Hormonas sexuales masculinas y femeninas: ¿Cuáles son y para qué sirven?

¿Por qué nos sentimos más excitados y experimentamos que necesitamos sexo? ¿Por qué hay días señalados en los que nuestro cuerpo adquiere mayor carga de deseo sexual? ¿En qué se diferencia un cuerpo de mujer del de un hombre? Todo ello está escrito en nuestro propio ADN, más concretamente en nuestras hormonas sexuales.

Dichas hormonas sexuales son las encargadas, no solo de levantarnos la libido, sino también del ciclo menstrual en el caso de las mujeres, de la ceración de esperma en los hombres, del desarrollo del cuerpo humano en una fisionomía adulta durante la pubertad y de la posibilidad de procreación, además de lubricar y ayudar a una sensación más placentera del sexo.

HORMONAS COMUNES A LOS DOS SEXOS

Encontrar en el sexo masculino y femenino una hormona que sea igual es complicado, aunque existen varios genes que posibilitan la aparición de símiles. La hipófisis -pequeña glándula situada en el cerebro- se encarga de regular el proceso y segregación de cada una de las hormonas de nuestros cuerpos, incluidas las sexuales, por supuesto. Este tipo de hormonas sexuales se produce gracias a las gónadas, características en todo ser vivo para la capacidad reproductora.

La hormona inhibina

Una de esas hormonas a las que nos referimos como comunes entre ambos sexos es la inhibina, que es la encargada de la estimulación -conocida por hormona folicoestimulante-. Más correctamente se utiliza con el término FSH para referirse a esta, que es la encargada de hacer madurar la creación de esperma, en el caso de los hombres; mientras que en la mujer se produce una estimulación de la maduración de los óvulos.

La hormona LH

Por otro lado, aparece la LH, que es un tipo de hormona luteínica. En el caso del hombre, sus testículos contienen este tipo de hormona para almacenar los espermatozoides ya formados y listos para fecundar, además de ser la responsable de la estimulación de testosterona. Las mujeres contienen LH en su cuerpo para la correcta ovulación y un ciclo menstrual normal.

Estas hormonas sexuales contienen unos niveles muy bajos durante la infancia, pero irán creciendo a lo largo de la adolescencia o pubertad, alcanzando su cénit en la madurez de cada cuerpo -que pueden regularse y aumentar según el tipo y cantidad de ejercicio que se practique-. Durante la menopausia en la mujer -en torno a los 40 años- y en los 50 de los hombres, los niveles de sus hormonas sexuales disminuirán considerablemente, aunque en el caso del cuerpo femenino será más agravado.

PRINCIPAL HORMONA SEXUAL MASCULINA

Aunque siempre se ha considerado que la testosterona es una hormona perteneciente únicamente al cuerpo masculino, lo cierto es que el sexo femenino también es capaz de segregar dicha hormona sexual. Es más, toda mujer lo tiene en su organismo, aunque no tan desarrollado como en el cuerpo de un hombre, claro está. Esto pasa porque en el caso de las féminas la creación de este tipo de gen solo encuentra en una proporción de una sexta parte frente al caso del masculino.

Por lo tanto, la testosterona forma parte, principalmente, del desarrollo hormonal de los hombres. Esta es la encargada de casi todo el ciclo sexual masculino:

  • Regula la producción de espermatozoides
  • Estimula el desarrollo de la voz grave y el vello
  • Pertenece a un grupo denominado andrógeno, al cual se le atribuye la función del desarrollo de los testículos y la masa muscular -que es mayor que en las mujeres-

Cuando la testosterona pasa a ciertas partes del cuerpo, como el hígado o el propio músculo, esta hormona sexual pasa a tener menor fuerza y acaba pareciéndose a otro tipo de hormonas masculinas: la androsterona y la androstenediona. Ambas pertenecientes al grupo andrógeno que antes se comentaba. La testosterona, por lo tanto, es la encargada de conducir y producir el deseo sexual masculino.

Para garantizar la formación y creación de testosterona necesaria para el cuerpo del hombre, es recomendable practicar ejercicio anaeróbico moderado y de manera regular, ya que el ejercicio aeróbico en periodos bastante intensos de esfuerzo produce el efecto contrario: disminuye su producción.

EL PROCESO FEMENINO

Por lo que respecta al sexo femenino, encontramos un par de hormonas sexuales que son más evidentes. Bien es conocido que el cuerpo de una mujer es más complejo que el de un hombre, por ello es necesario el desarrollo de mayor número de hormonas diferentes para diversas funciones:

  • La producción de óvulos
  • La regulación del ciclo menstrual
  • El desarrollo del cuerpo durante la gestación y la lactancia
  • Efectos post parto que varían el comportamiento físico y psíquico

Los estrógenos

Los estrógenos son los más conocidos, que es la hormona encargada del correcto desarrollo del aparato sexual femenino, así como la causante de la formación del ciclo menstrual -controlado por la hormona LH comentada anteriormente- y del aumento de nuestro deseo sexual en ciertas etapas de este. Ayudan principalmente el desarrollo de las mamas y la formación del ovario. No solo eso, sino que son los causantes de la distribución de la grasa por el cuerpo de la mujer y el ensanchamiento de las caderas durante la pubertad, además de encargarse de la pigmentación de la piel en las glándulas mamarias y la zona genital. Aunque son los culpables de retener líquidos en el riñón y ciertas partes del cuerpo femenino, también causan diferentes cambios de humor. A estos también les debemos el crecimiento del pelo y las uñas -más largos siempre que en los hombres-.

La progesterona

La progesterona es la menos conocida de las dos, pero es igual de importante, ya que de ella depende la correcta formación del pecho y la producción de leche en las glándulas mamarias. Se encarga, principalmente, de preparar al cuerpo femenino durante la segunda parte del ciclo menstrual, como una puesta a punto para acoger en el útero a un embrión. Estimula la coordinación de desarrollo de los ovarios con las mamas. Durante las épocas en las que las mujeres sufren los repentinos cambios de humor es cuando más hormonas sexuales se están produciendo en el cuerpo.

Todas estas hormonas sexuales son las encargadas de definir el deseo sexual de ambos géneros, ya que suponen la perfecta compenetración del cuerpo y la mente a través de la genética. Con el resultado de cada una de las funciones de estas hormonas, ahora solo queda disfrutar de la pareja y dejarse llevar por la libido producida por estas compañeras del cuerpo humano.

FUENTE: www.bekiapareja.es

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