Con tan solo tres sencillos pasos colocarás el preservativo de forma correcta y todo irá sobre ruedas.

Tener relaciones sexuales es algo completamente normal y natural que, sin embargo, suele requerir de un tiempo previo de preparación y documentación. Y es que, una vez que te has decidido a dar el paso, lo siguiente es ser conscientes de las responsabilidades que conlleva. Una de ellas y, probablemente la fundamental sea la de hacer uso del preservativo. Hoy día es el método más eficaz para prevenir enfermedades de transmisión sexual (ETS) , así como embarazos no deseados y otro tipo de consecuencias derivadas de una práctica irresponsable del sexo.

Lo cierto es que el uso del condón por primera vez es una de las principales preocupaciones para aquellos que no gozan de cierta experiencia. Si ese es tu caso, no te preocupes porque en este artículo te presentamos todos los pasos que debes seguir de la manera más clara y sencilla posible para que esto no suponga ningún problema en un día tan esperado. En este sentido, hay quienes previamente practican en su casa con objetos similares para que, llegado el día, resulte más simple y todo vaya sobre ruedas.

TAN SOLO TRES SENCILLOS PASOS

Lo más importante y primordial al respecto es que cuentes con un preservativo de calidad y que esté avalado por los correspondientes organismos e instituciones. Lo más recomendable es que acudas a una farmacia y, aunque quizás te dé un poco de corte, debes saber que son profesionales y que están más que acostumbrados. De manera que, allí te aconsejarán acerca de cuál es el más adecuado, además de que resolverán cualquier duda que se te pase por la cabeza. Ahora bien, los pasos que debes seguir para colocarlo son:

1. Una vez que lo tienes, lo más importante es que lo abras con cuidado y te asegures de que cuando lo coges está en el sentido correcto. Para comprobarlo, puedes sacarlo o desenrollarlo un poco observando que su borde quede hacia fuera, pero ¡cuidado! no abras el condón del todo para evitar problemas a la hora de colocarlo adecuadamente.

2. Cuando ya te hayas asegurado de ello, colócalo en la punta del pene y desenróllalo hasta llegar al final. En este sentido, quizás podrías recurrir al lubricante para permitir así que se deslice mejor y evitar cualquier tipo de dificultad o complicación. De hecho, médicos y otros expertos recomiendan utilizarlo porque de lo contrario aumentarían las posibilidades de que el condón se rompa durante las relaciones sexuales.

3. Ahora bien, una vez hayáis terminado y con el pene todavía erecto, tira del borde del condón y retíralo completamente ¡con mucho cuidado! Es decir, hazlo alejado de tu pareja ya que de lo contrario podrías derramar sin querer algo de semen. Por lo tanto, cuando ya hayas cumplido con este paso tíralo directamente a la basura o envuélvelo primero en un pañuelo, pues siempre será algo más higiénico y así te asegurarás eliminar cualquier tipo de rastro. Ahora bien, nunca lo hagas por el inodoro, puesto que podrías llegar a atascar las tuberías.

TOMA NOTA DE LOS ERRORES

Ya has visto que, aunque no tiene mucha complicación, debes, no solo seguir adecuadamente los pasos marcados, sino también permanecer cauto. En este sentido, las primeras veces que los utilices durante tus relaciones sexuales, pon los cinco sentidos, pues así evitarás el mínimo susto. Y es que, a pesar de la cantidad de información que existe, como la que te hemos detallado en líneas anteriores, aún son muchos los que cometen numerosos errores a la hora de utilizar un preservativo.

El primero de ellos se da a la hora de sacarlo de su envoltorio, pues hay quienes lo intentan rasgar con los dientes o lo punzan involuntariamente con las propias uñas, anillos u otros accesorios aumentando así las posibilidades de que se rompa y, por lo tanto de ineficacia durante las relaciones sexuales. Al respecto, comprueba siempre la fecha de caducidad, ya que no todo el mundo la suele tener en cuenta, así como la presencia de cualquier fisura o rasguño que, de haberla, haría de ese condón uno inutilizable.

Por otro lado, ya lo hemos advertido antes, pero nunca lo desenrolles fuera del pene, pues esto también aumenta las posibilidades de fisuras y rupturas o, lo que es aún más importante, póntelo siempre a tiempo. Y es que, como hemos explicado, un temprano embarazo no es el único peligro derivado de no hacer uso del preservativo, sino que no debes olvidarte de las ETS. Para ello es fundamental que lo uses desde la primera penetración y no esperar hasta el último momento durante vuestras relaciones sexuales. Por último, nunca lo reutilices. Tanto si lo has usado correctamente como si no te has dado cuenta y lo has utilizado, por ejemplo, del revés, sobre todo no le des la vuelta. En este sentido, debes coger uno nuevo y repetir el proceso que arriba te hemos descrito en tres sencillos pasos.

FUENTE: www.bekiapareja.es

MÁS INFORMACIÓN: https://kolokon.com/sexo/preservativos/

Es preferible cuidar la salud a contraer enfermedades de transmisión sexual por practicar sexo inseguro. Descubre en qué consiste la marcha atrás y los peligros que conlleva su práctica.

Habitualmente desde las campañas de contracepción se lanzan mensajes contra la práctica de la marcha atrás, pero ¿en qué consiste esta técnica? Su utilización se popularizó varias décadas atrás, sobre todo durante los años en los que los métodos anticonceptivos no estaban implantados en nuestro país o no gozaban de mucha popularidad. Por ello, las parejas que querían mantener una relación sexual sin riesgo de tener un embarazo tenían que ingeniárselas para evitar que eso sucediera. Entre las técnicas más populares estaba el sistema de cuentas, en el que la mujer tenía un registro de sus días más fértiles y los días de menos riesgo, procurando mantener sexo siempre dentro de estos últimos. Pero este método al fin y al cabo no era del todo fiable, y para correr menos peligro se popularizó aquello que se llama la marcha atrás. Esto podría definirse como el sistema del Coitus interruptus, ya que en sí no se produce una relación plena, porque el hombre para la penetración antes de eyacular dentro de la mujer, expulsando el semen fuera.

Durante muchos años se pensó que esta técnica era infalible, pero según se fue avanzando en el terreno de la sexología y la población fue adquiriendo una actitud más abierta respecto al tema se descubrió un problema: antes de llover chispea. Esto significa que el hombre antes de la eyaculación expulsa una sustancia llamada líquido preseminal, que tiene la función de limpiar el pene antes del semen, con el fin de que los espermatozoides lleguen lo más sanos posibles a la fecundación. Este líquido, aunque con una menor probabilidad, también tiene la posibilidad de dejar embarazada a la mujer.

Pero el riesgo de embarazo no es lo único que hace de la marcha atrás una práctica peligrosa, ya que siempre que mantengamos relaciones sin preservativo corremos el riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual (ETS), con el consiguiente riesgo para la salud que eso implica. Estas dolencias, también conocidas como venéreas, provocan alteraciones en nuestro cuerpo con distintos niveles de riesgo, siendo algunas infecciones leves y otras más graves. Durante mucho tiempo se pensó que las ETS se transmitían únicamente a través del semen, pero esto también es un error garrafal. La mayoría de enfermedades venéreas nacen fruto de las microabrasiones que se producen en los miembros genitales durante la penetración, que provocan que la sangre de la pareja se mezcle durante el sexo, por lo que cualquier contacto sin condón puede poner en riesgo nuestra salud, aparte del temido embarazo indeseado.

Estos son unos cuantos ejemplos de enfermedades de transmisión sexual que se pueden derivar de la marcha atrás:

HONGOS

Los hongos no son una ETS en sí, puesto que su aparición se puede deber a varias causas, pero también se pueden contraer a través del sexo, por lo que se incluyen dentro de las enfermedades venéreas. Los hongos pueden aparecer en la vagina, en el pene, en el ano y en la boca y la tipología más común es el que se conoce como cándidas. Suele ser más frecuente en las mujeres, y puede provocar flujo vaginal espeso, similar a la cuajada; olor vaginal, irritaciones, picor, sensación de quemazón, dolor al orinar y dolor durante las relaciones sexuales. En los hombres se puede manifestar con enrojecimiento del pene, dificultad para retirar la piel del prepucio, hinchazón del glande y secreción blanquecina.

Generalmente, este tipo de ETS se cura con facilidad y no supone ningún riesgo grave para la salud, aunque el picor que provoca llega a ser muy molesto.

VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO

El Virus del papiloma (VPH) humano sí que es una ETS propiamente dicha, puesto que su aparición se relaciona directamente con el sexo sin protección. Es una dolencia muy común en mujeres jóvenes, y por lo general el cuerpo se encarga de eliminarla sola. Esto también depende del tipo de virus contraído, ya que es una enfermedad que presenta una amplia gama de grados, aunque como hemos mencionado en la mayoría de los casos es una afección leve.

Una de las formas más comunes del VHP son las verrugas. Estas pueden aparecer en los genitales masculinos y femeninos, tanto en la parte interna como externa. En el caso de aparecer en los alrededores de los genitales, ni el condón puede prevenirlas, recomendando interrumpir las relaciones hasta su cura.

El virus del papiloma humano también puede provocar lesiones en el cuello del útero, que necesitan de un seguimiento médico para establecer el grado de gravedad y el protocolo a seguir. Si no se realiza un seguimiento de la enfermedad y esta acrecienta puede terminar en cáncer de útero.

CLAMIDIA

La afección por clamidia es una de las infecciones sexuales más corrientes. Hay que tener cuidado porque muchas veces no presenta síntomas en sus primeras etapas, por lo que si se comienzan a manifestar estos síntomas es conveniente acudir a un experto: dolor abdominal, flujo vaginal anormal, secreciones con pus, acuosas o lechosas del pene; hinchazón dentro de la vagina o alrededor del ano, dolor o sensación de ardor al orinar, dolor en el sexo, necesidad de orinar con mayor frecuencia, testículos y pene hinchados o sangrado vaginal después de una relación sexual.

Su tratamiento es sencillo y por lo general efectivo, pero si no se aplica puede derivar en problemas de fertilidad.

GONORREA

Aunque es menos común que la clamidia, la gonorrea es también muy frecuente. La produce la bacteria Neisseria gonorrhoeae, y puede aparecer en la vagina, en el pene, en el ano y en la boca. En las mujeres puede provocar dolor en la parte inferior del abdomen, secreciones vaginales inusuales, flujo abundante y molestias al orinar. En los hombres puede causar dolor al orinar.

Si bien la gonorrea no es una ETS letal, al igual que la clamidia puede tener graves consecuencias sino se trata con propiedad, como la esterilidad.

SÍFILIS

Normalmente un diagnóstico de sífilis es más preocupante. Esta enfermedad también tiene relación directa con el sexo, ya que se produce por un contacto directo con una llaga de sífilis durante las relaciones sexuales, tanto vaginales como anales y orales, por lo que no tiene nada que ver con el semen. Esta enfermedad también es hereditaria, por lo que una madre infectada puede contagiarla a su bebé durante el embarazo.

El sífilis se caracteriza por la aparición de un sarpullido en el cuerpo, por lo que puede confundirse con otro tipo de afección de la piel. Por ello es por lo que se la conoce como ‘la gran imitadora’.

VIH

Conocido como el virus de la inmunodeficiencia adquirida, es la enfermedad venérea con las consecuencias más graves para la salud, ya que este virus es el responsable directo del síndrome de inmunodeficiencia adquirida, más conocido como sida, el cual ataca al sistema inmunitario del cuerpo provocando una disminución de la protección ante posibles infecciones. La mayoría de personas que padecen esta enfermedad, y que no reciben el tratamiento adecuado, acaban muriendo a causa de neumonías o cáncer.

Esta enfermedad no solo se transmite a través del contacto sexual, sino que también se transmite a través de la sangre y de madres a hijos.

Como vemos las consecuencias para la salud del Coitus interruptus son varias y no solo se cierran en el embarazo no deseado. Por ello es recomendable el uso del condón, sobre todo si se trata de relaciones esporádicas.

FUENTE: www.bekiapareja.com

El sexo oral es una práctica muy extendida en el sexo, aunque no sea algo que se suela reconocer abiertamente. Como toda práctica sexual, también tiene sus riesgos, por lo tanto el uso de un preservativo adecuado para ella será necesario en caso de que creas que puedes existir contagio de algún tipo.

preservativos-para-el-sexo-oralHay un tipo de condón especial para la práctica oral que no tiene lubricante y además existe una gran variedad de sabores para hacerlo más atractivo. Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) se pueden contagiar tanto por sexo oral, anal o vaginal, así que, si tienes dudas sobre si tu pareja tiene alguna, usa preservativo.

La principal enfermedad que se transmite por esta vía es el virus del papiloma humano (VPH). Visualmente, en el hombre, se manifiesta como unas verrugas que, si la mujer entra en contacto con su boca en la práctica oral sin usar condón hay una alta probabilidad de contagio.

Esta enfermedad, el virus del papiloma humano, se traslada al cuello del útero de la mujer y, si no es tratada convenientemente, puede derivar en un cáncer. Otras ETS que pueden contagiarse si no se tiene la debida protección son el VIH, gonorrea, sífilis o incluso un herpes.

El preservativo ha de usarse de principio a fin ya que la enfermedad puede ser transmitida a través del líquido preseminal, el semen o por la sangre que pueda salir de alguna herida que tenga nuestra pareja. En el caso de que sea el hombre el que practica sexo oral con su pareja, el contagio irá a través de los fluidos vaginales.

¿Hay preservativos especiales para esta práctica?

Sí, el sexo oral es una práctica sexual más que puede tener riesgos y, por ello, es necesario protegerse utilizando un condón. Para que sea algo placentero para el hombre, suelen ser más finos que los empleados para la penetración, además, para que sea agradable para la mujer, no tienen lubricante y hay una gran oferta de sabores para que pueda escoger el que más le gusta.

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Toallitas de látex para el sexo oral

Para el cunnilingus, por ejemplo, se puede abrir el preservativo en su longitud si es necesario, y también se puede recurrir a toallitas de látex (hay de diferentes sabores) o protectores de plástico que no sean porosos (ej: film transparente).

Lo idóneo será que te acerques a una farmacia o a un sex shop, veas la variedad que existe y elijas. Además podrán aconsejaros tanto a ti, como a tu pareja de cuál es el que más os conviene o cuál es aquel que tiene más éxito.

No debe verse el uso del condón para el sexo oral como algo que puede enfriar el momento o que haga que el hombre disfrute menos, hay que saber utilizarlo. Obviamente la principal función es la protección, pero puedes jugar con él.

En primer lugar puedes ir insinuándote mientras se lo colocas, no tienes que ir directamente al grano, eso sí que haría al momento frío. Juega con su colocación y luego ya, cuando llegue el momento, haz que tu pareja disfrute del sexo oral.

Consejos para practicar sexo oral

sexo-oral Lo principal es que ambos miembros de la pareja queráis llevarlo a cabo. Es posible que a alguno le pueda dar pudor o asco, así que una conversación a tiempo para aclararlo será perfecta para saber si dais el paso o no.

– Cuida tu higiene. Es algo obvio, pero si encima vas a practicar sexo oral, tendrás que tener más cuidado. Se trata de una práctica íntima con tu pareja, así que, en caso de que no tengas la higiene adecuada, en cierta manera, puede considerarse un poco falta de respeto hacia la otra persona.

– Controla el ritmo. Éste ha de ir acompasado al grado de excitación del momento. No sirve de nada que vayas muy rápido o muy lento si la otra persona no es lo que necesita. Empieza lento y vete dándole intensidad a medida que notes la reacción de tu pareja. Déjate llevar y verás que no tendrás que pensar porque te irás adaptando sin tener que pensarlo.

– No te centres en usar solamente tu boca. El sexo oral combinado con tu mano, incluso con algún objeto hará que no sea algo rutinario. Vete innovando para ir sorprendiendo a tu pareja de manera que no se espere lo que le vas a hacer. Puedes usar a la vez tu boca y tu mano para estimularle, esta combinación le volverá loco.

FUENTE: www.bekiapareja.com

sexo aguaCalores, sudores, cervezas, alcohol, verano, playas… No eres el primero al que se le ha venido la idea a la cabeza. ¿Qué pasa si hacemos el amor en el agua? ¿Hay algún problema con mantener sexo acuático?

Pues sí, hay más de un riesgo. Nuestros compañeros de LeHuffPost en Francia han hecho un interesante repaso a lo que puede pasar si tenemos relaciones sexuales en el agua.

  • Te arriesgas a coger un montón de bacterias

En el agua del mar, de la piscina, de un lago o de un río pululan bacterias de todo tipo que tu piel tolera bien, pero que no necesariamente quieren estar en contacto con tus zonas íntimas.

Especialmente en una piscina, si el agua no está lo suficientemente limpia y no tiene la cantidad de cloro correcta, te arriesgas muy mucho a coger una infección urinaria. Y al revés: un agua demasiado clorada puede favorecer la aparición de hongos.

  • Puede ser muy doloroso

¿Quién dice que el agua ayuda a lubricar? ¡Nada de nada! Más bien al contrario: el agua de mar reducirá bastante, e incluso eliminará totalmente, la lubricación natural.

Lejos de estar como peces en el agua, seréis víctimas de la sequedad, la irritación y la fricción.

Y si es en una piscina, el cloro puede irritar la vulva o la vagina tras el coito. Muy lejos del glamour con el que soñabas desde tu toalla…

  • ¡Alerta! ¡ETS a la vista!

Otro riesgo, y no menor, es el de coger una enfermedad de transmisión sexual (ETS). Efectivamente, la fricción causada por la falta de lubricación aumenta el riesgo de que el preservativo se rasgue.

Porque el hecho de hacer el amor en el agua no implica, de ningún modo, que no tengas que protegerte (salvo que así lo hayas decidido con tu pareja, claro). Según Catherine Solano, médica sexóloga, ya sea con o sin agua, si no te has hecho la prueba del sida, no estás vacunado de la hepatitis B o si tú o tu pareja no sois completamente fieles, hay que usar un preservativo siempre

Su consejo: «Cuando se use un condón para hacer el amor en el agua, hay que ponérselo y que quitárselo fuera del agua».

  • Bonus track: si no eres acróbata, cuidadito con las caídas

En la bañera o en la ducha, no os paséis de listos: elegid zonas antideslizantes y tened a mano una barra a la que agarrarse… o acabaréis a cuatro patas (y no precisamente en ese sentido).

En una piscina o en el mar, quedaos en un sitio en el que deis pie si no queréis tragar agua.

  • Bonus track bis: ¡arriba las manos!

Mucho ojo: tener relaciones sexuales en la calle puede tener multa. Depende de las distintas ordenanzas municipales. Por ejemplo, en Alicante podría conllevar multas de hasta 3.000 euros. En Tossa de Mar está prohibido el sexo en la playa. También algunas playas se han convertido en un filón recaudatorio en multas por «delitos sexuales.»

Ya sabes: en verano a palo… seco.

FUENTE: www.huffingtonpost.es