IR DE CAÑAS
Es una tradición, un hábito social, para algunos hasta un rito, pero la crisis también ha llegado a cambiarlo. Ahora nos tomamos las cañas en casa, y si vamos a los bares, ya no es como antes, que no bajaban de 3 ó 4 rondas, ahora una y punto, que hay que apretarse el cinturón. Así lo explica Jacobo Olalla, director general de Cerveceros de España: “vivimos inmersos en una crisis y éso se nota. Vamos igual que antes a los bares, pero consumimos menos. Nos tenemos que conformar con una ronda”. Y para muestra un botón, en 2009 descendió un 4,6% el consumo de cerveza en los bares, pero subió un 5% su consumo en casa.
Según el informe presentado, a los que más les cuesta tomarse una es a los de Levante, Andalucía y centro de España, pero a la hora de ir a los bares ganan los gallegos y los vascos.
En cuanto a la bebida en sí, son ya 4.000 los años que lleva entre nosotros, y es una gran fuente de ingresos, por algo somos el tercer país productor de cerveza. Aún así, en cuestión de consumo estamos por debajo de la media europea que se sitúa en 80 litros por persona y año, nosotros sólo lo alcanzamos en verano. El resto del año bebemos 55 litros por persona y año.
Y otro dato importante, somos el primer país de la Unión Europea en consumo de cerveza sin alcohol, según Olalla, porque “no buscamos emborracharnos sino refrescarnos”. Además, como la tomamos muy fría, casi no notamos la diferencia de sabor.
Y en cuanto al mito de la barriga cervecera, nada es lo que parece, a no ser que nos pongamos hasta arriba. La cerveza solamente tiene 45 calorías, lo que engorda es lo que normalmente la acompaña, en nuestro caso por orden de preferencia: tortilla de patata, jamón y aceitunas. Parte de su éxito se debe también al precio, es un producto barato si lo comparamos con lo que se paga en otros países de Europa.