Sin cerebro no hay orgasmo: la importancia de este órgano para llegar al clímax

Tener un orgasmo es, definitivamente, la actividad más fascinante de la vida. Esto se debe a que el cerebro enciende y desconecta ciertas áreas y algunos de sus mensajeros químicos se ponen manos a la obra.

El diccionario de la APA define el orgasmo como el clímax de la estimulación o actividad sexual, cuando se alcanza el punto máximo del placer, que se caracteriza por la liberación de tensión y contracciones rítmicas de los músculos perineales, el esfínter anal y los órganos reproductivos pélvicos. En los hombres culmina con la expulsión de semen y en las mujeres se producen contracciones en algunas partes de la vagina y clítoris.

Todo el cuerpo reacciona frente al orgasmo. Los labios vaginales se hinchan, todo su cuerpo se tensa y sientes espasmos incontrolables. Pero el punto clave donde se desencadena todo es el cerebro. Produce un torrente de dopamina (la sustancia química que se activa cuando consumes drogas estimulantes). Su producción provoca una oleada de placer y energía.

El neurocientífico holandés Greg Berns, comprobó lo que sucede en el cerebro durante un orgasmo, a través de un escáner en el que se ve el flujo sanguíneo justo en ese instante. De este modo, pudo ver qué partes del cerebro están activas durante el orgasmo.En definitiva, estas son las consecuencias cerebrales tras llegar al orgasmo:

> Liberación de dopamina, lo cual consigue que, gracias a ese placer, volvamos a repetir conductas y aumente el deseo.

> Liberación de oxitocina. Aunque es mayor en la mujer, el hombre también produce en cantidad. Esta hormona hace que te sientas en calma, enamorada y muy vinculada.

> El miedo y la ansiedad se van. Dicho de otro modo, esa parte del cerebro que tanto atormenta entra en modo descanso. Un estudio científico descubrió, incluso, que esta desconexión es tal en las mujeres, que pueden llegar a perder la consciencia durante ese momento.

> Tras un estudio realizado por la Universidad de Groningen, en los Países Bajos, se comprobó una alta activación de la ínsula, área relacionada con el procesamiento de sensaciones corporales y de la empatía.

> Por otro lado, tener un orgasmo contribuye a la presencia de anticuerpos que mejoran el sistema inmunitario.

> Segregas mayor cantidad de serotonina, el neurotransmisor del bienestar y la calma, por lo que contrarresta el estrés y la depresión.

De modo que, ya lo sabes: el órgano sexual más importante de tu cuerpo es el cerebro. Sin él no hay nada que hacer.

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