ME QUIERO, NO ME QUIERO…
Deshoja la margarita y párate un momento a pensar en las siguientes cuestiones: ¿qué te gusta de ti?, ¿qué no te gusta?, ¿cuál es tu mayor virtud?, ¿y la peor?, ¿cómo te comportas?, ¿qué valoras de tí mism@?, ¿qué opinan los demás de tí?, ¿qué valoran de tu persona?, ¿qué cambiarías de ti, y qué no cambiarías nunca?…
Es muy importante pensar sobre tus capacidades y limitaciones, aunque es verdad que tener una imagen clara de nosotr@s mism@s es bastante complicado. Por un lado está lo que opinas y valoras en tí, y por otro, lo que opinan y valoran l@s demás. Analizando todo ésto te acercarás a una imagen lo más objetiva posible.
Aunque a veces es difícil creer que eres alguien valios@, te lo tienes que exigir. Lo primero, respetarte a tí mism@ y no permitir que te hagan daño, aunque ello suponga tener que romper una relación.
Siempre puedes aprender de la relación que tienes con l@s demás, e incluso tener personas como referentes, pero no pensar que son superiores a ti.
Es imposible controlarlo todo, y es normal tener algunas veces sentimientos de rabia, agobio, miedo, porque las cosas no siempre son tan claras, incluso para l@s adult@s.
Si quieres mejorar puedes empezar por no exigirte ser perfect@, autoevaluarte y aceptarte, intentando cambiar lo que no te guste, siempre que ésto sea posible. Lo más importante es comprender que somos dueñ@s de nuestras vidas y también que necesitamos de l@s demás.
Si mirándote al espejo, logras arrancarte una sonrisa, sigue así que el día promete.