Fuente: www.centromujer.es
Las fantasías sexuales son algo muy particular. Cada cual sabe las razones de por qué tiene unas u otras. O quizás, esas han aparecido en nuestra cabeza sin más motivo que el de pensar que deberían darnos placer, ya que no recordamos de dónde surgió la idea. Pero aunque cada mujer tenga las suyas, la verdad es que hay muchas de ellas que se repiten, y que precisamente por ello nos permiten hacer cosas como las de hoy, un artículo en el que intentamos entender cuáles son aquellas fantasías más comunes, con las que la mayoría de nosotras tenemos grandes sensaciones y que nos gustaría poner en práctica.Es cierto que muchas de estas fantasías, que en alguna ocasión se nos han pasado por nuestra cabeza, se quedan en muchos casos solo en eso, en una fantasía de nuestra imaginación. Por miedo, por el qué dirán, o simplemente porque no está bien visto del todo o no se podría explicar socialmente, se dejan pasar las oportunidades de poder vivirlo. En otros casos, las mujeres y los hombres se dejan llevar y acaban llevando a cabo algunas de esas ideas locas. A veces para sorprenderse para bien, por el placentero sexo que le provocan; a veces para mal, porque en su imaginación las expectativas eran demasiado altas frente a la realidad.
Tanto ellos como nosotras soñamos con mantener relaciones con otra persona que no sea nuestra pareja habitual. En muchos casos se trata de fantasías irrealizables porque tienen que ver con un famoso, o con una persona inalcanzable en nuestro círculo. Pero en la mayoría, esas fantasías de tener una aventura, se relacionan con alguien de nuestro entorno. Puede ser nuestro jefe, nuestro compañero, el chico que trabaja en la tienda de la esquina….
La diferencia entre hombres y mujeres viene sin embargo en cuanto a otras fantasías. Si bien la primera se menciona en ambos sexos, la de tener relaciones con una persona del mismo sexo es algo que para muchas mujeres sería excitante. No por ello tienen dudas sobre su orientación sexual. Simplemente, les gustaría probar y sentir lo que puede ser compartir la cama durante unas horas con otra mujer. Ellos esta fantasía no la tendrían, aunque sí la de mirar la escena que hemos descrito anteriormente. Aunque si hablamos de que ya no importa el refrán de tres son multitud, es a los hombres a quién más les gustaría tener relaciones con más de una persona a la vez. Para ellos los tríos y las orgías son una de las fantasías más recurrentes.
Categoría: noticias
Fuente: www.abc.esLos efectos del uso crónico de marihuana en el cerebro pueden depender de la edad de inicio del consumo y de la duración de su uso, de acuerdo con los investigadores del Centro para BrainHealth de la Universidad de Texas (EE.UU.).
En un artículo publicado «The Proceedings of the National Academy of Sciences» (PNAS, los investigadores por vez primera describen exhaustivamente las anomalías a largo plazo que se producen en la función cerebral y en la estructura de los consumidores de marihuana mediante el empleo de técnicas de resonancia magnética múltiple (RM). Los resultados muestran que los usuarios crónicos de marihuana no solo tienen un menor volumen cerebral en la corteza orbitofrontal (OFC, una parte del cerebro asociada con la adicción, sino también en el aumento de la conectividad cerebral.
Aunque en los últimos años hemos observado un incremento en el consumo de marihuana, apunta Francesca Filbey, del Centro de BrainHealth, «la investigación sobre sus efectos a largo plazo sigue siendo escasa».
Consumidores crónicos
Los investigadores han analizado los datos de 48 usuarios de marihuana y de 62 adultos no consumidores, del mismo sexo y edad. Los autores también controlaron el consumo de tabaco y alcohol de los participantes. Los primeros consumieron marihuana tres veces al día. Las pruebas cognitivas mostraron que los usuarios crónicos de marihuana tenían un menor cociente intelectual en comparación con los controles emparejados por sexo y edad, pero las diferencias no parecían estar relacionadas con las anomalías en el cerebro ni parecía haber ninguna correlación directa entre los déficit de cociente intelectual y una meno volumen de la OFC.
Para Sina Aslan, lo que es único en este trabajo es que combina tres técnicas de resonancia magnética diferentes para evaluar las diferentes características del cerebro. «Los resultados sugieren incrementos en la conectividad, tanto estructurales como funcionales, que se pueden compensar las pérdidas de materia gris. Con el tiempo, sin embargo, la conectividad estructural o ‘cableado del cerebro’ comienza a degradarse con el uso prolongado de la marihuana», explica.
Las resultados, añade por su parte Filbey, revelan que un inicio más temprano en el consumo de la marihuana induce a una mayor conectividad estructural y funcional. «Los datos -comenta- muestran que la gravedad de la utilización está directamente correlacionada con una mayor conectividad».
Segín Filbey, los estudios existentes hasta la fecha los efectos a largo plazo de la marihuana en las estructuras cerebrales no han sido econcluyentesm debido a las limitaciones en las metodologías. «Y aunque nuestro estudio no concluye asi alguno o todos los cambios en el cerebro son una consecuencia directa del consumo de marihuana, los efectos sugieren que dichos cambios están relacionados con la edad de inicio y la duración del consumo de marihuana».
Mayor vulnerabilidad
El estudio sugiere que la materia gris en la OFC puede ser más vulnerable que la materia blanca a los efectos de delta-9-tetrahidrocannabinol (THC, el principal ingrediente psicoactivo en la planta de cannabis. Según los autores, el estudio proporciona evidencia de que el uso crónico de marihuana inicia un proceso complejo que permite a las neuronas adaptarse y compensar el volumen de materia gris más pequeña, pero se necesitan más estudios para determinar si estos cambios revierten a la normalidad con un uso de marihuana discontinuado, ya que efectos similares están presentes en los consumidores ocasionales de marihuana como en los consumidores crónicos, y si dichos efectos son de hecho el resultado directo del consumo de marihuana o de un factor predisponente.
Fuente: www.actualidad.rt.com
El mercado de drogas legales está creciendo. Según datos de la Agencia Europea de Medicamentos, el número de sustancias estupefacientes se cifra en 280. El colaborador del portal The Fix, Tony O’Neill, ha hablado con Jeff Lapoint, doctor en toxicología de la organización no lucrativa Kaiser Permanente de San Diego para saber toda la verdad sobre las 10 drogas que generan más malentendidos.
1. Cannabinoides sintéticos (Spice, K-2, etc.)
«El hombre ha fumado marihuana durante 4.000 años, lo que supone una prueba en humanos en comparación con los 5 años de uso de cannabinoides sintéticos. No tenemos ni idea sobre los efectos a largo plazo y esto nos asusta», comenta Lapoint. El experto subraya que los cannabinoides sintéticos no son marihuana sintética, ya que estas substancias químicas son variantes del THC, elemento activo de marihuana, que son modificadas de tal manera que ya no se parecen al THC en su estructura.

2. 2M2B
El 2M2B (2-metilo-2-butanolo) se utiliza en primer lugar como medicamento o solvente de pigmentos, pero se vende en establecimientos de drogas legales en dosis de 5 o 10 ml. La droga produce un efecto parecido al alcohol, pero se ha hecho popular porque no causa resaca. «Sin embargo, podría ser miles de veces más potente que el etanol y causar depresión respiratoria», advierte Lapoint.
3. Bromo Dragonfly
Esta substancia potente fue originalmente combinada por el equipo de Dave Nichols para estudiar los receptores de serotonina en el cerebro. Lapoint describe la sustancia como «aterradora», ya que la droga puede constreñir los vasos sanguíneos y complicar el flujo sanguíneo, mientras que los efectos psicodélicos pueden ser muy fuertes. «El sonido de tambores se convirtió en voces de niños y olas del mar, el mundo era un mosaico, los árboles se dividieron en fractales y las paredes desaparecieron», cuenta una de las descripciones del efecto del Bromo Dragonfly.
4. O-Desmetiltramadol
Esta sustancia es un metabolito activo del tramadol, un analgésico vendido con receta médica. «El tramadol afecta a los mismos receptores que los analgésicos narcóticos, pero además impacta en el neurotransmisor de serotonina, como varios antidepresivos. Según distintas descripciones, el tramadol causa disforia, un molestia mental y emocional», explica Lapoint.
5. 2C-P
El 2C-P es un psicodélico sintético relacionado con el 2C-B, que era popular en EE.UU. antes de su prohibición en 2001. La droga produce alucinaciones visuales que pueden durar hasta 16 horas. Lapoint recuerda que diez jóvenes fueron hospitalizados y uno murió tras consumir 2C-P en el estado de Minessota.
6. Mefedrona
Esta droga tiene una estructura similar a la metamfetamina, pero fue alterada para evitar su prohibición. La mefedrona proviene de la planta qat que crece en África Oriental. La droga produce efectos estimulantes y alucinógenos simultáneos, lo que, según advierte Lapoint, es una combinación peligrosa. «La reacción puede ser violenta o paranoide», comenta el experto.
7. 6-APB (Benzo Fury)
El Benzo Fury se hizo popular en el Reino Unido en 2010. Varios usuarios lo describen como «una mezcla de MDMA y cocaína». El doctor Lapoint dice que no se consume mucho en EE.UU y cita como efectos negativos conocidos «la hipotermia y ataques».
8. Salvia
En 2010 aparecieron varios videos en YouTube que mostraban la reacción de varios jóvenes al consumo de salvia, planta relacionada con la menta. La sustancia, consumida originalmente por chamanes, es legal en la mayoría de los estados de EE.UU. La salvia causa efectos de corta duración, siendo su mayor peligro la alteración de la percepción, la desorientación y la confusión. Sin embargo, el efecto es diferente al de los alucinógenos sintéticos como el LSD. Varios animales pasaron la prueba de la salvia en laboratorios sin que su salud se viera resentida. Lapoint afirma que los efectos de corta duración de la salvia la hace menos peligrosa que otras drogas de esta lista.
9. Metoxetamina
Esta sustancia es un análogo químico de la ketamina y el PCP. La metaxetamina se hizo popular en Europa en 2010. Varios usuarios cuentan que la droga desencadena el deseo compulsivo de consumir más dosis. «De repente sentí dolores en el estómago con diarrea y vómito con sangre. Creí que aquella noche podría ser la última», cuenta un usuario. El doctor Lapoint señala que el abuso de la metoxetamina demuestra la vulnerabilidad de las leyes. «Es un juego de los que producen las sustancias y los que las prohíben. Altera la fórmula y tendrás una droga nueva con usuarios que no tiene ni idea de su reacción ni de los efectos a largo plazo», advierte el experto.
10. Kratom
La planta de kratom (Mitragyna speciosa) ha sido utilizada como estimulante y analgésico y es legal en muchos países, incluido EE.UU. Campesinos tailandeses la han masticado durante varios siglos y últimamente se ha hecho popular en varios sitios web. Varios usuarios constatan efectos similares a los de bajas dosis de opiáceos sin el riesgo de adicción. Lapoint sostiene que el kratom ofrece perspectivas de uso médico. En teoría, según el experto, esta planta puede servir de base para un analgésico con todas las características positivas de la codeína, pero sin riesgo de sobredosis. El consumo por vía oral de kratom causa euforia suave con un efecto estimulante parecido al del café. Sin embargo, las características positivas del kratom no han frenado los esfuerzos de las autoridades a la hora de compararlo con drogas más peligrosas. «El hecho de que sea una hoja tradicionalmente masticada por pueblos indígenas dificulta su percepción por la comunidad médica», concluye Lapoint.
Fuente: www.abc.esLa creencia popular suele afirmar que las relaciones sexuales deben ser lo más extensas posibles. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Pensilvania ha terminado con esta leyenda urbana al determinar que debe durar unos 13 minutos para ser idónea. Al menos, así lo afirman varios medios como «LaRepública.pe» o «La Capital».
Concretamente, los investigadores han llegado a la conclusión de que la relación sexual perfecta no debe extenderse más en el tiempo debido a que, tras pasar los 13 minutos de duración, el cuerpo empieza a sufrir agotamiento, molestias e irritaciones (algo que se suele traducir en malas experiencias).
A su vez, el estudio señala que, a nivel psicológico, no es adecuado superar este tiempo en una relación sexual. «Puede ser psicológicamente perjudicial tratar de llegar a una meta que no es razonable. Las relaciones consisten en mantener una intimidad con alguien y no en intentar establecer un récord de duración», destaca en el estudio Eric Corty, psicóloga que participó en el estudio.
Finalmente, los investigadores señalan en el estudio que, contrariamente a lo que se suele decir, una relación sexual corta es la que dura de 1 a 2 minutos; la adecuada o aceptable es la que va de 3 a 7; la deseable es de 7 a 13 minutos y, finalmente, la demasiado larga es la que se extiende de los 14 a los 30.
Fuente: www.abc.esQuienes deciden dejar de fumar conocen de antemano, y como mínimo, dos efectos colaterales que sufrirán inmediatamente, a los que se ha dado gran publicidad: el «malhumor» y el aumento de peso. Sin embargo, ni todos fumadores que dejan el tabaco lo viven —o lo sufren— igual, ni tienen por qué pasar por las mismas etapas, cuenta Carlos Jiménez, director del programa de investigación en tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología (SEPAR). Eso sí, existe un modelo aproximativo. La «evolución clásica» por la que pasan los fumadores cuando dejan el tabaco puede dividirse en tres etapas que explica Jiménez a ABC.
Los primeros tres meses
Sin duda, los tres primeros meses son los peores y por ello, son en los que más recaídas se producen. «Los síntomas del síndrome de abstinencia son muy intensos y muy numerosos durante las primeras ocho semanas, pero a partir de entonces disminuyen en número e intensidad hasta la duodécima semana, cuando desaparecen la mayoría de los síntomas físicos», cuenta Jiménez.
—Tras 24-48 horas del último cigarrillo: aparece la irritabilidad y la ansiedad: «Suele durar seis semanas, pero desde entonces disminuye claramente y en la octava casi ya no hay», cuenta Jiménez. Pero no todo es malo. A los 20 minutos del último cigarrillo, la tensión arterial baja hasta valores normales y la frecuencia cardiaca se normaliza. Pasadas las ocho horas, los niveles de monóxido de carbono y oxígeno en sangre también se normalizan y pasadas las 48 horas, comienza a notarse la diferencia en los sentidos del gusto y el olfato que irá en incremento durante las siguiente tres semanas.
—Hasta la sexta semana. Aquí se produce uno de los síntomas más importantes: el «craving» o el deseo irrefrenable de fumar. Se experimenta durante las seis o siete primeras semanas. Sin embargo, en esta etapa también se nota una clara mejora en la capacidad pulmonar. Además, la piel recupera la elasticidad y brillo natural que había perdido a causa del tabaco, se vuelve a hidratar y desaparecen las arrugas prematuras.
—Desde la sexta semana hasta la duodécima. «El desánimo o la tristeza se presenta en un 25-30 por ciento de quienes dejan el tabaco» dice Jiménez. Suele aparecer entre la sexta u octava semana y dura hasta la duodécima, según el experto, debido a que la nicotina ya no actúa sobre el centro de recompensa cerebral. Así, puede provocar «labilidad emocional» —llantos, risas inapropiadas o, en general, respuestas emocionales desproporcionadas como reacción a la afectación física y que no implican ningún problema psiquiátrico—.
—Durante estos tres meses: una de las consecuencias más conocidas es el aumento de peso que se da, sobre todo, en este primer trimestre. «Por eso es muy importante la práctica de ejercicio físico, que sea especialmente intenso durante los tres primeros meses», dice Jiménez. Pero también, para cuando termina esta fase, ya se ha recuperado por completo el gusto y el olfato, ha disminuido la tos, ha mejorado notablemente la capacidad física, casándose bastante menos al realizar ejercicio así como la capacidad respiratoria —ya que los cilios de los pulmones se han regenerado—.
De los tres a los seis meses
En esta segunda etapa disminuye drásticamente la sintomatología del síndrome de abstinencia y el fumador se acostumbra a vivir sin fumar. «La imagen que tenía de sí mismo cambia de verse como una persona con un cigarro en la mano, a otra que no fuma», cuenta Jiménez.
En esta etapa, la ganancia de peso ya no es tan grande aunque no será hasta después del sexto mes cuando se empiece a normalizar. Por ello los expertos recomiendan seguir con la actividad física. También mejora la fertilidad a partir del tercer mes, tanto en hombres como en mujeres.
De los seis a los doce meses
Se llama la etapa de «mantenimiento». En esta fase disminuye de forma importante el riesgo de padecer angina de pecho o un infarto de miocardio, muy frecuentes entre los fumadores, cuenta el experto. Además, a partir del sexto mes sin consumir tabaco ya se puede hablar de «exfumadores». Sus probabilidades de recaída serán muy bajas.
Fuente: www.mujerhoy.com
Orgasmo, clímax, plenitud, convulsión, espasmo, exaltación, culminación… Experimentar esos segundos de placer tan buscados (y en ocasiones, venerados) tiene su técnica. Es cierto que a la hora de conseguir llegar al orgasmo influyen factores como el estrés, la autoestima, el cansancio o el estado psicológico; sin embargo los expertos aseguran que existen recursos que pueden ayudarnos. Así, la psicóloga especializada en sexología de Psytel, Silvia Sanz García, resume así las seis claves para acelerar el orgasmo femenino.
1.- Practica en solitario. «Antes de nada, conoce tu propio cuerpo, examina tus genitales, aprende a tocarte y a saber cómo llegar al orgasmo en solitario. Es un paso importante para poder llegar al clímax con tu pareja con mas facilidad. Conocerás cómo parar y alargar el momento del orgasmo, si lo practicas antes en solitario», recomienda.
2.- Alterna las posturas. «Puedes ir probando varias posturas hasta encontrar una con la que mas disfrutes. Prueba a colocarte encima de él, a horcajadas, de modo que al mismo tiempo que hay penetración, el clítoris esté en contacto con su pubis, y así puedas experimentar ambas estimulaciones», aconseja.
3.- Varía los movimientos y el ritmo. «Prueba a moverte en círculos, de arriba a abajo, hacia los lados, cambiando la velocidad y la presión que ejerces. Encuentra en cada uno de los distintos movimientos el que más placer te proporcione», propone.
4.- Fantasea. «Imagina que es la primera vez que estáis juntos. Imagina que alguien os está observando o que estáis en otro lugar, … Todo lo que te pueda ayudar a acelerar tu excitación puede resultarte útil para acelerar el orgasmo. No hay nada de malo en fantasear, no por imaginarlo significa que sea algo que te gustaría hacer», argumenta Sanz.
5.- Pide lo que necesitas. «Es una herramienta fabulosa, pídele a tu pareja sexual todo lo que te gusta y quieres. Puedes decirle que te hable al oído, indicarle cómo te gusta que te toque o que te bese y cómo te gusta besar a ti… Todo lo que se te ocurra. Con esto le ayudas a él y te ayudas a ti misma… Además, así alcanzareis el orgasmo juntos mucho mejor», explica la sexóloga de Psytel.
6.- El sexo está en tu cabeza. «Disfruta del momento, céntrate en lo que estas sintiendo en cada momento, sin pensar en lo que él está pensando o mirando. Sé egoísta, nadie es capaz de darte lo que tú no eres capaz de darte a ti misma. Cuanto más disfrutes tú, mas disfrutará él», asegura Silvia Sanz.
El problema de encontrar un sustituto al preservativo es que pocos métodos anticonceptivos nos pueden dar la seguridad de éste. De hecho, algunos de ellos obligan a no tener relaciones sexuales por el riesgo que se cometería en cuanto a enfermedades. Y si bien existe el llamado preservativo femenino, y muchas más opciones que evitan el embarazo, lo más fácil para combatir las posibles enfermedades por contagio sexual y al mismo tiempo la concepción es el condón. Pero ¿qué pasa con las personas que son alérgicas al látex? ¿Cómo pueden solucionar el dilema de que prácticamente todas las grandes marcas eligen este material?
La alergia al látex
La alergia al látex puede manifestarse de muchos modos, y puede llevar a confusiones en su diagnóstico ya que los síntomas no son siempre tan claros como para descartar todo lo demás. Pero cuando sufrimos molestias por tener relaciones con preservativo, y éstas aparecen siempre que hay un condón de por medio, está claro que la solución es evitar el uso de éste. O al menos de los que estén fabricados en este material.
Como hemos dicho anteriormente, en la mayor parte de los casos, las marcas eligen el látex para este tipo de producciones. Así que, no es habitual encontrarse en las cajas en letras bien visibles el material del que están fabricados. La solución pasa por buscar alguna caja en la que se indique por el simple hecho de que se usa otro material. El más común es el poliuretano. Así que la próxima vez que compres condones, si sospechas que las molestias en las relaciones sexuales se producen precisamente por el preservativo con látex, busca ese nombre en la confección. Si pruebas y no hay molestias, habrás dado con la clave. Si siguen apareciendo, lo mejor es acudir a un especialista, ya que puede que haya algo que debas curar de algún modo.
En todo caso, la alternativa al látex en forma de poliuretano, precisamente por ser un material diferente, se comporta de manera distinta. Aunque es más delgado y por ello puede hacer que las relaciones sean más placenteras al apenas notar el preservativo, es también menos flexible, y por lo tanto, se corren más riesgos de rotura, así que se debe prestar suma atención al uso de éste, así como colocarlo con mayor cuidado. Pero alternativas a los condones de látex las hay, aunque sean menos conocidas. ¿Ya lo habías probado?

Los primeros escrutarán las denominaciones presentes en la carta, juzgarán si es demasiado corta o demasiado larga, jugarán a buscar sus preferidos y apurarán el tiempo hasta ese momento en que la lectura comienza a convertirse en descortesía ante el resto de comensales. Los segundos seguirán haciéndose preguntas en la cabeza y apenas sabrán cómo abordar al sumiller, si es que lo hay; y al final decidirán por el precio o por alguna referencia que les suene. Lo que, por estos lares, se traduce en uno de esos omnipresentes crianzas de rioja que, a fin de cuentas, suelen ser una buena elección si se tiene en cuenta la relación calidad/precio.
Este artículo y estos diez consejos son, lógicamente, para estos segundos.
1. Lo primero. ¿Quién se encarga de pedir?
Lo lógico es que elija el vino quien vaya a asumir la cuenta, porque sería de muy mala educación seleccionar un vino de precio elevado cuando uno sabe que la factura la pagará otro. En las comidas a escote, tan típicas entre amigos, quien seleccione el vino tendrá que tener en cuenta cuántos comensales van a beber (y por tanto cuántas botellas van a ser necesarias) y cuántos euros están dispuestos a que suba el menú por la bebida. También puede darse el caso de que el invitante decline ejercer su responsabilidad y la derive a otro comensal, en cuyo caso conviene hacerle al menos alguna pregunta sencilla de referencia (¿tinto, no? ¿prefieres con mucha o poca crianza?…) para intentar aproximarte a lo que él hubiera seleccionado.
2. ¿Arriesgarse o jugar sobre seguro?
Aquí entra en juego el carácter de cada cual. En medio de las arenas movedizas habrá quien prefiera agarrarse a lo conocido y a quien no le importe dar un poco de emoción al momento. Para los primeros, es raro fallar con un rioja de calidad media. Son quizá los vinos más fiables y correctos del panorama nacional en un segmento de precio contenido. Para los segundos, también es divertido acudir a zonas emergentes como Bierzo, Toro, Somontano o Ribeira Sacra, donde se están haciendo unos vinos magníficos con uvas menos conocidas como la mencía o la garnacha.
3. Mejor producto nacional
Derivado de lo anterior, salvo que uno tenga conocimientos en vinos franceses, italianos, americanos o neozelandeses, lo mejor es pedir producto nacional. Los vinos de importación tendrán en la mayoría de los casos un margen mayor derivado de su transporte transfronterizo, de manera que a mismo precio en la carta, el español será siempre de teórica mayor calidad.
4. Dedícale el tiempo necesario
Si hay sumiller en el restaurante o si el jefe de sala es un conocedor, lo mejor es dejarse aconsejar. No está de más darle discreta o abiertamente una pista acerca del precio en el que debe moverse la botella o la zona vinícola que se prefiere, porque tampoco consiste en comulgar con ruedas de molino. Si el sumiller es competente, hará alguna pregunta para saber por dónde van los tiros y tratará de satisfaceros. Si lo que ofrece no apetece, hay que decir abiertamente que lo intente con otra referencia.
6. Sé humilde y sincero. No vayas de listo
En el trato con el sumiller siempre es más productivo ser sincero y humilde que pretender parecer lo que uno no es. Evita pedanterías y hablar con él de taninos, paso por boca u aromas secundarios y haz preguntas útiles, como las variedades de uva utilizadas, el tamaño de la bodega, el tiempo de crianza… y cómo afecta todo eso al color y sabor del vino. En España, por cierto, no se lleva hablar de la calificación de las añadas, así que no tengas la tentación de sacar la tarjetita para saber si 2009 en Rioja fue buena, muy buena o excelente (ese año fue ‘Muy Buena’, por cierto).
7. Las más caras están de adorno
Sí, esas referencias a partir de los 300 euros, hasta los 700 por ejemplo de L’Ermita, uno de los grandes de Álvaro Palacios, están muchas veces simplemente para dar caché a la carta, no con la esperanza de vender ninguna botella. No les preste el menor caso.
8. Calcula el margen que aplican a cada botella
No te valdrá de nada, salvo para saber si se trata de un margen aceptable o te están timando en demasía, lo cual será motivo para abandonar inmediatamente el local. No es inhabitual que el vino duplique su precio en el restaurante respecto a la tienda y una botella de Chardonnay de Enate de 8 euros pase a costar 16. Hay que tener en cuenta que el vino se ha de conservar, servir y acompañar de un menaje acorde, que hay intermediarios y que todo ello se incluye de forma proporcional en el precio de la botella. Un buen truco es tener un vino de referencia cuyo precio sea bien conocido y que sea habitual en las cartas de los restaurantes que uno frecuenta, como un crianza concreto de Rioja o un Priorat habitual, como el Les Terrases del citado Álvaro Palacios, que no falla en los locales de gama media/alta. A 25 euros la botella en tienda, el abanico de precios puede llegar a oscilar entre los 40 y los 60 de un restaurante de alta gama.
9. Llévate lo que sobra
Es una costumbre poco común en España, pero que se debe potenciar tanto por parte del cliente como del restaurador. Saber que uno va a poder llevarse a casa la media botella que se queda en la mesa una vez terminada la cena hará que el cliente no tenga tanto reparo en solicitar una botella adicional si el vino ya escasea en el plato fuerte; y el profesional también ha de saber que el cliente estará dispuesto a subir su listón de precios y elegir algo más caro si sabe que no acabará por el fregadero.
10. Y, por último, el vino que nunca debes pedir
Existe una curiosa teoría que ha popularizado el economista catalán Xavier Sala i Martin. A su juicio, nunca, nunca, nunca se ha pedir el segundo vino más barato de la carta. ¿Por qué? Porque el restaurador sabe que, para no quedar como unos tacaños, los comensales con poco conocimiento de vino no elegirán el más barato, sino el segundo más barato. En consonancia, según Sala i Martin, lo que hará este profesional sin escrúpulos es cargar un margen mayor al vino barato para convertirlo así en el segundo más barato y ganar más dinero en cada botella. Un plan despiadado, ¿eh?
Fuente: www.deia.comSON felices los jóvenes? Si atendiéramos a los medios de comunicación social, a lo que cuentan de los jóvenes y a los jóvenes que sacan para que cuenten sus desgracias, diríamos que no. Ser joven hoy sería una desgracia total. No se encuentra trabajo, el que se encuentra es temporal y mal pagado, muchos jóvenes tiene que irse de España rememorando la emigración de sus abuelos en los años 50 y 60 buscando trabajo.
He escrito sobre este tema muchas veces pero, para escribir estas líneas, he vuelto al dato actualizado en su fuente: la EPA del INE (La Encuesta de Población Activa del Instituto Nacional de Estadística). Consultada estos días pasados, la población juvenil española, de ambos sexos, en edades comprendidas entre los 16 y los 24 años, ambos comprendidos, el año 2013 era, redondeada, de 4.412.000 personas. El número de parados en esas edades era de 951.100, esto es, el 23,12%. Ese es el porcentaje de parados sobre el conjunto de jóvenes. Si excluimos los inactivos (normalmente en esa edad porque están estudiado, luego calculando los porcentajes sobre los activos llegamos al escalofriante porcentaje del 55,5% de jóvenes activos en paro en España (entre los 16 y los 24 años) el año 2013. Considerando el conjunto poblacional, algo menos de uno de cada cuatro jóvenes estaría en paro. Si nos limitamos (como debe hacerse) a los activos, estamos en más de la mitad de los jóvenes en paro.
En la Comunidad Autónoma del País Vasco y en Navarra las cosas están algo mejor pero no es para tirar cohetes. En la CAPV, sobre el total de jóvenes el porcentaje de parados es del 12,3%. Pero si lo calculamos sobre los activos la cifra sube al 43,9%. En Navarra están un poco peor: 16,3% es el porcentaje de parados sobre el conjunto juvenil y sube hasta el 48,1% si lo calculamos sobre los activos. Hay que tener en cuenta también, en la comparación con España, que tanto en la CAV como en Navarra los ocupados y los inactivos (generalmente estudiando) son más. En todo caso, estamos ante una realidad preocupante.
Un dato que no se pregona Pero hay otro dato muy importante y que, rara vez se pregona. En el trabajo Jóvenes y valores 2014 (que presentamos el 2 de septiembre pasado y que pueden consultar integra y gratuitamente en la web de la FAD) los jóvenes, cuando se les pregunta, se sienten felices. Felices consigo mismos, con sus amigos y con sus familias.
La pregunta es límpida. Dice así: “Dinos, por favor, en una escala de 1 a 10, en la que 1 es nada y 10 muchísimo, si estás satisfecho con la relación que tienes con tus padres, con tus amigos actuales y con tu vida en general”. Estas son las respuestas medias que dan los jóvenes: Con los padres, 8,44; mismo valor con los amigos y con su vida en general, 8,10. En todos los casos, notable alto.
El tamaño de la muestra de la investigación española no permite segmentar datos por comunidades autónomas. Luego nada puedo decir, a tenor de la encuesta de ámbito español, de los jóvenes vascos. Pero en Euskadi se realizan regularmente magníficos trabajos sobre la juventud vasca que no son suficientemente explotados y que, para el gran público, son desconocidos. Así el Gobierno vasco lleva publicados 17 Retratos de Juventud. El ultimo, este mismo año 2014 con trabajo de campo de 2013. Lo he consultado. Está en internet, íntegro, gratis y de fácil acceso. Pues bien, según ese estudio, el 90% de los jóvenes vascos en edades comprendidas entre los 15 y los 25 años de edad, se dicen “muy” o “bastante” felices. La comparación con el estudio español, siendo la pregunta algo diferente (y las edades consideradas algo diferentes también) no puede hacerse, con todo rigor, estadísticamente hablando. Pero la conclusión es obvia, evidente y cierta: la inmensa mayoría de los jóvenes vascos, como la inmensa mayoría de los jóvenes españoles, se dicen felices. De notable alto. Lo que no quiere decir que no tengan mil y una dificultades (la falta de trabajo la mayor). Ni que no haya jóvenes que lo pasan mal y no se sientan felices: “No muy felices”, el 9 % de los jóvenes vascos. “Nada felices”, el 1%. Jóvenes que requieren atención. Pero la gran mayoría se sienten felices… o quieren ser felices. No aceptan no ser felices.
Una reflexión juvenil Lean a continuación, por favor, como final y conclusión de este artículo un resumen de la reflexión de Hugo de Gentille, estudiante de un centro de emprendedores de Lyon (EMLyon).
Hugo participó con otros cien estudiantes, en edades comprendidas entre los 18 y los 28 años, seleccionados por un Círculo de Economía francés, en un encuentro para responder, en 15.000 caracteres máximo, a esta cuestión: “Inventar 2020: la palabra a los estudiantes”. Está en el suplemento de Le Monde (07/07/13). De Gentille comienza así: “En qué mundo quisiéramos vivir en 2020? Sin la menor duda, todos diríamos: en un mundo más comprensible, menos cerrado, más sonriente. Sí, más sonriente. Somos unánimes: el comandante del barco ha perdido la finalidad de nuestro viaje. ¿El crecimiento? No, en absoluto, sino el bienestar (le bonheur). ¿Quién manda en el barco? ¿Quién lleva las riendas? No tenemos ni idea (….) Pero no comprendemos la finalidad del trabajo que se nos propone (…)”.
“¿Buscar el crecimiento? Sí, y solamente sí si tiene un impacto positivo sobre nuestra calidad de vida. No queremos perder de vista lo que realmente nos hace más felices o, por el contrario, desgraciados (…) Pensamos que las actuales prioridades están mal jerarquizadas. Somos conscientes de haber alcanzado la cumbre de la pirámide de Maslow. Pero estamos cansados de dar vueltas sobre nosotros mismos en la cúspide de la pirámide. Estamos encerrados en ella, bloqueados. Al menor patinazo nos imaginamos caer rodando a trompicones todos los escalones al mismo tiempo: empleo, dinero, coche, domicilio, hasta la familia a veces. La exclusión acecha. En consecuencia, nos sentimos condenados a vivir a toda velocidad contra nuestro deseo. Sentimos el viento del cañonazo y comprendemos que, en nuestra sociedad, no hay medias medidas y que hay que correr con todas nuestras fuerzas.
Estamos desconcertados cuando nos encontramos con jóvenes sonrientes, que provienen de países en desarrollo, como nunca nosotros hemos sonreído en nuestra vida. Aún a riesgo de parecer primarios, nosotros queremos sonreír. Nosotros ¡queremos ser felices! ¡Queremos una economía del bienestar y no solamente una economía del crecimiento! Queremos un modelo duradero para sentirnos en seguridad. Desde nuestro punto de vista todo esto es irracional: el trabajo para el crecimiento, el crecimiento al infinito, la competitividad con los ojos cerrados. ¡No! ¡Crecimiento y bienestar, definitivamente, no son sinónimos! Soñamos con escapar de todo esto pues nos sentimos todo menos libres. En Bangladesh, en Gabón, no encontraremos el confort al que estamos habituados, pero trabajar en una ONG y ver sus sonrisas reconforta tanto nuestro corazón que abandonamos voluntariamente todos nuestros bienes materiales”.
¿Se anima alguien en Euskadi a organizar, con jóvenes vascos, un encuentro como el de Lyon?
Fuente: www.abc.esDolor de cabeza, náuseas y fatigas son algunos de los síntomas que provoca en el organismo el consumo excesivo de alcohol, es decir, la resaca. El orígen de esta desagradable sensación del día después de la ingesta, se encuentra en los congéneres, una sustancia que se genera durante el proceso de obtención del alcohol y que, según qué bebidas se tomen, están presentes en una distinta proporción en cada una. Los congéneres varían según los azúcares fermentados (mosto, remolacha azucarera, restos agrícolas, caña de azúcar, cereales, etc.) y según también la actividad biológica de las levaduras. La regla general: cuanto más oscuras, peores resacas.
Así, ordenadas de mayor a menor resacosas -o por sus congéneres-, quedarían, en primer lugar el coñac (brandy, y en segundo el vino tinto. El podio lo cierra el ron. Por detrás estarían el whisky, el vino blanco y la ginebra. El último puesto de esta clasificación, lo ocupa, a pesar de pueda parecer lo contrario, el vodka. Sin embargo, hay un 23% de la población que es inmune a las resacas, o que, no las sufren con la misma intensidad que el resto. Así lo demuestra un estudio realizado por la Boston University School of Public Health. Por otra parte, la resaca es un fenómeno que sufren más las mujeres que los hombres. Esto se debe a que su cuerpo contiene un distinto nivel de agua. Al tener las mujeres menos grasa corporal y menos musculatura, al mismo nivel de consumo, ellas se deshidratarían antes. Es la misma razón por la que las mujeres suelen tener un mayor índice también de alcohol en sangre, pues tienen menos agua en la que diluir el alcohol.