SOBRE LOS USOS ADOLESCENTES DE LA RED: FLEXIONES Y REFLEXIONES A PROPÓSITO DE AMANDA TODD
Durante este mes de octubre hemos estado al tanto de noticias sobre suicidios adolescentes por hechos relacionados con la red. Si inicialmente nos alarmábamos con la despedida de Amanda Todd (15 años) por YouTube, pocas horas después desaparecía un joven francés de 18 años, y unos días más tarde, otra de 15, Felicia, elegía el twitter para afirmar que había decidido terminar con su vida. Los tres manifestaban ser víctimas de acosos mediante Facebook. Alrededor de estos trágicos sucesos han ocurrido una serie de noticias y alertas sobre los riesgos de Internet. No es pretensión de este texto reflexionar sobre el por qué de estas situaciones de desesperación, ni por qué ciertas lógicas de aislamiento son incapaces de afrontar depende qué situaciones(1);. Tampoco convertirse en altavoz de alarmas sobre los peligros de la red, que sólo ayudan a saturar nuestras angustias adultas. Nos deben servir para reflexionar y estamos obligados a hacer un análisis crítico. Todo ello pasa por entender que Internet sólo ha sido el medio (y no el fin) para adultos o jóvenes sin escrúpulos que hayan jugado con el desconocimiento, desconcierto y desesperación de otras personas. Por lo que es conveniente proponer un conjunto de ideas para la reflexión.
De entrada: todo lo que se entiende por Internet 2.0 – redes sociales, básicamente se ha convertido en una revolución en cuanto a nuevas prácticas de relación, comunicación, investigación y producción de información, al tiempo que gestión de nuestra identidad y cotidianidad. No podemos reducirlo sólo a canales o metodologías. Implica un marco mucho más amplio-relacional, de conocimiento, de aprendizaje. Este nuevo entorno ha venido para quedarse. Y esta llegada ha sido tan rápida, y avanza a un ritmo de vértigo que a menudo nos dificulta el poder pararnos a reflexionar sus formas de uso. A pesar de este carácter novedoso, probablemente no se está inventando tanto: se redefinen espacios clásicos de relación, que no desaparecen ni son sustituidos, sino que se extienden a la órbita digital (perfiles, identidades, grupos, espacios de encuentro, etc .). Adolescentes y jóvenes han sido, inicialmente, el paradigma de uso de esta nueva realidad, aunque cada vez más se han universalizado con respecto a cualquier grupo de edad y colectivo. Jaume Funes avisaba hace pocos días que "para la mayoría de los adolescentes actuales pocas cosas tienen sentido sin referencia a ellos. Son en la medida en que están "en línea" y son en la medida que son imagen. No hay identidad sin perfil de red virtual. No hay sociabilidad sin interacción digital "(2).
En segundo lugar, hay que aclarar que el debate no está en la herramienta, sino en los usos. Y la primera lectura siempre será en clave positiva: se convierte en un elemento de construcción por delante de los posibles problemas que puedan comportar en la gestión de nuestro día a día o en nuestra profesión. Como trabajadores en el ámbito de la atención social nos abre todo un nuevo mundo de intervención. Y es evidente que se necesita una reflexión seria y un posicionamiento consensuado. Reencontramos de nuevo –afortunadamente- palabras como trabajo cooperativo, participación, horizontalidad, etc. En un rumbo distinto al que probablemente estamos acostumbrados a trabajar, con los correspondientes matices que hacer. Avanzaremos a medida que experimentamos y participamos de este entorno. Y casi seguro que, a diferencia de otros fenómenos que nos ha tocado abordar, no tiene sentido plantear posiciones resistencialistas, que no acríticas. Al contrario: es ahora cuando se necesita una reflexión sobre la ética en la red. Estamos obligados a repensar todo (todo). Es necesario que nos cuestionemos aspectos básicos: ¿cómo utilizarlas para mejorar nuestra práctica profesional?, ¿en el mundo virtual se necesitan educadores?, ¿hay que utilizar las mismas herramientas / perfiles como profesionales que como ciudadanos?, ¿cómo enfatizar y favorecer las buenas prácticas, que son muchas?, ¿qué discurso hay que potenciar para evitar usos problemáticos? Y, en cualquier caso, para aquellos que plantean una visión crítica, coger la parte más reflexiva: ¿cuáles serán los efectos de tanta hiperconexión e hipervirtualitad?, ¿cómo ayudar a construir comunidades en la red?, ¿la eficiencia y la inmediatez de la red son contraproducentes a medio-largo plazo?, ¿una sociedad más rápida y con más proximidad pero cada vez con menos contacto físico?
Y el tercer aviso tiene una clara vocación preventiva (a la vez que constructiva): cómo se tratan de herramientas con muchas potencialidades, claro que pueden presentarse usos problemáticos. Por lo que necesitaremos de un discurso preventivo y formativo alrededor. Nos interesa centrarnos en todo lo que tiene que ver con favorecer usos responsables, potenciar usuarios autónomos y críticos, al tiempo que establecer los mecanismos básicos de prevención y atención de los riesgos y problemas derivados de su uso. Escribe Josep Ramoneda, tratando este tema, que "los individuos aislados ni hacen sociedad ni son capaces de imponer y defender sus derechos"(3). Por lo que destacamos algunas cuestiones sobre las que debemos estar pendientes, y que debemos trabajar:
•Sobre cómo construir nuestra identidad en la red. Sobre todo si tenemos en cuenta que estamos redefiniendo aspectos troncales como privacidad e intimidad.
•Habrá que definir unos criterios que determinen qué usos tienen un mayor riesgo, cuáles conllevan problemas, y cuáles deben ser entendidos a partir del concepto de la dependencia.
•Cuenta con la facilidad para difundir contenidos inadecuados. Independientemente de su legalidad. ¿Qué usos son más seguros que otros?
•Siendo consciente de los intereses político-comerciales4 que se esconden detrás de todo este comercio electrónico y toda la concentración empresarial en torno a este. Y como nos puede afectar a nuestra vida. Escuchando las palabras de Dolors Reig: "Nuestros datos son el petróleo del siglo XXI”(5).
Hace tiempo que algunos profesionales que trabajamos con ellos la atención y prevención del consumo de drogas asumimos tareas e intervenciones relativas a los usos que hacen de las TIC (en argot: pantallas). Y probablemente esto sea un error. Se justifica en que las similitudes que pueden tener algunos usos problemáticos de las drogas parecen mimetizarse en los usos de las pantallas(6). En cualquier caso, haber asumido este «papel» también ha ayudado a entender su vertiente problemática. Si bien las preocupaciones adultas se simplifican básicamente en torno a dos grandes cuestiones -el tiempo que chicas y chicos se pasan navegando por la red, y en la seguridad de ésta- la realidad nos ha hecho ver que todo es bastante complejo. Son numerosas las demandas de asesoramiento e información -que no tratamiento- por este tema. Siempre motivadas por un adulto de referencia. Y aquí algunos problemas que podemos encontrarnos, e indicadores para detectarlos:
LEVES Y / O MODERADOS
•Uso abusivo y / o frecuente. Un chico no rinde en el IES para pasarse mucho tiempo jugando al Call of Duty.
•Sedentarismo. Una chica pide a los padres dejar el baloncesto porque prefiere estar en casa chateando.
•Agregar gente desconocida. Una chica de 15 años no sigue ningún criterio básico para aceptar o discriminar invitaciones de amigos en Facebook.
•Relaciones distorsionadas. Un chico bastante tímido dedica mucho más tiempo en relacionarse a partir de Whatsapps y Messengers que en el cara a cara.
•Pérdida de interés por otras actividades. Una chica deja de hacer natación e inglés extraescolar para priorizar estar conectada en casa.
IMPORTANTES
•Chantaje a nivel individual, y acoso. Una chica amenaza a otra mediante el whatsapp y le pide favores a cambio.
•Acoso de carácter grupal. Un grupo de Facebook acaba convirtiéndose en un espacio colectivo de insulto y/o burla de una persona en concreto.
•Acoso de carácter afectivo o sexual. Un adulto que se hace pasar por joven, es agregado por una chica de la que saca imágenes y datos personales.
•Quedar con personas desconocidas (sin ir acompañado). Una chica de 15 años se encuentra con su amigo virtual sin conocimiento de los padres fuera de casa (del que desconoce la identidad real).
•Adicción y aislamiento. Un chico se pasa un tiempo desproporcionado jugando a un juego en red sin salir de la habitación. No va a clase y se queda en casa.(7)
Para prevenir estas situaciones, al tiempo que facilitar elementos de detección, dejamos un pequeño grupo de ideas elaboradas para madres y padres sobre algunas cuestiones básicas en relación a la gestión de Internet en el ámbito doméstico. Queda para otro artículo describir posibles ideas para trabajar en otros ámbitos de intervención (educación, ocio, etc.):
1. Muchos usos del ordenador y de otros productos tecnológicos deben darse en espacios comunes. O al menos, que no favorezcan el aislamiento.
2. Se pueden definir unas normas claras de uso. Y consensuarlas. Priorizando unos usos frente a otros, o unos turnos de uso de más prioridad. Por ejemplo: para trabajar antes que para jugar. Es bueno tener estas normas presentes y pactar conjuntamente. Si es necesario, pueden redactarse y tenerlas visibles.
3. Hay que "controlar" que el tiempo que se pasa frente a una pantalla entra dentro de los límites razonables. Muchos problemas atendidos denotan que previamente no ha habido lógicas claras de control sobre el tiempo dedicado al tema.
4. Deben favorecer conductas alternativas a las tecnologías (ocio, tiempo libre, relaciones físicas, etc.).
5. Se pueden utilizar "interruptores externos": filtros de control parental, alarmas, etc. Los sistemas operativos más utilizados llevan sistemas preinstalados de control bastante útiles.
6. El establecimiento de ciertos castigos ante incumplimientos es educativo. Siempre y cuando hablamos de reforzamientos negativos realistas, y que se cumplan.
7. Hay que poder ser capaces de observar con discreción. Esto es: no espiar conversaciones en Messenger, en Facebook. Y respetar la intimidad. Pero siendo conocedores de sus contextos virtuales, sus espacios de relación. Participar con criterio, etc.
8. En torno a su uso debe trasmitir un discurso de responsabilidad, moderación y prudencia.
9. Poner especial énfasis en los "buenos usos". Y potenciarlos.
10. Ser consecuente e intransigente con prácticas de acoso, descontrol económico, etc.
(1);. Dejamos este artículo de Jaume Funes escrito en El Periódico el pasado 22 de octubre de 2012: "Vidas Virtuales y Muertes reales"
(2). "Vidas Virtuales y Muertes reales"
(3). "La izquiera necesaria". Josep Ramoneda. RBA. 2012.
(4). A propósito de la huelga # 14N El País publicaba esta noticia: "Google afirma que el control de los gobiernos en la red va en Ascenso" A La Vanguardia, el 8 de junio de 2012: "Internet: alguien nos sigue":
(5). Dolors Reig al Singulares: "Hacia una inteligencia colectiva". 03/27/2012.
(6). Recomiendo el escrito de David Pedro Martínez Oró a SobreDrogues.net: "Drogas y redes sociales: porque se relacionan?"
(7). Estas ideas están extraídas conjuntamente con Carles Sedó a propósito de reflexiones sobre la actuación preventiva.