Una noche de juerga puede traerte muchas consecuencias negativas como la falta de sueño o la falta de energía. Sin duda, en los peores casos presentamos unos terribles dolores de cabeza que son el resultado del abuso del alcohol. Si deseas saber cómo superar la resaca de una forma eficiente y rápida, entonces lee alguno de nuestros consejos:

  1. El agua es tu mejor aliada: el alcohol viene acompañado de un efecto diurético que te hace orinar sin control, por lo tanto hace que te descompenses y deshidrates. En estos casos lo mejor es beber mucha agua al día siguiente.
  2. Cisteína: se trata de aminoácido que ayuda a que el hígado procese mejor algunas sustancias como el acetaldehído, que viene en grandes cantidades en el alcohol. Este aminoácido puedes encontrarlo en el pollo, los huevos, pimientos rojos, ajo o cebolla.
  3. Frutas: necesitas del azúcar natural para que tu organismo se recupere. Gracias al alcohol, bajamos los niveles de azúcar, y por eso nos sentimos cansados o fatigados durante todo el día. Para recuperarse, es necesario consumir frutas como la fresa, el mango, el melón o la sandía.
  4. Infusiones: prueba con tés como la manzanilla que te ayudarán a calmar los dolores de cabeza y a relajarte.
  5. Potasio: el aguacate y el plátano son buenas opciones para recuperar el potasio perdido luego de consumir tanto alcohol. Esto es importante porque sin el potasio y otros minerales el sistema nervioso y el muscular no funcionan correctamente.

FUENTE: www.mundodiario.com

La sexsomnia o sonambulismo sexual ocurre cuando una persona lleva a cabo actos sexuales mientras está dormida.

La mayoría de las investigaciones disponibles ha concluido que los episodios de sexsomnia ocurren principalmente durante el movimiento ocular no rápido(NREM), en la etapa sin sueños, la más profunda del ciclo del sueño.

No se considera sexsomnia tener sueños sexuales, pues estos no involucran acciones físicas aparte de la excitación y la eyaculación.

La sexsomnia se considera un tipo de parasomnia, un comportamiento o experiencia que ocurre durante el sueño profundo.

El primer caso oficial se remonta a 1986.Y según un estudio de 2015, solo se han documentado 94 casos de sexo durante el sueño en todo el mundo. Se trata de un trastorno del suelo muy complicado de estudiar a largo plazo, pues tiene lugar al azar durante la noche.

Síntomas

La sexsomnia puede ocurrir al mismo tiempo que otras actividades de parasomnia, como el sonambulismo o el síndrome de piernas inquietas y los síntomas más comunes incluyen: acariciar o frotar, gemir, respiración pesada y ritmo cardíaco elevado, masturbación, empuje pélvico, relaciones sexuales, orgasmo espontáneo, no recordar actos sexuales, tener los ojos en blanco durante el acto sexual, no responder al ambiente exterior durante el acto sexual espontáneo en fase NREM, incapacidad o dificultad para despertarse durante estos eventos, sonambulismo…

Además de los síntomas físicos que ocurren durante los episodios, la sexsomnia puede tener consecuencias emocionales, psicosociales e incluso criminales.

¿Qué provoca la sexsomnia?

Al igual que con otras parasomnias, parece que la sexsomnia es causada por una interrupción mientras el cerebro se mueve entre los ciclos de sueño profundo. Estas perturbaciones a menudo se llaman despertares de confusión.

Aunque el origen exacto del sonambulismo sexual sigue siendo desconocido, la ciencia muestra que la condición tiene factores de riesgo claros, principalmente condiciones médicas, hábitos de estilo de vida, trabajos y medicamentos que interfieren con los patrones de sueño.

Los desencadenantes que aumentan la probabilidad de sexsomnia incluyen: la falta de sueño, el agotamiento extremo, el consumo excesivo de alcohol, el uso de drogas ilegales, la ansiedad, el estrés, malas condiciones para dormir (ruidoso, demasiado calor…), la falta de higiene, el trabajo por turnos, especialmente trabajos de alto estrés como el militar o el hospitalario, los viajes, compartir cama con alguien…

Factores de riesgo:

-Apnea obstructiva del sueño

-Síndrome de la pierna inquietas

-Enfermedad por reflujo gastroesofágico

-Síndrome del intestino irritable

-Sonambulismo

-Enfermedad de Crohn

-Colitis

-Ulceras

-Migrañas

-Epilepsia y otros trastornos convulsivos

-Medicamentos para la ansiedad y la depresión

-Trastorno disociativo relacionado con el sueño

-Enfermedad de Parkinson

Complicaciones

Algunas personas se sienten avergonzadas al saber que han hecho cosas que no recuerdan haber hecho, especialmente si hablamos de actos sexuales. Es una cuestión delicada, dado que el individuo que inicia o se involucra en el acto sexual es técnicamente inconsciente y no existe consentimiento tácito de la otra persona. Determinar la responsabilidad judicial sigue siendo complicado y controvertido.

FUENTE: www.muyinteresante.es

Según estudios existen tres razones por las cuales la actividad sexual es probablemente el mejor tratamiento para la cruda.

Sobre la relación que existe entre el sexo y el alcohol se ha dicho de todo durante mucho tiempo. Diversos estudios sostienen que ambas cosas son incompatibles, ya que las bebidas alcohólicas, aunque ayudan al ser humano a desinhibirse y disfrutar más, pueden atentar contra la salud sexual.

Sin embargo, nuevas investigaciones apuntan hacia la dirección opuesta y señalan que puede existir otra relación entre el sexo y el alcohol: la resaca. Según el escritor inglés Kingsley Amis, existen tres razones por las cuales el sexo es probablemente el mejor tratamiento para la cruda. Veamos:

  1. Es antidepresivo. Mientras el alcohol es depresivo, el sexo tiene un efecto totalmente contrario. La razón es sencilla: la actividad sexual genera un cóctel de neurotransmisores que mejoran el estado de ánimo, como por ejemplo la oxitocina, llamada hormona del amor, y  hasta la serotonina,responsable de mantener en equilibrio nuestro estado de ánimo.
  2. Es un buen ejercicio. Para la cruda una buena opción es sudar un poco ya que el sudor ayuda a limpiar al cuerpo de las toxinas acumuladas. Asimismo, existen estudios que demuestran que el sexo es mejor cuando se tiene el hábito del ejercicio, ya que fortalece el cuerpo y potencia muchos aspectos de la vida.
  3. Es bueno para tu sistema inmune. Según el sitio Web Med, dos de los principales beneficios físicos de los encuentros íntimos son que mantiene en mejor estado el sistema inmune y sirve como un analgésico que suprime el dolor. Por eso cuando se ha tenido una noche de excesos lo mejor es apostar al calor de la pareja.

FUENTE: www.mundodiario.com

Los prejuicios y la discriminación hacia las personas transexuales deben desaparecer de la sociedad cuanto antes, por eso debemos luchar contra la transfobia día a día.

Por desgracia, aunque se hayan alcanzado muchos derechos en países como España para el colectivo LGTBI+, aún queda mucho camino por recorrer. La fobia y la discriminación siguen presentes en nuestra sociedad, y aunque finjamos que nos parece bien que cada uno o cada una tenga una vida normal, tanto por su identidad como orientación sexual, seguimos prefiriendo mantenernos alejados. Si alguien es homosexual, está bien, pero no queremos que sea muy evidente, y si una persona es transexual, tiene que hacer un esfuerzo doble o triple para ser respetado o respetada. Hoy en nos centraremos concretamente en la transfobia, es decir, el rechazo y discriminación a las personas transexuales. En la actualidad, la transfobia no es tan rechazada como otro tipo de fobias a grupos sociales, es por eso que hemos tenido que ver cómo en España se permitía la circulación de un autobús publicitario con un fuerte mensaje transfóbico por diferentes ciudades. Aunque desde la ciudadanía se ha intentado boicotear esta iniciativa, y en algunos lugares no se ha permitido su entrada, las instituciones no han tenido una respuesta similar.

¿QUÉ ES LA TRANSEXUALIDAD Y LAS IDENTIDADES TRANS?

En general se habla de transexualidad para referirse a personas, hombres o mujeres, que han pasado por un procedimiento médico para adecuar su cuerpo a su identidad de género. Cuando una persona no ha hecho ese cambio completo, se habla de transgénero. Sin embargo, es común usar transexual para todo, pero lo más correcto, sobre todo si tenemos dudas, es hablar de indentidades ‘trans’. Se refiere a todo el conjunto de personas que no han nacido en un cuerpo biológico acorde a su identidad de género, y abarca tanto a los que han cambiado de cuerpo, como los que no lo han hecho, como los que sólo en parte. Cada persona trans se sentirá más cómoda con un término u otro, pero lo más sencillo e inclusivo para todos es hablar de personas trans. Como vemos, no son un grupo homogéneo, se trata de personas con unas circunstancias concretas y que se sienten más seguras de una manera u otra, y no podemos generalizar porque invisibilizamos la realidad de la diversidad humana.

También debemos tener una cosa muy clara, que es que la identidad de género y la orientación sexual son independientes. Una mujer puede sentirse hombre y ser heterosexual, homosexual o bisexual, y al revés igual.

NUESTRA CONCEPCIÓN DEL CUERPO Y LA SEXUALIDAD

Una de las ideas que debemos asumir como sociedad, es que no hay un cuerpo «normal» y unos cuerpos «anormales». Siempre hemos entendido que hay hombres y mujeres, con unos genitales concretos y además nos hemos impuesto unos roles de género para cada sexo biológico. Por esa cuestión, se ha entendido ese conflicto con la identidad de género como una desviación de la normalidad, incluso existía hasta hace poco como categoría diagnóstica de la salud mental el Trastorno por Identidad de Género, que se ha cambiado por Disforia de Género. Se contemplaba, y se sigue haciendo, como que la persona tiene algún fallo por el cual no coinciden cuerpo e identidad. Claro que eso también implica entender que la persona transgénero sufría y que todos los esfuerzos debían ser puestos en arreglar el cuerpo de la persona. Sin embargo, se está luchando mucho para que se deje de identificar como una patología.

 

Además, se debe aceptar la diversidad humana, tanto en cuerpos como en orientaciones, como en identidades. Hay hombres y mujeres que se definen como de género fluido, también las de género neutro, y en las identidades trans también hay quienes no hacen una transformación completa del cuerpo. Como sociedad nos parecen rarezas, pero entender la normalidad de ser tan diferentes unos de otros es el camino para que cada una de estas identidades o cuerpos sean aceptados. Eso sí, para ello debemos poner en marcha medidas específicas para combatir el rechazo a grupos concretos, y las personas transexuales sufren una discriminación muy grande. Además, se debe aceptar la diversidad humana, tanto en cuerpos como en orientaciones, como en identidades. Hay hombres y mujeres que se definen como de género fluido, también las de género neutro, y en las identidades trans también hay quienes no hacen una transformación completa del cuerpo. Como sociedad nos parecen rarezas, pero entender la normalidad de ser tan diferentes unos de otros es el camino para que cada una de estas identidades o cuerpos sean aceptados. Eso sí, para ello debemos poner en marcha medidas específicas para combatir el rechazo a grupos concretos, y las personas transexuales sufren una discriminación muy grande.

POR QUÉ DEBEMOS LUCHAR CONTRA LA TRANSFOBIA

Luchas contra la transfobia no es una cuestión de querer romper moldes antiguos por llevar la contraria. Las personas transexuales, ya sean hombres o mujeres, llevan siglos (porque esto no es algo de hace poco) sufriendo el rechazo de la sociedad. Eso se traduce en trastornos emocionales, como decíamos antes, y leíamos en un blog de Público a un padre de una persona trans que decía: «la enfermedad (social) es la transfobia, no la disforia de género». Acoso escolar, acoso laboral, violencia física y verbal, violencia institucional son algunos tipos de maltrato que sufren las personas trans, lo cual se deriva en baja autoestima, ansiedad, depresión, intentos de suicidio, etc. Invisibilizar la realidad de las identidades trans no hace más que estigmatizar y discriminar más a las personas, y el objetivo es crear un marco social en el que cada persona sea tratada con dignidad e igualdad, y no se puede conseguir si seguimos machacando a la persona transexual, así como a cualquier otra persona que no se ajusta a lo que injusta y erróneamente hemos definido como lo normativo.

LA EDUCACIÓN, EL MEJOR ARMA

La educación para combatir la transfobia debe comenzar desde ya en niños pequeños. Si crecen asumiendo como normal la diversidad de los cuerpos y las identidades, es más fácil que no tengan los conflictos por los que pasamos los adultos para llegar a implantar esta visión inclusiva. Existen muchas herramientas educativas contra la transfobia, desde el mismo Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno Español podemos descargar guías contra la transfobia y homofobia en los centros educativos, como una de las herramientas para acabar con este específico tipo de acoso escolar que muchos niños y niñas sufren en la escuela. Hay herramientas pedagógicas de muchos tipos que se pueden utilizar, tanto desde los colegios como desde nuestro propio hogar, para educar a los niños en la diversidad y que aprendan a respetar a todas las personas en temas de sexualidad e identidad.

Sin embargo, cuando la transfobia está tan implantada en la sociedad, los adultos también necesitamos educación. Desde la sanidad pública se está llevando a cabo, en diferentes comunidades autónomas españolas, pero que es algo que se debe poner en marcha en todos los países, iniciativas para enseñar al personal sanitario a evitar la transfobia en su día a día laboral. Este es uno de los ámbitos donde las personas transexuales pueden sufrir más discriminación, aunque en el judicial también, en acceso al empleo, etc. Por eso, todo tipo de profesionales deben recibir educación en este sentido.

Desde nuestro día a día también podemos hacer pequeñas acciones para normalizar la realidad trans. Por ejemplo, en nuestro lenguaje, no asumir que el sexo biológico caracteriza el comportamiento de las personas, ni perpetuar los roles de género que se nos imponen. Tampoco tenemos por qué asociar el pene o vagina a hombre y mujeres exclusivamente.

LOS PREJUICIOS ALIMENTAN LA TRANSFOBIA

Las situaciones de maltrato o humillación que sufren las personas trans tienen un fuerte origen de los prejuicios que tiene la sociedad, además de en la intolerancia que no nos sabemos quitar. Nos parece que un cuerpo transexual es un cuerpo extraño, y sólo lo respetamos si «no se nota» el cambio (por ejemplo, no notar que una mujer había sido un hombre, o viceversa). Además, se mezcla con otro tipo de tabú, y es que siempre hemos asociado a las personas transexuales a la promiscuidad, la prostitución, el espectáculo, etc. En verdad, estos aspectos no son nada reprochables en las personas, sobre todo en lo relativo a la manera de vivir la sexualidad propia (ya sea de manera activa, o incluso siendo asexual, o empleando tu sexualidad como fuente de ingresos), pero también debemos entender que las personas transexuales, así como cualquier otro tipo de identidades relativas a la vida sexual de las personas, no son grupos homogéneos. Cada persona vive su transexualidad de una manera, en unas circunstancias, se sienten más cómodas con un cuerpo u otro, han tenido más o menos apoyo por parte de su entorno, su autoestima es más alta o más baja, su aspecto físico, sus gustos, sus costumbres, en definitiva, su vida.

FUENTE: www.bekiapareja.com

Beber menos alcohol es uno de los propósitos de Año Nuevo más recurrentes entre las personas que quieren mejorar su salud.

Además de ayudar al bolsillo, tiene un impacto positivo para nuestro cuerpo, tanto inmediato como a largo plazo.

Según el servicio de salud pública de Reino Unido (NHS, por su sigla en inglés), entre los efectos inmediatos que puedes notar al reducir el consumo de alcohol están:

  • Encontrarte mejor por las mañanas
  • Sentirte menos cansado durante el día
  • Sentirte más en forma
  • Perder peso o dejar de ganarlo

Pero a largo plazo tu salud también puede beneficiarse de estos 4 cambios:

1. Mejora el sueño

Aunque beber alcohol puede ayudar a una persona a quedarse dormida rápidamente, también puede interrumpir más la segunda fase de sueño más profundo.

Una revisión de estudios de 2013 publicada en la revista científica Alcoholism sobre el impacto del consumo de alcohol en el sueño nocturno, concluyó que «cualquier dosis de alcohol causa una reducción en el período de latencia antes del inicio del sueño, una primera mitad del sueño más consolidada y un aumento de la interrupción del sueño durante la segunda mitad».

«Reducir el consumo de alcohol debería ayudarte a sentirte más descansado cuando te levantas», dice el NHS.

2. Un sistema inmunológico más eficaz

Beber en exceso debilita tu sistema inmunológico, haciendo que tu cuerpo sea más vulnerable ante las enfermedades.

Según el NHS, quienes beben en exceso tienden a contagiarse de más enfermedades infecciosas.

Esto se debe a que el exceso de alcohol interrumpe la producción de citocinas, que son agentes responsables de la comunicación intercelular y son clave para que el cuerpo se pueda defender de infecciones.

Según un informe del Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y Alcoholismo (National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism), de Estados Unidos, una producción más lenta de citocinas puede reducir tu capacidad para combatir infecciones hasta 24 horas después de haber estado borracho.

3. Puede mejorar tu estado de humor

Según el NHS, hay un fuerte vínculo entre el abuso del alcohol y la depresión y las resacas con frecuencia hacen que las personas se sientan ansiosas y en un estado de humor bajo.

Si ya tienes ansiedad o tristeza, beber puede empeorar esos sentimientos, así que reducir el consumo puede ponerte en general de mejor humor, dice el NHS.

4. Puede mejorar el aspecto de tu piel

Algunas personas pueden notar mejorías en el aspecto de la piel inmediatamente después de reducir el consumo de alcohol o a largo plazo.

Según la Asociación Estadounidense de Dermatología, el alcohol es malo para la piel: «La deshidrata y con el tiempo la daña. Eso puede hacer que tengamos un aspecto más envejecido».

¿Cuánto es demasiado?

En Reino Unido, la agencia de salud pública recomienda un máximo de 14 «unidades» de alcohol a la semana tanto para hombres como para mujeres.

El gobierno determina que una «unidad» de alcohol es equivalente a 10 mililitros de alcohol puro, es decir, que el máximo semanal recomendado en ese país equivale a unas diez copas pequeñas de vino.

FUENTE: www.bbc.com

La hepatitis C es un tipo de enfermedad hepática que se puede propagar de individuo a individuo.

Actualmente no existe una vacuna que proteja contra la hepatitis C, aunque se pueden tomar medidas preventivas para reducir el riesgo de contraer la enfermedad. El sexo vaginal y anal sin protección puede llevar a contraer infecciones de transmisión sexual pero, ¿pasa lo mismo con el sexo oral?

La hepatitis C se propaga al entrar en contacto con la sangre de otra persona. Si la sangre infectada de una persona entra en el torrente sanguíneo de la otra, esa persona puede infectarse.

En general, el riesgo de transmitir hepatitis C durante cualquier tipo de actividad sexual es bajo. Aunque es muy poco probable, podría ocurrir el contagio durante el sexo oral si alguien con hepatitis C tiene grietas y sangrado en los labios y, a su vez, el compañero o pareja tiene una herida abierta.

Eso sí, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), la hepatitis C no se transmite a través de los besos o la saliva.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 71 millones de personas tienen infecciones crónicas por hepatitis C a nivel mundial y poco menos de 400,000 mueren cada año de enfermedades hepáticas relacionadas con la hepatitis C.

No existe evidencia científica directa que demuestre que la hepatitis C se transmite solo por vía oral. Sin embargo, se debe tener precaución siempre que haya sangre presente, ya que aún podríamos infectarnos.

Si cualquiera de nuestras parejas sexuales tiene una ruptura en la piel, puede haber riesgo de que la sangre pase de una persona a otra.

Los factores de riesgo adicionales pueden incluir: menstruación, sangrado de la boca o las encías, una infección de garganta, herpes labial, verrugas genitales o herpes o labios dañados y agrietados

El riesgo de contraer o transmitir hepatitis C de una persona a otra durante el sexo oral es muy bajo. Esto es particularmente cierto en las parejas con relaciones monógamas.

Saber cómo se transfiere la hepatitis C de una persona a otra, así como comprender las prácticas sexuales más seguras, puede reducir aún más el riesgo de infección.

Factores de riesgo

-Una persona con una infección aguda a causa del virus de la hepatitis C

-Una carga viral alta

-Individuos que tienen múltiples parejas sexuales

-No usar protección de barrera, como los preservativos, durante la actividad sexual

-Actividades sexuales extremas

-Tener ya una infección de transmisión sexual o VIH

¿Cómo se transmite la hepatitis C?

Si bien la transmisión de la hepatitis C a través del contacto sexual es poco frecuente, hay muchas otras formas por las que podemos infectarnos.

El virus de la hepatitis C vive en la sangre y en ciertos fluidos corporales. Así, el intercambio de semen también puede causar infección, aunque las posibilidades de que esto ocurra son muy raras.

Además del contacto sexual, también podemos infectarnos con el virus de la hepatitis C a través de: la inyección de drogas, el uso de drogas intranasales o inhalación de drogas, tatuajes no regulados o insalubres y piercings en el cuerpo, haber nacido de una madre infectada con el virus, compartir maquinillas de afeitar, cepillos de dientes y tijeras de aseo o al amamantar, únicamente si los pezones están agrietados o sangrando, pues no se transmite en la leche materna.

Una persona con hepatitis C siempre debe tomar precauciones adicionales durante la actividad sexual para limitar el riesgo de transmitir la enfermedad a otra persona.

FUENTE: www.muyinteresante.es

 

El alcohol afecta a todo tu organismo, pero muchos ignoran que la piel es una de las víctimas inesperadas.

El alcohol es un enemigo inesperado para toda tu piel. Sabemos que afecta a todo el organismo, pero es prácticamente desconocido los daños que puede causarle a la piel y que se reflejan principalmente en la cara. Puede causar el envejecimiento prematuro,  aparecer acné y te deshidratas, por lo que la piel pierde muchos de los nutrientes que necesita.

Hay tipos de alcoholes que hacen más daños que otros y nosotros te presentamos cuáles son los siete más peligrosos:

> Cerveza: contiene sal y esto puede ser peligroso, pero no es el peor de todos. Mientras se beba despacio, los efectos deshidratantes serán menos peligrosos.

> Vino blanco: este alcohol tiene altas cantidades de azúcar, por lo que tu piel se deshidratará rápidamente, causa envejecimiento y puede causar daños celulares.

> Vino tinto: esta bebida es una de las preferidas de los españoles, pero cuidado, porque es la que mayormente enrojece la piel.

> Mojito: tiene altos contenidos de azúcar lo que resulta en acné y arrugas.

> Tequila: tiene propiedades negativas para la piel, pero no es tan mala como los vinos.

> Margaritas: contiene altos niveles de azúcar y sal, siendo capaz de envejecer la piel.

> GinTonic: pasa lo mismo que con el tequila. Es un alcohol “bueno” que puede ser consumido tranquilamente, pero si se liga con otros alcoholes dulces, las cosas pueden cambiar.

Ya conoces cuáles debes evitar, así que estas navidades, sé cuidadoso.

FUENTE: www.mundodiario.com

Se ha celebrado el primer congreso internacional en Galicia sobre cannabis. El contraste entre la percepción pública de esta droga (considerada inocua por algunas personas) y la contundencia de la ciencia es notable cuando se trata de advertir sobre sus riesgos.

¿Cómo actúa el cannabis? El cuerpo humano es un circuito eléctrico andante, conectado por interruptores que son como cerraduras que se activan al introducir la clave correcta: los neurotransmisores. El cannabis contiene una molécula en forma de dos de estas claves: es decir, encaja en algunas de las cerraduras naturales de ese circuito eléctrico y lo hace funcionar de manera anormal. De ahí vienen los efectos del cannabis en el funcionamiento de nuestro cerebro. Afortunadamente, no interfiere con las cerraduras del bulbo raquídeo, que controlan el corazón y la respiración, de modo que no se muere debido a una sobredosis de cannabis (de ahí la falsa sensación de inocuidad). Algo también evidente en los estudios científicos es que afecta más a unas personas que a otras. Para ciertas variantes genéticas, el consumo de cannabis en la adolescencia multiplica hasta por siete el riesgo de trastornos psicóticos y por más de dos el de esquizofrenia antes de los 26 años.

Es necesario decir que existen algunas aplicaciones terapéuticas, para ciertas enfermedades y solo bajo prescripción médica. La prescripción se receta en píldoras, aceites o aerosoles, pero nunca se fuma. Al fumar un porro, los llamados terpenos se queman, que son como el alquitrán de los pitillos y causan daños a nuestros pulmones. Tengámoslo claro: el porro es más peligroso que el ya peligroso pitillo.

FUENTE: www.lavozdegalicia.es

El estigma social rodea a esta práctica sexual que, además de ser completamente saludable, puede proporcionar mucho placer para los amantes. Desterramos falsas creencias sobre el sexo anal.

1_ Es una práctica exclusiva de parejas homosexuales

Un error muy común es asociar esta práctica exclusivamente a las parejas de hombres.

No tiene por qué. El sexo anal es una práctica sexual que puede ser muy satisfactoria para ambos sexos.

2_ Es más placentero para ellos que el sexo vaginal

No necesariamente.

Según el sexólogo y antropólogo Carlos Horrillo, el interés masculino por esta práctica puede provenir de un impulso ancestral de «conquistar nuevos territorios» y considera de poca importancia el argumento extendido de que el conducto anal es más estrecho, con lo que proporcionaría una sensación más intensa del placer al varón.

No obstante, la percepción del placer es muy subjetiva.

3_ “Si lo pruebo y me gusta, ¿soy homosexual?”

En absoluto. El disfrute sexual de las prácticas relacionadas con el sexo anal no tiene por qué ir relacionado con la orientación sexual.

Si bien es cierto que los hombres heterosexuales suelen mostrar mucho interés por realizar esta práctica con sus parejas femeninas, esta intención suele manifestarse únicamente cuando el varón es quien penetra a la mujer.

Tal como detalla Horrillo, «existe una creencia o miedo generalizado en muchos hombres heterosexuales, que consiste en: «si lo pruebo y me gusta, significa que soy homosexual». Nada más lejos de la realidad.

Esta creencia, según el experto, responde a un estereotipo cultural.

La estimulación anal debería considerarse una práctica normal para todos los hombres, sea cual sea su orientación sexual.

4_ El punto G masculino

Para Carlos Horrillo, esta zona de la anatomía masculina está «mal llamada» punto G, dado que el placer sexual que se produce durante esta práctica viene dado por la estimulación de la próstata.

Aunque sí que es cierto que este tipo de estimulación es muy placentera para un hombre.

5_ No se puede tener un orgasmo solo con la estimulación de la próstata

No es cierto. Aunque el porcentaje es muy pequeño, sí existe un número considerable de hombres que es capaz de tener un orgasmo, la culminación del placer sexual, solo mediante la estimulación de esta zona.

Sería comparable al porcentaje de mujeres capaces de tener un orgasmo mediante la única estimulación de una zona erógena como los pezones.

No obstante, el orgasmo y la manera de obtenerlo, recuerda Horrillo, son muy subjetivos.

6_ Las mujeres no lo disfrutan

Otro falso mito del sexo anal es considerar que no es una práctica que pueda resultar placentera para la mujer.

Si bien es cierto que la mujer no comparte la anatomía masculina, y no posee una próstata que estimular, no olvidemos que el ano es una zona erógena muy importante en el cuerpo de la mujer, y puede proporcionar sensaciones muy placenteras.

Eso sí, el experto apunta que, en muchas ocasiones, el hombre «olvida» estimular otras zonas erógenas de su compañera, algo que resulta imprescindible para aumentar su excitación y relajación.

7_ Es una práctica ‘sucia’

Evidentemente, se trata de otro mito ligado al estigma cultural del sexo anal. Curiosamente, son las mujeres heterosexuales las que, en muchos casos, se aplican este argumento, evitando así realizar una práctica que puede ser muy satisfactoria para ellas. La clave es, como apunta el experto, «disponer de información suficiente».

En cualquier caso, cada vez son más las mujeres que lo practican sin complejos. Horrillo calcula que la cifra se sitúa en torno al 30% de las mujeres heterosexuales.

8_ Si un hombre heterosexual lo practica ‘pierde su virilidad’

De nuevo, este es un concepto cultural arcaico que nada tiene que ver con la realidad del sexo anal.

Está ligada a la falsa creencia de que es una práctica exclusiva de hombres homosexuales. Por ello, muchos hombres se niegan a atreverse a que sus parejas femeninas les penetren, utilizando el propio dedo o bien juguetes sexuales, evitando explotar así una parte importante de su sexualidad.

Para el sexólogo Carlos Horrillo, «ser penetrado tiene un componente psicológico, emocional y cultural».

9_ Los hombres no pueden estimularse solos

Falso. De hecho, la autoexploración anal puede ser una práctica muy saludable en una rutina de masturbación masculina. Ya sea manualmente o a través de aparatos preparados para este tipo de estimulación, es beneficiosa por dos razones:

La primera y más obvia, porque es una fuente de placer. Y, la segunda, porque puede incluso proteger la salud.

10_ El sexo anal puede prevenir enfermedades

La práctica de cualquier tipo de acto sexual es, de por sí, beneficiosa para la salud. Muchos estudios científicos han demostrado que eyacular a menudo puede proteger frente al cáncer de próstata.

Por otro lado, la autoexploración frecuente permite que los hombres sean conscientes de su anatomía, y ayuda a percibir anomalías y lograr prevenirlas; por ejemplo, una prostatitis.

El experto Carlos Horrillo lamenta que no se difunda la autoexploración masculina para prevenir enfermedades prostáticas igual que se hace con el sexo femenino, por ejemplo, con la autoexploración de los senos.

11_ La primera vez siempre duele

Efectivamente, suele ser así. El ano es un esfínter que, a priori, no está habituado a ser penetrado, por lo que es normal que la primera vez que se realiza sexo anal resulte dolorosa, y es así para la mayoría de las personas, según el sexólogo Carlos Horrillo.

Para disfrutar del sexo anal, la relajación y la excitación sexual son imprescindibles.

«El dolor disminuye y el placer aumenta con la práctica, especialmente si existe un componente emocional en la relación sexual«, apunta.

12_ Requiere mucha higiene

Cierto. El recto es un canal de desecho del cuerpo humano, por lo que, lógicamente, es recomendable procurar una correcta higiene del mismo antes del sexo para garantizar una experiencia satisfactoria.

13_ Es imprescindible lubricar la zona

Así es. Tal como recuerda Carlos Horrillo, el ano es un esfínter que «no se dilata igual que una vagina», una creencia errónea muy común a la hora de mantener este tipo de relación sexual.

Para disfrutar de una relación sexual anal satisfactoria, y evitar provocar dolor y daños innecesarios, es importante disponer de un buen lubricante, y, como describe Carlos Horrillo,«paciencia y cariño».

14_ El sexo anal transmite más infecciones

No necesariamente. En cualquier tipo de práctica sexual es vital una protección adecuada frente a Infecciones de Transmisión Sexual (ITS). El preservativo es imprescindible.

Cuando se practica sexo anal sin preservativo, se corre el riesgo de contraer infecciones del tracto urinario; en los hombres, porque el conducto rectal está plagado de bacterias de tipo E. coli, que son las que provocan esta infección.

Las mujeres también corren riesgo de contraer una infección de orina cuando se da un tipo de situación muy frecuente: penetrar la vagina después de haber realizado sexo anal.

Como describe Horrillo, de manera muy coloquial, «cuando se utiliza la puerta de atrás no se vuelva a la puerta principal»; al menos, no sin antes haber lavado correctamente el pene, o bien haber colocado un nuevo preservativo.

Por su parte, el Virus del Papiloma Humano y otras enfermedades como la sífilis o la gonorrea presentan el mismo riesgo de contario en el sexo anal que en cualquier otra práctica sexual, siempre que se realice correctamente.

15_ El SIDA se contagia más a través del sexo anal

No es bueno señalar esta práctica como única vía de contagio, dado que esto contribuye a estigmatizarla y, aún más importante, a las personas que la practican.

Lo que sí es cierto es que el VIH se transmite normalmente a través de la sangre, o la sangre con otros fluidos (aunque también puede contraerse mediante mucosas).

Durante el sexo anal puede darse la situación de que se produzca un desgarro o leves microfisuras, debido a que el ano debe hacer un «esfuerzo». Si esto se produce, puede haber un contacto del pene con la sangre de la pareja y, de existir la infección, transmitirse más fácilmente.

El sexo anal sigue siendo uno de los grandes tabús de la sociedad. Esta práctica puede llegar a hacer muy placentera para aquellos que se animan a experimentar y disfrutar al máximo su sexualidad. Pero también debe ser puesta en marcha con sumo cuidado para evitar dolores innecesarios y enfermedades. Te dejamos algunas claves a tener en cuenta:

1_ Olvídate de pasar del ano a la vagina.

Puede sonar tentador pero no es la mejor opción. Pasar de la penetración anal a la vaginal sin que antes se cambie de preservativo podría llegar a ser muy peligroso para nuestra salud. Según advierte el experto de la Universidad de Indiana, Toyia James Stevenson, cuando se utiliza un condón nuevo se cierra la puerta a infecciones, no solo sexuales sino gástricas ya que en la vagina también habitan bacterias.

2_ Dile no a lubricantes de silicona.

Existen infinidades de opciones respecto a lubricantes sexuales, pero los que siempre se deben evitar para la práctica del sexo anal son aquellos que están hechos a base de silicona. Tal como explica la sexóloga y psicoterapeuta, Vanessa Marín, citada por el portal Salud180, los lubricantes de silicona pueden llegar a ser todo un tormento, puesto que no son tan fáciles de eliminar. Así que mejor apuesta por los sabores y la textura pero no por la silicona.

3_ Convierte los ejercicios en tus mejores amigos.

El sexo anal es una de las prácticas sexuales más placenteras. Sin embargo, practicarlo con frecuencia debe ir seguido de mucho cuidado, debido a que, según expertos, la penetración constante puede ocasionar debilitamiento del esfínter, lo cual, a su vez, aumenta el riesgo de incontinencia estomacal. Pero tranquilos. La mejor forma de evitar esta incomodidad es ejercitando el ano. Para ello tan solo media hora de ejercicios de Kegel al día es lo ideal.

FUENTE: www.muyinteresante.es / www.mundodiario.com

 

Hasta ahora, el estudio sobre los efectos de la marihuana en la satisfacción sexual había arrojado resultados mixtos.

La relación entre el consumo de marihuana y la actividad sexual aún no está clara, pero un gran estudio dirigido por el investigador Michael Eisenberg, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford en California (EE. UU.) sugiere con contundencia que el consumo regular de cannabis puede aumentar el deseo sexual. Los hallazgos han sido publicados en la revista The Journal of Sexual Medicine.

«El uso de marihuana es muy común, pero su uso a gran escala y su asociación con la frecuencia sexual no se ha estudiado mucho de una manera científica», comenta Eisenberg.

En investigaciones anteriores, los experimentos con ratas descubrieron que el compuesto activo de la marihuana genera fluctuaciones en el deseo sexual. Sin embargo, estudios más recientes sugieren que los endocannabinoides aumentan la excitación sexual en las mujeres, y que la droga mejora la experiencia sexual tanto para hombres como para mujeres.

Con el fin de obtener una mejor comprensión del impacto de la marihuana en la función sexual, los expertos examinaron los datos de la Encuesta Nacional de Crecimiento Familiar, una investigación a gran escala llevada a cabo por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) sobre fertilidad, maternidad, vida familiar, matrimonio, divorcio y hombres y la salud de la mujer.

Estudiando el uso de marihuana y la frecuencia sexual

La encuesta incluía preguntas sobre la frecuencia de las relaciones sexuales y el uso de marihuana. Más específicamente, 28.176 mujeres heterosexuales y 22.943 hombres heterosexuales fueron interrogados acerca de cuántas veces habían tenido relaciones sexuales en las últimas 4 semanas, así como con qué frecuencia habían consumido marihuana en los últimos 12 meses.

Los participantes tenían entre 25 y 45 años, las mujeres 29,9 años de media y los hombres con 29,5 años de edad, en promedio. Los investigadores incluyeron datos que se habían recopilado desde 2002 y ajustaron los posibles factores de confusión como el consumo de otras drogas como la cocaína o el alcohol.

En general, el 24.5% de los hombres y el 14.5% de las mujeres afirmaron haber consumido marihuana en los últimos 12 meses. Los expertos notaron una asociación entre la frecuencia con que las personas fumaban marihuana y la frecuencia con la que tenían relaciones sexuales. Más específicamente, las personas que consumían marihuana tenían un 20% más de sexo que las que no lo usaban, y esto se aplicaba a ambos sexos.

Las mujeres que se abstuvieron de consumir marihuana en el último año informaron haber tenido relaciones sexuales seis veces, de media, en las últimas 4 semanas, mientras que para las usuarias de marihuana, este número fue de 7,1 veces.

Los hombres que se abstuvieron de consumir marihuana tuvieron relaciones sexuales 5,6 veces en las últimas 4 semanas, mientras que los hombres que consumieron la droga diariamente tuvieron relaciones íntimas una media de 6,9 veces en este tiempo.

«La tendencia general que vimos se aplicó a personas de ambos sexos y todas las razas, edades, niveles de educación, grupos de ingresos y religiones, todos los estados de salud, ya sea que estuvieran casados o solteros y tuvieran o no hijos», explica Eisenberg.

A pesar de estas fuertes asociaciones, los autores advierten que este estudio no prueba la causalidad. «No dice que si fumas más marihuana, tendrás más relaciones sexuales», señala.

Sin embargo, el mensaje general de esta investigación es claro: «El uso frecuente de marihuana no parece afectar la motivación o el rendimiento sexual. En todo caso, se asocia con una mayor frecuencia del coito», concluye Eisenberg.

FUENTE: www.muyinteresante.es