Síndrome del lunes

Un break en el aula para ayudarles a digerir el fin de semana
“Chocando piedras, la humanidad encendió el fuego y conquistó la noche. Sacarle chispas a los temas muchas veces ayuda a encontrar luces donde antes no se tenían” (Mantilla,L; Chaín, I. “Manual de Habilidades para la vida”.)

Si queremos que nuestros/as adolescentes no se descuiden demasiado cuando
se acerquen a espacios arriesgados, es imprescindible dotarles de herramientas
necesarias que les haga socialmente más competentes y les ayude a tomar las
decisiones más adecuadas en cada momento. Decisiones de cuyas consecuencias se tendrán que hacer cargo. En eso consiste la madurez que les alejará de hacerse daño, en definitiva. Para ello empezamos por poner pensamiento y reflexión en sus vidas con una mirada cercana, empática y desprejuiciada de sus actos a través de programas como éste.
En el programa Síndrome del Lunes se aborda de manera específica la
información como factor de protección frente al consumo de drogas (alcohol y cannabis) y determinadas prácticas de riesgo relacionadas con su sexualidad.
Todo esto sin perder de vista el contexto que envuelve al programa: analizar
algunas de las experiencias que el o la adolescente ha vivido durante el fin de semana, con el objetivo de proporcionarle un espacio de reflexión que le lleve a minimizar los posibles riesgos de sus conductas durante el fin de semana y que le ayude a enfrentarse a su vida de una manera integral.

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Síndrome del Lunes se realiza en 2º ESO, 1º Formación Profesional Básica y
Educación Complementaria. Y por primera vez, este año también han participado los Grados Medios del Centro de Formación Profesional de Repélega.
Consta de dos sesiones en cada aula, de dos horas de duración cada una. En la
primera sesión tratamos los miedos y las ganas asociados a las “primeras veces”,
aspectos sobre la sexualidad, sobre la menstruación y poluciones nocturnas, también se habla sobre las ITS, centrándonos sobre todo en la parte preventiva mediante preservativos, es por ello qué, también realizamos una actividad sobre el buen uso de los mismos. En la segunda, se abordan las drogas, las expectativas y los remordimientos relacionados tanto con el consumo de drogas como con las prácticas sexuales, todo ello relacionado con la toma de decisiones junto a la presión grupal y la responsabilidad respecto a las consecuencias de las decisiones tomadas.

Este curso se ha desarrollado de noviembre a febrero, en él han trabajado 3 educadoras y educadores, y han participado en el programa 539 alumnos y alumnas, pertenecientes a 24 aulas de 9 centros educativos. Entre las participantes, los chicos que
participantes han sido 306, y las chicas 233.

Tras la evaluación realizada sobre el programa, se ha podido observar una mejora en las 18 variables analizadas. En 16 de ellas con una evolución estadísticamente significativa y positiva. Sin embargo, la variable de la percepción del alumnado sobre disfrutar o no fumando porros sigue mostrando una evolución negativa, aunque los resultados no hayan sido significativos. Esto se debe a la dificultad encontrada a la hora de hacerles ver que el consumo del cannabis no lleva a la diversión esperada. Esta variable va mejorando con los años, pero continuaremos en el empeño de desmotar este mito tan extendido entre la población adolescente.