La falta de educación permite que persistan falsas creencias alrededor de las relaciones íntimas que pueden perjudicar la salud sexual.

Cuando se piensa en el bienestar de las personas, la salud sexual no es exactamente el primer factor que viene a la cabeza. Se debe, en parte, a la falta de educación específica: cuando se habla de relaciones íntimas, son muchos los tabús que aún sobreviven, incluso en las sociedades y entornos más abiertos y sexualmente positivos. “La sexualidad es una parte importantísima de la salud, pero está rodeada totalmente de falsas creencias que hacen que sea complicado tener una vida sexual sana”, reconoce la psicóloga clínica y sexóloga Miren Larrazábal. El problema, explica, es que mucha de la información que se da por sentada no tiene bases científicas, y se traspasa de generación en generación en forma de “mitos” que acaban perjudicado las relaciones íntimas.

La sensación de no llevar el mismo ritmo que los demás. Pensar que el placer y el deseo tienen que llegar al mismo tiempo —o que el sexo tiene que ser espontáneo y que no se puede programar— son algunas de las creencias que los expertos consultados por este periódico estiman fundamental derrumbar para mejorar la salud sexual de sus pacientes.

El resto no tiene más relaciones

Uno de los mitos más comunes es pensar que todos los demás, sobre todo cuando se tiene una relación que perdura en el tiempo, tienen más sexo que nosotros. Larrazábal indica que es un asunto que trata mucho en sus consultas, a pesar de que no exista una “frecuencia sexual normativa” con la cual compararse. “Es un gran error mirar a los demás. Primero, porque lo más importante es encontrar el ritmo que es correcto para nosotros, que puede variar según muchos factores. Y segundo, porque es imposible saber con certeza cuál es la intimidad de los demás, ni debería importarnos”, explica la sexóloga.

Varios estudios apuntan a que el número de relaciones sexuales promedio ha disminuido en los últimos años, sobre todo entre los jóvenes con una edad comprendida entre los 18 y los 24 años. En España, la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) más reciente indica que un 17% no mantiene ningún tipo de relación ni sentimental ni sexual con nadie. Además, para el 16% de los encuestados, la frecuencia de los encuentros ha empeorado después de la pandemia.

Estela Buendía, fundadora del Centro Sexológico Borobil de Bilbao, reconoce: “Desafortunadamente, vivimos en un contexto que prima la cantidad sobre la calidad. Sentimos la exigencia de tener que disfrutar al máximo de nuestras posibilidades, y si esto no pasa nos frustramos”. La sexóloga pone el ejemplo de las parejas más jóvenes, que frecuentemente tienen la sensación de no tener suficientes relaciones sexuales para la edad que tienen. “No es algo que se puede o que se tenga que cuantificar. Lo adecuado es lo que a cada individuo le hace sentir bien”, remata.

“El sexo tiene que ser espontáneo”

Aunque se desconocen exactamente las razones que han llevado a una bajada de la frecuencia de las relaciones, los terapeutas sexuales están de acuerdo en que los ritmos de vida frenéticos pueden ser una de las causas. Por esto, rechazan el mito según el cual el sexo tiene que surgir de forma espontánea y no se puede programar. “El sexo nunca es espontáneo. Ni cuando pensamos que lo es”, señala Buendía. “No surge si no hay al menos una persona que motiva a la otra y que promueve la relación”.

Una vez que se ha tumbado el mito de la espontaneidad, los terapeutas animan a las personas que experimentan dificultades a la hora de encontrar el tiempo a programar los encuentros sexuales. Silberio Sáez, profesor del máster en sexología de la Universidad Camilo José Cela, reflexiona: “Planificamos todas las cosas importantes de nuestras vidas. Nos ponemos horarios para ir al gimnasio; planificamos un viaje o las salidas con nuestros amigos, y acabamos disfrutándolo. Entonces, ¿por qué debería ser diferentes con las relaciones sexuales?”.

Crear un espacio en las propias agendas resulta útil también para mejorar la calidad de las relaciones, ya que en lugar de tener sexo cuando se está muy cansado o deprisa, el hecho de haber reservado un momento de la jornada permite que el encuentro se viva al máximo de sus posibilidades. “Lo que es antierótico es tener una actitud negativa hacia programar o abrir espacio a nuestro erotismo”, insiste Larrazábal. Aun así, la programación no se tiene que confundir con obligatoriedad. “Llegado el momento, tenemos que sentirnos libres de decir que ya no nos apetece”, añade.

“El sexo es penetración”

Los terapeutas sexuales a menudo se encuentran con que sus pacientes, que lamentan la falta o la poca frecuencia de relaciones sexuales, tienen una idea equivocada de lo que es el sexo. “Los encuentros sexuales van mucho más allá de lo que es el coito como tal”, insiste García. “Sería mucho más sano pensar en la actividad sexual como en un menú donde hay muchos platos, y la penetración es uno más”.

El coitocentrismo, explica la experta, es la razón por la cual existe una brecha entre hombres y mujeres a la hora de hablar de orgasmos en encuentros heterosexuales. De ahí que los expertos rechazan la definición de “preliminares” para hablar de todas las prácticas —que involucran en mayor o menor medida a los genitales— que históricamente se relacionan a la que es la fase previa al coito. Larrazábal destaca: “Cuando llamamos preámbulo al juego erótico que es la suma de las caricias, los tocamientos y la estimulación de los genitales, le estamos quitando importancia. Es como si todos estos contactos fueran la antesala de algo, cuando en realidad el juego erótico es sexualidad pura y dura, igual que la penetración”.

“Los hombres tienen más ganas”

“Probablemente, es el mito más antiguo y difícil de erradicar de todos. Pero no, los hombres no tienen más deseo que las mujeres. Lo que han tenido es más permiso para expresar su sexualidad, mientras las mujeres normalmente han tenido una sexualidad más reprimida”, contesta la sexóloga Sonia García. De hecho, aunque existen datos que demuestran que los hombres se masturban más que las mujeres —una encuesta con 2.000 participantes en España indica que el 50% de los hombres se masturba semanalmente, frente al 20% de las mujeres—, la variación del deseo es muy similar entre los dos grupos.

“Es curioso ver cómo hay mujeres que han comprado este relato, que claramente se arrastra del machismo histórico que permitía al hombre expresar su sexualidad, mientras las mujeres tenían que parecer sumisas”, explica Sáez, que todavía reconoce que este tipo de dinámica también afecta negativamente a los hombres: “Sienten la presión de tener que iniciar los encuentros sexuales, y vergüenza cuando experimentan falta de deseo”.

“La lubricación es sinónimo de excitación”

Un error común durante los encuentros sexuales, y que hace sentir incómodas a las mujeres, es pensar que si no están suficientemente lubricadas significa que no están disfrutando. “La excitación es solo uno de los muchos factores que influyen. Que la vagina no esté lubricada depende también de la fase del ciclo menstrual, o de la edad. Es normal, por ejemplo, que las mujeres posmenopáusicas experimentan mayor sequedad vaginal”, explica Larrazábal.

Como explica la doctora Emily Nagoski en el libro Tal como eres. La sorprendente nueva ciencia que cambiará tu vida sexual, la “idea de que la fisiología puede demostrar si a una persona le gusta algo sexual es una falacia antigua”, que tiene sus raíces en el mito de que la concepción era la parte placentera del sexo para las mujeres. Sin embargo, la explicación más probable a la incoherencia entre lubricación y excitación es la llamada “hipótesis de la reparación”, teorizada hace más de una década por la Universidad de Lethbridge, en Canadá, que ha sido confirmada con un estudio publicado en 2020 por los mismos investigadores.

Dicha hipótesis sugiere que los genitales femeninos responden más o menos a cualquier estímulo relacionado con el sexo para prepararse para la actividad sexual; y que la lubricación sirve para evitar lesiones, y no indica ni promueve necesariamente el interés y la motivación sexual. “Una mujer en un momento determinado puede tener mucha lubricación y, sin embargo, no tener ninguna excitación sexual. Y al contrario, estar muy excitada y no tener lubricación”, remata Larrazábal.

FUENTE: elpais.com

El alcohol, el cannabis y el MDMA son las drogas más consumidas antes o durante el sexo independientemente del género y de la orientación sexual, según ha revelado un estudio publicado en la Journal of Sexual Magazine y referido por el portal web Gizmodo. Los autores del informe, en su mayoría británicos, se basaron en los datos de la Encuesta Mundial de Drogas de 2013, que recoge los hábitos de consumo de los ciudadanos de diferentes países. Los investigadores analizaron las respuestas de casi 23.000 personas que participaron ese año en el estudio y contestaron preguntas sobre la mezcla de sustancias estupefacientes con el sexo.

En la encuesta, más del 20% de los consultados reconocieron emplear drogas para mejorar sus experiencias sexuales. La investigación desveló también que aproximadamente el 60% los hombres y mujeres preguntados había bebido alcohol antes de mantener relaciones.

El cannabis fue la segunda sustancia más consumida, de acuerdo con el informe. Un tercio de los hombres declaró haberla mezclado con el sexo, mientras que el porcentaje de mujeres ascendió al 25%.

La tercera droga más usada antes del sexo fue el MDMA, ya que un 15% de los encuestados, tanto hombres como mujeres, reconocieron haberla tomado. Otras sustancias citadas por los consultados fueron la ketamina, el popper y el citrato de sildenafil (Viagra).

El autor principal del estudio, el psicólogo británico del University College of London, Will Lawn, advierte en una entrevista concedida a Gizmodo que estos resultados no son representativos de la población general, por lo que se desconoce la prevalencia real del sexo relacionado con las sustancias.

Es necesario ampliar los grupos de estudio

Lawn explica que muchos de estos estudios que investigan la relación entre drogas y sexo, una práctica conocida como «chemsex», se han centrado tradicionalmente en hombres que mantienen relaciones homosexuales. Con frecuencia, informa, se ha analizado el uso que hace este colectivo de las «drogas de club», como el MDMA, para mejorar sus relaciones, pero asegura que «es necesario» saber cómo se comportan el resto de grupos.

De acuerdo con el estudio, los hombres homosexuales y bisexuales reconocieron hacer un uso más intenso de la mayoría de las drogas durante sus relaciones y algunos admitieron hacerlo con la intención de que fueran más placenteras.

Asimismo, las mujeres bisexuales refirieron un consumo mayor de sustancias estupefacientes que las heterosexuales para mejorar sus relaciones.

Distintos efectos según la sustancia

El estudio también señala los diferentes resultados obtenidos según el tipo de droga consumido. Así, el MDMA y GHB/GHL, con efectos parecidos al alcohol, son los que han proporcionado a los usuarios las experiencias más positivas. Así, el primero se asoció al aumento de la intimidad, mientras que el segundo se vinculó al incremento del deseo sexual.

Además, el autor principal del estudio desaconsejó la mezcla de estas sustancias con alcohol o con otros depresores, recomendó no tomar más de un mililitro y contar con el consentimiento de la pareja antes de mantener relaciones sexuales.

FUENTE: www.20minutos.es

Con tan solo tres sencillos pasos colocarás el preservativo de forma correcta y todo irá sobre ruedas.

Tener relaciones sexuales es algo completamente normal y natural que, sin embargo, suele requerir de un tiempo previo de preparación y documentación. Y es que, una vez que te has decidido a dar el paso, lo siguiente es ser conscientes de las responsabilidades que conlleva. Una de ellas y, probablemente la fundamental sea la de hacer uso del preservativo. Hoy día es el método más eficaz para prevenir enfermedades de transmisión sexual (ETS) , así como embarazos no deseados y otro tipo de consecuencias derivadas de una práctica irresponsable del sexo.

Lo cierto es que el uso del condón por primera vez es una de las principales preocupaciones para aquellos que no gozan de cierta experiencia. Si ese es tu caso, no te preocupes porque en este artículo te presentamos todos los pasos que debes seguir de la manera más clara y sencilla posible para que esto no suponga ningún problema en un día tan esperado. En este sentido, hay quienes previamente practican en su casa con objetos similares para que, llegado el día, resulte más simple y todo vaya sobre ruedas.

TAN SOLO TRES SENCILLOS PASOS

Lo más importante y primordial al respecto es que cuentes con un preservativo de calidad y que esté avalado por los correspondientes organismos e instituciones. Lo más recomendable es que acudas a una farmacia y, aunque quizás te dé un poco de corte, debes saber que son profesionales y que están más que acostumbrados. De manera que, allí te aconsejarán acerca de cuál es el más adecuado, además de que resolverán cualquier duda que se te pase por la cabeza. Ahora bien, los pasos que debes seguir para colocarlo son:

1. Una vez que lo tienes, lo más importante es que lo abras con cuidado y te asegures de que cuando lo coges está en el sentido correcto. Para comprobarlo, puedes sacarlo o desenrollarlo un poco observando que su borde quede hacia fuera, pero ¡cuidado! no abras el condón del todo para evitar problemas a la hora de colocarlo adecuadamente.

2. Cuando ya te hayas asegurado de ello, colócalo en la punta del pene y desenróllalo hasta llegar al final. En este sentido, quizás podrías recurrir al lubricante para permitir así que se deslice mejor y evitar cualquier tipo de dificultad o complicación. De hecho, médicos y otros expertos recomiendan utilizarlo porque de lo contrario aumentarían las posibilidades de que el condón se rompa durante las relaciones sexuales.

3. Ahora bien, una vez hayáis terminado y con el pene todavía erecto, tira del borde del condón y retíralo completamente ¡con mucho cuidado! Es decir, hazlo alejado de tu pareja ya que de lo contrario podrías derramar sin querer algo de semen. Por lo tanto, cuando ya hayas cumplido con este paso tíralo directamente a la basura o envuélvelo primero en un pañuelo, pues siempre será algo más higiénico y así te asegurarás eliminar cualquier tipo de rastro. Ahora bien, nunca lo hagas por el inodoro, puesto que podrías llegar a atascar las tuberías.

TOMA NOTA DE LOS ERRORES

Ya has visto que, aunque no tiene mucha complicación, debes, no solo seguir adecuadamente los pasos marcados, sino también permanecer cauto. En este sentido, las primeras veces que los utilices durante tus relaciones sexuales, pon los cinco sentidos, pues así evitarás el mínimo susto. Y es que, a pesar de la cantidad de información que existe, como la que te hemos detallado en líneas anteriores, aún son muchos los que cometen numerosos errores a la hora de utilizar un preservativo.

El primero de ellos se da a la hora de sacarlo de su envoltorio, pues hay quienes lo intentan rasgar con los dientes o lo punzan involuntariamente con las propias uñas, anillos u otros accesorios aumentando así las posibilidades de que se rompa y, por lo tanto de ineficacia durante las relaciones sexuales. Al respecto, comprueba siempre la fecha de caducidad, ya que no todo el mundo la suele tener en cuenta, así como la presencia de cualquier fisura o rasguño que, de haberla, haría de ese condón uno inutilizable.

Por otro lado, ya lo hemos advertido antes, pero nunca lo desenrolles fuera del pene, pues esto también aumenta las posibilidades de fisuras y rupturas o, lo que es aún más importante, póntelo siempre a tiempo. Y es que, como hemos explicado, un temprano embarazo no es el único peligro derivado de no hacer uso del preservativo, sino que no debes olvidarte de las ETS. Para ello es fundamental que lo uses desde la primera penetración y no esperar hasta el último momento durante vuestras relaciones sexuales. Por último, nunca lo reutilices. Tanto si lo has usado correctamente como si no te has dado cuenta y lo has utilizado, por ejemplo, del revés, sobre todo no le des la vuelta. En este sentido, debes coger uno nuevo y repetir el proceso que arriba te hemos descrito en tres sencillos pasos.

FUENTE: www.bekiapareja.es

MÁS INFORMACIÓN: https://kolokon.com/sexo/preservativos/

Puede producir sensaciones positivas como la desinhibición pero sobrepasar los límites puede interferir en la capacidad de tener sexo.

Expertos de Boston Medical Group han avisado de que la creencia de que su consumo de alcohol aumenta las relaciones sexuales es un mito, si bien han reconocido que un consumo moderado, lo que equivaldría a una dos copas, produce sensaciones positivas como la desinhibición.

«En el momento en que estos límites se sobrepasan, el hombre se libra de su timidez e incrementa la autoestima. Sin embargo, alcanzar este punto supone interferir en la capacidad de tener sexo. Al contrario de la creencia generalizada, el alcohol produce en los varones una interrupción de la erección al inhibir el buen funcionamiento del sistema nervioso central, por lo que directamente se disminuye la excitación y la respuesta sexual a la estimulación», han aseverado.

Así, la ingesta etílica provoca trastornos sexuales, produciendo disfunción eréctil transitoria en muchos casos. Un situación que, tal y como han recordado los especialistas, puede representar un fracaso para el hombre, con el peligro de que comience a desarrollar sentimientos de ansiedad que dificultan la respuesta de excitación sexual en el siguiente encuentro.

El problema se agrava si se establece un círculo vicioso que lleve al desarrollo permanente de impotencia en el varón, porque incrementa su preocupación por saber si tendrá o no una erección adecuada que finalmente tenga que ser tratada por un especialista.

De hecho, según datos de Boston Medical Group, el 62 % de los pacientes que acudieron a sus clínicas en España en los últimos cuatros años consumían alcohol. Por provincias, lo que representaban un porcentaje más alto son Orense (88%), Lugo (86%) y Pontevedra (84%).

«El 50 %de los hombres menores de 50 años puede tener problemas de erección en estado de embriaguez. El alcohol inhibe el buen funcionamiento del sistema nervioso central, por lo que si no se produce una correcta comunicación entre el estímulos, el cerebro y el sistema circulatorio se entorpece la llegada de la sangre al pene, dificultando la penetración y el coito», ha apostillado el director médico de Boston Medical Group, el doctor Benítez.

En ese sentido, el especialista ha señalado también que unos hábitos de vida poco saludables, como el abuso del alcohol o el tabaquismo, pueden tener a la larga consecuencias negativas en el correcto funcionamiento de otros órganos, ya que en ocasiones la disfunción eréctil es el primer síntoma de otras enfermedades como la hipertensión o problemas cardiovasculares.

FUENTE: www.heraldo.es

Aunque deberás extremar las precauciones, no tienes por qué dejar de lado este tipo de práctica si te acaban de poner una ortodoncia.

Para mucha gente, sobre todo en el caso de los adolescentes, puede suponer un gran problema el hecho de que tengan que ponerse brackets. Las preocupaciones por el resultado final estético o la incomodidad que provoca en la boca durante las primeras semanas de su colocación invaden la mente de los pacientes, que normalmente son muy reacios a la hora de someterse a esta intervención. A parte de todas las inquietudes citadas anteriormente, existe otra muy común que se pasa por la cabeza de la mayoría de las personas que van a ponerse una ortodoncia: y ahora, ¿cómo practico sexo oral?

Es una pregunta bastante frecuente que pocos pacientes se atreven a hacerle a su ortodoncista, por culpa de los tabúes que existen alrededor de las relaciones sexuales y, en concreto, de este tipo de práctica. Lo cierto es que no hay una respuesta clara y concisa que pueda solucionar las dudas de todas las personas, pues cada una tiene una forma diferente de disfrutar con su pareja y los aparatos dentales varían mucho en función de las necesidades del individuo. Sin embargo, resulta obvio que son dos los conceptos que deben reinar a la hora de tener sexo oral si tienes brackets: cuidado y tranquilidad.

Por otro lado, cabe destacar que existe una clara desigualdad a la hora de hablar de las probabilidades reales de sufrir daños por culpa de la ortodoncia durante el sexo oral en función de si la persona que lo está disfrutando tiene pene o vagina.

Si entre tus piernas no tienes un falo, estás de enhorabuena, porque el hecho de que tu pareja tenga o no brackets apenas influirá en la calidad de las relaciones sexuales, y el mayor contratiempo que puede llegar a ocurrir es que se produzca un pequeño roce si el cunnilingus no se hace con cuidado. Sin embargo, las personas con miembro viril corren menos suerte y aquellos que practique una felación con ortodoncia deberán extremar las precauciones.

LA EXCUSA PERFECTA PARA SALIR DE LA RUTINA

Existen muchos aparatos que incluyen hierros o ganchos en el paladar y los molares, siendo este tipo de aparato el más complicado a la hora de tener sexo oral, porque el riesgo de sufrir arañazos o enganchones es bastante alto y se recomienda no recurrir a esta práctica si no se va a poner toda la atención. En estos casos, la felación debería limitarse a jugar con la lengua y los labios, sin llegar nunca a introducir el pene de forma completa en la boca. Lejos de suponer un inconveniente para tu vida sexual y la de tu pareja, piensa que así podéis imaginar nuevas posturas y experiencias que os hagan salir de la rutina y descubrir nuevos placeres que hasta ahora no se os habían pasado por la cabeza.

En cualquier caso, este tipo de elementos punzantes que se incluyen en la ortodoncia suelen retirarse al cabo de los meses, pudiendo así volver más o menos a la normalidad. Una vez que tu aparato solo cubra la parte delantera de los dientes, puedes tirar de un volumen mayor de cera para cubrir las celdas y evitar que salgan heridas cuando ocultes los hierros bajo tus labios para practicar una felación como las de antes de que los brackets llegaran a tu vida.

Disfrutar de tus relaciones sexuales siempre está en tus manos y la pérdida del miedo a probar cosas nuevas y a comunicarte con tu pareja jugará un papel fundamental a la hora de que un tratamiento de este tipo no llegue a hacer mella en vuestra pasión.

LA IMPORTANCIA DE LA HIGIENE: TU BOCA Y TU PAREJA LO AGRADECERÁN

Mantener unos brackets limpios no solo le vendrá bien a tu pareja, que disfrutará de las ventajas que conlleva tener un aliento fresco, sino también a tu propia salud bucodental. Si ya de por sí es importante mantener a raya a los gérmenes de tu boca, lo es más todavía cuando un montón de hierros están cubriendo tus dientes. Es bastante frecuente que algunos restos de comida se queden atrapados entre las celdas de la ortodoncia, y por eso se hace necesario lavar la boca con productos específicos para los aparatos, que pueden llegar hasta las zonas donde los cepillos normales no alcanzan.

Por otra parte, para cerciorarse de que se mantiene un sexo seguro, deberías cambiar el preservativo después de la felación si va a haber penetración, porque los hierros pueden haber producido alguna rozadura o arañazo en la goma que harían que perdiera su efectividad a la hora de proteger de las enfermedades de transmisión sexual o de los embarazos no deseados.

Del mismo modo, se recomienda que no comas alimentos duros o demasiado azucarados antes de practicar sexo oral porque a nadie le gusta que la boca se sienta pegajosa durante una felación o un cunnilingus. Igual de importante es mantener una buena higiene tanto antes como después de llevar a cabo esta práctica, por lo que no debes olvidarte de enjuagar tu boca después para que tu ortodoncia luzca tan brillante y lustrosa como el primer día.

FUENTE: www.bekiapareja.com

El primer beso parece importante porque es el primero que se da pero no hay que pensar que será un recuerdo único para toda la vida porque después de uno vendrán otros muchos más especiales.

La primera vez que se tiene que hacer algo siempre resulta complicado, pero cuando se trata del amor la cosa se pone más difícil de lo que nos gustaría. Siempre se dice que el primer beso es algo que recordaremos toda la vida, es algo muy importante que debes cuidar como si fuese una rosa dentro de una vitrina de cristal. Llega a ser incluso una misión que se debe conseguir, dar un primer beso y hacerlo bien para poder recordarlo siempre. Lo cierto es que no se debe tener tanta presión, el primer beso es algo que se recuerda, lógicamente, pero no tiene por qué ser el momento más importante de tu vida, ni es algo a lo que se deba tener tanto respeto, pues si resulta que el primero es decepcionante, siempre recordarás aquel segundo beso maravilloso.

NO HAY QUE PREOCUPARSE

Es fundamental que surja de un modo natural. Habitualmente será durante una cita, en un momento a solas y cuando tanto tú como la otra persona estéis seguros y queráis hacerlo. Por tanto, este es el primer paso a seguir la primera vez que queremos dar un beso a alguien, hay que crear una situación cómoda y agradable para ambos. Es posible que la otra persona sea tu futura pareja, o puede que no, eso no importa y no es algo que debas pensar en ese momento, simplemente disfruta de la situación, hablad y gastad bromas, cread un ambiente divertido para que el beso surja de una forma fluida y no sea un momento tan tenso, aunque esto es algo complicado en una primera cita.

NO TE SIENTAS OBLIGADO/A

Es habitual pensar en las películas a la hora de imaginar cómo será nuestro primer beso, la típica pareja en un coche descapotable, en lo alto de una colina, vestidos de universitarios y bajo una noche estrellada. Bien, pues ha llegado la hora de saber la verdad, hay besos que sí son así de bonitos estéticamente hablando, pero la gran mayoría surgirán en lugares y situaciones mucho menos cinematográficas. Es posible que te apetezca besar por primera vez a la otra persona y resulte que estáis en casa, en un bar o en un banco, no importa si no es el lugar que siempre has soñado, lo importante es que lo hagas justo en el momento en que a los dos os apetezca. Además, si las dos personas lo hacéis por primera vez, será más cómodo, pero no pasa nada si no es así.

Cuando termine ese beso, habrás pensado tantas veces en cómo sería que seguramente sentirás una pequeña decepción, pensarás que debió haber sido más largo o que debiste haber dicho algo al terminar. No te preocupes, hagas lo que hagas sentirás que no fue como lo imaginaste, porque es real. Simplemente disfrútalo tal y como sea, no te esfuerces en hacerlo demasiado largo, ni en decir nada demasiado interesante o en sacar la lengua, no intentes rodar la escena de una película, simplemente da ese primer beso como te apetezca hacerlo, y si dura un segundo, el segundo durará más, y llegará un momento en que besar saldrá de una forma tan natural que no tendrás ni que pensar en ello.

TODOS LOS BESOS SON IMPORTANTES

El primer beso no es más importante que los demás, ha llegado la hora de que rompas ese mito. ¿Sabes cuál es realmente importante? El primer beso que le des al amor de tu vida, el primer beso que le diste a la persona que fue tu pareja y con la que más tarde te casaste… esos besos son los más importantes, los que podrías recordar si quisieras a los 60 años y sería perfecto, pero el primer beso es algo que se hace siendo muy joven, cuando todavía quedan tantas cosas por delante y tanto por vivir, que simplemente es un paso más en la vida, un aprendizaje.

Es completamente normal sentir nervios, y esos nervios los sentirás siempre que tengas que hacer cualquier cosa por primera vez, pero es fundamental que sientas algo por la otra persona para que el beso sea sincero, tenga sentimiento. Aunque no lo creas, mucho más importante que humedecerte los labios o saber qué movimientos debes hacer, es el sentimiento que pongas a la hora de besar a tu pareja. Si sientes verdadera atracción, si estabas deseando dar ese primer beso, seguro que se notará y será algo memorable.

NO HACE FALTA PRACTICAR CON LA MANO

No practiques con la mano, porque no se parece en nada a la boca de la otra persona. No es necesario que hagas un estudio exhaustivo antes de dar el primer beso, lo importante es que no tengas prisa, que lo hagas con la persona que deseas hacerlo, que esa persona también quiera hacerlo, y una vez todo esto se cumpla, ese primer beso surgirá de un modo tan natural que ya no recordarás ni los nervios que sentías al principio.

FUENTE: www.bekiapareja.com

Sin embargo, no todos resultan efectivos. De la píldora al Ogino: desgranamos su capacidad para evitar embarazos indeseados.

Treinta y siete años después de que el gobierno de Adolfo Suárez despenalizara ”el uso de procedimientos para evitar la procreación”, el 72,7% de las españolas reconoce utilizar algún método anticonceptivo. ¿Y el 27,3% restante? Un 11,4 % de mujeres no recurre a ellos porque no mantiene relaciones sexuales, mientras que un alarmante 15,9% sí practica sexo pero sin protección. La cifra sube hasta el 24,8% cuando se trata de enfrentarse a la primera relación sin seguridad. Los datos los presentaba así el doctor José Vicente González Navarro, presidente de la Sociedad Española de Contracepción (SEC), el pasado 26 de septiembre con motivo del Día Mundial de la Anticoncepción. Las cifras se limitan a ellas porque las estadísticas están elaboradas a partir del número de embarazos no deseados.
Este mismo estudio concentra en dos los medios de contracepción favoritos de los españoles: el preservativo (31,3%) y la píldora (16,2). Sin embargo, existen hasta una quincena de vías para evitar un embarazo no deseado (en España se registran 240.000 al año). Y no todos ofrecen igual protección.

Escrutados uno a uno todos los métodos para disfrutar del sexo sin aumentar la familia descubrimos que su eficacia se mide por el llamado índice de Pearl: el número de embarazos que presentarían teóricamente 100 mujeres que utilizaran el mismo método anticonceptivo durante un año. De modo desconcertante, aunque con toda lógica, de cada uno se apuntan dos parámetros: uno, su eficacia usado en condiciones óptimas; otro, en condiciones reales. Estos son los resultados.

Preservativo masculino

El favorito de los españoles no es, ni de lejos, el más seguro para no acceder a la paternidad involuntaria. «El condón bien usado es fiable al 98%. Pero hay que ponerlo antes de que salga nada de líquido seminal, tener cuidado de no rasgarlo con las uñas, anillos o piercings, retirarlo al acabar el coito con el pene fuera de la vagina y procurar que no se quede dentro del conducto vaginal. Todos estos errores suceden y reducen su seguridad real al 85%», apunta el doctor José Mª Fernández Goya, coordinador del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Nisa Pardo de Aravaca. Advertencia: cuando se cumplen 5 años desde su salida de fábrica, el látex pierde flexibilidad y hay riesgo de que se rasgue. Por eso, la cajita de preservativos que lleva siglos en la guantera no sirve para nada. Lo afirman sus propios fabricantes.

ES EL ÚNICO MÉTODO QUE PROTEGE CONTRA LAS INFECCIONES DE TRANSMISIÓN SEXUAL.

Preservativo femenino

Funda de poliuretano lubricada que plastifica las paredes de la vagina y la vulva. Incómodo, pero muy EFICAZ FRENTE A ETS. Su eficacia va del 5 al 21%, según el índice de Pearl.
¿Es de verdad eficaz? Si se aplica a rajatabla y no llega a buen puerto ni una gotita fertilizante de líquido seminal, la eficacia es del 96% (solo 4 embarazos de cada 100 mujeres hipotéticas). Ahora bien, ponga usted a un varón normal a retroceder en los nanosegundos previos a la descarga orgásmica y tendrá poco más del 70% de fiabilidad (27 embarazos). El Ministerio de Sanidad también recomienda evitarlo.

Anticonceptivos orales

O sea, la píldora. «Requiere disciplina en la toma pero, bien usada, funciona al 99,7%. Su capacidad real de impedir el embarazo desciende al 92% porque hay días que se olvida tomarla, no se hace a la misma hora, se ha vomitado… Hay infinidad de tipos de anticonceptivos orales con distinta carga hormonal, desde los que llevan estrógenos y progestágenos a los que solo llevan estos últimos. Conocidos como minipíldora, son aptos incluso para mujeres con antecedentes de trombosis a las que antes se les retiraba fulminantemente”, revela Haimovich. “Una de las ventajas de los anticonceptivos orales es que alterando mínimamente su toma se puede adelantar o retrasar la llegada de la regla. Así la mujer puede evitar que le coincida con un viaje o con ese encuentro amoroso tan soñado», explica la doctora Francisca Molero, ginecóloga y directora del Instituto Iberoamericano de Sexología.

Píldora del día después

Debe utilizarse solo como MÉTODO DE EMERGENCIA cuando han fallado las vías convencionales. O cuando, en el fragor de la batalla, se ha olvidado impedir que la naturaleza actúe. Pese a la polémica que la envuelve, la OMS la valora como “anticonceptiva y no como abortiva”. Su acción dependerá del momento del ciclo: a veces solo impide la ovulación, otras, la anidación. Evita el embarazo en un 85% de los casos.

Anillo vaginal

Un aro de plástico que se introduce en la vagina y va liberando gradualmente su carga hormonal. Hay que usar uno nuevo cada ciclo. La eficacia es idéntica a la de la píldora convencional.

Parches anticonceptivos

Análogo al anterior: es una especie de tirita cuadrada de 4,5 cm de lado. Va impregnada de hormonas que la piel absorbe poco a poco. “Hay que aplicarlo sobre la piel bien limpia y sin cremas. De otro modo, acabará escurriéndose”, sentencia Haimovich.

Implante subdérmico

Entra dentro de la categoría de los cómodos a largo plazo según los expertos consultados. «Es una especie de varilla de unos 4 cm con un gestágeno [hormona] que va liberándose lentamente», explican. Se implanta en el antebrazo con una pequeña incisión y su portadora ya puede olvidarse de ser madre en los próximos 3-5 años. Aquí da igual vivir en un mundo utópico que en la periferia de una gran capital: su eficacia es cercana al 100% (solo 0,05 embarazos).

Progestágenos inyectables

Los hay mensuales o trimestrales y es el ginecólogo quien valora su conveniencia de uso. Su fiabilidad va del casi 100% en un universo hipotético de laboratorio al 97% en este mundo.

Diafragma

Especie de tapón de látex o silicona que la mujer inserta en su vagina para impedir la entrada del esperma al cuello del útero. Conviene usarlo con espermicida (sustancia que inhibe la actividad de los espermatozoides). Hay varios tamaños y es el ginecólogo quien determina cuál conviene a cada paciente. Dificulta el sexo antes de dormir, ya que hay que retirarlo a las 6-8 horas después del coito. En una Arcadia ideal garantiza un 94% de protección. En este mundo, solo el 84%.

DIU

Uno de los que más leyendas acarrea. Pero ni es abortivo ni exclusivo para féminas que ya hayan sido madres. “De hecho es excelente como doble contracepción en adolescentes. El DIU impedirá que se queden embarazadas sin tener que estar pendientes de tomar la píldora que, por ejemplo, en época de exámenes es fácil de olvidar”, apunta Fernández Goya. Es un dispositivo intrauterino que coloca el ginecólogo. Ocasiona cambios en ese órgano que impiden la gestación. Puede ser de cobre u hormonal. “Este último tiene las mismas ventajas de otros medios hormonales, como hacer menstruaciones menos abundantes y menos dolorosas”. Es fiable en más del 99% de los casos.

Espermicidas

Cremas u óvulos vaginales con sustancias químicas que destruyen los espermatozoides en cuanto apoyan el flagelo en territorio contrario. Son tan anticlímax como que hay que usarlos 10 minutos antes de la penetración, es decir, en mitad de los previos. Y son poco seguros en ambos casos: 18 embarazos usados a la perfección por cada 100 encuentros y 29 en la vida real. El Ministerio de Sanidad y Política Social lo incluye en el listado demétodos poco recomendables.

Esponja

Artilugio sintético que se introduce en la vagina antes del coito. Requiere amplias dosis de optimismo, ya que su eficacia dura 24 horas: si una confía en que habrá encuentro sexual, puede colocarlo muchas horas antes y estar preparada para el feliz momento. Suele impregnarse de espermicida. En mujeres que no han tenido hijos hipotéticamente es eficaz en el 91% de los casos, aunque, en realidad, la cifra hay que bajarla hasta un 84% en la vida real, según los expertos consultados. Quienes han sido madres saben que el conducto vaginal dilata y no vuelve por completo a sus dimensiones iniciales después del parto. Esto dificulta la efectividad de la esponja: 20 embarazos en un mundo utópico y hasta 32 en el real.

Método ogino

Probablemente el famoso ginecólogo japonés haya hecho más por alentar la natalidad que muchas campañas pro bebé. Su sistema, también llamado el del calendario, se basa en calcular qué días son fértiles y cuáles no. Estos se deducen restando 18 al ciclo más corto y 11 al más largo. Por ejemplo, si el ciclo más corto fue de 24 días (24 – 18= 6) y el más largo duró 31 (31 – 11 = 20) los días de mayor probabilidad de embarazo irán del 6-7 al 20 de cada ciclo. Aún llevándolo a rajatabla, el índice Pearl contempla 9 embarazos por cada 100 encuentros. Las razones son competencia de asuntos internos: variaciones hormonales por estrés, viajes con cambios horarios, práctica de deporte extenuante…

Temperatura basal

Es dejar el libro de familia en manos de un termómetro. “Se basa en que, después de ovular, la temperatura corporal sube entre 0,2 y 0,5 ºC, manteniéndose así hasta el final del ciclo. Ese período más cálido del cuerpo marca también su supuesta época infértil. Aunque parte de un principio científicamente comprobado, la temperatura corporal puede variar por una infección, por estrés, por la práctica de algunos deportes… Además, hay que tomarla siempre a la misma hora, lo cual puede ser complicado en vacaciones o un día en el que la mujer tiene que madrugar por motivos de trabajo”, explica el doctor José María Fernández Goy, coordinador del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Nisa Pardo de Aravaca. En atmósfera de laboratorio es fiable en un 98%. En la vida real, ¿usted podría firmar que va a tomarse la temperatura a diario y a la misma hora durante un año y que su organismo no se va a inmutar por nada? Lo dicho: más de un 20% de fallos. Y el engorro de no salir de casa sin el dichoso termómetro.

Método de la ovulación o Billings

Implica una curiosidad rayando en lo morboso: escudriñar la textura (densidad, color y opacidad) del moco cervical. Si está jugoso y transparente, perfecto para lubricar, olvídese: son sus días fértiles. En condiciones perfectas, asegura un 97% de fiabilidad. Ahora, póngase usted a supervisar esos fluidos en una mañana de resaca, con prisas o de noche, con unas copas de más. E ingénieselas para decirle a su pareja que el motivo de su negativa es que el flujo no está lo suficientemente amarillento como para andar sobre seguro.

Esterilización masculina y femenina

La ligadura de trompas y la vasectomía son alternativas definitivas pero pasando por quirófano. Recientemente ha aparecido una nueva forma de inhabilitación permanente: el Essure, un dispositivo de titanio que se introduce en el interior de las trompas por medio de la histeroscopia (herramienta de visualización del útero). «En dos o tres meses provoca una fibrosis que obstruye para siempre el acceso. Se coloca en una consulta ambulatoria, sin pasar por quirófano».

¿Y la lactancia?

Pues es un precioso momento para aquilatar el apego madre-hijo pero no es un anticonceptivo en sí. En la página Conlamujer.com, desarrollada por Bayer, desarman este y otros mitos sobre la contracepción. “Durante la lactancia hay un efecto inhibitorio real sobre la ovulación pero no puede considerarse como medio único para no quedarse de nuevo en estado. Solo serviría en el caso de que supiera con seguridad que no ha ovulado y eso no es posible”, se explica en la web. A medida que se van espaciando las tomas, hay más posibilidad de dar un hermano/a al bebé.

FUENTE: www.elpais.com

Los métodos de protección son variados y efectivos, pero existen otros factores que debes tomar en cuenta. Te dejamos algunas recomendaciones.

El sexo es un arte fascinante y placentero que puede verse empañado por un temido enemigo: las enfermedades de transmisión sexual (ETS). De acuerdo con el portal Mejor con Salud, estas afecciones son las que, como su nombre indica, se contraen por contacto sexual, bien sea de la mano de virus, bacterias u hongos que pasan de una persona a otra a través del contacto con sangre, semen, flujo vaginal y otros fluidos corporales.

Existen muchos tipos de ETS y aunque los métodos de protección sexual son variados y efectivos, existen otros factores que debes tomar en cuenta. Te dejamos algunas recomendaciones:

Métodos preventivos de barrera

Los preservativos de látex y protectores bucales resultan ser de las opciones más seguras para esquivar las enfermedades, ya que evitan el contagio tanto en el sexo oral como en las relaciones vaginales y anales, destaca Mejor con Salud.

Limitar el número de parejas sexuales

Los riesgos aumentan en la medida que aumenta la cantidad de parejas sexuales, así que la recomendación es mantener un control en nuestra vida íntima y solo mantener encuentros apasionados con las parejas que estemos seguros no están infectadas.

Solicitar pruebas de ETS

Es indispensable solicitarlas cada cierto tiempo pues muchas ETS no se manifiestan con síntomas contundentes, por lo que pueden ser pasadas por alto hasta que sea demasiado tarde.

FUENTE: www.mundodiario.com

Consultamos con especialistas sobre los principales quebraderos de cabeza de ellas y ellos cuando se trata de sexo

La sexualidad es más que tamaños, tiempos y frecuencias. Con un poco de experiencia, uno descubre que las relaciones sexuales y el placer tienen más que ver con las emociones, porque el sexo nos pone contentos, dicen los expertos. También tienen que ver con lo que el cuerpo permita. Pero las dudas sexuales persisten, y llegan en tropel a los gabinetes de sexólogos/as. Dos expertas desvelan cuáles son las más frecuentes: eso que le pasa «a su mejor amigo/a» en la cama y otros enigmas amatorios que no siempre se atreve a preguntar.

1. Mi amiga no llega al orgasmo

¿Sabe que mi amiga…? A día de hoy el orgasmo femenino todavía es un tabú (entre amigas o no). Y lo mismo pasa con la masturbación. Según María Hernando, sexóloga y terapeuta del gabinete sexológico Plátano Melón, «la mitad de las preguntas sexuales que hacen las mujeres están relacionadas con la dificultad para llegar al orgasmo».

Muchas de estas personas lo consiguen con facilidad masturbándose a solas pero, cuando están en la cama con sus parejas, no sucede. «El orgasmo es complejo porque creemos que es algo que ocurre entre las piernas, cuando lo cierto es que tiene lugar entre las orejas: el órgano de placer por excelencia no es otro que el cerebro», matiza Hernández.

La clave está en estimular las 8.000 terminaciones nerviosas del clítoris y por todos sus extremos. «Si estimula la zona G o el ano, en realidad, está estimulando también el clítoris», incide la sexóloga. Si aún tiene dudas, Cristina Corbella, sexóloga y psicóloga de la Federación Española de Sociedades de Sexología, aclara que «todas las personas son sexuadas y pueden sentir placer; llegar al orgasmo consiste en reunir las condiciones para una interesante y apasionante aventura de exploración y conocimiento».

2. ¿El tamaño del pene influye en el placer?

La respuesta es no. «Hay una diferencia fundamental entre la sensibilidad del pene y la de la vagina: mientras que todo el pene es sensible, hay zonas del interior de la vagina más sensibles que otras; y la mayor concentración de terminaciones de placer se reúne en la parte más exterior», afirma Corbella. Aclarado: la longitud del pene no aporta o resta placer a una mujer.

3. Pero, ¿mi pene es pequeño?

La preocupación sobre los centímetros que mide el pene es casi milenaria. De hecho, el órgano del cuerpo más buscado en Google es el pene y la gran mayoría de búsquedas son masculinas y se centran en sus dimensiones: cómo hacerlo más grande o qué tamaño es «normal».

«Es absurdo centrarse en el tamaño del pene teniendo en cuenta que tanto el clítoris como el punto G se encuentran a pocos centímetros de la entrada de la vagina», dice Hernando. El consejo es, por tanto, explorar el propio cuerpo y aprender a aceptarse.

4. ¿Los abuelos tienen vida sexual?

Si cree que ellos ya no disfrutan de las artes amatorias, nada más lejos de la realidad. Según un estudio publicado en ‘The Journal of Sexual Medicine’, un 37 % de las mujeres mayores de 65 años y un 62 % de los hombres de esa edad mantienen una vida amatoria activa.

5. ¿Por qué el sexo me pone contento?

El sexo nos hace sentir mejor y nos pone felices. «El deseo erótico tiene mucho de química, ya que entran en acción hormonas y neurotransmisores como la testosterona y la serotonina que, además, están relacionados con el placer y la felicidad», comenta la bioquímica y sexóloga Natalia Urteaga, de la Asociación Estatal de Profesionales de la Sexología.

Además, tiene beneficios para la salud, ya que previene el envejecimiento prematuro, mantiene en forma el corazón y hasta hay estudios que afirman que las relaciones sexuales frecuentes mejoran la piel y fortalecen el sistema inmune. La regla para disfrutar a tope, apuntan los expertos, es cuanto más, mejor. Una vida sexual activa mejora las relaciones de pareja y aumenta su autoestima.

6. ¿Qué le pasará a mi cuerpo si sigo sin tener sexo?

«No tener sexo durante un largo periodo de tiempo hace que perdamos ese chute extra de energía y sus beneficios mentales y físicos. Así que es probable que nos sintamos algo más decaídos y apáticos», dice Hernando. Además, el sexo, cuando nos acostumbramos a no mantener relaciones sexuales, cuesta despertar el deseo ya que estamos desentrenados. Para recuperarlo, entrene su fantasía.

7. ¿Por qué desaparece el deseo?

Hay un dicho: el sexo es como montar en bicicleta, que nunca se olvida. Pero en realidad la frecuencia de las relaciones amatorias puede influir en nuestro nivel de destreza en la cama y hasta en el deseo; tanto para bien, como para mal.

En el inicio de toda relación, la mezcla de dopamina, serotonina, adrenalina y vasopresina -un buen cóctel de hormonas- nos hace sentir enamorados y capaces de todo. Con el tiempo, el efecto de las hormonas disminuye y las ganas locas se disipan. Y esto parece que es más común en las mujeres que en los hombres, según un estudio publicado en ‘Sexual and Relationship Therapy’. Es aquí donde nos queda jugar, innovar y probar cosas nuevas.

8. ¿Y a menos sexo, menos ganas?

Si el deseo crece con la cantidad de relaciones sexuales, también puede ocurrir lo contario. En otras palabras, tras un tiempo sin disfrutar del placer amatorio, el cuerpo puede acostumbrarse a no tenerlas e, incluso, es posible que se muestre reticente. La respuesta tiene que ver con su cabeza: si hace mucho que no tenemos relaciones sexuales, al pensar en ello aumenta la sensación de miedo y ansiedad.

9. ¿Por qué la primera vez da tanto miedo?

Según el Instituto de la Juventud (Injuve), el 60 % de los adolescentes ha tenido al menos una experiencia sexual con penetración antes de los 16 años. Pero el miedo de la primera vez existe. Y, además, es normal, teniendo en cuenta que lo desconocido puede causar temor.

Lo importante de la primera vez es que la relación sea consensuada y consentida. Y será más fácil al escoger a alguien de confianza y saber que si quiere parar, puede hacerlo. Y relájese: no será perfecto. Y eso es una buena noticia; en el sexo, como en todo, cuanta más práctica e información se tiene, más se disfruta.

10. ¿Qué diferencia hay entre los penes de carne y los penes de sangre?

Lo crea o no, esta es una pregunta frecuente en los consultorios. Y aunque para cada hombre su pene puede sea único, a ojos del sexólogo existen dos variedades. Los expertos hablan de los penes de carne y los penes de sangre. «Los primeros son aquellos que no cambian notablemente su tamaño cuando pasan de un estado de reposo a un estado erecto», aclara Hernando. Por otro lado, «los penes de sangre son aquellos que son bastante pequeños en estado de reposo, pero que aumentan considerablemente su tamaño cuando se excitan», concluye.

FUENTE: www.consumer.es

Los días más largos, la exposición al sol y el cambio de hábitos pueden ayudar a mejorar las relaciones sexuales durante esta época.

Llega la primavera y con ella nuevos hábitos, actividades y planes para los días más largos y calurosos. En este escenario en el que parece que el ánimo es mejor tras superar los días de invierno, empezamos a sentir mayor felicidad y ganas de organizar planes. Si nuestros hábitos cambian a nivel general, también lo hace nuestra vida sexual.

Algunos de los cambios que se producen en estas fechas y que, según los expertos de Procare Health, afectan directamente a la libido femenina son:

  1. Secreción de vitamina D

Esta vitamina es esencial para la correcta absorción del calcio y la protección de los huesos. Su déficit puede llevar a enfermedades como osteoporosis, y el sol es uno de los medios por los que podemos adquirirla. Algunos estudios han puesto de manifiesto que esta vitamina ayuda también a generar mayor nivel de testosterona, por lo que aumenta la libido y el deseo sexual.

  1. Secreción de endorfinas

Con esta exposición al sol se obtiene a la vez una mayor secreción de estas hormonas que ayudan a reducir el estrés, levantando el ánimo y por tanto la recepción a la actividad sexual.

  1. Aromaterapia

Con el calor los aromas se magnifican, sobre todo los perfumes más intensos, incidiendo además sobre las feromonas, encargadas de las relaciones interpersonales. Esta mezcla hace que durante la primavera nos mostremos más propensos a interactuar, y por tanto a mantener relaciones íntimas.

  1. Astenia primaveral

No toda la influencia de esta época es positiva, ya que existen casos en los que estas semanas provocan irritabilidad, cansancio, somnolencia o cefaleas, entre otros síntomas. Es lo que se conoce como astenia primaveral. Las mujeres que padecen este trastorno tienden a ver reducida su libido, por lo que han empezado a comercializarse algunos suplementos alimenticios elaborados a partir de compuestos naturales para mejorar el deseo y la excitación sexual.

  1. Alergias

Esta época está también caracterizada por las alergias, que pueden influir en un menor deseo debido, precisamente, al malestar que supone el picor de ojos, estornudos y la desgana en general. En este sentido, lo mejor es esperar a que pasen los días de mayor virulencia, para poder disfrutar con posterioridad de unas relaciones plenas.

Prestando atención a estos puntos, y teniendo en cuenta que las disfunciones sexuales pueden controlarle y solucionarse, ya solo queda disfrutar de estos tres meses de tiempo primaveral y mejor sexo.

FUENTE: www.mujerhoy.com