Las zonas más erógenas del cuerpo pueden ser diferentes y dependen del carácter, preferencias y gustos de cada persona.

El erotismo es una emoción o sentimiento relacionado con la sensualidad, el amor y el deseo. Se trata, por tanto, de algo que está ligado a los gustos personales propios. Cuando hay atracción entre dos personas, el erotismo se explica a través de actitudes y conductas que llaman a la interacción y a la actividad sexual, como besos, caricias, masturbación, masajes, abrazos, estimulación oral, etc., lo que normalmente conduce a las relaciones sexuales, buscando el placer y no necesariamente la intención reproductiva.

Estas conductas pueden ser diferentes a las de las partes erógenas del cuerpo y dependen, como se ha dicho, de la propia naturaleza, preferencias y gustos. Sin embargo, varios estudios que se han realizado sobre este tema han explicado que el lóbulo de orejas es una de las partes más erógenas de nuestro cuerpo, tanto en hombres como en mujeres. De hecho, esa sección es una de las que más placer produce al estimularla con caricias o besos. Otra parte muy erógena en ambos sexos son los labios. En diferentes culturas, la primera aproximación erótica para mantener relaciones sexuales completas son los besos, ya que es la forma perfecta de activar la excitación sexual y la pasión.

Género

No obstante, las partes erógenas del cuerpo pueden variar significativamente según el género. Y es que, además del pene y la vagina, hay otras muchas secciones que permiten conseguir un gran placer. En el caso de las mujeres, por ejemplo, se suele conseguir una gran excitación en el cuello, la nuca, los pechos, los pezones, el culo y el interior de los muslos. En el caso de los hombres, las partes más mencionadas son las orejas, el cuello, los pezones, el perineo y el interior de los muslos.

Recuerda que no se trata de tocar por tocar. De alguna manera podríamos decir que la parte más erótica o erógena de nuestro cuerpo es el cerebro, independientemente del género, la edad, la cultura y la orientación sexual. Por eso, las creencias y la imaginación que nos preceden son fundamentales para lograr la excitación y el placer sexual a través de las diferentes partes de nuestro cuerpo.

Por ejemplo, los pies que no he mencionado hasta ahora son muy eróticos para muchas personas, aunque en general asociamos esa parte de nuestro cuerpo con malos olores, suciedad, etc. En la misma línea, muchos sienten un gran placer cuando su pareja, por ejemplo, les besa la palma de la mano. En realidad, estas dos últimas partes del cuerpo que he mencionado no son especialmente erógenas, pero según la propia imaginación y el contexto, un acto que a priori parece ingenuo puede ser muy estimulante. Por eso la cultura es muy importante para identificar una parte de nuestro cuerpo como erógena.

FUENTE: gazteberri.eus

Mientras que el cerebro termina de madurar entre los 25 y los 30 años, los adolescentes españoles comienzan, de media, a consumir alcohol a los 14 años. ¿Qué efectos puede tener?

El alcohol es una sustancia profundamente arraigada en nuestros hábitos culturales y con un importante peso en la economía de la mayoría de países occidentales, lo que le proporciona un estatus legal y una percepción social mucho más favorables que los que reciben otras drogas.

Así, a pesar de que constituye el principal factor de riesgo de muerte prematura y discapacidad en personas de 15 a 49 años, y que mitos como que «una copa de vino al día es buena para la salud» han sido desmentidos, los adolescentes siguen considerándolo como la droga más segura. Una percepción claramente reforzada por el lugar central que ocupa en múltiples tradiciones y celebraciones ligadas al éxito social.

Quizá por ello, el alcohol es la droga más consumida por los estudiantes españoles de 14 a 18 años. Tres de cada 4 personas de este grupo de edad han bebido durante el último año, cifra que alcanza el 86,5 % entre los estudiantes de 18 años. Más alarmante, si cabe, resultan la temprana edad de la primera borrachera (14,5 años) y las elevadas tasas de consumo intensivo de alcohol o por atracón, algo que el 28,2 % de los adolescentes afirma haber realizado en los últimos 30 días.

Al hablar de consumo intensivo nos referimos a la ingesta de grandes cantidades (5 bebidas o más) en un breve lapso de tiempo (2-3 horas), un clásico de los botellones y las verbenas de verano.

Cuando el hígado se satura

La mayoría de nosotros estamos familiarizados con algunas de las consecuencias negativas del alcohol, como las peleas, las relaciones sexuales de riesgo o los accidentes de tráfico. Sin embargo, es menos habitual plantearse cómo pueden afectar unas cuantas borracheras al cerebro, especialmente cuando aún está en desarrollo.

Para ello, debemos valorar brevemente dos aspectos clave: cómo se metaboliza el alcohol y qué sucede en el cerebro durante la adolescencia.

La metabolización depende, principalmente, de la acción del hígado, que procesa la bebida después de ser absorbida por el tracto digestivo. De este modo, el alcohol se descompone a través de diversas enzimas, transformándose en sustancias menos tóxicas que el cuerpo puede eliminar. Cuando no se metaboliza por completo, pasa al cerebro, alterando el delicado equilibrio de neurotransmisores que regulan su funcionamiento.

Podemos imaginar el hígado como una esponja que absorbe el alcohol. Sin embargo, al saturarse, pierde esa capacidad de absorción –y eliminación–, lo que provoca en el cerebro los efectos clásicos de la borrachera: desinhibición, euforia, falta de coordinación, etc.

Cerebros especialmente vulnerables

Lamentablemente, las bebidas alcohólicas no solo alteran transitoriamente el funcionamiento de nuestro cerebro: también tienen efectos prolongados sobre diferentes aspectos del sistema nervioso y pueden afectar al sistema inmunológico, desencadenando procesos inflamatorios que contribuyen al daño cerebral.

En este sentido, es importante señalar que, durante su desarrollo –hasta los 25-30 años–, el cerebro es más vulnerable a los efectos de las drogas. Durante este período, el alcohol resulta particularmente dañino, ya que puede interferir en dos fenómenos clave del neurodesarrollo: la mielinización, proceso mediante el que las neuronas recubren sus axones de mielina para mejorar la transmisión de señales, y la poda sináptica, que elimina conexiones neuronales innecesarias para optimizar el funcionamiento del cerebro.

Además, estos cambios no ocurren de forma lineal, sino que dan lugar a una maduración más temprana de las áreas cerebrales responsables del procesamiento de recompensas (por ejemplo, el estriado ventral) en comparación con las áreas encargadas de la toma de decisiones y la planificación a largo plazo, como la corteza prefrontal. Este desfase entre los ritmos madurativos del sistema de recompensa y los sistemas de control de impulsos y toma de decisiones podría explicar por qué los adolescentes son más propensos a involucrarse en conductas de riesgo.

Recuento de daños

Estudios de neuroimagen han demostrado que el cerebro de los jóvenes con un consumo intensivo de alcohol es estructural y funcionalmente diferente.

Entre los hallazgos estructurales más destacados se encuentra una menor integridad de la sustancia blanca, elemento del sistema nervioso crucial para la transmisión eficiente de la información.

También se han identificado alteraciones de la sustancia gris, con aumentos o disminuciones en áreas como el estriado ventral, la corteza cingulada anterior y el giro frontal medio, fundamentales para el procesamiento de recompensas, la monitorización de estímulos relevantes y la memoria de trabajo.

En el capítulo de la conectividad funcional, el consumo intensivo de alcohol se asocia con anomalías en la configuración de redes como la de saliencia o la frontoparietal, que dirigen la atención de forma adecuada y regulan nuestro comportamiento para lograr objetivos, tanto a corto como a largo plazo.

Además, los estudios de neuroimagen muestran una activación excesiva en estructuras cerebrales implicadas en el control de impulsos, la toma de decisiones o el procesamiento de estímulos relacionados con el alcohol.

Finalmente, debemos subrayar la relación entre la edad de inicio de consumo de alcohol y problemas posteriores, como trastornos por abuso de sustancias, demencias tempranas o enfermedades cardíacas. Los datos son claros: cuanto antes se empieza a beber, mayor es el riesgo de desarrollar estas patologías.

Todo esto pone de relieve que no existe una dosis saludable de alcohol ni borracheras inofensivas, lo que nos obliga a prestar especial atención al consumo de alcohol de los adolescentes.

FUENTE: diariovasco.com

Pertsona batzuek aldarte malenkoniatsua edo makaldua izan dezakete sexu-jardueraren ondoren.

Osasun mentalaren beste alderdi batzuk bezain ezaguna izan ez arren, sexu osteko depresioak eragin esanguratsua izan dezake zenbait pertsonengan. Izan ere, gezurra badirudi ere, pertsona batzuek aldarte malenkoniatsua edo makaldua izan dezakete sexu-jardueraren ondoren. Sexu osteko depresioaren ohiko beste ezaugarrietako bat da antsietatea sentitzea sexu-ekintzaren ondoren, hau da, errendimenduari buruzko kezkak sentitzea, intimitatearen beldurra sentitzea, etab. Arazo horri lotutako beste ezaugarrietako bat da erruduntasun-sentimendua, norberaren sinesmenekin, iraganeko esperientziekin edo moraltasunarekin eta intimitatearekin lotutako gaiekin lotuta dagoena.

Faktoreak

Baina zerk eragiten du sexu osteko depresioa izatea? Azter ditzagun zenbait faktore. Lehenik eta behin faktore psikologikoak aipatu behar dira. Izan ere, esan bezala, iraganeko esperientzia traumatikoek, sexualitatearekin lotutako barne-gatazkek edo autoestimu-arazoek sexu-jardueraren ondorengo sentimendu negatiboetan lagun dezakete.

Bete gabeko espektatibak ere sexu osteko depresioaren iturri izan daitezke. Izan ere, espektatiba pertsonalak eta sozialak betetzen ez direnean asegabetasun- eta tristura-sentimenduak azal daitezke.

Dagoeneko gogo-aldartearen nahasmenduak (depresio klinikoa edo nahasmendu bipolarra, esaterako) jasaten dituzten gizabanakoek sexu osteko depresioa izan dezakete, aurretik dituzten baldintzen adierazpen gisa.

Bikotekidearekin dugun harremanaren kalitateak ere zuzeneko eragina du sexu osteko aldartean. Konpondu gabeko arazoek, komunikazio faltak edo azpian dauden gatazkek tristura edo malenkonia eragin dezakete sexuaren ondoren.

Azkenik, zenbait kasutan, faktore fisiologikoek ere sexu osteko depresioa eragin dezakete. Desoreka hormonalek, baldintza medikoek edo medikamentuen albo-ondorioek eragina izan dezakete sexu-jardueraren ondorengo erantzun emozionalean.

Arazo horri aurre egiteko, ulermen pertsonala, bikotekidearekiko komunikazio irekia eta, kasu batzuetan, laguntza profesional psikologikoa behar dira.

Beste alderdi garrantzitsu bat norberaren sexualitatea esploratu ahal izatea da, gertatzen ari den guztia ulertzeko, mugak eta nahiak aztertzeko. Kasu horretan, gomendagarria izaten da profesional kualifikatu batekin egotea.

FUENTE: gazteberri.eus

El sexo en la playa y la piscina son algunas de las más recurrentes entre parejas.

El verano trae consigo nuevos contactos, vacaciones, relax… Y, para mucha gente, una subida de la actividad sexual. El verano es para muchas parejas la ocasión perfecta para recuperar esa ‘chispa’ perdida el resto del año por el estrés laboral.

“El verano es la época con más actividad sexual, también pasa en Navidad o en otras de celebración o vacaciones en general, pero la temperatura y el tiempo que duran las vacaciones suelen acompañar más”, apunta la sexóloga y psicóloga Susana Marín.

Según la especialista, el estar más tiempo fuera de casa practicando actividades que ayudan a la desconexión y a subir la libido, la oxitocina y la serotonina, algo que influye tengas pareja o no. “En verano hay más horas de luz, y aunque estemos trabajando, dedicamos más horas al ocio que nos permiten desconectar de problemas, de trabajo, de marrones familiares, de un montón de cosas, algo favorable para tener sexo”, explica la sexóloga y matrona Laura Cámara.

“Incluso cuando no tenemos pareja, el salir más, conocer más gente, viajar… Todo eso hace que tengamos más deseo y más posibilidad de contacto sexual. El verano es una época en la que aumentan las frecuencias de relaciones sexuales”, indica.

Eso sí, este aumento de la frecuencia conlleva ciertos riesgos si no se toman las precauciones pertinentes, tanto a nivel de salud sexual como de salud genital, algo que se ve también influenciado por los cambios que traen consigo las vacaciones.

Ambas especialistas coinciden que, a pesar de que es una época espléndida para el sexo, no tanto para enfermedades como la candidiasis o la cistitis, especialmente en el caso de las mujeres.

Cambiamos los hábitos nutricionales, comemos peor, bebemos más alcohol, también que tengamos ropa mojada o bañadores hace que aumenten las infecciones por hongos. También la frecuencia de las relaciones sexuales influye en la cistitis, por ejemplo. Todo esto hace que el verano sea una época muy propicia para que aparezcan este tipo de infecciones”, explica Cámara.

Marín coincide con Cámara y recuerda que la candidiasis sí se transmite por vía sexual y puede suponer un problema tanto para la persona que lo sufre como para su pareja o parejas sexuales. “Se producen por motivos tan diversos como la higiene, la humedad del agua de la playa o la piscina o las relaciones sexuales, pero en el caso de la candidiasis puede transmitirse fácilmente de una persona a otra”, detalla.

Como consejo contra estas dolencias, Cámara recuerda que hay que cuidar la alimentación, no tomar demasiados azúcares ni alcohol, especialmente si se es propensa a tener este tipo de infecciones así como la higiene tras el sexo y guardar especial cuidado en la playa y la piscina. “Hay que usar ropa transpirable, cambiarnos el bañador para que esté seco… Si vamos a la piscina enjuagarlo para que no esté en contacto con el cloro”, añade Cámara.

Marín recuerda que, en el caso de las personas que no tengan relación estable y tengan varias parejas, es fundamental utilizar métodos de protección. “En verano se mueve más todo el mundo, hay más prácticas de riesgo, hay quien opta por hacer prácticas como el sexo grupal, ir a fiestas, etc. Todo se debe hacer siempre extremando los cuidados”, enfatiza.

Entre las fantasías más populares, tanto de hombres como de mujeres, se encuentra tener sexo en un ambiente romántico y poco habitual como puede ser la playa o la piscina, algo que con los factores anteriormente mencionados no juega una buena pasada.

“Hay que saber que el agua de la playa o la piscina no tienen nada que ver con el agua corriente, también para el pH íntimo y para la lubricación y el contacto continuado con las zonas íntimas”, explica Marín. “Hay a quien puede irritarle el cloro o la sal en ciertas zonas en las que en un momento determinado hay fricción o penetración y no están lubricadas y la humedad, como hemos dicho, no es nada buena para los genitales, especialmente femeninos”, añade.

Ambas sexólogas animan a las parejas a “dar rienda suelta a sus fantasías”, aunque siempre siendo conscientes de estos pequeños inconvenientes. “Forma parte de un escenario muy erótico, que se encuentra en la parte de la fantasía, que puede ser como muy estimulante”, avisa Cámara.

“Hay que tener en cuenta que en el agua las cosas no son tan fáciles como parecen: hay que ponerse preservativo antes de entrar en el agua, y algunas posturas no son tan eficaces como querríamos. Es algo que puede ser muy erótico, pero sin pretensiones, igual no es tan de película como te imaginas”, recalca.

FUENTE: huffingtonpost.es

La irrupción de los nuevos dispositivos para fumar influye de forma negativa en los hábitos de consumo de la población, en especial entre las personas adolescentes, que los perciben como inocuos.

El consumo de tabaco se señala como el principal factor de riesgo en cáncer evitable, ya que es el responsable de uno de cada tres casos de cáncer. A los efectos perjudiciales del consumo directo de tabaco, se suman los efectos de la exposición al humo ajeno en espacios al aire libre, con las consecuencias que esto conlleva. Durante la infancia, la presencia del tabaco en espacios abiertos multiplica el riesgo de desarrollar cáncer en la edad adulta, además de normalizar su consumo. Pero ¿qué pasa con las formas alternativas de consumo que en la actualidad están de moda?
Sabemos, porque los datos así nos lo muestran, que hoy no está de moda fumar sino vapear. La aparición de los nuevos dispositivos para fumar ha influido de forma negativa en los hábitos de consumo de la población, sobre todo entre las personas adolescentes. Esta situación está debilitando la lucha contra el tabaco.

En nuestro entorno, la edad de inicio del tabaquismo se sitúa en los 13-14 años, y el vapeador es el producto preferido. ​Según los últimos datos, el 22,8 % de estudiantes entre 14 y 18 años consume cigarrillos electrónicos y el 44,3 % lo ha hecho alguna vez.

Los efectos perjudiciales

El uso de estos nuevos dispositivos se ha expandido con rapidez, porque están acompañados de la idea de que podrían resultar inocuos, además de una alternativa válida para dejar de fumar. Hoy en día siguen faltando datos de sus efectos a largo plazo por su falta de recorrido, y es que los primeros cigarrillos electrónicos se comercializaron en nuestro entorno en el año 2016. Sin embargo, ya podemos afirmar que tienen efectos perjudiciales a corto plazo. 

De hecho, en los cigarrillos electrónicos se han encontrado sustancias clasificadas como cancerígenas, en concreto, en los líquidos y aerosoles que utilizan. No hay que olvidar que se ha intentado asociar estos productos con la idea de que el vapor de agua es inocuo. Pero debemos ser conscientes de que estos productos no generan vapor, sino aerosol, es decir, pequeñas partículas sólidas suspendidas en un gas que, al inhalarse, fácilmente pueden quedarse atrapadas en nuestros pulmones.

Además, se han descrito numerosas intoxicaciones y efectos adversos, algunos de ellos severos. De igual modo, sabemos que su utilización genera emisión de nicotina y sustancias cancerígenas que pueden contaminar los espacios cerrados, con el consecuente riesgo por exposición pasiva. Hay que tener en cuenta que, aunque pueden no contener nicotina, eso no los excluye del resto de sustancias nocivas que liberan tras su uso.

¿Vapeo para dejar de fumar?

Uno de los temas de mayor controversia al hablar de la deshabituación tabáquica ha sido el impacto que están teniendo estos nuevos dispositivos para fumar, especialmente los vapeadores y cigarrillos electrónicos.

Su uso se ha expandido rápidamente porque también se ha intentado asociar estos productos con la idea de que podrían resultar una alternativa eficaz para dejar de fumar. Sin embargo, ya se ha demostrado que esto no es así, puesto que son muy pocas las personas fumadoras que acaban sustituyendo por completo el consumo de tabaco por el vapeo y rara vez cesan su uso de forma definitiva. Por el contrario, se está viendo que pueden ser la puerta de entrada hacia el consumo de tabaco y otras sustancias.

¿Qué impacto tienen estos dispositivos en la salud?

Como ya hemos comentado, los cigarrillos electrónicos y vapeadores son en la actualidad las alternativas al tabaco más conocidas. Pero hay otros nuevos dispositivos que también han crecido en popularidad y que hay que conocer y tener en cuenta. Son los siguientes:

💨 Cigarrillos electrónicos

Estos dispositivos alimentados por baterías se usan para calentar líquidos y obtener de esta forma un aerosol que se puede inhalar. También se les conoce como cigarros electrónicosvapeadores vaporizadores. El aerosol inhalado con estos dispositivos puede contener nicotinasaborizantes toxinas, incluidas las que causan cáncer.

Entre los adolescentes se ha observado un importante aumento del uso de cigarrillos electrónicos, y muchos de los que utilizan estos productos suelen fumar también. De hecho, la encuesta sobre el uso de drogas en enseñanzas secundarias en España (ESTUDES) informa que más del 77 % de los estudiantes que han fumado tabaco reconocen haber vapeado, y este comportamiento logra su valor máximo en quienes fuman tabaco a diario (el 87,8 % también ha consumido cigarrillos electrónicos).

💨 Tabaco por calentamiento (PTC)

Estos productos de tabaco procesado son calentados en lugar de sufrir combustión. Al calentarlo producen aerosoles que contienen nicotina y otras sustancias químicas, que son inhaladas a través de la boquilla. Los PTC imitan el comportamiento de fumar de los cigarrillos tradicionales mediante el empleo de dispositivos electrónicos de calentamiento.

Los estudios destacan la toxicidad del producto y de las emisiones que genera al ser consumido. En lo que respecta a su composición, estos dispositivos son similares a un cigarrillo convencional, ya que contienen nicotina y otras sustancias que pueden tener implicaciones para la salud al ser sometidas a altas temperaturas.

Aunque su uso en nuestro entorno todavía es minoritario, no hay que perderlos de vista ya que, según el Comisionado para el Mercado de Tabacos, su consumo se ha multiplicado desde su lanzamiento al mercado.

💨 Pipas de agua (shishas o cachimbas)

Estos dispositivos se usan para fumar un tipo especial de tabaco con diferentes sabores. Se coloca el tabaco sobre carbón u otro combustible para que se queme y el humo que se genera se aspira a través de un manguito de goma con boquilla que atraviesa el agua.

Como una sesión de cachimba puede durar hasta 80 minutos, un fumador puede dar de 50 a 200 caladas, en comparación con los cigarrillos, que se fuman en 5-7 minutos y pueden acabarse en 40-75 caladas por lo que la cantidad de humo inhalada equivale al humo de 200 cigarrillos.

Su consumo no es ni aislado ni ocasional ya que, según un reciente estudio, uno de cada cinco jóvenes de nuestro entorno consume cachimbas o shishas con alta frecuencia y, mientras el 20 % de la población joven lo hace a diario, un 35 % enciende al menos una pipa de agua cada semana. 

La evidencia recogida hasta el momento ha observado que su uso aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón en un 122 %, así como el riesgo a padecer cáncer de esófago. Por otra parte, producen alteraciones en las funciones pulmonares y cardiacas y afecta a la cavidad bucal.

Que no te vendan humo

Los datos ponen de manifiesto la necesidad de regular la presencia del tabaco y los nuevos dispositivos en los espacios públicos tanto físicos como digitales que son dos vías a través de las cuáles los jóvenes normalizan su consumo.

Desde la Asociación Contra el Cáncer resaltamos la importancia de implementar medidas efectivas para reducir el acceso de los jóvenes al tabaco y a los nuevos dispositivos. Es crucial que las medidas de control abarquen todos los aspectos, desde la fiscalidad hasta la publicidad y la disponibilidad de estos productos.

Además, es importante seguir realizando una labor de divulgación sobre los efectos negativos que tanto el tabaco como los nuevos dispositivos tienen sobre la salud de las personas, porque estos últimos no son inocuos ya que contienen sustancias que pueden provocar cáncer.

FUENTE: consumer.es

En esta práctica sexual altamente erótica los alimentos tienen un papel importante, así como verbos asociados al acto de comer, como untar, morder o lamer. Pero hay unas líneas rojas: si se juega con ellos en la zona genital se debe tener cuidado, son partes sensibles que se pueden irritar con facilidad.

¿Cuántas veces escucharon de pequeños aquello de que “con la comida no se juega”? Pues no es cierto, muchas personas juegan con los alimentos, les dan una connotación sexual, se excitan con el acto de comer, morder, chupar o ver a otros haciéndolo, e incorporan estas actividades a sus vidas eróticas. Es lo que se llama sitofilia; que, según el Diccionario Abierto y Corporativo, es el “fetiche por el que se incluyen alimentos en las prácticas sexuales”. Sito viene del griego, y significa alimento; filia, en cambioes amor o inclinación hacia algo.

La sitofilia no es sinónimo de atiborrarse ni de ser un zampabollos, sino que debería ser algo sutil, que tiene más que ver con la erótica que con lo sexual o la genitalidad. Pero un vistazo a las redes sociales, a las cuentas relacionadas con este tema y a la pornografía al respecto demuestran que hay mil formas de entender esta tendencia.

Dentro de las versiones más estéticas están el nyotaimori y el nantaimori. Ambas proceden de Japón y consisten en comer sushi o sashimi servido directamente sobre el cuerpo desnudo de una persona: nyotaimori, si es una mujer; o nantaimori, si es un hombre. En un capítulo de Sexo en Nueva York, Samantha espera a su amante convertida en una bandeja de sushi. Otros ven en la sitofilia una inspiración artística, como es el caso del vídeo Visionaire 67- Fetish, dirigido por el fotógrafo estadounidense Steven Klein, en el que unos tacones muy afilados parten una manzana en dos. Otra variante es el sploshing, también conocido en inglés como wet and messy (húmedo y caótico), que consiste en esparcir diversos tipos de alimentos, bebidas o sustancias sobre el cuerpo, susceptibles de ser aplastadas, utilizadas a modo de aceite de masaje e incluso ingeridas. El cine guarda escenas memorables de sexo gourmet, como la de Nueve semanas y media (1986).

Esta utilización de los alimentos en la vida sexual tiene poco que ver con su supuesto poder afrodisíaco. “Los afrodisíacos no existen, aunque a la canela, las ostras, las fresas o al chocolate se les atribuyan poderes mágicos para aumentar la libido y/o mejorar el rendimiento sexual, pero la evidencia científica es apenas inexistente”, explica Arola Poch, psicóloga y sexóloga de la red social liberal Wyylde. “Es cierto que algunos alimentos contienen fenitelamina y anandamina, sustancias que estimulan la producción de dopamina y endorfinas, hormonas de la felicidad, presentes en el deseo sexual; o bien zinc o vitamina C, que activan el riego sanguíneo. Pero la proporción de estas sustancias es tan ínfima que no podemos hablar de que tengan ninguna relevancia. Otra cuestión es la sugestión que cada cual pueda hacerse al ingerir determinados alimentos. Y es que el efecto placebo sí que está demostrado”, añade.

Sexo y comida siempre han estado históricamente ligados, hasta el punto de que no se concibe una fiesta, celebración, bacanal o cita romántica sin su porción de alimento y bebida. “Esto se explica porque se trata de dos instintos primarios del ser humano. Sin uno de ellos no hubiéramos venido al mundo; sin el otro, no podríamos sobrevivir”, apunta Raúl González Castellanos, sexólogo, psicopedagogo y terapeuta de pareja del gabinete de apoyo terapéutico A la Par, en Madrid. “Estos instintos están vinculados a las esferas de lo que nos da placer; pero además, en ellos está muy presente el vínculo entre el eros (la pulsión de vida) y el thanatos (la pulsión de muerte), del que hablaban los griegos, y que tanto estudió Sigmund Freud. Cuando comemos, sentimos gusto en el hecho de salivar, morder, chupar, tragar. Son sensaciones que tienen mucho que ver con el sexo; pero, al mismo tiempo, el acto de comer implica una cierta destrucción, muerte de los alimentos que cocinamos y que luego destrozamos en pedazos para ser ingeridos. Por otra parte, llevarse algo a la boca, chuparlo o succionarlo, es una manera muy primaria de conocerlo. Es lo que hacen constantemente los bebés para entrar en contacto con las cosas, para aprender”, señala el sexólogo.

Que el sexo es uno de los mayores placeres ya se sabía hace tiempo; pero, últimamente, la comida se ha convertido en el atajo más rápido a la felicidad, especialmente en una sociedad donde la soledad se extiende como una plaga. “El placer oral, el beso, seguramente deriva de la alimentación”, comenta Marino Pérez, psicólogo especialista en psicología clínica y miembro de la Academia de Psicología de España. “Yo sostengo que la comida y las mascotas son los nuevos sustitutos del sexo”, continúa, “porque, aunque tengamos la sensación de vivir en una sociedad hipersexualizada, las encuestas dicen que los encuentros sexuales de las nuevas generaciones son mucho menos frecuentes que los que tenían sus padres o abuelos. De esta manera, tener una mascota nos suple de amor y ternura y, además, evita los problemas de tener que relacionarse con ese ser tan complejo que es el ser humano. La comida, en cambio, nos proporciona ese placer físico que degustamos a través de la boca. Pero está claro que en la sitofilia se unen estos dos apetitos: el sexual y el carnal, intrínsecamente ligados. Así vemos que, en el caso de las personas que sufren anorexia, la anulación del hambre conlleva también la supresión del deseo sexual”.

Esta simbiosis de dos grandes impulsos tiene su apoyo en el erotismo, porque se requiere de todo un ritual para seleccionar los alimentos, ponerlos en un contexto y darles un determinado papel en la obra. “En este sentido”, comenta González, “todo lo que ejercite el erotismo es bienvenido, ya que lo tenemos muy olvidado en aras de la sexualidad, la genitalidad y el sexo rápido y utilitario”. Por su parte, Marino Pérez subraya que “la seducción, todo lo que tiene que ver con el cortejo, se está perdiendo; en parte por la filosofía de lo políticamente correcto, llevada hasta sus extremos, por la complejidad de las relaciones entre hombre y mujer, y por la influencia de la pornografía. De tal manera que cualquier atisbo de ambigüedad (en la seducción), de espontaneidad, de instinto, se borra o se reprime”.

La sitofilia, como todo, tiene sus líneas rojas. Precauciones que hay que observar cuando mezclamos estos dos ingredientes de manera burda y bizarra, como muestran la mayoría de los vídeos porno sobre el tema. Según Arola Poch, “si los alimentos tocan el cuerpo en zonas no íntimas, en principio no supone gran riesgo, más allá de reacciones alérgicas que se puedan tener a determinados componentes y cuestiones de lógica, como evitar el contacto con los ojos. Si se juega con ellos en la zona genital, ya hay que tener más cuidado porque son partes muy sensibles, que se pueden irritar con facilidad. No es recomendable introducir alimentos o bebidas por la vagina o el ano, ya que pueden provocar infecciones. Hay también que tener en cuenta que el hielo se puede pegar a la piel o a las mucosas y causar lesiones”.

Sustituir los lubricantes por aceites o mantequillas, emulando la famosa escena de El último tango en París (1978), tampoco es una buena idea. “No van a hacer la función esperada, pueden provocar infecciones y dañar el preservativo, que se lleva muy mal con los aceites”, comenta Poch, cuya escena preferida de sitofilia en el cine es cuando Salma Hayek, en Abierto hasta el amanecer (1996), deja correr la cerveza por su pierna y pie para dar de beber a un sediento Tarantino.

FUENTE: elpais.com

Muchas bebidas energéticas contienen cantidades excesivas de ciertos componentes que pueden dañar la salud, especialmente provocando problemas de tipo metabólico y cardiovascular.

Casi la mitad de los estudiantes españoles consume bebidas energéticas de manera relativamente frecuente, según el Informe sobre Bebidas Energéticas ETUDES de 2023 presentado por el Ministerio de Sanidad, a pesar de que desde hace algunos años los expertos vienen advirtiendo de que este hábito podría tener consecuencias graves para la salud. De hecho, el consumo excesivo de bebidas energéticas se ha asociado en la literatura médica con problemas cardiovasculares como hipertensión, enfermedad cardíaca o incluso ataque cardíaco.

Riesgos del exceso de cafeína

Así lo refleja, por ejemplo, un artículo publicado en el medio especializado Journal of the American Heart Association que documenta la relación ente la ingesta excesiva de este tipo de refrescos con un aumento de la tasa de hipertensión y con cambios en otros parámetros cardíacos relevantes, como el intervalo QT (el lapso de tiempo entre el comienzo de la onda cardíaca Q y el final de la T, que cuando es anormalmente elevado puede dar lugar a arritmias cardíacas.

Estos efectos se observan a la toxicidad por cafeína, un fenómeno que se produce con consumos de cafeína muy por encima de los recomendados (que, según ilustra la revista científica Acta Biomedica, es de 100mg al día para los adolescentes y de 400mg para los adultos). A ello se añade la acción estimulante que pueden tener otros ingredientes de las bebidas energéticas, como la taurina, que en ocasiones se encuentran en cantidades manifiestamente superiores a los límites diarios recomendados (a veces se ha detectado en algunas bebidas hasta 10 veces la cantidad máxima diaria recomendada de taurina).

Desde al menos 2021, la literatura científica viene recogiendo reportes de casos de personas con diversos problemas, fundamentalmente de naturaleza cardíaca, asociados a un consumo excesivo de bebidas energéticas. Algunas de las complicaciones observadas incluyen la fibrilación atrial (un tipo común de arritmia cardíaca) o la hipertensión. Incluso, en el año 2021 se publicaron al menos dos reportes (uno en el medio Journal of Tehran University heart Center y otro en The BMJ de pacientes con fallo cardíaco relacionado con un consumo muy elevado de bebidas energéticas.

Los riesgos del exceso de azúcar

Hay que tener en cuenta que a los peligros de este consumo tan elevado de cafeína y otros compuestos estimulantes se suman los riesgos que conlleva la ingesta de demasiado azúcar, que también puede tener una serie de efectos muy graves para la salud de las personas. Aunque no todas las bebidas energéticas contienen estas cantidades masivas de este ingrediente (y las hay que emplean otros endulzantes como sustituto), sí que es el caso de muchas de ellas.

Particularmente, el exceso de azúcar en la dieta puede conllevar un aumento del peso corporal, un incremento de la tensión arterial y la aparición de diabetes de tipo 2, que a su vez aumentan con mucho el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares graves.

Esto se ha comprobado también en el caso específico de los refrescos y bebidas azucaradas, una categoría a la que pertenecen muchas de las bebidas energéticas actualmente en el mercado. Particularmente, tenemos evidencias de que el consumo frecuente y excesivo de este tipo de productos aumenta la presión sanguínea en diversos grupos de población que incluyen a los niños y los adolescentes.

FUENTE: 20minutos.es

Una fantasía de muchos, pero que tiene sus complicaciones.

Tener sexo en el agua es una de las fantasías favoritas de los españoles, según los expertos. Sin embargo, puede haber un gran contraste entre las expectativas que genera este placer veraniego frente a la realidad que luego supone.

«El sexo en el agua está entre las prácticas favoritas del verano, pero la experiencia no siempre es tan placentera como nos la imaginamos (o hemos visto en películas) puesto que el agua no actúa como lubricante, por lo que puede generar fricciones y molestias», explica Alba Povedano, sexóloga.

Para evitar estos problemas, ofrecen estos cuatro consejos:

1. Usar lubricante

Lubricantes y preservativos con alta lubricación se convierten en los mejores aliados. «Si vais a usar condón, es recomendable ponerlo antes de entrar al agua, ya que será más fácil colocarlo y que se deslice bien», aconsejan.

2. Cuidado con las infecciones

Con la humedad, pueden proliferar hongos y bacterias que podrían acabar en una infección en la zona genital. «Además, con la fricción, pueden hacerse pequeñas heridas y roces que faciliten la infección», apuntan. Por ello, es importante mantener una buena higiene y limpiarse y secarse bien.

3. Olvida las posturas imposibles

«Si vais a hacerlo en la ducha, recuerda buscar la estabilidad», recomiendan. Dan una pista más: «La estimulación manual o jugar con el chorro de la ducha pueden restar complejidad a la tarea y ser igual de satisfactorios —o incluso más— que el coito».

4. Ayúdate de juguetes

Quizá no conozcas que existen juguetes sexuales sumergibles, para experimentar con uno mismo o con la pareja debajo del agua.

FUENTE: huffingtonpost.es

El tocoferol (o vitamina E) calentado e inhalado se incrusta en el surfactante pulmonar y dificulta la respiración.

Las advertencias sobre los riesgos asociados con el vapeo para la salud a corto y largo plazo no dejan de sucederse. La última la han hecho investigadores de la Universidad Concordia (Canadá) tras constatar que el tocoferol (un compuesto orgánico conocido como vitamina E) que llevan como aditivo los cigarrillos electrónicos daña los pulmones.

En concreto, los autores han comprobado que, cuando se calienta e inhala, este compuesto se incrusta en el surfactante pulmonar, la delgada membrana mezcla de lípidos y proteínas que recubre la superficie de los alvéolos pulmonares con la función de regular el intercambio de gases y estabilizar la tensión superficial de los pulmones durante la respiración.

Y al unirse a él, las propiedades del surfactante se alteran cambiando su capacidad para intercambiar oxígeno y dióxido de carbono así como la tensión superficial de los pulmones, lo que afecta a la respiración. “Combinados, estos cambios hacen que la respiración sea más difícil”, explican los investigadores en un artículo publicado en la revista Langmuir .

Tras observar con diferentes técnicas cómo la presencia del aditivo cambiaba las propiedades del surfactante pulmonar, los investigadores canadienses creen que esa es la base molecular de los problemas respiratorios y la reducción de los niveles de oxígeno que los médicos detectan en las personas que padecen EVALI (la lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillos electrónicos o productos de vapeo).

La directora del estudio, Christine DeWolf, explica que muchos de los componentes que llevan los productos de vapeo están aprobados por la FDA (la agencia gubernamental estadounidense que regula los alimentos y medicamentos) para otros usos “pero las altas velocidades de calentamiento necesarias para vaporizarlos pueden provocar que se produzcan más reacciones químicas, y es posible que los componentes que realmente se inhalan no sean los del líquido original” que se pone en el cigarrillo electrónico.

En 2022, un equipo de investigadores de la división de Pediatría y de Medicina Adolescente de la Universidad de Stanford ya advirtió que productos como melatonina, lavanda, té, vitaminas, cafeína, cannabidiol o glicerina que jóvenes y no tan jóvenes utilizan en los vaporizadores son sustancias más o menos seguras si se ingieren o se usan sobre la piel pero que nunca hasta ahora se habían inhalado y no hay garantías de que sean inocuas al introducirse en el organismo calientes y en forma de vapor.

De ahí el interés de conocer el impacto que los aditivos de vapeo tienen sobre la membrana pulmonar y el sistema respiratorio, sobre todo pensando en la salud a corto y largo plazo de las generaciones más jóvenes, que son las que más utilizan estos dispositivos.

De hecho, el artículo publicado ahora es solo el primero de un proyecto más amplio de estos investigadores para analizar los componentes de los productos de vapeo que suministran nicotina o cannabinoides a sus usuarios. Sus autores consideran que su trabajo debería utilizarse para educar a los organismos reguladores sobre los riesgos de los aditivos sobre la función pulmonar.

FUENTE: lavanguardia.com

Pubiseko ilea depilatzea erabakitzen baduzu, kontuan hartu ile horiek funtzio bat betetzen dutela.

Duela gutxi, lagun batekin kafe bat hartzen ari nintzela, harrituta esan zidan gimnasioko ia emakume guztiek pubiseko ileak depilatuta zeuzkatela. Ile horiek gizaki helduon ezaugarri bat dira eta hainbat funtzio betetzen dituzte. Horregatik, osasun intimo on baterako beharrezkotzat jotzen dira. Hala ere, nire lagunak gimnasioko aldagelan egiaztatu ahal izan zuen bezala, modan jartzen da ile horiek depilatzea eta, emakumeoi gorputzeko beste atal batzuetako ileekin gertatzen zaigun bezala, besapeetako ileak adibidez, ez dago ‘ongi ikusia’ bilo pubiko ugaria izatea.

Azken urteetan pubiseko ileak depilatzeko joera nagusitzen ari da, bereziki, emakumeon artean. Depilazioa erabatekoa edo partziala izan daiteke, ile publikoa oso ugaria izan ez dadin. Joera hori egun indarrean den edertasun-kanonen ondorioa da eta, neurri batean, baita pornografiarena ere, eduki horietan azaltzen diren aktoreak, sarritan, guztiz depilatuta azaltzen baitira.

Pubiseko ileen funtzioa

Baina hasieran azaldu dudan moduan, ile horiek funtzio garrantzitsuak betetzen dituzte. Lehenik eta behin, oso sentikorra den genitalak bezalako eremuan den azala igurtzimenduaren eta narritaduren aurka babesten dute. Pubiseko ileek, adibidez, arropak eragin ditzakeen kalteen aurrean babesa ematen du, baita harreman sexualetan ere.

Gainera, ile horiek kaltegarriak izan daitezkeen mikroorganismoen aurrean ere babesa ematen dute. Funtzio hori oso garrantzitsua da sexu-osasun ona izateko, bakterioak, onddoak edo gure gorputzarentzat kaltegarria den beste edozein agente sartzea saihesten baitu. Izan ere, pubiseko ileek osatzen duten sareak mikroorganismoak eta bestelako partikulak ‘harrapa’ ditzake gure gorputzean sartu baino lehen. Modu horretan, hainbat gaixotasun saihesten dira eta bakterio-floraren oreka osasuntsua mantentzea ahalbidetzen du.

Gizonen kasuan, pubiseko ileek genitalen tenperatura erregulatzen laguntzen dute. Genitaletan tenperatura egokia izatea ezinbestekoa da ugalketa-ekintza behar bezala mantentzeko. Gizonen genitaletan tenperatura aldaketa handiak ematen badira ugalketa-funtzioa kaltetuta gera daiteke. Izan ere, hainbat kulturatan, pubiseko ilea ezaugarri erotikoa eta sentsuala da eta zenbat ugariagoa izan orduan eta sexu-desira handiagoa.

Hortaz, pubiseko ilea depilatzea erabakitzen baduzu, kontuan hartu ile horiek funtzio bat betetzen dutela. Ez gara ile pubikoez lotsatu behar, gure gorputzaren ezaugarri bat dira eta normaltzat hartu behar ditugu.

FUENTE: gazteberri.eus