Hacer el amor de forma habitual ayuda a nuestro cuerpo a liberar una gran cantidad de hormonas que nos provocan felicidad, placer o apego. Aunque no sólo eso, también nos aporta beneficios que mejoran nuestra salud siempre y cuando tengamos en cuenta tanto tomar ciertas precauciones así como cerciorarnos de que es una experiencia placentera para las personas implicadas.

  1. Disminuye el estrés y la ansiedad

Hacer el amor regularmente disminuye los niveles de estrés y ansiedad. Esto es debido a que el sexo disminuye la segregación de cortisol, conocida como la hormona del estrés. Además, al terminar la práctica sexual conseguimos unos niveles de relajación perfectos. De hecho, existen estudios científicos que este efecto puede mantenerse a lo largo del tiempo si se hace el amor de forma habitual.

  1. Mejora la salud cardiovascular

Tener relaciones sexuales al menos tres veces por semana ayuda a reducir en un 50% la probabilidad de que te de un infarto o un ictus. Además, disminuye la presión arterial y activa la circulación sanguínea a la vez que realizas ejercicio aeróbico, y durante los preliminares nuestro organismo libera testosterona y dehidroepiandrosterona, que actúan protegiendo nuestro corazón.

  1. Te da felicidad

Practicar sexo con regularidad nos aporta felicidad. Esto es debido a que se liberan endorfinas, que son las hormonas causantes de la felicidad y el bienestar. Además, hacer el amor contribuye a ganar confianza entre la pareja, que esta funcione mejor y haya más complicidad. Todo influye directamente a que nuestro estado de ánimo sea más positivo y feliz.

  1. Mejora tu autoestima

Tener sexo también contribuye al buen estado psicológico de la persona. Los mimos piropos y deseos hacen que la autoestima se eleve. Gracias a ello se estimula también la creatividad y el autoconocimiento, que son claves para una buena inteligencia emocional. Esto no sólo se debe al sexo, sino también a todo lo que lleva implícito. Es decir, la sensación de dar y recibir placer y la atracción mutua ayudan a sentirse mejor con uno mismo.

  1. Refuerza los huesos

Un estudio científico estadounidense ha señalado que practicar sexo al menos una vez a la semana es beneficioso para las mujeres que se encuentren en edad de menopausia. Esto es debido a que se segregan el doble de estrógenos que si no se hace el amor. El estrógeno es una hormona muy importante para proteger los huesos, y su producción aumenta con la práctica sexual de forma regular.

  1. Mejora el sistema inmunológico

Las personas que hacen el amor de forma habitual tienen un sistema inmunológico más fuerte que las que no lo hacen. Esto es debido a que, en contacto con otro cuerpo, los linfocitos aumentan considerablemente. Estos son los encargados de protegernos frente a enfermedades comunes como la gripe, el catarro o los resfriados. Y también son los encargados de defender nuestro organismo frente a otros virus, bacterias o gérmenes.

Como ves, existen al menos seis buenas razones para hacer el amor más a menudo, y todas ellas son beneficiosas para nuestro organismo y salud emocional.

FUENTE: www.supercurioso.com

Estamos acostumbrados ya a términos como transexual, heterosexual o bisexual, pero existen una gran variedad de tendencias sexuales.

Asexual

La asexualidad podría considerarse una falta de orientación sexual pues las personas asexuales no sienten ni atracción física ni sexual hacia ninguna persona. Sienten falta de atracción o deseo sexual por defecto. No tiene nada que ver con la abstinencia sexual.

Agénero

La American Academy of Pediatrics (AAP) y la American Psichology Association (APA) consideran que la orientación sexual es parte de la naturaleza de la persona. En este caso, el agénero es aquella persona que no se identifica con ningún género. Su identidad sería destacada como nula.

Arromántico

Un arromántico es una persona que no experimenta atracción romántica hacia otras personas. Estas personas no carecen de conexión emocional / personal con otras, pero no presentan una necesidad instintiva de desarrollar conexiones de naturaleza romántica.

Transgénero

Persona cuyo género no coincide con el que te fue socialmente asignado al nacer. Así, los agéneros, los bigénero, los pangénero, los andróginos, los transexuales o los travestís entrarían dentro de los transgénero.

Graysexual o Gris-asexual

Personas que se encuentran entre la sexualidad y la asexualidad. Se trata de una conexión más fluido entre la sexualidad y la asexualidad, de ahí que los que se identifiquen con esta tendencia sexual pueden sentirse heterosexuales, gays o cualquier otra identidad sexual dentro o fuera del binario de hombres y mujeres.

Demisexual

Alguien que se identifica como demisexual no suele sentir atracción sexual a menos que ya haya formado un fuerte vínculo emocional con dicha persona. Este vínculo puede o no ser romántico.

Lithsexual

Las personas con este tipo de orientación sexual experimentan atracción hacia otras personas, pero ciertamente no tienen la necesidad de ser correspondidas ni busca que el deseo sea recíproco.

Sapiosexual

Los sapiosexuales se caracterizan por sentirse atraídos por la inteligencia de una persona. El vínculo aquí es intelectual.

Skoliosexual

La skoliosexualidad es la tendencia sexual orientada a géneros no binarios (hombres o mujeres), esto es, los skoliosexuales se sienten atraídos por personas transgénero (identificarse como hombre, mujer, ambos o ninguno, que no se corresponde con el género que poseen) e intergénero (su identidad se sitúa en un punto medio entre dos géneros, usualmente los binarios).

A un skoliosexual le atraen las personas que no son cisgénero (en las que la identidad de género y el género asignado al nacer coinciden).

Pansexual

La pansexualidad hace referencia a aquellas personas que sienten que son sexualmente, emocionalmente o espiritualmente capaces de enamorarse de todos los géneros.

Polisexual

Parecido a la pansexualidad, una persona polisexual puede sentirse atraída por algunas personas de distinto género o distinto sexo, pero sin que todos los sexos o géneros atraigan de la misma manera o al mismo nivel.

Autosexual

En la autosexualidad, la atracción es hacia uno mismo, como una forma de alimentar el amor propio. Los autosexuales pueden ser también  asexuales.

Pornosexual

La pornosexualidad hace referencia a personas que solo encuentran satisfacción sexual viendo pornografía por encima de las relaciones sexuales reales.

Antrosexual

Los antrosexuales desconocen su orientación sexual pero, a pesar de ello, pueden desarrollar vínculos amorosos con cualquier persona de cualquier género e identidad. Sería como una mezcla de demisexualidad, bisexualidad y pansexualidad, con la salvedad de que el antrosexual no sabe cuál es su tendencia sexual.

Heterosexual

Acabamos con las tres orientaciones sexuales principales, la heterosexualidad, la homosexualidad y la bisexualidad. Los heterosexuales sienten atracción sexual o emocional hacia personas del sexo opuesto. Constituye una mayoría sexual promedio en determinadas especies.

Homosexual

La homosexualidad se refiere a la atracción sexual o emocional hacia personas del mismo sexo, ya sean mujeres-mujeres (mujeres homosexuales o lesbianas) u hombres-hombres ( gays).

Bisexual

La bisexualidad hace referencia a las personas que experimentan atracción física o sentimental hacia individuos de los géneros binarios, masculino y femenino.

 

FUENTE: www.muyinteresante.es

El test de orina es el método más empleado para confirmar o descartar un embarazo, y muchas mujeres que buscan concebir tienen dudas sobre cuándo es el mejor momento para hacerse la prueba. Las que no lo buscan también quieren saber en qué días, después de haber mantenido relaciones sexuales, es más fiable el resultado: en ocasiones se manifiestan falsos positivos o negativos que acaban dándose la vuelta.

El pequeño aparato en forma de stick que recoge la muestra de orina mide el nivel de hormona hCG que hay en el cuerpo. Esta hormona –Gonadotropina Coriónica Humana– que se libera durante el embarazo, es producida por el embrión y en un primer momento pasa a la sangre de la madre por circulación normal; después, a la orina. Su concentración varía de una mujer a otra incluso si se encuentran en la misma fase de gestación y, por eso, no existe un momento inapelable en que realizar el test cuya eficacia pueda extrapolarse a todos los casos.

Repetir la prueba

Expertos de Ava, la compañía creadora de la primera pulsera que detecta los días más fértiles de cada mujer, explican que es posible hacerse la prueba desde el momento de la implantación, es decir, entre tres y doce días después de ovular. Sin embargo, según aclara Alba González, ginecóloga en el hospital San Juan de Dios de Barcelona, «si se hace el test antes de la primera falta puede que la presencia de hCG sea pequeña y conviene realizar unos días más tarde una segunda prueba. Si la segunda sale positiva, pero la primera dio negativo, es posible que los niveles de hCG no hubieran aumentado lo suficiente».

«No existe un momento inapelable en el que realizar el test cuya eficacia pueda extrapolarse a todos los casos»

Para deshacerse de cualquier tipo de duda, la doctora González recomienda recurrir a un análisis de sangre, «ya que no hay que esperar a que exista una determinada cantidad de hCG –de 20 a 25 ml en el caso de la orina– para detectar su presencia». De cualquier modo, si se decide utilizar el test y obtener la máxima eficacia, los expertos de Ava recomiendan repetir la prueba dos días después de haber practicado la primera, independientemente del resultado. «Si la primera prueba salió positiva y la segunda negativa, se habría producido una pérdida muy precoz del embarazo: episodio conocido como embarazo químico».

La doctora González explica que en estos casos, la confusión se produce porque «un óvulo se fecunda pero se pierde en el camino de la trompa al endometrio. En la orina puede salir positivo pero es incipiente y no llega a nada». Un alto porcentaje de embarazos precoces se interrumpen incluso antes de que comience la menstruación.

Falsos mitos

Existen muchas falsas creencias en torno al uso y la eficacia de los test de embarazo. Uno de los más extendidos es que el resultado es más fiable si se recoge la primera orina de la mañana. La doctora González lo desmiente: «esta idea está asociada a la concentración de la orina. A mayor concentración, mayor posibilidad de detectar la hormona hCG. Pero la realidad es que es necesario beber una gran cantidad de agua para que se diluya la hormona. Lo normal es que salga positivo si la micción es normal, aunque no sea la primera del día».

También se tiende a pensar que la píldora anticonceptiva altera el resultado de la prueba por sus componentes hormonales. Sin embargo, según la experta, «la píldora no es abortiva porque impide la implantación y, por lo tanto, que se desarrolle el endometrio». Por otra parte, el test no mide las hormonas propias de la mujer, sino la hCG, que sólo se desprende cuando comienza el proceso de gestación.

Con todo, las estadísticas muestran que la mayoría de las pruebas son fiables y dan resultado positivo en el 98% de los casos de mujeres embarazadas. Los expertos puntualizan que cuanto más sensible sea la prueba, más probable es que detecte el embarazo precoz.

FUENTE: www.abc.es

¿Qué alimento contiene el mejor nutriente para mejorar tu salud sexual? Lo descubrimos.

Si reflexionamos sobre la comida afrodisíaca, nos daremos cuenta que muchas veces tiene más de mito que de realidad. Sin embargo, sí que existen alimentos con nutrientes válidos para mantener la salud sexual. El mejor nutriente es, sin duda, el zinc.

El zinc es un mineral esencial para el organismo, un oligoelemento que desempeña un papel vital en procesos que incluyen el crecimiento, la inmunidad y la reproducción.

Algunos estudios han demostrado un vínculo entre no tener suficiente zinc y la disfunción eréctil, debido a que el zinc es muy importante para el desarrollo y la función de los órganos sexuales masculinos. Se ha demostrado que los hombres con deficiencia de zinc tienen testículos menos desarrollados y un menor recuento de esperma.

Y es que el zinc ayuda a producir hormonas sexuales clave, como la testosterona y la prolactina. También permite la creación del componente principal del líquido prostático y existen evidencias de que la ingesta de zinc afecta al rendimiento sexual masculino. Por ejemplo, un estudio llevado a cabo con ratas (‘Effects of zinc supplementation on sexual behavior of male rat‘) y publicado en US National Institutes of Health, concluyó que tomar una dosis oral diaria moderada de sulfato de zinc provocó un aumento en el tiempo antes de la eyaculación -esto es, mejoró el control eyaculatorio- y la firmeza del pene.

Ya conocemos que factores físicos, como el azúcar en la sangre y el colesterol, reducen el flujo sanguíneo, lo que limita la firmeza del pene; el estrés puede disminuir el deseo sexual; las enfermedades graves, especialmente aquellas que afectan la regulación hormonal y los sistemas sanguíneos, también pueden conducir a la disfunción eréctil. De ahí que los suplementos de zinc se hayan expuesto como un tratamiento potencial para la disfunción eréctil en aquellos pacientes con enfermedad renal.

Alimentos con Zinc

Marisco (ostras, por ejemplo)

Cereales integrales

Carne roja magra

Verdura de color verde oscuro

Semillas de calabaza

Chocolate negro y cacao en polvo

Semillas de sandía

Cacahuetes

Nota: Antes de tomar suplementos de zinc, los hombres con disfunción eréctil deben hablar con su médico. Una prueba de testosterona podría ayudar a indicar si tomar suplementos con zinc puede ser beneficioso para el paciente.

 

FUENTE: www.muyinteresante.es

Las relaciones sexuales son importantes en todas las relaciones entre personas que quieren tener una conexión más allá de lo meramente emocional. Para poder disfrutar del sexo con una persona deberás tener un nivel de intimidad concreto para disfrutar. Además, las relaciones sexuales van mucho más allá que las relaciones tradicionales de hombre (pene) y mujer (vagina). Las relaciones sexuales las puedes experimentar con quien quieras, independientemente de si es hombre o mujer.

Pero a veces, incluso las personas con gran conexión sexualpueden caer en la rutina o en hacer siempre lo mismo. Si eres una mujer lesbiana y quieres mejorar tus relaciones sexuales lésbicas, no pierdas detalle. ¡Tus relaciones podrán mejorar enormemente! Aquí tenéis varios consejos para mejorar tus relaciones sexuales lésbicas:

INCORPORA MÁS SENSUALIDAD

En las relaciones sexuales no consiste en ‘ir al grano’. Para que unas relaciones sexuales vayan bien se deberá añadir sensualidad a la vida sexual, es decir, agregar sensuales caricias, masajes e incluso se pueden utilizar plumas u otros elementos para los juegos previos. Los juegos previos son imprescindibles para entrar en calor.

MEJORA LA COMUNICACIÓN

La comunicación es esencial, no sólo a nivel emocional, sino también a nivel sexual. Si tu pareja sexual hace cosas que no te gustan en la cama, deberás sentir la libertad total para poder expresarle todo lo que te inquieta y que busquéis soluciones para que ambas estéis a gusto en vuestras relaciones sexuales.

Esto no consiste en que tengas que concertar una reunión antes de tener sexo para señalar lo que te gusta o no… simplemente habla en el momento sexual para establecer aquello que realmente os gusta a cada una, y hacerlo si estáis de acuerdo. Nunca tengas miedo a expresar lo que sientes, confía en tus instintos, esto es crucial para disfrutar del sexo.

JUGUETES SEXUALES

Aunque está claro que para disfrutar del sexo entre mujeres hay algunas prácticas que no fallan: cunnilingus, masturbación, roces sexuales… Pero además de esto, también hay otras muchas opciones que podéis escoger para potenciar y mejorar vuestras relaciones sexuales. No tengas pudor en comentarte a tu pareja sexual que hay algunos juguetes que quizá os iría bien incluir en vuestras relaciones. Hay vibradores, estimuladores de clítoris, huevos con control remoto que son toda una diversión…

Existe un sinfín de juguetes sexuales que podéis escoger para incluir en vuestras relaciones sexuales lésbicas. Escoged aquellos juguetes que creáis que pueden excitaros más, así disfrutaréis mucho las dos. Podéis ir a una tienda física para ver los juguetes en primera persona y tocarlos para escogerlos, o bien, meteros en alguna web online de confianza que se dedique a vender juguetes y elementos sexuales. Cuando incorporéis los elementos sexuales a vuestra vida íntima… no os arrepentiréis.

ENCONTRAR ZONAS NUEVAS

En ocasiones las mujeres se centran en lo que más excita para disfrutar del sexo lésbico: clítoris y vagina. Pero se pueden encontrar otras zonas erógenas también muy sexuales y que pueden poner a tu pareja a mil.

Por ejemplo, céntrate en sus pechos, en sus labios… al mismo tiempo que te centras en su vagina o clítoris. Pero además, también puedes encontrar otras zonas erógenas menos conocidas y que quizá a tu pareja le excite que tengas en cuenta: los pies, las rodillas, la parte baja de la espalda, las yemas de sus dedos… O incluso podéis probar a tener sexo anal para probar nuevas cosasHay aparatos que os pueden ayudar a disfrutar del sexo anal, como cinturones que imitan el pene masculino, aunque si no queréis que tenga forma de pene puede tener otras formas, todo es buscar aquello que más os interese. Aunque el sexo anal también se puede hacer con los dedos… ¡y se disfruta igual!

FUENTE: www.bekiapareja.com

Es preferible cuidar la salud a contraer enfermedades de transmisión sexual por practicar sexo inseguro. Descubre en qué consiste la marcha atrás y los peligros que conlleva su práctica.

Habitualmente desde las campañas de contracepción se lanzan mensajes contra la práctica de la marcha atrás, pero ¿en qué consiste esta técnica? Su utilización se popularizó varias décadas atrás, sobre todo durante los años en los que los métodos anticonceptivos no estaban implantados en nuestro país o no gozaban de mucha popularidad. Por ello, las parejas que querían mantener una relación sexual sin riesgo de tener un embarazo tenían que ingeniárselas para evitar que eso sucediera. Entre las técnicas más populares estaba el sistema de cuentas, en el que la mujer tenía un registro de sus días más fértiles y los días de menos riesgo, procurando mantener sexo siempre dentro de estos últimos. Pero este método al fin y al cabo no era del todo fiable, y para correr menos peligro se popularizó aquello que se llama la marcha atrás. Esto podría definirse como el sistema del Coitus interruptus, ya que en sí no se produce una relación plena, porque el hombre para la penetración antes de eyacular dentro de la mujer, expulsando el semen fuera.

Durante muchos años se pensó que esta técnica era infalible, pero según se fue avanzando en el terreno de la sexología y la población fue adquiriendo una actitud más abierta respecto al tema se descubrió un problema: antes de llover chispea. Esto significa que el hombre antes de la eyaculación expulsa una sustancia llamada líquido preseminal, que tiene la función de limpiar el pene antes del semen, con el fin de que los espermatozoides lleguen lo más sanos posibles a la fecundación. Este líquido, aunque con una menor probabilidad, también tiene la posibilidad de dejar embarazada a la mujer.

Pero el riesgo de embarazo no es lo único que hace de la marcha atrás una práctica peligrosa, ya que siempre que mantengamos relaciones sin preservativo corremos el riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual (ETS), con el consiguiente riesgo para la salud que eso implica. Estas dolencias, también conocidas como venéreas, provocan alteraciones en nuestro cuerpo con distintos niveles de riesgo, siendo algunas infecciones leves y otras más graves. Durante mucho tiempo se pensó que las ETS se transmitían únicamente a través del semen, pero esto también es un error garrafal. La mayoría de enfermedades venéreas nacen fruto de las microabrasiones que se producen en los miembros genitales durante la penetración, que provocan que la sangre de la pareja se mezcle durante el sexo, por lo que cualquier contacto sin condón puede poner en riesgo nuestra salud, aparte del temido embarazo indeseado.

Estos son unos cuantos ejemplos de enfermedades de transmisión sexual que se pueden derivar de la marcha atrás:

HONGOS

Los hongos no son una ETS en sí, puesto que su aparición se puede deber a varias causas, pero también se pueden contraer a través del sexo, por lo que se incluyen dentro de las enfermedades venéreas. Los hongos pueden aparecer en la vagina, en el pene, en el ano y en la boca y la tipología más común es el que se conoce como cándidas. Suele ser más frecuente en las mujeres, y puede provocar flujo vaginal espeso, similar a la cuajada; olor vaginal, irritaciones, picor, sensación de quemazón, dolor al orinar y dolor durante las relaciones sexuales. En los hombres se puede manifestar con enrojecimiento del pene, dificultad para retirar la piel del prepucio, hinchazón del glande y secreción blanquecina.

Generalmente, este tipo de ETS se cura con facilidad y no supone ningún riesgo grave para la salud, aunque el picor que provoca llega a ser muy molesto.

VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO

El Virus del papiloma (VPH) humano sí que es una ETS propiamente dicha, puesto que su aparición se relaciona directamente con el sexo sin protección. Es una dolencia muy común en mujeres jóvenes, y por lo general el cuerpo se encarga de eliminarla sola. Esto también depende del tipo de virus contraído, ya que es una enfermedad que presenta una amplia gama de grados, aunque como hemos mencionado en la mayoría de los casos es una afección leve.

Una de las formas más comunes del VHP son las verrugas. Estas pueden aparecer en los genitales masculinos y femeninos, tanto en la parte interna como externa. En el caso de aparecer en los alrededores de los genitales, ni el condón puede prevenirlas, recomendando interrumpir las relaciones hasta su cura.

El virus del papiloma humano también puede provocar lesiones en el cuello del útero, que necesitan de un seguimiento médico para establecer el grado de gravedad y el protocolo a seguir. Si no se realiza un seguimiento de la enfermedad y esta acrecienta puede terminar en cáncer de útero.

CLAMIDIA

La afección por clamidia es una de las infecciones sexuales más corrientes. Hay que tener cuidado porque muchas veces no presenta síntomas en sus primeras etapas, por lo que si se comienzan a manifestar estos síntomas es conveniente acudir a un experto: dolor abdominal, flujo vaginal anormal, secreciones con pus, acuosas o lechosas del pene; hinchazón dentro de la vagina o alrededor del ano, dolor o sensación de ardor al orinar, dolor en el sexo, necesidad de orinar con mayor frecuencia, testículos y pene hinchados o sangrado vaginal después de una relación sexual.

Su tratamiento es sencillo y por lo general efectivo, pero si no se aplica puede derivar en problemas de fertilidad.

GONORREA

Aunque es menos común que la clamidia, la gonorrea es también muy frecuente. La produce la bacteria Neisseria gonorrhoeae, y puede aparecer en la vagina, en el pene, en el ano y en la boca. En las mujeres puede provocar dolor en la parte inferior del abdomen, secreciones vaginales inusuales, flujo abundante y molestias al orinar. En los hombres puede causar dolor al orinar.

Si bien la gonorrea no es una ETS letal, al igual que la clamidia puede tener graves consecuencias sino se trata con propiedad, como la esterilidad.

SÍFILIS

Normalmente un diagnóstico de sífilis es más preocupante. Esta enfermedad también tiene relación directa con el sexo, ya que se produce por un contacto directo con una llaga de sífilis durante las relaciones sexuales, tanto vaginales como anales y orales, por lo que no tiene nada que ver con el semen. Esta enfermedad también es hereditaria, por lo que una madre infectada puede contagiarla a su bebé durante el embarazo.

El sífilis se caracteriza por la aparición de un sarpullido en el cuerpo, por lo que puede confundirse con otro tipo de afección de la piel. Por ello es por lo que se la conoce como ‘la gran imitadora’.

VIH

Conocido como el virus de la inmunodeficiencia adquirida, es la enfermedad venérea con las consecuencias más graves para la salud, ya que este virus es el responsable directo del síndrome de inmunodeficiencia adquirida, más conocido como sida, el cual ataca al sistema inmunitario del cuerpo provocando una disminución de la protección ante posibles infecciones. La mayoría de personas que padecen esta enfermedad, y que no reciben el tratamiento adecuado, acaban muriendo a causa de neumonías o cáncer.

Esta enfermedad no solo se transmite a través del contacto sexual, sino que también se transmite a través de la sangre y de madres a hijos.

Como vemos las consecuencias para la salud del Coitus interruptus son varias y no solo se cierran en el embarazo no deseado. Por ello es recomendable el uso del condón, sobre todo si se trata de relaciones esporádicas.

FUENTE: www.bekiapareja.com

1. Osiris, uno de los dioses preferidos de los egipcios,fue asesinado y despedazado por su hermano Seth, dios de las tinieblas. Su esposa (y a la vez su hermana) Isis reconstruyó su cuerpo. Anubis le procuró un pene nuevo, e Isis le devolvió la vida a su hermano chupándolo. En el British Museum se conserva una imagen muy explícita de esta escena

2. En la antigua Roma, no existía la distinción sexual entre masculino y femenino, sino entre activo (valorizado) y pasivo (en esa época, los esclavos y las mujeres). Es la misma distinción que encontramos en la felación: por una parte, el acto positivo de penetrar (irrumareen latín); por otra, el de recibir (fellare). El «felador» estaba desvalorizado; hasta se consideraba un insulto, que equivaldría a nuestro «que te den por culo».

3. Seguimos con los antiguos romanos.En Pompeya, hay inscripciones con el nombre de algunas prostitutas (Lahis, Myrtis, Veneria) e incluso de sus precios (!). «Lahis fellat assibus duobus», o lo que es lo mismo, Lahis practica felaciones por medio sestercio. Una suma irrisoria, teniendo en cuenta que un buen salario rondaba los 5000 sestercios.

4. Las condenas religiosas más virulentas relativas a la felación provienen, sin duda, de los católicos irlandeses, durante los siglos V y VI. Según su régimen de penitencias, el sexo oral suponía de 3 a 15 años de castigo, lo mismo que un asesinato.

 5. El 23 de noviembre de 1835, Juliette Drouet escribió a su amante, Victor Hugo: Tengo un apetito furioso de tu amor y de tu persona, y te aconsejo que mantengas la guardia frente a mi gran amor, mi enorme boca y mis grandes dientes, pues sus dimensiones son tales solo para amarte mejor, besarte mejor y comerte mejor, mi querido caperucito negro.

6. El imperio de los sentidos, de Nagissa Oshima (1976), es la primera película no clasificada X que muestra escenas de felaciones reales. Diez años más tarde, pudimos ver una (de menos de un minuto…) en la película de Marco Bellocchio, El diablo en el cuerpo. Aparecen otras felaciones no simuladas en otras películas menos famosas como The brown bunny (Vincent Gallo, 2004) y Batalla en el cielo (Carlos Reygadas, 2005).

7. Frédéric Dard (alias San-Antonio) es uno de los inventores más prolíficos de la literatura francesa. Creó más de un centenar de expresiones para denominar esta práctica, entre otras: encender la pipa, empinar el biberón, beber del timón de la profundidad, destapar al duende alegre, bipolarizar la golosina, saciar al caracol, o, sin duda, la más bonita: satisfacer la zona al sur del Loira.

8. Y dale que te pego con la lengua…Probablemente, siempre recordaremos uno de los lapsus linguae(y no es un chiste malo) más famosos que han tenido lugar en los últimos años en la «plaza pública». Se lo debemos al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, que en marzo de 2009, decía: «Hay gran incremento de turistas españoles hacia Rusia. Hemos hecho ese acuerdo para estimular, para favorecer, para follar… para apoyar ese turismo».

9. Se dice que en ciudades como París y Lyon, un tercio de las personas que se prostituyen son travestis y transexuales. En muchas ocasiones, los clientes piden cambiar los roles, siendo así ellos mismos los que practican la felación. De cada diez hombres que acuden a mí, cuenta un travesti, hay tres que quieren una relación con protección y siete que no.

FUENTE: www.huffingtonpost.es

Seguro que has oído hablar sobre ellas pero, ¿sabes que son las ETS?, ¿cómo nos afectan?, ¿qué hacer?. Cuidar de tu salud es esencial, las mujeres estamos expuestas y estar informada es la base de la prevención contra lo que se viene denominando la “peste del siglo XXI”.

1.¿Qué son las ETS?

Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son un grupo de afecciones infecciosas cuyo denominador común, es su mecanismo de transmisión, las relaciones sexuales. Te aclaramos que la transmisión de una ETS no se produce exclusivamente a través del coito. Existe un riesgo similar o incluso mayor cuando realizamos actividades como el sexo oral.

2. ¿Cuáles son las ETS más comunes?

Actualmente, las ETS más habituales son tres, por este orden:

  • Verrugas genitales por el Virus del Papiloma Humano (VPH)
  • Uretritis (gonorrea/clamidia)
  • Sífilis
  • ¿Cómo te quedas? Sí, la sífilis no se extinguió en la Edad Media, hoy en día sigue con nosotras. Toma nota del siguiente punto…
3. ¿Cuáles son su síntomas?

VPH: La mayor parte de las población adulta es portadora del VPH. La cuestión es que, en la mayoría de los portadores, el VPH no produce sintomatología alguna. Sin embargo, en otros casos puede dar lugar a verrugas en la zona genital y del pubis, que a veces degeneran en procesos malignos.

El cáncer del cuello del útero es el segundo tipo de cáncer más frecuente en las mujeres, y causa cada año 500.000 casos nuevos y 250.000 defunciones según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

URETRITIS: Dos son los microorganismos que fundamentalmente provocan las uretritis. El gonococo responsable de la uretritis gonocócica o gonorrea, que se caracteriza por la emisión de pus a través de la uretra así como por el escozor genital y, por otro lado, la clamidia, que puede producir síntomas genitourinarios (como la secreción de mucho líquido transparente en el caso de los hombres) y, si no se trata a tiempo, puede extenderse y afectar otros órganos como los ojos o los ganglios linfáticos. Entre un 10% y un 40% de las mujeres con clamidiasis no tratada desarrollan una enfermedad inflamatoria pélvica sintomática.

SÍFILIS: Ocasiona lesiones genitales (chancros) en las fases más tempranas de la enfermedad que incluso pueden pasar desapercibidas. Después, los síntomas desaparecen para rebrotar más adelante de otras maneras. Si no se inicia un tratamiento de forma precoz, la enfermedad progresa y puede llegar a atacar al sistema nervioso, donde puede dejar diversos tipos de secuelas.

Es importante mencionar que todas estas enfermedades están asociadas al VIH. Por eso, si una persona padece una de estas enfermedades, tiene mayor riesgo de haber contraído VIH.

4. ¿Qué hacer si se detectan posibles síntomas?

Olvídate del pudor, vergüenza, tabúes y asociados, aquí lo que importa es tu salud como mujer. El primer paso, visita a tu médico urgentemente y cuéntale todo.

En muchas de nuestras ciudades existen centros de salud públicos especializados en el tratamiento de ETS que ofrecen rapidez, seguridad, anonimato e incluso apoyo psicológico.

La mayoría de las ETS pueden curarse, normalmente con antibióticos excepto el VIH. NO lo dejes pasar por tu salud, ya que podrías empeorar y, porque podrías estar transmitiendo la enfermedad a tu pareja o a tus parejas sexuales.

5. ¿Cómo puedes prevenirlas?

Dentro de los métodos utilizados para prevenir las enfermedades de transmisión sexual, los únicos que han demostrado ser eficaces son los métodos de barrera, como el PRESERVATIVO.

Visitar a tu ginecólogo periódicamente y mantener una higiene íntima adecuada es un plus en la prevención.

6. ¿Verrugas genitales? Y ahora, ¿qué haces?

Una vez más, tienes que acudir a tu médico. Tras una valoración médica tendrás que realizar un tratamiento que, por lo general, suele ser aplicar una pomada o crema que eliminará las verrugas genitales. En algunos casos también se realizan sesiones de crioterapia o cauterización. Recuerda que siguiendo el tratamiento y las pautas indicadas por tu ginecólogo notarás mejoría en un periodo corto de tiempo. Desconfía de los remedios naturales que se ofertan en foros y webs, las ETS son una cuestión muy seria.

 

Ahora ya sabes mucho más de las ETS que al principio del post. Nosotras podemos poner freno a la transmisión de las ETS teniendo en cuenta estos 6 puntos.

FUENTE: www.elmundo.es

La lubricación vaginal es fundamental a la hora de mantener relaciones sexuales y es producida por los órganos femeninos. En ocasiones resulta complicado lubricar, por lo que es necesario utilizar otro tipo de lubricantes.

La lubricación vaginal es una característica de los órganos sexuales femeninos y se produce por la segregación del flujo vaginal, un líquido expulsado por el cuello de la matriz y las paredes de la vagina. Cuando ésta se produce en los labios, en cambio, se debe a las glándulas de Bartolino.

La lubricación femenina tiene varias finalidades. Una de ellas es la de ejercer como antibiótico natural manteniendo la vagina a salvo de infecciones. El flujo vaginal además es un lubricante que favorece la función del clítoris.

Una lubricación escasa puede ser causa de infecciones en la vagina además de disminuir el apetito sexual en la mujer, por lo que no es fácil que llegue al orgasmo. Este tipo de síntomas pueden aparecer, por ejemplo, durante la menopausia o después del embarazo. También, la insuficiente lubricación femenina puede ser una traba para la realización del coito, siendo doloroso casi siempre. Si la ausencia o escasez de flujo se da durante la práctica sexual es uno de los motivos principales del dolor durante el acto y puede estar originado por múltiples causas, principalmente orgánicas o psíquicas, como una falta de motivación, posiblemente subsanable participando en preámbulos o juegos sexuales o utilizando lubricantes.

Qué son los lubricantes

El lubricante íntimo o lubricante vaginal es una sustancia aceitosa o grasa que se utiliza para reducir la fricción en órganos sexuales en el momento de tener contacto íntimo y penetración en esas áreas.

Los lubricantes han pasado a ser un complemento imprescindible en la vida sexual de muchas parejas. Representan una gran ayuda, no solo para las mujeres maduras, sino para todas las edades. Además, gracias a la industria del juguete erótico que les ha añadido sabores, olores y propiedades afrodisíacas, los lubricantes se han convertido en juguetes sexuales divertidos y facilitadores a la hora de conseguir un orgasmo satisfactorio.

¿Tienen las mujeres que usar lubricantes?

Si el motivo del uso del lubricante es debido a la sequedad vaginal la mujer tiene que usar lubricante. La razón es porque la falta de lubricación femenina puede ser motivo de infecciones vaginales y de dolor durante la penetración.

En general, los especialistas les recomiendan estos productos a las mujeres que están en la menopausia y tienen las molestias propias de la sequedad vaginal que puede ocurrir durante esta etapa debido a los cambios hormonales y la disminución de los estrógenos. También puede darse este caso en otras etapas de la vida en las que haya cambios drásticos hormonales: embarazo y lactancia. En menor medida, otras causas de cambios hormonales en las mujeres son el ciclo menstrual, el estrés y algunos medicamentos.

También las mujeres podrían necesitar lubricantes para facilitar el sexo con el uso de preservativos o para potenciar el placer y poder llegar al orgasmo. Eso sí, el lubricante apropiado para unos casos no siempre es el mismo que para los otros.

Hace unos años, los lubricantes sólo se usaban para el sexo anal o en situaciones donde la lubricación natural no era suficiente. Hoy son una buena opción ante la sequedad vaginal, pero también nos pueden ayudar a que la relación sea más placentera, lubricando la zona y ayudando a que el preservativo no se rompa. Por ello, no sólo es un producto para mujeres de mediana edad sino que las jóvenes también lo utilizan.

Diferentes tipos de lubricantes

Existen lubricantes funcionales y lubricantes lúdicos. Los lubricantes funcionales son los que sirven para aminorar la sequedad vaginal y los lubricantes lúdicos son los que tienen sabores y aromas y sirven para hacer más divertido el sexo y estimular el orgasmo.

Según cuales sean los componentes del lubricante, podemos hablar de los siguientes tipos:

  1. Lubricantes vaginales a base de agua: En general, esta es la opción preferida por las mujeres después de varios estudios, no ya porque es de fácil limpieza, no mancha las telas y resulta seguro para utilizar junto al condón, sino porque aseguran que son lo que ofrecen mayor satisfacción y placer. De todas maneras, existen algunos lubricantes vaginales acuosos con sabores y aromas que pueden generar irritación tanto en la vagina como en el pene. Pero son los únicos altamente recomendados para utilizar con preservativos o diafragmas.
  2. Lubricantes vaginales a base de aceite: Dentro de los lubricantes vaginales a base de aceite figuran el aceite de oliva, la manteca y mantequilla. Los mayores riesgos de estos lubricantes vaginales radican en que pueden generar daños a los anticonceptivos de látex como los preservativos o el diafragma femenino, pero son seguros a nivel médico ya que pueden usarse dentro de la vagina.
  3. Lubricantes a base de petróleo: Dentro de este grupo está la vaselina y el aceite de bebé, que no sirven como lubricantes vaginales porque pueden generar irritación de la membrana que la cubre y generar cambios en el ph natural de esta zona genital, llegando a provocar infecciones. Los lubricantes a base de petróleo no deben combinarse con condones o diafragmas, debido a que estos productos destruyen el látex con mucha velocidad, permitiendo que se filtre esperma o infecciones de transmisión sexual.
  4. Lubricantes de silicona: Los lubricantes en base a silicona suelen ser viscosos, duran el tiempo suficiente y son libres de petróleo. Esto hace que los lubricantes con base de silicona sean elegidos por muchas parejas que opinan que lubrican mejor y duran más tiempo, con lo que se consigue mucho más placer en la penetración. Hay que leer en las indicaciones si son aptos para utilizar junto con el látex de los preservativos, diafragmas o juguetes sexuales.
  5. Lubricantes caseros: Las cremas de leche, los dulces, helados y jaleas con sabores a frutas. No deben utilizarse en el interior de los órganos sexuales y tampoco durante el coito. Pueden ser un complemento excitante para el sexo oral, pero no para el coito ya que puede raspar, irritar y lastimar las mucosas. Dentro de este grupo tenemos los lubricantes naturales a base de agua o aceites naturales que nosotras mismas podemos fabricar: el aceite de coco o el gel de áloe vera, cuyas recetas podemos encontrar fácilmente en la red.

Consejos y sugerencias

Lo primero que debemos hacer ante un caso de sequedad vaginal es consultar con el médico para descartar cualquier enfermedad, que necesitara una medicación adecuada.

Para conseguir una correcta lubricación femenina vaginal natural debemos seguir unas pautas de vida adecuadas: beber suficiente agua, tener cuidado con los productos que utilizamos (el detergente de lavar la ropa, el material de los condones, verificar que no se tenga alergia a ningún ingrediente…), llevar una dieta saludable, tomar suficiente Vitamina E y, sobretodo, olvidar del estrés.

Si finalmente, vamos a usar lubricantes, un consejo a seguir es utilizar un lubricante isosmolar ya que contienen la misma composición que las células, por lo que no producen sequedad ni desequilibrios de pH.

Por supuesto, hay que adquirir el producto en puntos de venta especializados como farmacias, condonerías o Sex Shops.

En algunas ocasiones, si el lubricante no es el adecuado, pueden producirse reacciones no esperadas, como más sequedad vaginal, infecciones en la vagina, roturas del preservativo, diafragma o dispositivos de látex o reacciones alérgicas, entre otras.

Si el pene de tu pareja es de gran tamaño o tu vagina muy estrecha el lubricante es una forma muy acertada de prevenir el dolor postcoital.

Por otro lado, como decíamos antes, suele ser un aliado indispensable para una penetración anal, ya que aunque cause placer, el ano no forma parte de los órganos sexuales y no está preparado para la penetración. Aunque se pueda excitar y dilatar, no tiene función lubricante.

Está recomendada su utilización con los juguetes sexuales y otros objetos, ya que el gel lubricante proporciona un contacto más suave y permite evitar la irritación causada por una utilización prolongada.

Cuando utilices el lubricante lava tu vagina después de la relación sexual.

Aplica un poco en la punta del pene sobre el condón antes de tener relaciones sexuales.

Utiliza poco producto porque utilizar demasiado no proporciona más placer y puede provocar que el preservativo se salga o que la vagina se irrite.

Guarda el envase del producto en un lugar seguro, fresco y seco y no lo utilices si está caducado.

FUENTE: www.bekiapareja.com

Todos tenemos vocecillas internas que nos machacan y pueden convertirse en nuestros peores enemigos. Funcionan para todo pero son expertas en arruinarnos la autoestima y el sexo. Los expertos han identificado cinco de estos pequeños dictadores internos capaces de acabar con la libido y hasta con nuestra relación de pareja. El modo en que uno se habla a sí mismo (las voces internas) afecta a nuestro comportamiento y también a la manera en la que intimamos con otras personas. Veamos de dónde vienen estos malos pensamientos.

Temes sentirte juzgada. En el tema del sexo es un miedo muy común que se exacerba porque desconocemos la experiencia sexual del otro, lo que le gusta y lo que no. Antes de preguntar preferimos parecer «normales» y filtramos (o censuramos) nuestros deseos para no alterar lo que suponemos que es normal y correcto. Entre este comportamiento y la realidad de lo que pasa por nuestra mente puede haber cientos de kilómetros de distancia.

Los terapeutas recomiendan hacer una lista de nuestros gustos en materia sexual para tenerlos claros y luego buscar el mejor modo de explicarlos a nuestra pareja.

Eres insegura. La inseguridad es el gran enemigo de tu vida sexual y viene disfrazada de múltiples maneras. Puede ser que no te gusten tus pechos o que creas que tus caderas son demasiado anchas o que te afecte el hecho de que no estés impecablemente depilada … Cualquier excusa es buena para alimentar el monstruo de la inseguridad. Quizá no te atrevas a pedir algo a tu pareja porque creas que a él no le va a gustar. Es algo habitual en las personas que acuden a la consulta para hablar de sus problemas sexuales. No quieren perder a su pareja pero sienten que, sexualmente, cada uno está en un sitio diferente y son incapaces de hablarlo.

Realmente no sabes lo que quieres (en material sexual). Si no te conoces bien es posible que aún no sepas qué es lo que te gusta sexualmente y tengas mil dudas. En ese caso es normal que tengas problemas a la hora de hablar claramente de tus gustos con tu pareja porque estás atascada en un estado de confusión perpetuo. Para estos casos los terapeutas recomiendan algo de literatura erótica (de calidad), hablar de sexo con amigos o probar con algún juguete sexual. Se trata de explorar hasta encontrar el punto de satisfacción y excitación para después poder aplicarlo a la vida en pareja.

Tienes miedo al rechazo. Una de las razones más comunes por la que las personas no expresan sus verdaderos deseos es el miedo a la palabra «no». Los expertos recomiendan que no nos tomemos ese «no» como algo personal porque la mayoría de las veces tiene que ver con las experiencias del otro y no contigo, pues es probable que esa persona esté poniendo unos límites que necesita para él (o ella), independientemente de ti. Aprender a escuchar una negativa por respuesta y que eso no te hiera es una herramienta que debemos cultivar, especialmente para tener una buena vida sexual.

Estás haciendo lo que piensas que debes hacer. Socialmente hay unos referentes de lo que es correcto y de lo que no en el comportamiento sexual. Quizá por ajustarte a esos patrones estés dejando de prestar atención a tu cuerpo y a tus deseos. Un ejemplo. Hemos visto en cientos de películas que el sexo termina cuando el hombre eyacula. Y esto exige a la mujer que tenga orgasmos vaginales, algo que no sucede a todas las mujeres.

FUENTE: www.mujerhoy.com