Sanidad desmonta 11 mitos sobre el alcohol: ni reduce el estrés ni es afrodisiaco
Existen numerosas creencias populares sobre supuestas bondades del consumo de alcohol que pueden influir en las decisiones de los jóvenes. Estos convencimientos erróneos deben ser desmitificados para promover una comprensión más completa y precisa del impacto del alcohol en la salud.
En el universo del botellón y el consumo de alcohol en España, circulan numerosos mitos y creencias erróneas que es necesario abordar para fomentar una comprensión realista y saludable de esta práctica. Desentrañar estos falsos mitos es esencial para que los jóvenes tomen decisiones informadas sobre su consumo de alcohol y eviten caer en prácticas perjudiciales para la salud. Estos son 11 mitos populares sobre el alcohol y el botellón desmontados por el Ministerio de Sanidad y el Plan Nacional sobre Drogas.
Mito 1: No es un alimento, las «calorías vacías»
Uno de los mitos más comunes es la idea de que el alcohol no afecta al aporte calórico del cuerpo. Contrariamente, las bebidas alcohólicas contienen «calorías vacías», que no proporcionan nutrientes esenciales al organismo. Además, el alto contenido de azúcar en estas bebidas se transforma y almacena como grasa en el cuerpo en consumos elevados. Por tanto, aunque el alcohol aporte calorías, no es un alimento y no proporciona nutrientes esenciales al organismo. Por el contrario, puede aumentar la producción de grasa en el cuerpo.
Esta es una aproximación del Ministerio de Sanidad de las calorías que aportan algunas bebidas alcohólicas comunes.
Copa de vino tinto: 65 calorías
Copa de vino blanco: 85 calorías
Copa de cava o champagne: 65 calorías
Tercio de cerveza: 150 calorías
Cuba libre: 160 calorías
GinTonic: 210 calorías
Vodka con soda: 85 calorías
Mito 2: sobre eliminar el alcohol del organismo
Existen muchos mitos sobre cómo acelerar la metabolización del alcohol, pero la realidad es que el cuerpo elimina el alcohol de tres maneras: evaporación, excreción y metabolismo, y este proceso sigue su curso normal.
El hígado, por ejemplo, solo puede metabolizar 0,12 g/l de alcohol en sangre cada hora. No hay trucos efectivos, como consumir café, leche, ducharse, hacer ejercicio o dormir, para reducir rápidamente el nivel de alcoholemia. La única forma real de no dar positivo en un control de alcoholemia es abstenerse de consumir alcohol.
Mito 3: remedios milagrosos para la resaca
Otro mito extendido es la creencia en remedios milagrosos para la resaca. Beber en exceso conlleva consecuencias, y la resaca es una de las primeras señales. Los supuestos remedios, como consumir más alcohol, no tienen base científica. La deshidratación causada por el alcohol contribuye a los síntomas de la resaca, como dolor de cabeza y malestar general.
Mito 4: No relaja, aumenta la ansiedad y la depresión
Otro falso mito vinculado al consumo de alcohol es su supuesto efecto relajante. Aunque puede reducir momentáneamente el estrés, el alcohol tiene un efecto rebote que puede aumentar la ansiedad a largo plazo.
Consumir alcohol para enfrentar estados de ánimo decaídos no resuelve los problemas subyacentes y puede contribuir a la depresión. En caso de hábitos preocupantes, es fundamental buscar ayuda profesional.
Mito 5: No es afrodisíaco, los efectos contraproducentes
La percepción del alcohol como afrodisíaco es otro mito que debe desmitificarse. A pesar de la creencia popular de que el alcohol puede aumentar la confianza y la libido, los efectos reales son contraproducentes.
El exceso de alcohol puede afectar negativamente la función sexual tanto en hombres como en mujeres, y los problemas temporales pueden convertirse en problemas crónicos con el tiempo. Además, bajo la influencia del alcohol, aumenta el riesgo de prácticas sexuales de alto riesgo y la posibilidad de enfermedades contagiosas o embarazos no deseados.
Mito 6: Beber alcohol los fines de semana no es malo
La realidad, según el Ministerio de Sanidad, es que el daño causado por el alcohol depende del patrón de consumo, tanto en cantidad como en intensidad. Incluso el consumo ocasional puede tener efectos negativos, y existe el riesgo de desarrollar un hábito que afecte la capacidad de divertirse sin beber.
El mejor pan para el desayuno debe ser integral de masa madre.
Mito 7: Ayuda a superar las horas bajas y el cansancio
La realidad, según el Plan Nacional sobre Drogas, es que el consumo abusivo de alcohol puede desencadenar una pérdida de control sobre las emociones y generar una falsa sensación de bienestar. En realidad, puede aumentar la fatiga física, provocar más sueño y afectar la fuerza y coordinación.
Mito 8: El alcohol proporciona calor y combate el frío
Aunque el alcohol pueda generar una sensación momentánea de calor al dilatar los vasos sanguíneos, la realidad es que en poco tiempo provoca una disminución de la temperatura interna del cuerpo, haciendo que se sienta más frío.
Mito 9: El que más aguanta el alcohol es más fuerte
La capacidad de tolerar el alcohol no está relacionada con la fortaleza o virilidad. La tolerancia al alcohol puede indicar un mayor riesgo de dependencia y no significa que sea menos perjudicial.
Mito 10: ¿Algunas bebidas alcohólicas son mejores que otras?
Los estudios científicos no muestran diferencias significativas entre los diversos tipos de bebidas alcohólicas, por lo que no se puede recomendar ninguna en particular. Todas conllevan riesgos para la salud.
Mito 11: ¿Es beneficioso el consumo de alcohol?
Cualquier consumo de alcohol conlleva riesgos, y lo más beneficioso para la salud es no consumir alcohol en absoluto.