Fuente: www.elmundo.es
Decía Woody Allen que el sexo es lo más divertido que se puede hacer sin reír. Sin embargo, hay veces que la exposición a ese momento puede acarrear más de un problema. Si hablamos de jóvenes, y más concretamente varones, podemos encontrarnos con el temido ‘gatillazo’. No se trata de disfunción eréctil, sino de pérdidas de erección transitoria y esporádicas. Aunque no es frecuente en jóvenes, lo cierto es que este problema sigue "alborotando" la cabeza de muchos chicos cuando piensan en sexo.
Las pérdidas de erección en adolescentes y jóvenes, explica Mónica Poblador, psicóloga especialista en sexualidad del Centro Álava Reyes Consultores en Madrid, son bastante normales. "Los estudios nos informan de que aproximadamente el 50% de los hombres ha tenido o tendrá, en algún periodo de su vida, problemas de erección, más o menos transitorios", señala.
Raúl Padilla, por su parte, del centro Psicantropía de Madrid, afirma que hay situaciones que pueden llevar relacionadas una falta de erección, como los trastornos de ansiedad.
Aunque no se puede definir un perfil de personalidad concreto para estos casos, se trata de sujetos muy perfeccionistas. Bastante perfeccionistas, con tendencia a preocuparse excesivamente, muy exigentes consigo mismos y que suelen tener ansiedad en otras facetas de su vida. Los expertos aseguran que las personas con niveles de ansiedad muy elevados suelen experimentar mayores dificultades en sus relaciones sexuales en general.
SOCIALIZACIÓN SEXUAL
La erección es una respuesta fisiológica automática que ofrece el cuerpo masculino cuando le llegan estímulos eróticos del exterior. Simultáneamente, explica Poblador, el cerebro se activa y produce una interpretación afectivo-sexual de esa situación. A su vez, el chico pone en marcha todo un cúmulo de expectativas y creencias sobre lo que va a ocurrir en ese momento. "Su foco de atención principal se centra en los estímulos eróticos que ha aprendido que le excitan", concreta esta experta.
Por tanto, el problema surge cuando se detiene demasiado en pensamientos del tipo: "¿Y si cuando nos quitemos la ropa mi pene no está lo suficientemente rígido?, ¿y si se me baja y no puedo hacerlo bien?, ¿y si se lo dice a sus amigas y se ríen de mí?"… Estos y otros ‘y si’ no son más que factores amenazantes que unidos a su alto nivel de exigencia y a ese fatídico miedo a ‘no dar la talla’ hacen que el joven esté en un estado de hipervigilancia que no le deja disfrutar de lo demás.
Son ideas y medios preconcebidos que vienen dados por la sociedad, lo que los expertos llaman "socialización sexual". Como apunta Poblador, es lo que han aprendido los jóvenes sobre el sexo y sobre lo que es "ser un hombre de verdad", como las situaciones que se cuentan en los chistes verdes, las escenas de sexo irreales en las películas, el cine porno, y algunos medios de difusión que siguen mostrando qué es lo que ‘vende’.
Poblador recomienda, de forma contundente, "dejar de centrarse en el cuerpo y los genitales y empezar a disfrutar de lo que está pasando fuera, sustituir el ‘me presento a examen’, por el ‘comparto’ y complemento lo que tengo con la persona que tengo delante".
Además de las ideas que transmite la sociedad, existen otros factores que intervienen en un mayor riesgo de sufrir un gatillazo como el temor al fracaso, la autoexigencia para cumplir ese rol masculino, el estrés, la falta de sueño prolongado, los sentimientos de culpabilidad, la información sexual inadecuada y miedos específicos al embarazo. Especial atención merece la llamada ansiedad anticipatoria. Esto es la anticipación al fracaso por una mala experiencia de alguien que te han contado o de ti mismo.
‘MOMENTO PRESERVATIVO’
Un protagonismo relevante lo acapara el preservativo, o mejor dicho, las actitudes negativas hacia él. Unos por miedo a colocárselo mal, otros porque no "sienten lo mismo".
El psicólogo clínico especialista en Sexología, y director de
www.sexologosalicante.org, Vicente Briet, explica que esto ocurre debido a la ansiedad que genera la interrupción de la relación sexual para ponerse el preservativo, ya que si en algún momento han experimentado dificultades en su colocación, algunas personas anticipan de nuevo tal dificultad y por la «ansiedad de ejecución» acaban por perder definitivamente la erección o no logran la rigidez adecuada.
Poblador añade, que muchos chicos "creen que no tienen la misma sensibilidad y entonces se bajará". "Como si el pene fuera por libre, sin tener en cuenta que el principal órgano de placer es el cerebro", aclara.
Una de las consecuencias de ese rechazo al condón, es que puede mermar la autoestima tanto de la persona que lo padece como de la pareja y, en el caso del chico minar aún más su sensación de competencia sexual y provocar una verdadera fobia asociada a ese ‘momento preservativo’.
LAS REACCIONES DE LA CHICA
No obstante, sea por los factores que sea, no podemos olvidarnos de la reacción de la chica ante la fallida erección de su compañero. "Comprensión y aceptación suele ser lo más frecuente", indica el experto. Pero también, señala a su vez que "es muy posible que si la situación se dilata en el tiempo, la frustración acumulada puede derivar en un problema mayor entre la pareja".
La psicóloga Mónica Poblador coincide con Briet. "Las chicas entienden que ellos no son máquinas del sexo y se suelen mostrar con naturalidad ante la situación", afirma.
Además, hace hincapié en uno de los aspectos fundamentales de la sexualidad, que deben aprender especialmente los jóvenes. Esto es, "conocernos a nosotros mismos sexualmente y comunicar a nuestra pareja lo que nos gusta y lo que no. Desterremos ya el antiguo mito del ‘si me quiere, tiene que adivinar lo que me gusta’. No podemos dejar nuestro propio placer en manos del otro", puntualiza la experta.
Poblador apunta a la consabida frase del psicólogo: "de lo que me preocupo, me ocupo". Con lo que, "la mejor forma de buscar solución a estos problemas de erección continuados que se pueden cronificar es la búsqueda de ayuda cuanto antes para que la intervención sea lo más corta posible". Hay que romper la barrera del ‘a mí eso no me pasa’, añade, y cuando el problema se repita, acudir a un especialista.

Fuente: www.telecinco.es
La elección de carrera es la principal preocupación de un 49,7 por ciento de los adolescentes españoles, según el estudio ‘Adolescentes de hoy. Aspiraciones y modelos’ de La Liga Española de la Educación, que ha realizado 1.287 encuestas a estudiantes de Barcelona, Cádiz, Madrid, Murcia y Salamanca.
El informe, que se ha presentado este jueves en la sede del Instituto de la Juventud (INJUVE) en Madrid, también muestra otras preocupaciones de los jóvenes, como las dificultades con los estudios, que son las que más inquietan a un 44 por ciento de los encuestados; los noviazgos (26,3 por ciento); tener dinero para comprar ropa de marca y todo lo que les apetezca (25,9 por ciento); o la crisis y la situación económica familiar (13 por ciento).
En esta línea, el estudio detalla que un 21,6 por ciento de los adolescentes españoles aspira a ganar mucho dinero en el futuro. Mientras, un 20,7 por ciento de ellos quiere tener un buen trabajo; un 17,4 por ciento desea formar una buena familia; y un 13,3 por ciento espera elegir bien una carrera profesional.
EL 58,3 POR CIENTO DE LOS ADOLESCENTES ADMIRA A SU MADRE
Asimismo, parte del texto está dedicado a los modelos de los adolescentes. En concreto, el informe revela que en el ámbito privado la madre es la persona más admirada, ya que el 58,3 por ciento de los adolescentes la tiene como referente, más en el caso de las chicas (63,3 por ciento) que en el de los chicos (53 por ciento). Al padre, por su parte, le admira un 44 por ciento de los jóvenes, esta vez más chicos (49,1 por ciento) que chicas. Además, el hermano mayor es citado por un 21 por ciento de ellos.
Respecto a la vida pública, un 62,3 por ciento de los entrevistados sienten atracción por músicos, cantantes y otros personajes del mundo del espectáculo, sobre todo las chicas (72,9 por ciento) y algo menos los chicos (51,3 por ciento). Al tiempo, un 34,1 por ciento de los adolescentes admiran a los deportistas, especialmente los chicos (43,3 por ciento, frente a un menor número de chicas (25,3 por ciento). En el caso concreto de los futbolistas, la cifra se dispara hasta un 46,3 por ciento (un 53,2 por ciento de los chicos, frente a un 39,6 por ciento de las chicas).
Acceso al informe completo en: http://convivenciaenlaescuela.es/wp-content/uploads/2012/06/Adolescentes+de+hoy.pdf

La situación es la siguiente: los adolescentes españoles están a la cabeza del consumo mundial de marihuana, según una encuesta realizada por la Organización Mundial de la Salud a estudiantes de 11, 13 y 15 años entre 2009 y 2010.
Por otro lado, una reciente investigación del King’s College de Londres, de la Universidad de Duke (Durham, EEUU) y de la Universidad de Otago (Dunedin, Nueva Zelanda, apunta que fumar marihuana de forma regular de adolescente podría inducir a una pérdida de capacidad intelectual de forma permanente más tarde en la edad adulta.
Aquellos que comienzan a fumar cannabis como adolescentes y continúan de forma habitual, obtienen peores resultados en pruebas de memoria y en su habilidad para centrarse en algo y pensar rápidamente.
El declive del cociente intelectual se dio tanto en aquellos que en su adolescencia fumaban poco (14 días al año) como en los que consumían regularmente cannabis (365 días).
Antes de la mayoría de edad, el cerebro todavía está en remodelación y organización para ser más eficiente y por lo tanto es más vulnerable a las drogas. El desarrollo cerebral no concluye hasta los 20 o 22 años y por lo tanto cualquier sustancia tóxica consumida antes de esa edad ocasiona daños en el proceso. La ubicación y desarrollo de las neuronas no llega a completarse y la neurona que se pierde no se puede recuperar. Su lugar se rellena con materia grasa. El daño no se puede reparar.
El informe apunta que los individuos que no tomaron esta droga hasta después de los 18 años o en su edad adulta, tenían ya sus cerebros bien formados y por lo tanto no mostraban esta deficiencia.
CONCLUSIÓN: la marihuana no es inofensiva, particularmente para los adolescentes.

Fuente: www.elmundo.es
Los argentinos lo llaman "hacerse señorita", aquí en España "hacerse mujer", pero la frase en cuestión es sólo una mera anécdota. La llegada de la primera regla es un proceso natural de la mujer que forma parte de la preadolescencia el cual, tal como aconsejan los expertos, debe tratarse con la mayor naturalidad posible y enfocarla de manera positiva, ya que en todo este proceso influyen mucho los factores sociales y culturales.
Así, la psicóloga especialista en sexualidad, Mónica Poblador, del Centro Álava Reyes Consultores de Madrid, asegura que no debe "ni idealizarse" ni "obviarse". "Considerar a las chicas más o menos mujeres es más un significado social que le ponen los adultos. Hay incluso padres que les hacen un regalo a sus hijas y las encumbran con la famosa frase de ‘ya eres una mujer’, con la vergüenza que eso puede suponer para la niña", explica, convencida de que uno de los errores más frecuentes que se comete a la hora de hacer educación sexual, es tratar las dudas y las reacciones que tienen sus hijas mirándolas con "ojos de adulto" y no desde su perspectiva de niñas, que es realmente lo que son.
La menarquia
La primera regla se denomina menarquia y suele ocurrir entre los nueve y los 16 años. "En España como promedio aparece entre los 11 y 12", puntualiza. No hay una edad óptima para empezar a menstruar ya que cada chica es diferente y cada cuerpo lleva su ritmo. Es una parte más del desarrollo sexual, señalan los expertos, y una prolongación de todos los cambios que han empezado ya en la pubertad.
La ginecóloga Lola Pérez Jaraíz, del Hospital San José de Madrid, explica que el inicio de la menstruación depende de la madurez del aparato genital. Y esta a su vez de la secreción de hormonas que estimulamos de los ovarios que segregan unas glándulas alojada en el cerebro, la hipófisis y el hipotálamo.
"No conocemos con exactitud todos los factores que influyen en que estas glándulas cerebrales inicien su trabajo. Entre otros están los factores genéticos y el peso corporal. Las mujeres delgadas tardan más en tener la regla", aclara la doctora. Además, puntualiza que influyen factores genéticos, ambientales y geográficos, así como una mejor alimentación y la práctica de ejercicio físico reglado.
Normalmente, esa primera regla suele doler. Esos ‘dolores cólicos menstruales’ en los primeros días, señala la doctora, se dan aproximadamente en el 50% de las adolescentes pero, a medida que va creciendo, estos "calambres" suelen ser menos molestos y, en ocasiones, llegan incluso a desaparecer por completo.
Mucho se ha hablado del momento de esa llegada, y aún circulan muchos mitos, pero lo cierto es que "no pasa nada" porque aparezca más o menos tarde. Diferente es cuando la menarquia precoz (antes de los ocho años) porque hace que la niña se enfrente a una fase vital para la que todavía no están preparadas emocionalmente y suelen avergonzarse. Pero, ese crecimiento corporal, continúa explicando la experta, cesa unos dos o tres años después de la llegada de la regla, con lo que su talla final suele ser menor de la media. En el caso de un desarrollo tardío, la menstruación se espera con insistencia y es bien recibida, ya que "por fin es igual que el resto de sus amigas", afirma Pérez Jaraíz.
Del mismo modo, el pediatra Jordi Pau, coordinador de Prevención y Seguridad de la Asociación Española de Pediatría (AEP, asegura que no hay ni ventajas ni inconvenientes a nivel físico dependiendo del momento de esa llegada de la regla, tan sólo pequeños desajustes: "Si viene temprana, nos encontramos con una mentalidad infantil en un cuerpo de mujer y, viceversa, si aparece más tarde. Pero insiste igualmente, que esos "desajustes" se desarrollan dentro de la normalidad y que además, no existen ni ventajas ni inconvenientes "porque llegue antes o porque llegue después".
La clave: naturalidad
La primera regla marca el inicio de su etapa reproductiva, donde se viven cambios muy importantes desde un visto físico y emocional, incluso en muchas culturas, la aparición de la primera menstruación, apunta Pérez, se celebra como uno de los momentos cruciales de la vida de la mujer.
"Es cierto que es un acontecimiento importante en sus vidas", confirma la psicóloga, sobre todo si tienen hermanas o amigas que están también accediendo a ese proceso de "normalidad" y "madurez". Por ello, los padres han de tratarlo con la mayor naturalidad posible.
La base está en la actitud con la que se trata el tema. Hay padres que viven en proceso de forma aséptica, otros de manera idealizada y "hacen una fiesta" y hay otros que aprovechan ese momento para "hacerlas sentir únicas y especiales" y contarles a sus hijas todo cuanto desean saber. Pero lo importante, continúa Poblador, es vivirlo de manera auténtica, de forma natural, que se esfuercen por abrirse y que "acojan la curiosidad y el pudor" de sus hijas como algo normal.
A pesar de que actualmente las niñas suelen estar bien informadas y son conscientes, tanto hijas como padres, de que se trata de un "proceso natural", como expone la doctora Pérez, todavía existen familias donde cualquier aspecto relacionado con la sexualidad se trata como un tema tabú. "Muchas chicas no acceden al conocimiento de la menstruación por boca de los padres sino por las amigas o compañeras de colegio que les dan ciertas nociones", aclara la especialista en psicología, mientras recuerda el caso concreto de una niña. "Me contaba que cuando descubrió a los 10 años que sangraba no sabía qué era lo que le estaba pasando y le tuvo que preguntar a su padre, que fue el primero en llegar a casa. Decía que lo pasó fatal, que preguntárselo a su padre fue un suplicio. No quería porque era demasiado pronto y además le dolía muchísimo", recapitula Poblador.
Por este y por otros relatos similares es importante, aconseja la experta, que los padres expliquen bien en qué consiste la regla antes de que la niña "la viva por primera vez y no le pille por sorpresa". Tratar el tema con la mayor naturalidad posible. Además, es también una buena oportunidad para empezar a hablar con su hija de sentimientos y de los cambios que le acontecederán en un futuro. "Las madres son modelos de aprendizaje privilegiados y sus actitudes, antes este fenómeno natural, son referentes para la formación y actitudes de sus hijas", señala Poblador.
Para Jordi Pau lo más importante es la prevención y la tranquilidad. Si las niñas están preparadas y conocen lo que quieren saber antes de su llegada, puntualiza el doctor, todo ocurrirá dentro de la normalidad.
Se debe desmitificar la regla y enfocarla de manera positiva, concluye por su parte Poblador, ya que así se facilita que las niñas puedan sentirse bien "dentro de su cuerpo de mujer" y sentirse a gusto dentro de su propia piel.

Fuente: www.larioja.com

«Juan paseaba por la Alameda cuando observó, aquel sábado por la tarde, un grupo de adolescentes haciendo botellón, lo cual era lo habitual en aquella época del año, a pesar de los esfuerzos del ayuntamiento y los vecinos por erradicarlo. De repente vio que el grupo de arremolinaba alrededor de un cuerpo y agitaban las manos como alarmados, acercándose entonces para interesarse por lo que ocurría. Una de las chicas le dijo que su amigo Pancho había bebido bastante y que llevaba un tiempo vomitando, pero que ahora no les respondía y cerraba los ojos, y no eran capaces de levantarlo del suelo. Juan se aproximó a Pancho y empezó a llamarlo, pero éste solo se manifestaba con una serie de vocablos inadecuados, sin sentido. Los otros amigos no hacían otra cosa que reclamarle que pidiera una ambulancia pero él, más calmado, les dijo que le ayudaran a ponerlo de lado para que no se atragantara con los vómitos y que intentaran localizar a algún familiar.
Juan realizó una llamada al teléfono de emergencias 061 y, tras comentar lo que ocurría, habló con un médico que, después de preguntarle cómo se encontraba la víctima, le tranquilizó dándole una serie de pautas de que hacer con él y comunicándole que enviaba ayuda hacia el lugar.
A los pocos minutos, que a Juan y a los amigos de Pancho se le hicieron eternos, oyeron las sirenas de un coche de policía que llegaba y tras él, también, una ambulancia de la cual, al estacionar, se apearon de la misma un conductor y un técnico de emergencias que se acercaron hacia el grupo, observaron a Pancho y después de estimularlo y ver que cada vez respondía mejor hablaron por teléfono con el médico del 061 y le comentaron la situación, ayudados por la policía y los testigos, que una vez que se corroboró la falta de apoyo familiar en aquel momento y la confirmación de un importante consumo de bebidas alcohólicas, lo más adecuado sería trasladarlo a un centro sanitario para tenerlo unas horas en observación hasta que se metabolizara todo el alcohol consumido y estuviera en condiciones de volver a su casa.».
Aunque esta historia no es real, podría serlo, una situación que se puede presentar en cualquier momento…
La droga más consumida
El alcohol se considera la droga más consumida en todos los tramos de edad, en ambos sexos y en casi todos los grupos sociales, siendo la primera en los españoles mayores de 14 años (con un 49% que reconoce su consumo el último mes y un 15% de consumo diario). Además, en los últimos años ha aumentado su consumo y han cambiado sus tradicionales formas del mismo, es decir, de ser el vino lo que más se bebía en fiestas y comidas familiares, actualmente son la cerveza, los combinados y los licores de alta graduación en establecimientos (bares, discotecas, etc.) y lugares públicos (plazas, parques, el llamado ‘botellón’, sobre todo los fines de semana, y con una disminución de la edad de inicio de consumo hasta incluso los 11 años (un 3,5% ya han probado las bebidas alcohólicas, y un incremento del consumo en mujeres.
Todo esto produce un elevado coste económico para la sociedad, cifrándose en más 1.800 millones de euros por la baja productividad derivada del alcohol, estando presente en más del 40% de los accidentes de tráfico (conjuntamente con otras drogas). Hay estudios en España que detectan que en más del 46% de las muertes por homicidio hay una relación con el consumo de alcohol, así como en un 25% de las muertes por suicidio y en un 40% de las muertes por accidentes de tráfico.
La clínica de la intoxicación etílica depende de una forma aproximada en cómo las concentraciones de alcohol alcanzan la sangre y traduciendo los niveles de etanol en el cerebro, dependiendo los niveles sanguíneos de la rapidez con que se haya consumido y del tiempo transcurrido desde el consumo, así como del tipo de bebida y de la tolerancia del individuo.
El alcohol afecta a las neuronas, produciendo a dosis bajas estimulación del comportamiento pero, a medida que aumenta la dosis, origina depresión del sistema nervioso central, pudiendo llevar al coma, a la depresión respiratoria, y si no se toman las medidas adecuadas, a la muerte. Cuanta más graduación tiene la bebida, mayor va a ser su concentración en sangre y más graves van a ser sus efectos con menos dosis.
Siempre hay que tener en cuenta que el alcohol puede estar mezclado el consumo de otras drogas, incrementándose los riesgos derivados de su consumo.
En caso de intoxicación
Los pacientes que sufren una intoxicación etílica aguda, si es leve, no precisan de pruebas diagnósticas ni medidas terapéuticas específicas excepto una vigilancia del nivel de consciencia hasta que disminuyan los niveles de alcohol y se metabolice, la mayor parte de las veces en su propio domicilio si el soporte familiar es el adecuado.
Cuando es más grave se protegerá al paciente de traumatismos secundarios, se le colocará el posición lateral de seguridad para evitar aspiración de los vómitos que puedan producir una obstrucción de la vía aérea y un ahogamiento secundario y no se deberá alterarlo ni agitarlo, sino infundirle tranquilidad. Se llamará al teléfono de emergencias 061 donde el médico dará las recomendaciones más adecuadas, así como el envío de ayuda si se ve necesario, que muchas veces no se precisará, ya que muchos pacientes se van recuperando poco a poco.
Nunca se deberán realizar maniobras, consideradas por los profanos en materia sanitaria con medidas útiles, pero que pueden perjudicar más al paciente, como son:
1.- Administración de café, sobre todo con sal, u otros remedios caseros.
2.- Inducción del vómito, por el riesgo de broncoaspiración.

Fuente: www.diariovasco.com
La sustancia estupefaciente más adulterada que circula entre los consumidores de drogas del País Vasco es la heroína. Apenas alcanza el 10% de pureza. Le sigue la anfetamina (‘speed’) que en los últimos años ha caído hasta el 20%, mientras la cocaína muestra una concentración del principio activo del 48%. Estos son algunos de los datos recogidos en el último informe elaborado por Ai Laket, una asociación sin ánimo de lucro que busca reducir los riesgos del consumo de drogas y que realiza a pie de calle, ya sea en localidades en fiestas o en otros actos lúdicos, análisis sobre la composición de las drogas que se consumen en las calles del País Vasco.
Ai Laket examinó el año pasado 1.065 dosis en todos los programas preventivos que gestiona. Las muestras se recogieron en diferentes puntos de la comunidad autónoma, repartidos equitativamente según la población en los tres territorios. «Además, hemos estado puntualmente en Navarra y en el País Vasco francés, con el programa transfronterizo», señala Miren Ugarte, coordinadora de la asociación.
Este programa itinerante, denominado ‘Testing’, lleva funcionando diez años. Desde sus inicios ha duplicado sus medios y actualmente llega a más localidades e incluso festivales, de ahí que el número de análisis haya aumentado. Además, desde 2009, está disponible el servicio del Punto Fijo, un recurso semanal gratuito para realizar análisis en Vitoria y que ha sido posible gracias a la labor voluntaria.
El programa ‘Testing’ comienza todos los años su andadura en febrero con los carnavales en Tolosa y finaliza en octubre o noviembre, dependiendo de las fiestas organizadas en esas fechas. Este año se han previsto 45 intervenciones y el mes más concurrido ha sido junio, con 13. Localidades como Tolosa, Ortuella, Bergara, Beasain, Leioa, Arrasate, Irun, Zarautz, Aramaio, Zumarraga, Mungia, Ordizia, Getxo, Azpeitia, Gernika, Bermeo, Urretxu, y Basauri se encuentran dentro del programa del presente ejercicio.
La sustancia más analizada en 2011 fue la anfetamina con 303 muestras, seguida del hachís, con 253. Muy de cerca le siguió la marihuana con 252 análisis. El resto corresponden a muestras de cocaína (128, éxtasis (61);, ketamina (27) y otras (41);.
Potente estimulante
Para el estudio de las diferentes dosis, Ai Laket cuenta con un convenio en colaboración con SGiker (RMN, de la Universidad del País Vasco, que efectúa un análisis más exhaustivo, en el que se identifican todos los componentes de una muestra además de cuantificarlos. El número total de unidades enviadas a este servicio fue de 289.
Aunque la sustancia analizada que más grado de adulteración presenta es la heroína, cuya media ronda el 10% de pureza. Ai Laket ha detectado en los últimos años una disminución en la anfetamina (‘speed’) hasta el extremo de que su media ha bajado hasta el 20%. «De todas las sustancias que analizamos en este informe la anfetamina es sin lugar a dudas la que menor pureza tiene y más adulterada se encuentra de todas, al igual que en años anteriores», afirma la coordinadora de la asociación.
La composición media de todas las muestras arroja una concentración del principio activo del 23%. El resto de componentes vienen, por un lado, del proceso de sintetización, como son las impurezas de reacción (metanol 1%) y, por otro, del interés que existe en obtener mayor rendimiento económico. Se trata de adulterantes, como la cafeína (61%, y diluyentes como los azúcares (4%) y los insolubles (8%). La concentración de estos añadidos resulta muy superior, casi tres veces, a la del principio activo deseado.
«Año tras año vemos cómo la pureza media de la anfetamina baja, parece que fuera a desaparecer por completo su presencia en las muestras vendidas y consumidas como tales», señala Miren Ugarte.
No obstante, la coordinadora señala que aún pueden encontrarse muestras de una pureza muy elevada, mayores al 95% -es lo que se ha detectado en seis casos- y otras cuyo contenido en anfetamina no supera el 5% (14 casos). «Esta situación, junto a la paulatina bajada de la concentración de anfetamina en las muestras vendidas como tales, y el aumento de adulterantes, provoca un estado de vulnerabilidad en las personas consumidoras de esta sustancia que merecen ser atendidas con información al respecto», explica Ugarte.
Este año, además, Ai Laket ha detectado un potente estimulante en el ‘speed’. Se trata del PMA. Sus efectos varían en función de la dosis ingerida, del contexto del consumo y del estado de ánimo de la persona consumidora, así como de las expectativas y características personales.
Aumenta el ritmo cardiaco y la presión arterial, incrementa y entorpece la respiración, y eleva la temperatura corporal. Se pueden producir náuseas y vómitos al inicio de la experiencia. Desde la asociación se recuerda que la dosis «recreativa» de PMA se encuentra en torno a los 50-80 mg, aun así, en dosis bajas ya puede suponer un riesgo. «Ha habido diversas muertes asociadas a esta sustancia, en la mayoría de los casos debidos a que fue vendida como MDMA (éxtasis)», afirma Miren Ugarte.
Menor pureza en la coca
La cocaína ha registrado asimismo una bajada paulatina de la pureza, que en las muestras analizadas el pasado año se sitúan ya por debajo del 50%.
La composición media de todas las dosis examinadas muestra una concentración del principio activo del 48%. El resto de componentes provienen de la propia sustancia, es decir, las impurezas de origen natural (7%) y del interés en obtener mayor rendimiento económico. Estos son adulterantes añadidos (34%) y diluyentes (11%).
Las muestras examinadas oscilan entre una pureza del 0,00% y una del 94,42%. «Se trata de una gran variabilidad y un rango muy amplio de diferentes purezas. En años anteriores la mayoría de las muestras superaban el 60% de pureza», afirma Ugarte, que advierte, además, de la detección de un adulterante «que hasta ahora desconocíamos, el levamisol. Debido a su toxicidad sacamos un aviso con la intención de informar de su existencia».
El consumo de levamisol durante periodos prolongados puede provocar reacciones de hipersensibilidad como fiebre, síndrome gripal, dolor muscular y erupciones cutáneas, así como efectos sobre el sistema nervioso central, como cefalea, insomnio, vértigo; trastornos gástricos y agranulocitosis (bajada del número de glóbulos blancos en sangre. «Estos efectos se dan en consumos continuados, y si bien evaluar qué dosis puede generarlos es difícil, se estima que son entre 50-200 miligramos diarios, dependiendo de las características personales», explica Miren Ugarte.
Las menos adulteradas
El informe de Ai Laket sostiene asimismo que las muestras que menos adulteración presentan corresponden a las de MDMA, conocida como éxtasis, y la ‘ketamina’.
La composición media de todas las muestras de éxtasis analizadas arrojó una concentración del principio activo de un 86%. El resto de componentes fueron, por un lado, diluyentes (11%) y otras sustancias que aparecen de forma minoritaria (3%).
El rango de pureza de las muestras de éxtasis está directamente relacionado con su formato de presentación. En los últimos años es frecuente encontrar en el mercado MDMA en pequeños cristales que se venden en unidades de gramo o medio gramo, sin encapsular o comprimir en pastillas. Es lo que las personas usuarias conocen como ‘cristal’. «La impresión general es que el ‘cristal’ tiene cada vez mayor presencia en el mercado recreativo y que su pureza es superior al de las pastillas de éxtasis, y así es: podemos afirmar que la pureza de las muestras de éxtasis en polvo es muy alta».
La concentración media de MDMA es la más alta registrada en los años de trabajo de Ai Laket. En 2010 se pasó por una época de escasez de muestras que diversas fuentes achacaron a problemas de abastecimiento de una sustancia precursora del mismo. «Por lo visto, esta situación se da por finalizada con los últimos resultados obtenidos», afirman desde Ai Laket.
Respecto a la ketamina, todas las muestras, excepciones a parte, superan el 98% de pureza.

 

Durante este verano, recogiendo los datos aportados por Proyecto Hombre, diversos medios publicaban en portada titulares alertando de los consumos abusivos de alcohol que se están dando durante el período de crisis y el consecuente aumento de las demandas de tratamiento. Paralelamente, se aprovechaba para destacar el aumento del consumo entre jóvenes y adolescentes, definiéndolos -en esencia- como consumidores de riesgo(1); .
Es evidente que, en la cuestión de las drogas, funcionamos a partir de ciclos de preocupación social, que a su vez generan estereotipos institucionales(2): si en épocas pasadas -secuencialmente- nos centramos en el consumo de heroína, cocaína y drogas de síntesis (tipo MDMA y derivados, lo que ocupa buena parte de nuestras cavilaciones y ocupaciones profesionales actuales es la cuestión del consumo de cannabis y alcohol por parte de jóvenes y adolescentes. Ahora bien, haciendo una lectura de los datos sobre consumo de alcohol y demandas de tratamiento a nivel catalán, que siempre serán más globales que las aportadas por una única asociación, veremos como la tendencia y las estadísticas presentan un consumo, aunque preocupante , ciertamente estable en los últimos años(3) . En la población adulta existe un ligero incremento. Pero en población adolescente y joven, ésta incluso se reduce, siendo el número de borracheras el único patrón que aumenta significativamente.
Por todo: ¿donde debemos centrar nuestras preocupaciones? Si bien es probable que la coyuntura actual de crisis genera más problemas, el desempleo y la dificultad para acceder a tratamientos privados pueden haber favorecido el aumento de demandas hacia el sistema público de salud, evidenciando una mayor visualización del problema. Que ya tocaba. Tampoco olvidemos que, en épocas de depresión social (privación económica, altas tasas de desempleo, etc., el alcohol llega a ser también un buen depresor. En cambio, en épocas de bonanza se relativizan los problemas, y nuestro umbral de alarma hacia lo que acontece o no problemático. De hecho, a menudo nos toca atender demandas tipo "ahora que no estoy haciendo nada me dan por sí bebo demasiado" . Cuestión que podíamos traducir a "cuando estaba ocupado era un tema que no se tocaba" . Todo ello termina simplificando realidades complejas.
En cuanto a jóvenes y adolescentes, y dejando de lado nuestra enfermiza hiperprotección hacia todas sus conductas, vemos como las borracheras son una práctica de riesgo que generan cierta preocupación. En los últimos 20 años se ha doblado el número de adolescentes y jóvenes (14-18 años) que se han emborrachado en el último mes. Se señala que es importante el patrón nórdico, que implica consumir mucha cantidad de alcohol en poco tiempo. El fenómeno del "botellón" probablemente tenga que ver. Aunque donde nosotros a menudo vemos motivos para la desolación profesional (jóvenes desmotivados, que priorizan el placer al esfuerzo, etc., contrapone con los motivos de los propios jóvenes, que valoran su vertiente relacional, y hace más barato el consumo .
Ya que es un tema que genera tanta preocupación y se dirigen parte del dinero destinado a campañas de prevención y sensibilización, podríamos apuntar algunas ideas:
Primeramente, debe imperar la sensatez y la ética por encima la excesiva moralidad adulta. Y revisar si la normativa actual es coherente. Es impensable pensar que hay que funcionar a partir de un planteamiento que tenga como punto de partida el no-es-normal-beber-alcohol-siendo-menor-de-edad (4) . No hay que olvidar que realidad-social y normativa-impuesta son dos conceptos que a menudo no participan del mismo concordato. Ni tampoco que la mayoría de los que ahora están por este mensaje vienen de una época en la que de adolescentes podían consumir importantes cantidades de alcohol sin control adulto y con una normativa muy permisiva.
En segundo lugar, apelamos a una prevención que tenga en cuenta cuáles son las necesidades reales de jóvenes y adolescentes. Que entienda que no todo pasa por abstenerse o bien emborracharse (y "liarla"). Frente a esta doble lectura, sobre la que pivotan las interpretaciones principales, proponemos un discurso que potencie el consumo responsable y el disfrute de la moderación. Contemplando la abstinencia como "la manera más segura de evitarse problemas". Pero no la única. Huyendo de grandes mensajes que sólo sirven para limpiar las conciencias de quienes los pregonan. Ante la última oleada de política conservadora que nos está llegando, habrá que detectar aquellas situaciones problemáticas a priorizar. Y trabajarlas. Para prevenir los riesgos asociados al consumo de alcohol -y no el consumo en sí- propongo tres: todo lo que tiene que ver con las peleas y violencia, la sexualidad y afectividad, y la conducción de vehículos y su gestión.
Tercero: no utilizamos la excusa de la crisis para que empresas e industria -mercado en general- recuperen ciertos privilegios que disponían tiempo atrás y que perdieron gracias a la lucha de los sectores sociales y de salud. Es sorprendente que el Gobierno, en su pack Ómnibus, plantee modificaciones que afectan directamente a las restricciones aplicadas en 2009 al sector privado de la industria del alcohol. Se permitirá otra vez la realización intensiva de acciones de promoción del consumo de alcohol, y en paralelo su publicidad. A nadie se le escapa una realidad evidente: vivimos en una sociedad culturalmente muy arraigada al consumo de alcohol que todavía no tiene claro qué mensaje transmitir para un consumo responsable. Y que esta cuestión es un asunto de interés económico. Business puro y duro. No es necesario estimular comportamientos que puedan comportar problemas. El sentido común -control, prudencia y moderación- es incompatible con esta promoción de ética dudosa y cargada de contradicciones. Claro que no todo es una cuestión de prevención y formación.
Para terminar, no estaría de más revisar nuestros comportamientos adultos. Y ponerlos sobre la mesa. Si analizáramos en profundidad los datos reales de accidentes de tráfico, demandas de tratamiento, urgencias toxicológicas, etc. tal vez destaparíem nuestras incoherencias. Y probablemente nos plantearíamos que tendría sentido dirigir las campañas hacia un público de más avanzada edad. Aunque aquí sí que encontraríamos algunas resistencias. Pero así como vamos, si esto ocurre, probablemente ya no dispondremos ni de recursos para abordarlas.

1 Dejo como ejemplo la portada del Diario Ahora el pasado 9 de julio (2012):
http://www.ara.cat/comunicacio/portada-ara-juliol_ARAFIL20120708_0001.pdf
2 Recomiendo el artículo de Oriol Romaní que hizo por el Congreso "Hablemos de drogas" en Barcelona el pasado 2009 (FAD y Obra Social de La Caixa):
http://www.fad.es/sala_lectura/C2009_MR6_Oriol_Romani.pdf
3 Observatorio Español de la Droga y las Toxicomanías: Situación y TENDENCIAS de los problemas de drogas en España INFORME 2011
http://www.pnsd.msc.es/Categoria2/publica/pdf/FOLLETO_OED_2011.pdf
4 Lo comento a partir de la última campaña realizada por el Ministerio de Salud:
http://www.alcoholenmenoresnoesnormal.es/

Fuente: www.abc.es

Los jóvenes actuales muestran poca paciencia en su día a día y están más irritables o inquietos cuando les falta el móvil o no pueden conectarse a Internet, según algunas de las conclusiones del Observatorio de la Adolescencia, que se enmarca dentro del programa «Párate a Pensar» desarrollado por Aldeas Infantiles SOS.
Esta ONG encuestó a más de 180 profesionales de centros de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) para conocer el comportamiento de los jóvenes ante cuestiones como la paciencia, la creatividad, las nuevas tecnologías, la escucha, el valor, la solidaridad o el respeto al medio ambiente. El 82% de los educadores afirmaron que sus alumnos son «impacientes», especialmente en situaciones que «no consideran de interés», mientras que el 75% considera que los jóvenes se comportan con mayor serenidad en situaciones «afines a sus intereses».
La tecnología, concretamente la telefonía móvil, es, según los docentes, un elemento detonante. El 35% de los profesores considera que sus alumnos lo pasan mal si no tienen acceso a su terminal e incluso el 75% de los encuestados afirma que están más irritables. Los profesores achacan a los videojuegos y a Internet los retrasos que, en alguna ocasión, han sufrido sus alumnos.
Trasnochar y copiar ya es habitual
El 54% de los encuestados cree que los jóvenes trasnochan ante la pantalla del ordenador, lo que les conduce a desatender sus responsabilidades escolares, según afirma el 89% de los docentes. Además, Internet ha ocasionado que copiar en los trabajos escolares se haya convertido en una práctica habitual , según el 53% de los profesores.
Asimismo, los educadores consideran en un 74% de los casos que los jóvenes saben escuchar a veces, en función del grado de interés de la conversación. Los amigos son las personas a quienes escuchan en mayor medida (92%, frente a sus ídolos de opinión (33%) y sus padres (11%).

Fuente: www.telecinco.es

No es porque sean insensibles, ni les importe nada más que conseguir su objetivo. A pesar de lo que piensan muchas mujeres, el cerebro de los hombres está programado para "desconectarse" después de alcanzar el climax. Un estudio reveló las razones por las que ellos se duermen casi inmediatamente después del sexo, algo de lo que muchas amantes y esposas se quejan.
Ni caricias, ni conversaciones después del orgasmo, porque él ya ronca. La escena es frecuente en las alcobas de parejas, pero los científicos han encontrado una razón para explicar el comportamiento de los hombres después del sexo.
Investigadores franceses han encontrado un mecanismo en el cerebro masculino que actúa como un verdadero interruptor. Después de que ellos alcancen el clímax el cerebro se "desconecta" e irrumpe el sueño, según publicó ‘ The Telegraph’.
La corteza del cerebro que se encarga de mantener en estado consciente a una persona se "apaga", después de que el hombre alcance el orgasmo.
Otras dos áreas , la corteza cingulada y la amígdala , mandan un mensaje al resto del cerebro que inhibe el deseo sexual, al tiempo que libera sustancias químicas que inducen el sueño, como la serotonina y opiáceos .
En las mujeres no funciona de esta manera y siempre son ellas las que se quedan hablando solas en la cama, mientras ellos ya están en brazos de Morfeo.
El investigador, Serge Stoleru, explicó que el cerebro masculino y femenino funciona de forma diferente.
Los científicos explican porqué los hombres se duermen tan pronto después del sexo y es muy probable que se deba a que el periodo refractario de ellos es más largo que el de ellas.
Ellas pueden tener muchos orgasmos sin apenas pausas, mientras que los hombres necesitan un periodo de recuperación más largo.
"Después de que los hombres tienen un orgasmo, suele pasar por un periodo en que no se pueden excitar, pero para las mujeres es diferente. Ellas no atraviesan este estado y pueden pedir más cuando sus parejas quieren descansar", aseguró Stoleru.

Escribo esta columna en una semana en que en la que el lunes conocíamos que el Ayuntamiento de Girona multará a los adolescentes que fumen en la calle y, el viernes, los diarios nos hacen saber que la consejera Rigau invita al profesorado a mostrarse contento ante su alumnado, a pesar de los recortes y las condiciones educativas precarias. Así que vuelvo a escribir sobre ética, moralismos, hipocresías y pragmatismos.
En Girona todo parece girar alrededor del viejo y melifluo concepto de civismo, adornado ahora de civilidad. No, pero, de ciudadanía. No acabo de encontrar por qué al alcalde le molesta menos el señor gordo que fuma un farias en la terracita que la adolescente apoyada en el muro del Onyar jugando a señorita fumadora. Tampoco sé qué instrucciones dará a la Guardia Urbana para gestionar la dinámica de un grupo joven que habla e intenta ser feliz en un rincón del parque mientras comparten lo que fuman. No sé cuál será el manual familiar que distribuirá para saber los argumentos que deben utilizar los padres fumadores cuando llegue a casa la multa de 300 €.
Menos lecciones
Que gobiernen como quieran, pero que no utilicen ejemplos moralizantes como el de "menores" fumando en público para hacer pasar "moralejas" de la conducta pública que ocultan importantes vicios de los que pueden tener privacidad. Con los adolescentes ya trabajamos para que no tengan interés para fumar, ya intentamos que entiendan que lo que la norma persigue es conseguir que tarden el mayor tiempo posible en hacerlo. Pero si algo buscamos es evitar que piensen que perseguimos sus formas de ser adolescentes, de diferenciarse de nosotros. En la escuela no dejan que fumen porque no es ni el lugar ni el momento y por eso ninguna de las personas que está presente lo hace. Si van al bar y quieren fumar deben hacerlo fuera, como todos. Para disuadirlos de ello, intentamos que no se reflejen en los que tienen que salir continuamente a fumar.
Las autoridades deberían darse cuenta de que, si por fumar se esconden o pasan de autoridades y lo hacen de manera ostentosa, lo que habremos conseguido es que una parte significativa más de su mundo quede lejos del nuestro y fumar cobre una nueva importancia. Pero como los valores fuertes que ahora dominan la enseñanza incluyen la hipocresía, es necesario que en la escuela o la escena pública seamos siempre para los adolescentes unos buenos adultos: gente que piensa A, dice B y hace C.