HEROÍNA FUMADA O INHALADA

La delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya, ha presentado el “Informe sobre Heroína”, droga a la que se hace adicta una persona de cada 4 que la prueban.
Moya ha explicado que el dato no sería significativo con otras sustancias adictivas pero, en el caso de este opiáceo, "resulta preocupante" y constituye una "señal de alerta", ya que la heroína fumada o inhalada "sigue siendo tan adictiva y produciendo los mismos problemas en términos de salud y vida" que la inyectada. Moya ha explicado que el dato no sería significativo con otras sustancias adictivas pero, en el caso de este opiáceo, "resulta preocupante" y constituye una "señal de alerta", ya que la heroína fumada o inhalada "sigue siendo tan adictiva y produciendo los mismos problemas en términos de salud y vida" que la inyectada.
La crisis puede estar detrás de este incremento, ya que se trata de una sustancia que “evade de la realidad”.
En los años 80 en España se vivió lo que se suele denominar la “epidemia de la heroína”. Fueron los años en los que el número de consumidores alcanzó su cifra más alta, coincidiendo con la crisis de los 80. El repunte se relaciona de nuevo con la recesión económica porque las drogas depresoras, entre ellas la heroína, se relacionan con este tipo de etapas. No nos olvidemos que este tipo de drogas aíslan a la persona del mundo. Por el contrario, en las épocas de bonanza económica se consumen más las drogas estimulantes, como una forma de “vivir a tope la vida”.
En los 80 las distintas Administraciones tardaron en reaccionar, incluso en los programas de intercambio de jeringuillas, tan importantes en la prevención del contagio del VIH. En este caso aún no se sabe cómo se intervendrá, ya que la forma de consumirla ha cambiado, ya no se consume vía intravenosa sino fumada o inhalada, y en la mayoría de los casos se utiliza para bajar el subidón de la cocaína, por lo que se trata de casos de policonsumo.
Es probable que la alarma social generada en los 80 no se repita en este caso, por las formas de consumo. Entonces se asoció a la aparición del VIH, y era muy común ver en la calle a personas inyectándose. Ahora las formas de consumo son diferentes y el riesgo de contagio del VIH también.
Los tratamientos más habituales están basados en la prescripción de metadona, pero ya se han realizado ensayos de prescripción de heroína en los casos en los que la metadona no es efectiva. Por ejemplo, en Holanda y Suiza ya se llevan a cabo este tipo de programas.
De cualquier modo, lo que es importante en cualquier tipo de tratamiento de esta droga es una buena terapia psicosocial estructurada.

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