Fuente: www.elperiodico.com

El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) es tan destructivo como imperceptible para quien acaba de sufrir la infección. De ahí que sea muy difícil iniciar un tratamiento antirretroviral con la rapidez que lo recibió la niña de Misisipi, de la que se ha anunciado su "curación funcional". Y solo de esa forma, explican los médicos, se podría imitar el resultado de la pequeña.
La realidad es que la inmensa mayoría de personas que reciben el VIH, casi siempre en una relación sexual sin protección, siguen su vida sin percibir ningún malestar, ni erupciones, ni cansancio ¿-señales que emiten otros virus¿- hasta que uno, dos o hasta tres años después de aquel encuentro son informados de que conviven con el VIH. Por ejemplo, en un análisis sanguíneo previo a una intervención quirúrgica. También pueden ocurrir que soliciten el test del sida a sugerencia de su médico, al no hallar explicación para la recurrencia con que sufren infecciones respiratorias graves. 

 

Fuente: www.abc.es
Celos. A nadie le gusta hablar de ellos, bien por la vergüenza de reconocer que uno mismo los siente, o por la presión que se padece cuando se vive bajo el mismo techo que un celoso.
Los expertos en relaciones de pareja advierten que los celos son un sentimiento humano, natural, como la tristeza, la preocupación… Siempre se han relacionado con el amor por tradición y han sido ensalzados por la labor de los poetas a lo largo de los siglos.
Los padecemos todos los seres humanos y, según la psicoanalista Susana Lorente, «no es perjudicial que las parejas tengan una "escena" de celos cada tres meses, pero suave, en el sentido en que uno de los dos sienta, de este modo, que le importa al otro». Para esta psicoanalista, unos celos normales, sanos, son aquellos que surgen, por ejemplo, cuando una chica se arregla mucho y su marido le dice «que guapa te has puesto, ¿dónde vas?», pero sin ningún tipo de malicia, ni más preguntas, ni consecuencias posteriores.
Es natural que se puedan producir algo de celos ante algún acontecimieto puntual como una fiesta a la que uno de los dos va solo, un viaje…, pero sin que dé lugar a discusiones, solo a comentarios con los que se da a entender que el amor o la atracción hacia el otro están vivos. «Pero si hay que someterse a un interrogatorio, si los comentarios están contaminados de malas intenciones, se sobre pasan ciertos límites… o se repiten estas "escenas" con frecuencia, lo mejor es acudir a un psicoanalista, no solo la persona celosa, sino la pareja porque no hay maltratador sin víctima. La persona que aguanta que su pareja sea celosa sufre muchísimo y se siente atrapada», explica Teresa Rosillo, psicóloga y socia de Pericial Psicológica.
«A veces el celoso lo es por encubrir su deseo de ser infiel»
Cuando se sobrepasan ciertos límites y afectan de manera negativa a la rutina diaria de una persona, el panorama es bien distinto. «Existen celos proyectados cuando la pareja pregunta constantemente ¿dónde vas?, ¿con quién?, ¿con quién hablas? ¿quién te manda mensajes al móvil?, ¿por qué me eres infiel?…, cuando en realidad no es infiel», apunta Susana Lorente.
Los celosos son personas inseguras y normalmente encubren un deseo, el de ser infiel, y por eso creen que sus parejas lo son. «Por mucho que se les explique que uno no es infiel, no entran en razón. Es una idea que se les ha metido en la cabeza y, aunque resulte absurda, no es fácil demostrarles lo contrario», explica Susana Lorente.
No son pocos los casos en los que, generalmente las mujeres, se ven acosadas por innumerables preguntas «absurdas» que deben responder a sus parejas, dar explicaciones de lo que hacen, con quién hablan, sometidas a ser perseguidas para tranquilidad de su pareja e, incluso, que han tenido que cambiar de trabajo ante la presión recibida por una falsa idea de que tenían un amante en la oficina.
Responder a demandas irracionales
Según Mila Cahue, psicóloga del área de Pareja del Centro de Psicología Álava Reyes, los celos patológicos (distintos de los celos sanos, que incluso le dan un puntito de interés a la relación) son devastadores para la pareja. «Cualquier pareja que se forme se cimenta en el sentimiento de confianza recíproca. Los celos, que no tienen nada que ver con el amor (a pesar de la literatura que suele ponerlo como el "summum" del afecto) significan precisamente lo contrario. Es una desconfianza en la otra persona: con quién va, qué hace, incluso qué piensa. Estos pensamientos y sentimientos se traducen en conductas que "exigen" del otro las demandas, la mayoría de las veces, irracionales que se le están pidiendo».
«Los celos no tienen nada que ver con el amor, significan lo contrario»
Explica que cuando los celos patológicos aparecen en la relación para quedarse, lo más probable es que el miembro de la pareja que se intenta dominar desaparezca. «La falta de confianza mina la autoestima, es fuente de frustración continua y, literalmente, se convierte en un "sinvivir". Las explicaciones que no se daban a los padres las exigen las parejas y, lejos de producirse una relación entre iguales, quien sufre de celos patológicos intenta controlar cada uno y todos los aspectos de la vida de su pareja, convirtiéndola en una auténtica celda de tortura. Algo más parecido al horror que al amor».
Los celos pueden llegar a ser paranoicos, delirantes, lo que se considera una patología mental grave. Se da en quellos casos en que las preguntas se producen en una cascada incesantes y finalmente se acompañan de palizas, maltrato e, incluso, asesinato. Se da, sobre todo, en los casos en los que el sujeto considera que otra persona es de su propiedad y es más común que los padezcan los hombres que las mujeres. «Este tipo de comportamiento tiene una explicación desde el punto de vista del psicoanálisis y es que detrás de estos celos hay escondido un deseo homosexual. Se trata de un proceso inconsciente, que el sujeto no admite, pero está ahí», señala Lorente.
Dónde está el límite
Una persona debe aguantar los celos «hasta el momento en que deja de hacer algo habitual en su vida por evitar que su pareja se enfade —explica Teresa Rosillo, psicóloga y socia de Pericial Psicológica—. Al principio puede hasta resultar gracioso, incluso una prueba de amor, el dejar de ir a un sitio, no hablar con alguien o dejar de ponerse una determinada prenda de vestir… pero es solo el comienzo. La situación puede ir a más y que el celosos termine poniendo más límites y opinando sobre cualquier cosa: cómo se viste, se pinta, habla, gesticula, etc.
Cuando los celos sobrepasan el límite, se interponen de manera muy negativa en la pareja. Según Teresa Rosillo afectan en todos los sentidos porque la victima de una pareja celosa sentirá que está haciendo algo mal, y si quiere seguir teniendo libertad acabará mintiendo, y si no se sentirá controlada y con poca libertad. «En la pareja aparecerán disputas por cualquier motivo y un empobrecimiento de las relaciones sociales puesto que cualquier gesto, movimiento, mirada o conversación puede ser motivo de enfado para el celoso. Los celosos acaban controlando a la pareja y apartándola de familiares y amigos», apunta Rosillo.
Para Mila Cahue, siempre resulta difícil determinar dónde se pone el «nivel» que asegurar: «a partir de aquí, se trata de abuso psicológico». En su opinión, depende mucho de la capacidad de aguante de cada persona, de lo que se busca en la relación, de la capacidad para salirse de una relación tóxica o incluso para vivir solos.
«En general, como con cualquier otra situación en la que intervienen personas, el límite ha de ponerse cuando se percibe un daño moral, psicológico y, a veces, físico —puntualiza—. Nada en una relación afectiva justifica el daño que se causa al otro, pues esto es lo antagónico al amor. Cuando comienzan las culpabilidades, los reproches, el control de la vida, la confiscación de teléfonos, llamadas o correo; los insultos y las acusaciones basadas en la imaginación de quien las pronuncia, en vez de en evidencias reales, es el momento de hablar claramente con la pareja y, en la mayoría de los casos, dar por terminada la relación. Los celos patológicos tienen una curación larga y difícil, pues hay que cambiar toda una forma de percibir la realidad y de sentir sobre uno mismo y los demás, que no todos están dispuestos a afrontar».

Fuente: www.elcorreo.com
«Las infecciones de transmisión sexual continúan siendo un problema de salud pública de gran importancia en la mayoría de los países», alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este organismo calcula que cada año se diagnostican casi 450 millones de casos en el planeta. El País Vasco no es una excepción. Cada vez se dan más episodios de sífilis y de gonococia o gonorrea, las dos enfermedades de ese tipo que son de declaración obligatoria, lo que significa que las comunidades autónomas deben notificar todos los contagios al registro del Instituto de Salud Carlos III.
Los gráficos muestran un aumento del 30% de los casos de estas dos enfermedades en los dos últimos años al pasar de un total de 179 afectados en 2009 a los 231 de 2011, el último dato disponible. Si se echa un vistazo a los informes de la década de los 90 se comprueba que la sífilis en aquella época era casi anecdótica, mientras que los episodios de gonococia no llegaban a la treintena. ¿Qué ha pasado para que se dé este incremento? Los expertos coinciden: las infecciones de transmisión sexual disminuyeron en Europa a finales de los años 80 y principios de los 90 como consecuencia de las campañas de prevención del sida.
Los avances médicos en el tratamiento de esta enfermedad «han hecho perder miedo al VIH y, en consecuencia, se ha bajado la guardia en la utilización del preservativo», comenta Josefina López de Munain, médico adjunta de la consulta especializada del ambulatorio de Bombero Etxaniz, en Bilbao, que depende del servicio de Enfermedades Infecciosas del hospital de Basurto. El colectivo homosexual, al que tanto castigó el sida y que tanto se concienció posteriormente a la hora de protegerse, parece haberse relajado porque casi tres de cada cuatro pacientes de sífilis son gays. En la gonorrea, este colectivo representa el 43% de los casos.
Una segunda causa para explicar el aumento es el «cambio de la conducta sexual» de las nuevas generaciones. Relaciones cada vez más tempranas dan lugar a una mayor promiscuidad. Así lo pone de manifiesto el balance entre 2005 y 2011. Solo una cuarta parte de las personas afectadas por alguna de estas dos infecciones asegura haber tenido una o dos parejas en el último ejercicio. El resto admite que mantuvo relaciones con más de tres.
Causa de infertilidad
Por lo general, son la sífilis y la gonorrea las dolencias que vienen a la cabeza cada vez que se habla de enfermedades venéreas. Sin embargo, Josefina López de Munain resalta que no son las más habituales. Si se habla más de ellas es porque son de declaración obligatoria. La experta señala que la más frecuente, sobre todo entre la población menor de 25 años, es la clamidia, una dolencia de origen bacteriano al igual que las dos anteriores. «Su curación es muy fácil, pero el problema estriba en que en la mitad de los casos no da síntomas, con lo que pasa desapercibida y si no se trata puede tener graves complicaciones; entre otras, la infertilidad».
En el grupo de infecciones de transmisión sexual de origen vírico, las más relevantes en cuanto a incidencia son el herpes genital y el papiloma humano, que se asocia con el cáncer de cuello de útero. El hecho de que se vacune a todas las niñas entre los 11 y 14 años contra esta enfermedad no debe inducir al error de mantener relaciones sin protección. Y es que existen «más de cien virus que causan el papiloma y la vacuna solo inmuniza frente a cuatro. De estos, dos están en el origen del 70% de esos tumores, pero el resto no». Con esta explicación, la doctora insiste en la importancia de emplear el preservativo si se tiene más de una pareja. «Quien mantiene relaciones con más de una persona, corre más riesgo de contraer infecciones. Por tanto, lo que hay que hacer es protegerse», remacha.
Una vez que existe la sospecha de sufrir una enfermedad de transmisión sexual, hay que acudir cuanto antes al médico. Si se confirma, es fundamental comunicar lo que ocurre a la pareja o parejas que se han tenido para estudiar «si también tiene la infección» para, en caso positivo, tratarla y evitar que contagie a más personas.
Existe la creencia de que la inmigración ha traído aparejado el rebrote de dolencias que se daban por desaparecidas. ¿Es así en el caso de las enfermedades de transmisión sexual? Depende. La estadística pone de manifiesto que el 72,5% de los casos de sífilis y el 68,2% de los de gonorrea corresponden a pacientes españoles, con lo que la población extranjera es minoritaria. Ahora bien, los porcentajes de inmigrantes con estas dos enfermedades en los últimos cinco años -27,5% y 31,8%, respectivamente- es elevado en comparación con su peso poblacional, que viene a ser del 10%. Dentro de este colectivo, son los originarios de Latinoamérica los más afectados al representar casi el 20% de los casos.
Otra características de las personas atendidas en alguna de las cuatro consultas especializadas de Osakidetza -dos en Bizkaia, una en Gipuzkoa y otra en Álava- es que más del 40% es "reincidente" es decir, había sufrido una enfermedad venérea antes. Además, uno de cada cuatro diagnósticos de sífilis y uno de cada tres de gonorrea presentan otra dolencia del mismo origen de forma concurrente, siendo las más frecuentes la clamidia y los condilomas.
Las claves
Papiloma humano.
La vacuna que se pone a las niñas protege frente a 4 de los más de 100 virus que provocan esta enfermedad.
Clamidia.
Es la más frecuente en menores de 25 años. Fácil de curar, pero puede causar infertilidad.
Inmigrantes.
Suponen el 30% de los afectados, un porcentaje elevado si se compara con su peso poblacional.

Fuente: www.elcorreo.com
El alcohol destroza el cerebro. En especial a los jóvenes, a quienes les provoca daños irreversibles, que afectan a su inteligencia, a su capacidad para pensar y, como consecuencia, también, a sus estudios. «Les descerebra. Neuronas que tenían que formarse dejan de hacerlo, se pierden conexiones neuronales y muchas zonas en formación resultan tan dañadas que ni siquiera llegarán a madurar», describe el neuropsiquiatra Javier Aizpiri, del Instituto Burmuin, que lleva toda una vida profesional dedicado a la lucha contra el alcoholismo y otras toxicomanías. «Estamos ante un auténtico drama, que nada tiene que ver con el poteo o txikiteo de los jóvenes de hace 25 años. Esto –advierte el especialista– es algo mucho más grave. Por primera vez tenemos un joven al que no le hace falta trabajar para disponer de dinero suficiente como para drogarse o consumir alcohol en grandes cantidades».
Más del 15% de los chavales menores de 20 años reconoce que, al menos, una vez al mes se pega un atracón de bebidas alcohólicas. Se sienta con sus amigos y, a menudo sin probar bocado o lo mínimo, beben y beben hasta la embriaguez en un país donde la venta de alcohol está prohibida para los menores de 18 años. Ante esta situación, que lejos de aminorarse, crece año a año, la ministra de Sanidad, Ana Mato, anunció el pasado lunes la promulgación de una nueva ley para la ‘Prevención de Consumo de Bebidas Alcoholicas en Menores de Edad y de Sus Efectos’, que evite que los menores beban antes de la mayoría edad. Es decir, que haga cumplir lo que la ley ya establece en la actualidad.
En España, los menores de 18 no pueden comprar alcohol, pero para entonces ya llevan cinco años tomándolo. La edad media en que los niños y adolescentes se inician en su consumo es de 13,7 años. A los 16, ocho de cada diez ya están habituados a la toma de bebidas alcohólicas. Y lo peor, la mitad de la población más joven, está tan convencida del bajo riesgo de su hábito que considera que tomarse cinco o seis copas un fin de semana no tiene consecuencias. Pero sí las tiene.
La parte más animal del ser humano
El cerebro, segun explica el médico del Instituto Burmuin, madura lentamente y no llega hasta su máximo desarrollo hasta que el individuo tiene 21 o 22 años. Al de un adolescente, un manojo de hormonas convencido de su inmortalidad, no sólo le falta madurar desde el punto de vista psíquico, sino también orgánico. El problema no es que sus capacidades de raciocinio y control de las emociones estén aún construyéndose, sino que el principal órgano de su sistema nervioso central se encuentra todavía en formación. Infinidad de redes neuronales están por tejerse cuando uno vive en la agridulce felicidad de la adolescencia.
¿Qué ocurre cuándo se bebe alcohol en exceso? El alcohol, según detalla Aizpiri, es una sustancia «muy pequeñita que llega muy rápidamente y con mucha facilidad al cerebro». Tiene capacidad para atravesar todas las barreras que se encuentra en su camino y pegarse a los ácidos grasos que recubren la membrana del cerebro, los fosfolípidos. De esta manera, impide la comunicación entre las neuronas, que son las células básicas del sistema nervioso. La primera consecuencia del ataque es el bloqueo del lóbulo frontal, la parte del cerebro que madura más lentamente y donde residen los sentimientos, la inteligencia, el amor, el cariño, el compromiso y, en definitiva, las vivencias afectivas y emocionales.
Al dormirse el lóbulo frontal no sólo se impide su desarrollo, sino que se libera además el lóbulo temporal, donde se hallan «las zonas más antiguas del sistema cerebral». Se despierta la parte más animal del ser humano, la que le une con los instintos más básicos de la naturaleza. «Es como si se quitara el freno de mano a nuestra conducta social, a los códigos morales aprendidos», detalla el experto. «No pasa nada si se bebe una vez o dos veces. Todos lo hemos hecho en alguna ocasión. Pero si un joven bebe de manera continuada, lo que está haciendo es bloquear el lóbulo central, impedir el nacimiento de nuevas células y perder capacidad de que se forme nuevo cerebro».
Una generación perdida
La fundación vasca Edex, dedicada entre otros objetivos a la lucha contra la drogadicción, invitó el pasado diciembre a instituciones públicas y privadas y expertos en salud a un encuentro monográfico sobre adolescencia y alcohol, con el fin de dibujar un mapa de la situación. Las conclusiones de aquella jornada se acaban de publicar, recogidas en un decálogo, que define el camino pendiente de recorrer.
Las diferentes propuestas contenidas en el documento –que se puede leer en su integridad pinchando aquí– se resumen en una idea: Tan necesario como conocer mejor las causas que llevan a los jóvenes a beber desaforadamente, es que las instituciones públicas y las familias, cada uno desde su ámbito de actuación, se impliquen decididamente en la lucha contra el alcohol. Los programas que se lleven a cabo deben lograr, además, y esto es importante, la complicidad de los adolescentes, de quienes se dice que es necesario «conocer lo que piensan, lo que sienten».
La ministra de Sanidad, Ana Mato, ha anunciado su intención de regular el asunto por ley. ¿Cómo lo hará? A su predecesora Elena Salgado, el intento le costó el cargo. Contaba con el apoyo de las asociaciones de médicos y las de padres, pero no tuvo en cuenta el rechazo que podía generar la inclusión en su Ley del Alcohol del vino en un país de enraizada tradición vitícola. «El problema –recuerda Javier Aizpiri– es que tenemos un consumo excesivo y masivo de alcohol a una edad muy temprana, entre los 13 y los 17 años, un momento de la vida en que el cuerpo está indefenso y el cerebro también. Si se destroza tanto material cognitivo, ¿qué sociedad nos espera dentro de 20 años? ¿Será realmente competitiva?», se pregunta el experto. Tiene una respuesta: «Hay que prevenir destrozos».

Fuente: www.abc.es

Algo tan sencillo como dar un paseo de entre 20 minutos y 30 minutos todos los días puede ayudar a los adolescentes a reducir el número de cigarrillos e incluso dejar de fumar, según un estudio de la Universidad George Washington. «Este estudio se suma a la evidencia que sugiere que el ejercicio puede contribuir a que los adolescentes que están intentando dejar de fumar lo consigan», asegura Kimberly Horn, investigadora de la Escuela de Salud Pública y autor principal de la investigación. «Los jóvenes que incrementaron el número de días que hacían ejercicio durante al menos 20 minutos, el equivalente e un corto paseo, tenían más posibilidades de resistirse a encender un cigarrillo que sus compañeros», señala.
Horn y sus colegas reclutaron a 233 adolescentes de 19 institutos de West Virginia, un estado con las tasas de tabaquismo máas altas de EE.UU., según datos de los centros para el control y prevención de enfermedades, que financiaron este estudio. Los participantes fumaban a diario. Entre semana consumían, de media, la mitad de un paquete y el fin de semana el consumo aumentaba a un paquete al día.
En un estudio anterior ya se había comprobado que los programas de abandono del tabaco combinados con ejercicio eran la forma más exitosa de ayudar a los adolescentes a dejar de fumar. En esta investigación, el equipo de Horn confirmó que aquellos que incrementaron el número de jornadas en las que practicaban 20 minutos de ejercicio fueron capaces de reducir significativamente la cifra de cigarrillos. Aunque los investigadores creen que el umbral de 20 minutos merece un estudio más amplio.
«No entendemos completamente la relevancia clínica del aumento gradual de la actividad diaria de 20 o 30 minutos en estos jóvenes. Pero sí sabemos que modestas mejoras en la actividad física conlleva beneficios para la salud. Nuestro estudio apoya la idea de que el fomento de un comportamiento saludable puede servir para promover otro», concluye Horn, que encuentra como posible explicación la liberación de endorfinas que provocan bienestar cuando se practica deporte. «Estas sustancias podrían ayudar a los adolescentes fumadores a lidiar mejor con los síntomas del síndrome de abstinencia, que con frecuencia conducen a la recaída», apunta.

Fuente: www.centromujer.es
Las relaciones sexuales según recientes estudios reducen los niveles de estrés al mínimo en el organismo y estimula la generación y creación de nuevos sistemas de células del sistema nervioso central. Por lo que sumamos a todos los beneficios a la salud fisica y mental de toda persona que genera el sexo la mejora del estado del cerebro y toda nuestra red neuronal.
Durante el proceso del sexo los niveles de estrés bajan tan considerablemente que según recientes estudios esa brecha estimula la generación de nuevas células del sistema nervioso. El sexo ya no sirve solo para procrear y perpetuar la especie, ni para disfrutar ahora además sirve para regenerar el cuerpo. Los beneficios de las relaciones sexuales son muchísimos, ademas de reducir el estrés, cuida la salud del corazón, quema calorías, aumenta los niveles de glóbulos blancos ayudando a las defensas del organismo y sumado a eso gracias a estos estudios, genera nuevas células cerebrales.
Estos estudios fueron realizados en Estados Unidos, en la Universidad de Rutgers dirigidos por la doctora Benedetta Leuner. El resultado es asombroso, se demostró que se reduce la neurogénesis adulta y alienta al nacimiento de nuevas células en el cerebro y en todo el sistema nervioso central, tener sexo genera neuronas. Menudo descubrimiento necesitaba de firmes demostraciones para confirmar semejante hipótesis.
La investigación analizó a dos grupos de ratas adultas expuestas a una hembra receptiva sexualmente, se los exponía una sola vez a la semana denominado grupo agudo y al segundo diariamente durante 14 días denomidandose grupo crónico, mientras medían los niveles de glucocorticoides en ambos grupos. Los resultados demuestran que el grupo que tuvo experiencias sexuales agudas incrementaron considerablemente todos los niveles de corticoides, hormona que se define como esteroide y está implicada en situaciones de estrés.
Contrarestando el grupo crónico dejó completamente de producir corticoides pero sin embargo continuó con la neurogénesis estimulando la producción de espinas dendríticas mejorando notablemente la arquitectura dendrítica. El grupo crónico experimento una mejora a nivel dendrítico y redujo por completo el comportamiento asociado con la ansiedad física y mental.
En efecto el sexo mejora el funcionamiento del sistema nervioso central, generando nuevas redes neuronales, acomodando la arquitectura dendrítica y bajando los niveles de estrés y ansiedad. Ya no queda ninguna duda, el sexo ya no solo es salud y bienestar ya está demostrado que es – literalmente – una mejora en el organismo físico y para la mente de todas las personas.

Fuente: www.abc.es
Para algunos fumadores es el que mejor sabe, pero también es el más peligroso. Cuanto más pronto se enciende una persona un cigarrillo tras despertarse, más probabilidades de desarrollar cáncer oral o de pulmón, de acuerdo a una investigación de la Universidad de Pennsylvania, que publica la revista «Cancer, Epidemiology, Biomarkers and Prevention».
«Descubrimos que los fumadores que consumen tabaco inmediatamente después de levantarse de la cama presentan unos niveles más altos de NNAL -un metabolito del carcinógeno específico del tabaco NNK- en su sangre que los fumadores que esperan media hora o más después de despertarse, independientemente de cuántos cigarros fumen al día», explica Steven Branstetter, profesor asistente de salud bioconductual.
De acuerdo con este investigador, otro estudio demostró que el NNK induce los tumores de pulmón en diferentes especies de roedores. Los niveles de NNAL en la sangre pueden, por tanto, predecir el riesgo de cáncer de pulmón en roedores como en los seres humanos. Además, los niveles de NNAL son estables en los fumadores a lo largo del tiempo, y una simple medida puede reflejar con precisión la exposición de un individuo.
Branstetter y su colega Joshua Muscat, profesor de salud pública, examinaron los datos de 1.945 adultos fumadores que participaron en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición que habían facilitado muestras de orina para los análisis de NNAL. Estos participantes también habían dado información sobre su comportamiento rspecto al tabaco, incluyendo a qué hora solían fumarse su primer cigarrillo del día.
Los investigadores encontraron que alrededor del 32% de los participantes fumaban a los cinco minutos de despertarse, el 31% lo hacía entre 6 y 30 minutos después, el 18% entre 31 y 60 minutos más tarde, y el 19% fumaba más de una hora después de levantarse. Además, hallaron que los niveles de NNAL en sangre de los participantes tenían correlación con su edad, la edad a la que comenzaron a fumar, su género y si había o no otro fumador en casa, entre otros factores.
Para los autores del estudio, el descubimiento más importante es que la presencia de NNAL era más alta entre las personas que fumaban nada más levantarse, con independencia de la frecuencia con la que fumasen y otros factores que predicen las concentraciones de esta sustancia.
«Creemos que la gente que fuma al despertar inhala más profundamente, lo que podría explicar los altos niveles de NNAL en su sangre, así como su mayor riesgo de desarrollar cáncer oral o de pulmón», explica Branstetter. De acuerdo a la investigación, el momento de fumar el primer cigarro del día puede ser un factor importante en la identificación de los fumadores de alto riesgo y en el desarrollo de intervenciones orientadas hacia los fumadores de buena mañana.

Fuente: www.revistafucsia.com
La música es un  arte  que entra directo al corazón y  deleita el campo perceptivo de las personas por medio de la melodía, la armonía y el rítmo.  Esta combinación  puede cumplir con varias funciones  psicoanímicas en el ser humano, como entretenimiento, comunicación y ambientación entre otras cosas,  como también incitar al amor, al placer, al goce y al erotismo. Personas que han experimentado esta sensación, sabrán del poder que tiene la música sobre las emociones y el erotismo.
La relación que existe entre la música y el sexo es tan poderosa que el psicólogo musical Daniel Müllensiefen de la Universidad de Londres, exploro en su estudio Science Behind the Song,  la relación entre la música y el amor.  Más del 40% de las personas expusieron que escuchar música los estimula igual o más que el tacto durante el acto sexual. El estudio fue encargado por Spotify para explorar la relación entre la música, el amor y la seducción y demostrar la importancia que tiene la música en la vida amorosa de las parejas.
Según el estudio, realizado a 2000 personas del Reino Unido entre los 18 y los 91 años señaló que la banda sonora de la película ochentera Dirty Dancing protagonizada por el actor Patrick Swayze, es la música más excitante durante las relaciones sexuales. "Esto se debe  a que la mayoría de las personas tiene un buen conocimiento de las canciones que representan al amor, que tienden a venir de referencias culturales como el cine", comenta Müllensiefen. Así mismo dice: "No es sorpresa que tantos encuestados afirmaran que la música les estimulaba en el dormitorio. Gracias a la investigación neurocientífica, sabemos que la música es capaz de activar las mismas zonas de placer del cerebro que también responden a recompensas mucho menos abstractas como la comida, o el sexo".
Por otro lado, la encuesta arrojó datos de las 20 mejores canciones que "excitan" o "animan" para las relaciones sexuales. La canción más votada y que se encuentra como número uno, es “Sexual Healing” de Marvin Gaye. Factores como voz aguda, sonido ronco y rango más dinámico, se destacan como factores importantes en las canciones para el amor.
También cabe destacar Bohemian Rhapsody de Queen, que encabeza la lista de canciones, seguida de Sex on Fire de los Kings of Leon y Angels de Robbie Williams. "Son todas únicas y muchas se pueden considerar como "obras maestras" épicas. Cuando escuchamos música, construimos una expectativa de qué va a seguir. Si supera nuestras expectativas musicales y va por un camino diferente, nuestra respuesta emocional involuntaria es altamente positiva y principalmente son estos puntos de cambio inesperados en la música los que generan fuertes sensaciones emocionales".
El estudio de Spotify evidencia que la música hoy en día tiene un papel especialmente relevante en nuestra vida amorosa. Ahora sabemos que Marvin Gaye es clave para el éxito cuando llega el momento de seducir a la pareja en el dormitorio.
Este estudio nos afirma que las playlists que elegimos son un factor importante en cómo se puede desarrollar la noche. Cabe resaltar que las canciones que elegimos para el momento amoroso dependen  también de la intención que tenemos, nuestra personalidad, nuestros gustos musicales y el contexto en el que estemos.  Así que a disfrutar de la música y los encuentros amorosos!

Fuente: www.elmundo.es
Uno de los graves problemas de la epidemia de VIH/sida es el gran número de personas que desconoce que tiene la infección y que actúan, por tanto, de transmisores del virus sin poner ningún remedio, incrementando con ello el porcentaje de afectados y, de paso, retrasando el inicio del tratamiento antirretroviral. Un freno a este progreso macabro es el diagnóstico precoz, algo que muchas personas retrasan por miedo al estigma que hay en torno a esta enfermedad. La solución está, según una revisión de 21 estudios, en el test del VIH casero.
El 50% de las personas que viven con VIH desconoce que está infectado, según datos de ONUSIDA. En nuestro país, se estima que un tercio de los portadores del virus del sida no lo sabe y eso implica que el 70% de las nuevas transmisiones se deba a esas infecciones ocultas. Además, en nuestro país un 46% de los diagnósticos son tardíos, es decir, el virus se detecta demasiado tarde lo que conlleva un peor pronóstico.
"Llevamos 30 años con la epidemia de VIH, y no hay vacuna a la vista. Se sabe que el tratamiento como una estrategia de prevención funciona, pero la detección del VIH parece estar limitada por un problema social: el estigma y la discriminación percibida frente al virus del sida", afirma Nitika Pant Pai, principal autor de esta revisión de estudios e investigador clínico en el Centro Universitario de Salud MCGill (RI-MUHC).
El pasado mes de julio, la agencia estadounidense que regula los medicamentos y dispositivos médicos (FDA) aprobó un test casero que detecta el VIH en 20 minutos y con tan sólo una muestra de saliva y sin necesidad de tener que envíar la muestra a un laboratorio.
En Europa, donde hasta el momento no se ha aprobado este dispositivo, y por tanto tampoco en España, existen otras pruebas que ofrecen también en 20 minutos si hay o no infección. Aunque a diferencia de OraQuick, estos test no se hacen en el hogar sí pueden llevarse a cabo en diferentes asociaciones, unidades móviles y farmacias, evitando tener que ir al centro de salud de su barrio o su población si el paciente no quiere acudir por temor al estigma que le pueda generar.
Sin embargo, como apuntan los investigadores de esta revisión, cuyos datos publica la revista ‘PLoS Medicine’, a pesar de que cada vez son más las iniciativas de pruebas para detectar esta infección fuera del hospital, son pocos los estudios que evalúen su efectividad. Tampoco se sabe si son mejores aquellos test en los que el paciente esté asesorado por un médico o que lo realice sin la información de ningún facultativo.
Por este motivo, evaluaron los datos de 21 estudios observacionales, en los que se valoraron pruebas bajo supervisión médica y sin ella, realizados, la mayoría de ellos (16 frente a cinco, en países de altos recursos como Estados Unidos, Canadá, España y Holanda, aunque también otros procedían de Kenya, Singapur, Malawi e India.
Entre las principales conclusiones, los investigadores comprobaron que las dos estrategias diagnósticas tienen buena aceptación, aunque las personas prefieren los test caseros y los que se basan en el análisis de una muestra de saliva en lugar de una muestra sanguínea. Los primeros están valorados positivamente por una proporción de participantes que oscila entre el 74% y el 96%, mientras que los segundos esa franja está entre el 80% y el 97%. Por otro lado, la sensibilidad y especificidad para detectar el virus es alta en ambas, aunque la prueba supervisada tiene mayor sensibilidad 97,4% vs. 92,9%. A pesar de estos halagueños datos, los autores señalan que se deberían realizar ensayos clínicos para evaluar de una manera más rigurosa estas pruebas, ya que los datos disponibles provienen de estudios observacionales.
"Los autotest no son invasivos, prácticos, fáciles de realizar y no involucra ningún pinchazo en el dedo ni en el brazo", explica el doctor Pant Pai. "Además, también muchas personas prefieren el test oral casero para podérselo realizar a su pareja".
Por último, este artículo señala que el precio de estas pruebas será un factor importante para que realmente estas pruebas lleguen a todas las poblaciones. "Es crucial establecer iniciativas para ambas estrategias", concluyen.

Fuente: www.elcorreo.com
Los adolescentes vascos están adelantando de forma progresiva el momento en que tienen su primera relación sexual completa y la edad media de la pérdida de la virginidad se sitúa en los 16 años cuando en 2005 superaba los 17 años. Las mujeres citan el "enamoramiento" como motivación, mientras que los hombres dicen que tenían que "probarlo".
Estas son algunas de las conclusiones del estudio ‘Sexualidad en la adolescencia de la CAV’ realizado por la Universidad del País Vasco por encargo del Gobierno Vasco a partir de una encuesta a 1.911 a adolescentes y jóvenes de entre 15 y 22 años de edad. La edad media de los encuestados es de 16 años con una presencia algo mayor de chicos que de chicas (54,8% frente a 45,2%).
Loas autores de este trabajo preguntaron por el nivel de experiencia sexual y las respuestas indican la existencia de dos grupos: el primero, integrado por adolescentes con ninguna o muy poca experiencia sexual, y el segundo, formado por aquellos que ya han mantenido relaciones sexuales completas con una o más personas.
Así, los datos indican que más del 40% de los encuestados presenta un alto nivel de experiencia sexual que incluye el coito con una o más personas, mientras que la experiencia para el 42,5% es muy escasa y se limita como mucho a caricias, siempre por encima de la ropa, abrazos y besos en las mejillas. El 17,4% restante tiene una experiencia intermedia con caricias íntimas.
Las primeras experiencias de besos y toqueteos con intención erótica se producen por término medio en torno a los 13 años, las caricias íntimas y prácticas cercanas al coito tardan algo más y tienen lugar sobre los 15 años, y la pérdida de la virginidad alrededor de los 16 años.
La comparación con los resultados de un estudio similar realizado en 2005 con una muestra de adolescentes entre 16 y 20 años pone en evidencia que la edad media de inicio en la sexualidad se ha adelantado cerca de un año. Entonces los primeros besos eran a los 14 años, las caricias íntimas cercanas al coito a los 16 años y la penetración a los 17 años largos.
Masturbación a los 12 años
Como es lógico, la actividad sexual se intensifica a medida que aumenta la edad y un tercio de las personas que cursan Bachillerato (16-18 años) tienen ya relaciones sexuales completas. Eso sí, destaca el dato de que el porcentaje de mujeres es sensiblemente superior al que hombres (41,4% frente a 29,3%, diferencia que se mantienen en edades superiores.
Sin embargo, no sucede lo mismo en cuanto a la masturbación. Los chicos se masturban más que las chicas con una diferencia muy destacable de más de sesenta puntos porcentuales: sólo el 36% de las mujeres encuestadas dice haberse masturbado, mientras que en el caso de los hombres el promedio supera el 96%. La edad de inicio de la masturbación varía entre chicos y chicas: los primeros tienen su primera práctica a los 12 años y las mujeres a 14 años.
Asimismo, se observa una mayor concienciación sobre el uso de métodos anticonceptivos para evitar embarazos no deseados y enfermedades. Si en 2005 sólo el 14% de los hombres sexualmente activos utilizaba siempre preservativo, este porcentaje se eleva en la actualidad hasta el 72%, mientras que en el caso de las mujeres más del 21% toma la píldora o usa otros métodos. Aun así, casi cuatro de cada diez mujeres sexualmente activas ha tenido que recurrir al menos una vez a la píldora del día después.
Otro dato del estudio hace referencia a la orientación sexual: el 94% se define como heterosexual y el 6% como homosexual, bisexual o sin definir. Los autores del estudio indican que el promedio de homosexuales es inferior al esperado y se explica por el hecho de que el descubrimiento, aceptación y expresión de dicha orientación es un proceso que puede culminar al final de la adolescencia.