la ausencia de deseo, los miedos en las primeras relaciones sexuales y si el tamaño del pene es el adecuado son las cuatro dudas sexuales más frecuentes entre los españoles.

Una inagotable sucesión de signos de interrogación o exclamación, un abuso claro de los puntos suspensivos y frases como “supongo que os lo preguntan siempre” son muy frecuentes en las miles de consultas -más de 3.000 al mes- que recibe el equipo de sexólogas de Platanomelón.com, a través de los canales de su plataforma.

Hay preguntas de todo tipo y condición, ingenuas, avanzadas o curiosas como: ¿Qué le pasará a mi cuerpo si sigo sin tener sexo?; ¿qué diferencia hay entre los penes de carne y los penes de sangre? o ¿por qué cuanto menos lo hago, menos me apetece?

Pero cuatro son los temas que prevalecen entre las dudas de los españoles: las dificultades para llegar al orgasmo, la ausencia de deseo, los miedos en las primeras relaciones sexuales y si el tamaño del pene es el adecuado, son los asuntos más demandados.

Las expertas sexólogas de Platanomelón.com coinciden en que muchas de las consultas están relacionadas con una “concepción limitada de la sexualidad” y recuerdan que lo importante es saber que “el sexo se fundamenta en el respecto por uno mismo y el conocimiento y la aceptación de las propias limitaciones y posibilidades”.

Así resuelve María Hernando, sexóloga de Platanomelón.com, los principales temas de interés:

Falta de orgasmo

Aproximadamente un 45% de las consultas versa sobre las dificultades para alcanzar el clímax. “Me cuesta mucho llegar al orgasmo. Solo lo he conseguido en contadas ocasiones”.

El orgasmo es algo complejo, porque nos hemos llegado a pensar que, en realidad, es algo que tiene lugar entre las piernas cuando, la verdad es que tiene lugar entre las orejas. El órgano de placer por excelencia no es otro que el cerebro. Así que, el primer responsable de sabotear tus orgasmos es él: mientras más te obsesiones en llegar, más lejos estarás de conseguirlo. Además, nos han hecho creer que toda la magia ocurre en la vagina cuando no hay nada más alejado de la realidad, de hecho, es importante tener en cuenta que el 76% de las mujeres necesitan estimular el clítoris para conseguir orgasmos. La clave está en estimular las 8000 terminaciones nerviosas del clítoris y por todos sus extremos: ¿sabías que si estimulas la zona G o el ano, en realidad, estás estimulando el clítoris?

Tamaño del pene

El 25% de las dudas están relacionadas con el tamaño del pene. “Mi pene erecto mide 10 cm y creo que es poco”.

La preocupación sobre los “centímetros” es algo casi milenario. De hecho, el órgano del cuerpo más buscado en google es el pene y, concretamente, la gran mayoría de búsquedas son masculinas y se centran en “¿cómo hacer el pene más grande?” o “¿cuánto de grande es el pene medio?”. Sin embargo, es una preocupación exclusiva de ellos porque el 40% de las búsquedas que hacen ellas sobre el pene se centran en “irritación por penes demasiado grandes”, “dolor al tener relaciones sexuales” o “sangrado durante las relaciones sexuales”. Es absurdo centrarse en el tamaño, teniendo en cuenta que, tanto el clítoris como el punto P se encuentran a pocos centímetros de la entrada. Pero si sigue siendo una preocupación, el principal consejo es explorar el propio cuerpo y aprender a aceptarse. Y, como apunte tranquilizador, 10 cm es una medida totalmente estándar dentro de la media.

Falta de deseo sexual

Un 20% de las preguntas indaga sobre la falta de deseo tras un tiempo de relación: “Soy una persona sexualmente muy activa y tras un año y medio de relación no me apetece tanto tener sexo”

En el inicio de toda relación se confabulan una serie de factores que nos hacen estar sexualmente al 100%: la mezcla de dopamina, serotonina, adrenalina y vasopresina; ese cóctel de hormonas nos hace sentir enamorados y capaces de todo. Además está el morbo hacia la pareja, las ganas de probar mil cosas. Con el tiempo, el efecto de las hormonas disminuye y las ganas locas se disipan. Es aquí donde nos queda jugar, innovar y probar cosas nuevas.

Primeras relaciones

Por último, aproximadamente el 10% de las consultas aclaran dudas ante las primeras experiencias sexuales: “Tengo miedo de la primera vez”

Es normal sentir “miedo” a la primera vez puesto que es algo desconocido, además, se nos ha hecho creer que tenemos que saber qué hacer y, por mala suerte, tenemos como referente a las películas XXX, que no olvidemos: SON PELÍCULAS, nada que quiera evocar la realidad. Lo único importante de “la primera vez” es que las relaciones sean consensuadas y consentidas. Que sean con alguien de confianza y que si, en cualquier momento quieres parar, puedes hacerlo. No estás obligad@ a llegar hasta el final si no te apetece. Y, relájate, no tengas miedo de no hacerlo a la perfección; en el sexo, como en todo, cuanta más práctica e información se tiene, más se disfruta.

Sin sexo, más decaídos y apáticos

No vamos a cerrar el tema sin resolver también alguna de las preguntas más curiosas. Aquí están las respuestas:

¿Qué le pasará a mi cuerpo si sigo sin tener sexo?

El sexo nos hace sentir mejor y más felices. Nos aporta numerosos beneficios tanto a nivel físico: ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro y los problemas cardíacos, mejora nuestra piel y nuestro sistema inmune…; como a nivel psicológico: mejora las relaciones de pareja, aumenta la autoestima, etc.

De esta manera, al no tener sexo durante un largo periodo de tiempo, nos perdemos ese chute extra de energía y sus beneficios en el plano mental y físico. Así que es probable que nos sintamos algo más decaídos y apáticos.

¿Qué diferencia hay entre los penes de carne y los penes de sangre?

Existen dos variedades de penes: penes de carne y penes de sangre. Los primeros son aquellos que no cambian notablemente su tamaño cuando pasan de un estado de reposo a un estado erecto. Por otro lado, los penes de sangre son aquellos que son bastante pequeños en estado de reposo, pero que aumentan considerablemente su tamaño cuando se excitan.

¿Por qué cuanto menos lo hago menos me apetece?

El sexo es como el deporte: cuanto más haces, más apetece y menos cuesta. Por eso, cuando nos acostumbramos a no mantener relaciones sexuales cuesta despertar el deseo ya que estamos “desentrenados”. Para solucionarlo, tenemos que entrenar nuestra fantasía y recuperar el deseo.

Para concluir, María Hernando recuerda que “el sexo ayuda a las personas a estar mejor consigo mismas y a mejorar la confianza en las relaciones de pareja” por lo que, sea como sea, con puntos, interrogantes, con o sin frases introductorias, ¡siempre merece la pena resolverlo!…

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