¿Qué es la prueba de Papanicolau?
Cuando llega la mayoría de edad o ya has tenido relaciones sexuales por primera vez debes realizarte una exploración para comprobar que tus órganos femeninos se encuentran a la perfección.
La mayoría de las mujeres cuando llegan a la mayoría de edad o la primera vez que tienen relaciones sexuales acuden al ginecólogo. En esta consulta del médico, se les hace una exploración para comprobar que todos los órganos están bien y, una vez hayan pasado de los 21 años de edad, se le hará una prueba especial. Esta, suele ser anual y se denomina Papanicolau porque su creador fue el médico griego Gergios Papanicolau. Comúnmente también es conocida con el nombre de citología y casi todas las mujeres la conocen.
EN QUÉ CONSISTE LA PRUEBA PAPANICOLAU Y PARA QUÉ SIRVE
Durante el examen anual ginecológico te introducirá un pequeño utensilio alargado en la vagina el cual sirve para extraer una muestra del tejido interior para ser analizado en el laboratorio y descubrir si están afectadas de cáncer en el cuello uterino. Esta prueba es indolora y tarda unas dos semanas en conocerse los resultados. Estos además de mostrar si la mujer está afectada de cáncer, también pueden dar positivas para el virus del papiloma humano. Ambas enfermedades de la vagina deben ser tratadas lo antes posible, por lo que es muy importante que te realices la citología cada vez que tu ginecólogo te lo pida. La prueba no tarda más de 10 minutos en realizarse y es esencial para la salud de la mujer.
Durante la citología el médico sacará una pequeña muestra del tejido del interior de la vagina y la colocará sobre una pequeña tabla de cristal, la cual será analizada en el laboratorio y podrá verse si las células de tu cuello uterino están afectadas por alguna de las enfermedades mencionadas con anterioridad, no obstante, dicha inspección también reconoce si tienes algún tipo de bacteria leve como una candidiasis.
El médico o centro de salud se pondrán en contacto contigo en unas dos semanas, más o menos, para comunicarte los resultados de la analítica. En caso negativo no deberás volver a asistir al ginecólogo hasta tu próxima visita al año siguiente. Sin embargo, si estás afectada de cáncer o del virus del papiloma humano tu médico se pondrá en contacto contigo para darte las instrucciones necesarias con tal de poder paliar los síntomas e intentar curar la enfermedad lo antes posible.
CADA CUÁNTO ES RECOMENDABLE REALIZARLA
Normalmente, a no ser que haya otros síntomas o indicios de que la mujer afectada pueda sufrir cáncer o el virus del papiloma humano, la prueba Papanicolau o citología se realiza a partir de los 21 años de edad. Es decir, que si la mujer ha tenido relaciones sexuales antes de los 21 años y acude al ginecólogo se le realizará un examen común, pero no esta prueba en concreto. Una vez haya cumplido los 21 se le hará la prueba Papanicolau una vez cada 3 años.
En el caso de que haya dado positivo en una ocasión entre los 21 y los 29 es muy probable que el ginecólogo quiera repetir la prueba a los 6 meses o al año. Esto se hace para comprobar si realmente el virus está afectando a la mujer o, simplemente, su cuerpo ha sido capaz de erradicarlo. Entre los 21 y los 29 años el cuerpo y la vagina son más fuertes y son capaces de luchar contra estas enfermedades que le afectan.
No obstante, si se vuelve a dar positivo en la prueba Papanicolau a los 6 o 12 meses el médico deberá decidir cuál es el mejor tratamiento. Una vez la mujer pasa de los 29 años de edad se le realizará esta prueba una vez cada año hasta que le llegue la menopausia. Entonces, su ginecólogo decidirá cuál será el siguiente tipo de pruebas, ya que cuanto más mayor se hace la mujer más precauciones hay que tomar.
Por lo tanto, es muy importante que si tu médico te pide que te hagas la citología te la hagas lo antes posible. Cuanto antes se te detecten dichas enfermedades, más fácil será ponerles remedio para intentar que no vayan a más y que puedas recuperar tu salud lo antes posible, en caso de padecerla. Es una prueba totalmente indolora y solamente debes hacértela una vez cada tres años si tienes entre 21 y 29 años y una vez al año si tienes entre 30 y 65. Así pues, ponte en manos de tu ginecólogo para una mejor salud y no dudes en consultarle cualquier duda respecto a este tema para estar tranquila, sana y feliz durante muchos años.