La pérdida de colágeno, la deshidratación o el aumento de peso son algunas consecuencias de su consumo que tienen reflejo en el organismo.

Tras una noche alegre de fiesta en la que se te ha ido la mano con el alcohol, llegará inevitablemente una mañana triste de resaca. Además de sentir un terrible malestar físico, si te miras al espejo serás testigo de las huellas visibles que el alcohol ha dejado en tu rostro.

Ojeras profundas, piel acartonada, grisácea, opaca y sin vida, con arrugas y rojeces nos recuerdan que beber alcohol, por poco que sea, no le sale gratis a nuestro organismo y es que su consumo es el tercer factor que más envejece nuestro aspecto, por detrás de los rayos del sol y de factores externos como la contaminación.

Los expertos aseguran que beber alcohol siempre es malo y subrayan que, incluso hacerlo de forma esporádica, puede tener efectos negativos para la salud. Su consumo aumenta el riesgo de sufrir innumerables enfermedades, tanto físicas como psicológicas, y produce un envejecimiento a nivel celular, por lo que también aumenta el riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con la edad, como la demencia o la diabetes.

Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Pensilvania, cuyos resultados fueron publicados en la revista Nature Communications, demostró que incluso el consumo moderado de alcohol está asociado a daños en el cerebro. Consumirlo en exceso altera, además, su estructura y su tamaño, asociados ambos a deficiencias cognitivas, y provoca una reducción de la materia gris y de la blanca.

Los investigadores compararon las reducciones del tamaño del cerebro relacionadas con el consumo de alcohol con las que se producen con el envejecimiento. El estudio concluía que pasar de cero a una unidad de alcohol al día se asociaba a cambios en el cerebro equivalentes a medio año de envejecimiento y pasar de una a dos, el equivalente a envejecer dos años. De esta forma, la diferencia entre cero y cuatro bebidas diarias era de más de 10 años de envejecimiento.

Cómo nos envejece el alcohol

Investigadores de la Universidad de Oxford, por su parte, concluyeron que las bebidas alcohólicas afectan directamente a los telómeros, las secuencias repetitivas de ADN que están en los extremos de los cromosomas. Su longitud está asociada con la longevidad, de forma que a medida que envejecemos estos se van acortando. Pues bien, beber alcohol hace que los telómeros se reduzcan de forma más veloz y nosotros envejezcamos más rápidamente.

De esta forma, debemos ser conscientes de que beber alcohol va a restar vida a nuestros años y años a nuestra vida. Algunos de los aspectos que van a influir en nuestro envejecimiento son:

Pérdida de colágeno. El alcohol reduce los niveles de nutrientes y de oxígeno en la sangre, genera radicales libres que oxidan las células y que hacen que el colágeno se degrade antes y acelere la aparición temprana de signos de la edad como las patas de gallo, las arrugas y la flacidez.

Deshidratación. Para metabolizar el alcohol, nuestro organismo necesita mucha agua y la buscará en la piel. Además, por su efecto diurético, hará que la rehidratación sea más lenta, de forma que tras una noche de juerga, la deshidratación hará que tu piel se vea opaca, sin vida y con más arrugas.

Inflamación. El efecto vasodilatador del alcohol afecta a los vasos sanguíneos y hace que la cara se ponga roja e hinchada. Esto se aprecia sobre todo en mejillas, nariz y mentón, y se puede volver crónico si el consumo es habitual.

Enfermedades dermatológicas. Algunas enfermedades de la piel, como por ejemplo la rosácea, que causa enrojecimiento, o la dermatitis seborreica, que provoca caspa en el cuero cabelludo y descamación en ciertas zonas de la piel, pueden empeorar con el consumo de alcohol.

Mala calidad del sueño. Tras una noche de alcohol no vas a conseguir dormir bien, ya que va a afectar a tus ciclos de sueño evitando que entres en la fase REM. Una buena calidad del sueño acabará afectando a tu memoria o a tu atención.

Aumento de peso. El alcohol está lleno de calorías vacías, lo que no aporta nutrientes y es una auténtica bomba de azúcar que puede aumentar la grasa en la zona del abdomen y en la cara.

La próxima vez que salgas de fiesta y al día siguiente te mires al espejo y te veas mala cara sabrás que no se debe solo a la resaca o a la falta de sueño, sino que será también un reflejo de algunos de los efectos del alcohol en tu organismo.

FUENTE: noticiasdegipuzkoa.eus

Es perfectamente posible contrarrestar los efectos adversos sobre el peso que provoca la ausencia de nicotina.

Nadie debería dudar a estas alturas de que fumar es la primera causa de muerte evitable en el mundo. Se trata de un hábito sumamente pernicioso que debemos abandonar cuanto antes mejor. La razón es que las alteraciones que la nicotina y otros productos incluidos en los cigarrillos provocan en nuestro metabolismo, inciden tanto en nuestra salud cardiovascular como en la eficiencia de nuestra digestión, en nuestro equilibrio psicológico y en el funcionamiento de nuestro sistema respiratorio, entre otros muchos aspectos.

Pero precisamente debido al estado de continua alteración metabólica que provoca la nicotina, el abandono del tabaco no solo es difícil a nivel psicológico, sino que también tiene consecuencias a corto y medio plazo sobre diversos aspectos de nuestra fisiología. Estos cambios, que se producen mientras nuestro cuerpo regresa a la normalidad de vivir sin los cigarrillos, muchas veces se traducen en un aumento de la ansiedad y del hambre.

Ello conlleva, según se constata científicamente, un aumento del peso de entre 3 y 5 kilos de media, aunque para algunas personas este incremento puede alcanzar los 10 kilogramos y en un 20% de los casos estudiados, en cambio, no hay aumento de peso e incluso adelgazan. De todos modos, este incremento se produce durante los primeros meses y alcanza a un máximo de un año, donde se detiene y se puede revertir con una alimentación sana y ejercicio.

Para entender por qué se da esta subida de peso conviene ver cuál es la influencia de la nicotina sobre nuestro sistema fisiológico.

Las acciones de la nicotina

La nicotina actúa a muchos niveles, tanto sobre el sistema digestivo como sobre el nervioso y el cardiovascular:

A nivel del sistema nervioso central actúa como un estimulante que nos mantiene alerta. Este efecto provoca que nuestro metabolismo basal aumente respecto a los no fumadores y también lo haga nuestra temperatura. Se calcula que nuestra termogénesis aumenta un 6% y quemamos, para mantener la temperatura a estos niveles, 200 kilocalorías más que una persona que no fuma.
Paralelamente, a nivel del sistema límbico, en el cerebro, la nicotina aumenta la sensación de saciedad y placer, promoviendo la liberación de diversas hormonas responsables del bienestar.

No obstante, cuando los niveles de nicotina en sangre son demasiado altos, esta liberación se inhibe parcialmente, lo que provoca que haya que aumentar más el nivel nicotínico para mantener el placer, lo que lleva a la adicción. En este sentido, la nicotina, actúa sobre el cerebro de modo similar al azúcar. Lógicamente, en ausencia de nicotina se produce un síndrome de abstinencia con ansiedad, malestar, etc.

A nivel digestivo también provoca importantes alteraciones, generando un aumento de los jugos gástricos y una disminución de los movimientos musculares a lo largo de todo el sistema digestivo. Ambos fenómenos son causa de una peor eficacia digestiva y un menor aprovechamiento de los alimentos.

Además, la nicotina reduce las secreciones de la vesícula biliar para emulsionar las grasas y otros compuestos, con lo que disminuye todavía más la eficacia en la asimilación de alimentos.

A ello hay que sumar la disminución de la capacidad olfativa y gustativa al bloquear los receptores de la nariz y el paladar, con lo que los alimentos nos resultan menos atractivos y comemos con menos hambre.

Finalmente se cree que la nicotina también influye sobre la microbiota, produciendo una flora intestinal de peor calidad, lo cual incide sobre la creación de algunos metabolitos importantes para nuestra fisiología.

Qué pasa cuando dejamos el tabaco

En consecuencia, al dejar el tabaco y reducir drásticamente los niveles de nicotina en sangre, se producen diversos efectos:

→ Reducimos nuestro nivel de alerta, nuestra temperatura baja y nuestro metabolismo basal se ralentiza, con lo que dejamos de quemar esas 200 kcal extra, que eran como hacer unos kilómetros extra diarios a paso de trote. Es decir que es como si paráramos de hacer deporte de golpe.

Aumentamos la ansiedad por la abstinencia y necesitamos calmarla con algún equivalente, como son los azúcares y las grasas. Nuestro cerebro, que se ve de golpe negado de la recompensa de la nicotina, precisa de algún elemento sustitutorio y nos lo pide continuamente: tenemos más hambre, aunque es solo psicológica.

→ Nuestro aparato digestivo vuelve a funcionar con eficacia y optimiza el aprovechamiento calórico de todo lo que comemos.

→ Nuestra vesícula biliar también saca mayor partido energético de las grasas.

→ Nuestros sentidos del gusto y del olfato se despiertan de nuevo y encuentran la comida todavía más atractiva.

→ Nuestra flora intestinal, en cambio, no mejora de golpe y sigue sin producir algunos productos vitales y que seguramente nos ayudarían a regular nuestros niveles de azúcar y colesterol en sangre.

En resumen: engordamos.

Dejar de fumar sin engordar

Ahora bien, este aumento de peso se puede evitar si seguimos una serie de pautas; incluso hay menús diseñados a la sazón. Ya que el menor peso de los fumadores es en realidad un efecto de su deficiente funcionamiento metabólico, y se cree que hay una relación entre tabaco y mala alimentación, es normal que al dejar el tabaco se engorde. Esto es así siempre que no se planifiquen una serie de estrategias para contrarrestar el aumento de peso:

1. Aumentemos el ejercicio: Al dejar el tabaco el cuerpo se oxigenará mejor, ya que el humo es un reactivo para los pulmones, con lo que sentiremos posiblemente mayores ganas de hacer ejercicio. No se trata solo de salir a correr o apuntarse a un gimnasio, aunque ambas cosas son una buena idea. Puede bastar con dedicar una hora o dos al día a caminar, tal vez de ida y vuelta del trabajo, si es plausible, o cambiar el automóvil por la bicicleta, etc.; cada persona debe encontrar su ejercicio más sostenible con las condiciones de su vida.

2. El pan y el arroz, con fibra: Es muy posible que el cuerpo nos pida azúcares para sustituir a la nicotina. Nunca debemos ceder a los dulces o las bebidas azucaradas, pero sí podemos optar por comer más pan o arroz, incluso pasta. Eso sí: siempre integral o al menos con un alto porcentaje de fibra vegetal, que reducirá la entrada de glucosa en sangre y secuestrará gran parte del almidón, evitando su hidrólisis.

3. Acumulemos fruta en casa: Otra manera de satisfacer la necesidad del cerebro de azúcares es comer fruta, pero siempre entera, con su pulpa y no en zumos. La razón, como en el anterior apartado, es la fibra vegetal, que reducirá la entrada de azúcar en la sangre. Siempre que tengamos sensación de hambre o ansiedad podemos calmarla con una pieza de fruta.

4. Bebamos mucho líquido: El agua o las infusiones de hierbas nos vendrán bien para mantener una sensación de saciedad que evite que queramos ir directos a vaciar la nevera, pero también para hidratar las mucosas. A ello hay que sumar sus efectos diuréticos, que beneficiará al riñón.

5. Tomemos lácteos desnatados: La grasa no es mala, pero al principio conviene mejorar la relación entre proteínas y lípidos porque aprovecharemos mejor las calorías. Por otro lado, el recurrir a lácteos -sobre todo a yogures auténticos, sin tratamientos térmicos extra ni azúcares añadidos- al menos una vez al día puede hacernos mejorar nuestra flora intestinal.

6. Apostemos por la proteína de calidad en nuestras cenas y comidas: Los vegetarianos tienen en las legumbres una proteína vegetal de excelente calidad y alto poder saciante. Los carnívoros pueden optar por el pescado azul -sin pasarse-, el pavo, el pollo, el jamón, etc., intentando primar la proteína sobre la grasa.

7. Cero refrescos, cero pastelitos, cero patatitas fritas: Las razones son obvias, ya que se trata de azúcares, sal, grasas hidrogenadas, etc., que además de hacernos engordar podrán en peligro nuestra salud. Si sentimos deseo de dulce, busquemos la fruta.

8. Bajemos la proporción de café o té: El motivo es que estas bebidas son estimulantes de la creación de cortisol, la molécula del estrés, y por tanto nos pueden causar mayor ansiedad y necesidad de tabaco, que sustituiremos por comida para calmarla.

9. No al chocolate: El chocolate suma a su efecto estimulante, similar al café y por tanto generador de ansiedad, su poder calórico. Si lo comemos lo que conseguiremos un doble efecto negativo: no calmaremos la ansiedad y nos engordaremos todavía más.

10. Los chicles con nicotina sí, pero con mesura: Los chicles de nicotina pueden ser eficaces en personas que fuman mucho, ya que tendrán más ansiedad y sensación de hambre. Pero no deben ser una sustitución a la nicotina fumada, sino un tratamiento paliativo y progresivamente descendente, que nos calme la sensación de hambre psicológica y nos ayude a desengancharnos de la nicotina.

FUENTE: eldiario.es

Los anticonceptivos de emergencia, conocidos con el nombre de «píldora del día después», sirven para minimizar el riesgo de embarazo tras haber mantenido relaciones sexuales de riesgo o sin protección. Hay mucho desconocimiento sobre ellos, ya que muchas personas creen que son abortivos o que podrían llegar a dañar al feto si ya se hubiera producido el embarazo.

Queremos despejar tus dudas sobre este medicamento de urgencia y contarte cuáles son los efectos de la pastilla del día siguiente, cómo funciona y, muy importante, cómo saber si la pastilla del día siguiente funcionó o no. Sigue leyendo y despeja todas tus dudas.

Cómo tomar la pastilla del día después

La pastilla del día después es un medicamento hormonal que disminuye las posibilidades de embarazo tras mantener una relación sexual de riesgo. Es muy importante resaltar que no se trata de un medicamento abortivo sino de un tratamiento hormonal que dificulta que el espermatozoide alcance el óvulo aumentando la viscosidad del moco vaginal.

La píldora del día después se vende en España sin receta y contiene un único comprimido de 1,5 miligramos para una sola toma. Para tomar la pastilla de urgencia de manera correcta te aconsejamos hacerlo de la siguiente forma:

→ Tomar la píldora lo antes posible, idealmente en las primeras 24 horas. Puedes tomarla hasta las 72 horas después de las relaciones, pero recuerda que cuanto más tiempo tardes en tomarla, más puede disminuir el efecto.

→  Si estás con la regla, puedes tomarla en cualquier día del ciclo menstrual.

→  Tómala con agua o acompañada de alimentos.

→ Si tomas anticonceptivos orales, no olvides seguir tomándolos de manera habitual. No importa que hayas tomado la píldora del día después, tienes que seguir tomándolos hasta terminar el blíster. Si interrumpes su toma aumentarás el riesgo de embarazo.

→ Si por otras circunstancias vomitas y aún no han pasado 2 horas desde que la tomaste, deberás tomarla de nuevo. Si ya han pasado al menos 2 horas, no te preocupes, tu cuerpo ya la habrá absorbido por completo.

Cómo saber si la pastilla del día después funcionó después de tomarla

Si ya has tomado el anticonceptivo de emergencia y tienes dudas sobre si ha funcionado o no, tenemos que decirte que la única evidencia que indica que la pastilla de emergencia ha funcionado es la llegada de la regla. Aquí te dejamos unas pautas y alguna recomendación para saber si ha funcionado.

⇒ Si tienes la menstruación en la fecha esperada o aparece con un retraso de no más de 7 días quiere decir que ha funcionado.

⇒ Si no te viene la regla en la fecha en la que debería aparecer o tienes un retraso superior a 7 días, te recomendamos hacerte un test de embarazo.

⇒ Si tomaste la pastilla pasadas 72 horas del encuentro sexual, deberás hacerte un test de embarazo si tienes un retraso de varios días.

⇒ Si tienes dudas o temores con respecto a si ha funcionado la pastilla, lo mejor es que acudas a tu médico para que resuelva todas tus dudas y te tranquilice hasta que te llegue la menstruación.

Preguntas frecuentes sobre la pastilla del día después

Al ser un medicamento que suscita tantas dudas, hemos recopilado las preguntas más frecuentes sobre esta pastilla de emergencia y ayudar así a que te queden más claros su funcionamiento y efectos.

¿La píldora del día después protege frente a infecciones de transmisión sexual? Falso. La pastilla de emergencia no te protege del VIH ni de otras enfermedades de transmisión sexual. El único método de protección frente a estas enfermedades es el preservativo.

¿Mantiene su efecto si mantengo relaciones sexuales sin protección después de haberla tomado? No, su efecto no queda en el cuerpo ni te protege en relaciones posteriores sin protección. Debes usar protección siempre y no utilizar esta pastilla de urgencia como método anticonceptivo ya que puede tener efectos secundarios en tu cuerpo.

¿Cómo funciona la pastilla del día después? Se trata de un medicamento hormonal que actúa impidiendo o retrasando la ovulación evitando así un embarazo.

Si el embarazo ya se ha producido, ¿puede dañar esta pastilla al bebé? No. En caso de ya haya un embarazo, la píldora del día después no produce daño alguno en el embrión.

¿Cuántas veces puedo utilizarla? Se trata de un medicamento del que no se puede abusar ya que contiene una dosis hormonal alta. Recuerda que solo debe usarse en casos de emergencia ya que un uso continuado podría hacerle perder efectividad. Para más información sobre Cuántas veces se puede tomar la pastilla del día después, échale un vistazo a este artículo.

¿Los anticonceptivos de emergencia causan infertilidad? No, no hay estudios que lo demuestren.

¿Cómo saber cuándo usarla? Debes tomarla cuando tengas una relación sexual considerada de riesgo, si no has usado métodos anticonceptivos, si se rompe o desplaza el preservativo o si se ha despegado el parche anticonceptivo, por ejemplo. Si tienes dudas, lo mejor es preguntar en un centro de planificación familiar o al farmacéutico.

¿Altera el funcionamiento de los anticonceptivos? No. De ahí la importancia que señalábamos más arriba de seguir tomando los anticonceptivos de manera habitual.

FUENTE: mundodeportivo.com

Una reacción fisiológica natural que los chicos suelen experimentar a partir de los doce años y que no debe preocupar.

Todos los chicos han encontrado alguna vez las sábanas y el pijama manchados de semen al despertarse por la mañana, sin ser conscientes de haber tenido una eyaculación. Esto tan sólo indica que han tenido una polución nocturna mientras dormían, que no tiene por qué ir relacionada con sueños eróticos. Esta reacción, que no tiene ninguna consecuencia negativa, marca el comienzo de la pubertad en los varones. Se recomienda que los padres actúen con total naturalidad ante estos episodios, dado que tan sólo son procesos fisiológicos que indican que los chicos se encuentran en plena adolescencia.

¿Qué son las poluciones nocturnas?

Se trata de eyaculaciones involuntarias que provocan una pequeña salida de semen a través de la uretra. Esta expulsión suele ocurrir durante las fases de sueño REM, las de sueño más profundo. Y no se dan sólo una vez, se pueden dar tres o cuatro poluciones en una sola noche sin que los chicos se percaten de ello.

Es importante no confundir eyaculación con polución: la segunda es siempre involuntaria, no va acompañada de orgasmo, la cantidad de semen que se expulsa suele ser menor y sale con menos fuerza. La eyaculación, en cambio, es la expulsión del semen por la uretra que tiene lugar durante el orgasmo, cuando el estado de máxima excitación provoca unas contracciones que permiten esa secreción. Esto se produce durante las relaciones sexuales o a través de la masturbación.

La polución nocturna puede ser provocada por un mecanismo automático del organismo para mantener el buen funcionamiento de los genitales masculinos cuando hay una acumulación excesiva de semen. Según explica el urólogo Roberto Gil, la polución se debe a la contracción que se produce en la zona del comienzo de la uretra, que es la próstata. “Al producirse esa contracción en la salida de la vejiga, donde están las vesículas seminales, el semen sale al exterior por la uretra en el momento de la erección. No es una eyaculación normal ni un orgasmo, es sólo una pequeña salida de semen, que a veces va acompañada de un poco de orina. Por eso en ocasiones tiene cierto color amarillo”, aclara.

Conviene especificar, según los especialistas consultados, que las poluciones no siempre se encuentran relacionadas con la capacidad reproductiva de los chicos, ya que puede haber una infertilidad relativa hasta los 18 años por no haberse completado aún la maduración adulta de la espermatogénesis. El jefe de Urología de la Clínica San José de Vitoria confirma este dato y asegura que cada vez hay más infertilidad relativa en los jóvenes. “Lo normal es que entre los 15 y los 18 años comience la capacidad reproductiva, pero el hecho de que haya esperma no quiere decir que sean fértiles. Es necesario realizar análisis para saber si es válido o no”. Hay varias causas que provocan una cada vez mayor infertilidad relativa, entre las que el doctor Gil destaca el uso de ropa cada vez más ajustada.

Edad de inicio

La mayoría de los jóvenes comienza a tener poluciones nocturnas a partir de los 12 ó 13 años, aunque la edad puede variar y en algunos casos adelantarse incluso a los 9 años. Este fenómeno coincide siempre con la pubertad, tal y como señala la psicóloga y sexóloga Ana Ramírez de Ocáriz, del Centro Sexológico Emaize. “Las primeras eyaculaciones junto con otros desarrollos de los caracteres sexuales secundarios marcan el inicio de la pubertad. La adolescencia hace referencia a los cambios emocionales y psicológicos”, añade.

Aunque es en esta etapa de la vida cuando se dan con mayor frecuencia e intensidad, el urólogo Roberto Gil señala que pueden experimentarse a lo largo de toda la vida. “Van desapareciendo con la edad porque hay un menor número de erecciones y porque son menos intensas. Además, la contracción no es tan fuerte”. La palabra polución casi siempre hace referencia a lo que ocurre durante el sueño, sin embargo, también puede haber pérdidas seminales durante el día.

Las poluciones nocturnas no deben ser nunca motivo de preocupación porque son una reacción natural del organismo cuya finalidad es liberarse del exceso de semen. El doctor Gil asegura que no siempre van asociadas a una falta de actividad sexual. “Está más relacionado con lo onírico, ya que puede haber más ensoñaciones debido a la ausencia de relaciones sexuales, lo que provoca al mismo tiempo que las vesículas seminales estén más llenas porque no se vacían”.

Los sueños eróticos son muy habituales durante la adolescencia, debido sobre todo a la gran cantidad de hormonas sexuales que segrega el organismo en esa etapa de la vida. Sin embargo, muchas veces los jóvenes confunden o malinterpretan la verdadera causa de las poluciones porque creen que siempre se deben a sueños eróticos, cuando en la mayoría de los casos se trata de algo fisiológico.

Cómo reaccionan los adolescentes

A pesar de que son un tema tabú entre padres e hijos del que casi nunca se habla por vergüenza, entre los jóvenes se vive como algo muy positivo. La sexóloga Ramírez de Ocáriz ha constatado que los chicos viven esta experiencia con gran naturalidad. “Cuando les planteas que comenten el tema todos hablan de placer, de unos orgasmos impresionantes durante la noche, sueños eróticos o fantasías, es decir, siempre desde un punto de vista positivo. Para ellos es una construcción de la masculinidad desde el placer, que no les genera ningún problema. Sólo en algún caso aislado lo ven como algo sucio y desagradable, pero no es lo habitual”.

Sin embargo, la realidad es que esa pequeña descarga de semen casi nunca está provocada por un sueño erótico, aunque los chicos hablan de ello con sus amigos como si fuera la única causa. Para ellos es un punto clave a la hora de potenciar su masculinidad. “Aunque es una reacción fisiológica, ocurre en plena pubertad, que tiene que ver con el desarrollo de los deseos o los primeros sentimientos eróticos. Además, suele coincidir con el inicio de las masturbaciones de manera más cotidiana”, explica la sexóloga.

De la misma forma que en la masturbación pesa mucho la presión de grupo, los adolescentes también se sienten influenciados y presionados cuando se habla de las poluciones. Por esa razón lo viven como algo muy bueno a pesar de no ser conscientes de haber tenido una eyaculación y no saber en qué momento de la noche ha ocurrido. Ramírez de Ocáriz lo compara con las erecciones matutinas. “Cuando por la mañana se despiertan con una erección piensan que es por algo erótico y les gusta, pero no tiene nada que ver, es algo fisiológico”.

En cuanto a la reacción de los padres y las madres, la mayoría lo ven como algo natural y no les causa ningún problema. En general suelen preocuparse más por el tema de la masturbación que por las poluciones nocturnas, según han comprobado en el centro sexólogo Emaize. Por eso las sexólogas de este centro de Vitoria recomiendan no alarmarse si ven que su hijo mancha el pijama varios días e intenta meterlo rápidamente en la lavadora. Deben vivirlo con naturalidad y no obligarle a hablar del tema si no quiere. No obstante sí aconsejan a los padres conocer algunas pautas para comprender mejor el proceso de la pubertad:

⇒ La principal recomendación que dan es establecer una buena comunicación entre padres hijos desde pequeños, sobre todo en lo que se refiere a la sexualidad.

⇒ También consideran imprescindible estar siempre disponibles para responder a sus preguntas.

⇒ No tener miedo a reconocer sus propias lagunas.

⇒ Aceptar las conductas auto eróticas y la masturbación como algo natural en la adolescencia.

FUENTE: consumer.es

¿De dónde sale? ¿Es orina? ¿Puedo provocarlo? La eyaculación femenina es la expulsión de un líquido vaginal que les ocurre a algunas mujeres antes o durante el orgasmo. Pero el acto en sí está lleno de preguntas y mitos.

La primera vez que Gilly, de 41 años, tuvo una eyaculación con chorro, quedó fascinada.

«Me impresionó. Fue algo increíble, como una liberación. Hasta tomé una foto de la mancha húmeda que había dejado para asegurarme de que de verdad había experimentado eso».

A Tash, de 26 años, la experiencia la dejó un poco más preocupada.

«Estaba usando mi vibrador y sentada de espaldas a la puerta de mi habitación, en caso de que alguien quisiera entrar. De repente, salió un chorro y me asusté pensando que me había meado encima».

 

«Fue una sensación muy extraña. Me asusté un poco y sentí vergüenza porque no entendía lo que acababa de pasar. Limpié la moqueta y después me fui directa a Google».

La eyaculación a lo largo de la historia

Sabemos desde hace tiempo que algunas mujeres pueden producir con sus genitales cantidades notables de líquido. En algunos casos, durante la excitación sexual y/o el orgasmo la expulsión se produce con tanta fuerza que pareciera un chorro de agua.

Ya el griego Hipócrates y el mismo Kamasutra hacían referencia en sus escrituras al «semen» femenino.

El médico griego pensaba que este líquido ayudaba a crear niños. El manual indio sobre sexualidad contenía una descripción detallada de cuándo debería esperarse y por qué.

En el siglo XVII, el anatomista holandés Regnier de Graaf escribió un innovador tratado sobre los órganos reproductivos femeninos. En él hay una descripción del líquido y lo vincula a una zona erógena dentro de la vagina que se parece mucho a la próstata masculina, explica el texto.

Pero todavía no está claro cuántas de nosotras somos realmente capaces de tener una eyaculación de este tipo. Con chorro incluido.

Estudios recientes estiman que entre un 10% y un 54% de mujeres la han experimentado.

Además, un estudio realizado en 2013 en el que participaron 320 personas demostró que la cantidad eyaculada puede variar de los 0,3 ml a más de 150 ml. Eso es desde unas pocas gotas a una taza entera.

Este amplio espectro de resultados se debe en parte a las diferencias en la forma en la que se realizan los estudios y las definiciones; pero muchos especialistas ven la eyaculación femenina y el chorro propiamente dicho como dos cosas diferentes.

Es un tema muy controvertido que, a medida que se va conociendo más el cuerpo femenino, se van descubriendo más detalles.

Vamos con algunas preguntas (y sus respuestas).

¿Es orina?

Una de las preguntas más importantes que rodean a la eyaculación femenina es si el misterioso fluido producido es simplemente orina. Y lo cierto es que el resultado de algunos estudios, aunque pequeños, apuntan a que podría tratarse de simplemente eso: pis.

Durante una investigación realizada en 2014, se pidió a una muestra de mujeres que acudieran al baño antes de tener relaciones sexuales y después se hicieran una ecografía para demostrar que sus vejigas estaban vacías.

Una vez las mujeres habían experimentado una excitación sexual, un segundo ultrasonido mostró que sus vejigas se habían llenado de manera significativa.

Y finalmente, en una tercera exploración después de haber eyaculado se pudo ver que estaban nuevamente vacías, sugiriendo que el líquido que habían liberado provenía de esta fuente y que, al menos en buena parte, se trataba de orina.

«El líquido expulsado probablemente se origina en la vejiga, ya que no hay ninguna otra estructura dentro de esa área de la anatomía femenina que sea capaz de contener tanto líquido, o propulsarlo con tanta fuerza», afirma el farmacéutico Abbas Kanani.

«Durante el orgasmo, los músculos se relajan y dificultan la retención de orina, por lo que se libera a través de la uretra».

Pero muchos otros investigadores piensan que es incorrecto descartar que la eyaculación femenina sea un proceso tan sencillo.

Un análisis científico de los fluidos liberados por las mujeres en otro estudio realizado por la sexóloga estadounidense Beverly Whipple a principios de los años 80 (y al que luego siguieron otros de más científicos) descubrió que la urea y la creatina (constituyentes químicos de la orina) aparecían, pero en niveles muy bajos.

También detectaron sustancias adicionales que normalmente no se espera estén en un el pis.

Uno de estos fue el antígeno prostático específico, o PSA, por sus siglas en inglés.

En los hombres, la próstata es la encargada de producir PSA.

El miedo a mojar

El cuerpo de una mujer también contiene prostático en estructuras conocidas como glándulas de Skene o glándulas parauretrales, que se encuentran en la pared frontal de la vagina.

Algunos estudios muestran que el drenaje se produce a través de esos conductos hacia el extremo inferior de la uretra. Hay incluso especialistas que ahora creen que estas glándulas desempeñan un papel crucial para ayudar a crear el líquido que se libera durante la eyaculación.

«Los diferentes niveles de desarrollo y tamaño de estas glándulas entre distintas personas pueden explicar parcialmente por qué algunas mujeres experimentan eyaculaciones notables mientras que otras no», dice la educadora sexual Samantha Evans.

«Pero el miedo psicológico de mojarse uno mismo es lo que impide que muchas no experimenten estos chorros, más allá de tratarse de un obstáculo físico. El líquido que sale tiende a ser claro, no amarillo, y no tiene el mismo olor o sabor que el de la orina. Como exenfermera, he tratado muchas veces con orina y no creo que sean lo mismo».

Anecdóticamente, decenas de mujeres que eyaculan están de acuerdo.

«Ha habido veces en los que tenido una eyaculación y después sigo necesitando hacer pis», reflexiona Hazel, de 30 años.

«Mi líquido es incoloro, incluso si estoy bastante deshidratada, pero el de mi chica tiene un ligero tono anaranjado», agrega Rashmi, de 25 años.

Algunos científicos han llegado a sugerir que la eyaculación puede tener un propósito más allá del placer: hacer que las mujeres orinen sin dolor después del sexo.

Otros han planteado la hipótesis de que el líquido eyaculado podría tener como función expulsar bacterias dañinas de la uretra que hayan podido llegar allí durante el coito, ayudando a prevenir infecciones en el tracto urinario.

Pero, si el cuerpo expulsa un líquido, si tiene o no beneficios o si se trata el chorro en cuestión, ¿debería tener tanta importancia si es algo que hace que una mujer se sienta bien?

¿Cómo se consigue?

Muchas mujeres que eyaculan dicen que lo que les provoca el chorro es estimular el punto G: un área de unos 5 a 8 cm dentro de la vagina.

Está en la pared frontal (hacia el ombligo, no la espalda) y, a veces, se siente un poco más áspero o con una textura como de carne circundante.

En lugar de tener una forma anatómica discreta, el punto G es más bien un área en la que se pueden masajear las glándulas de Skene, junto con partes internas y ocultas del clítoris.

El clítoris es, en efecto, como un iceberg: la capucha y la cabeza que se pueden ver en la parte externa del cuerpo son simplemente la punta de un órgano mucho más grande que se extiende hacia abajo y alrededor de la vagina.

«Hago que mi compañero frote mi punto G con los dedos, con un movimiento de «ven aquí » a la vez que le pido que presione de forma firme», dice Saffron, de 34 años.

«Los juguetes sexuales marcadamente angulares hacen que sea más fácil para mí lograr el mismo efecto cuando me masturbo».

«Si sigo usando mi vibrador después de haber alcanzado el clímax, eso puede hacerme expulsar líquido a chorros», revela Daphne, de 23 años.

«Sin embargo, es una sensación intensa, casi diría abrumadora; ¡Siento como si me fuera a mear encima, pero después es tan primitivo y liberador!»

¿Otros consejos?

Pon una toalla abajo primero. Y, como todos estamos hechos de manera diferente, recuerda que no a todos les gusta este tipo de estimulación. De hecho, algunas consideramos que la búsqueda del punto G es incómoda, asegúrate de experimentar por tu placer propio, no porque sientas algún tipo de presión para eyacular.

¿Todas las mujeres tienen que eyacular?

Algunas mujeres sienten que deben responder a las expectativas de expulsar un chorro de líquido como si se tratara de las cataratas del Niágara.

Es la imagen que puede haber dejado el porno en algunas personas.

«He conocido a chicos que piensan que las chicas pueden producir chorros a demanda por lo que han visto en las películas para adultos», dice Tash.

Una búsqueda de «squirt» (o eyaculación femenina) en uno de los sitios de pornografía más grandes de internet obtiene más de 110.000 resultados. Eso sí, la página informa que son las mujeres las que más buscan este tipo de contenido.

¿Se trata de investigación? ¿Curiosidad?

Las propias actrices porno aseguran que cada vez se ha vuelto eyacular en cámara se ha vuelto un requisito cada vez más frecuente.

Silvia Saige lleva trabajando en la industria pornográfica cuatro años y dice: «Cada vez se pide más, y la carrera de una mujer puede beneficiarse mucho económicamente si es capaz de producir chorros».

«No me contratan para trabajos específicamente sobre eyaculación porque no es algo que pueda garantizar que me vaya a suceder».

Otras actrices dicen lo mismo. No están seguras de lograrlo en el momento adecuado así que suelen beber mucho o usan duchas vaginales para llenarse de agua y después, mediante la contracción de los músculos vaginales, pueden simularlo.

Eso es lo que, muchas veces, ven los espectadores en la pantalla. Y si uno trata de que ocurra lo mismo en casa puede llevarse una desilusión.

Hay mujeres que también sienten que deben ser como unas mangueras de alta presión porque ellas o sus parejas creen erróneamente que el chorro es algo «superior» a otros orgasmos y la certeza de haber conseguido una especie de trofeo de índole sexual.

«Algunas personas ven la eyaculación femenina como el Santo Grial del placer sexual», dice Karen Gurney, psicóloga clínica.

«Esto refleja nuestra relación histórica con el sexo como sociedad: a menudo lo basamos en objetivos; algo que debemos conseguir o una habilidad a practicar en lugar de que sea algo con lo que experimentemos y disfrutemos».

Miedo y vergüenza

Pero mientras algunas personas persiguen desesperadamente conseguir cascadas porque las han visto en películas XXX y creen que les hace ser mejores amantes, otras muchas mujeres se contienen o sienten cohibidas cuando les ocurre por una cuestión de estigma y miedo.

«He conocido a mujeres que se sienten profundamente avergonzadas porque les pase esto. Sienten que no es normal y tienen la sensación de que las parejas se sorprenderán o perderán la excitación», reflexiona Karen.

«Tienen miedo de que sus amantes piensen que se han meado y, lamentablemente, esto puede aumentar la angustia y la vergüenza que algunas mujeres ya sienten por su cuerpo y su sexualidad».

Entonces, ¿cuál es la lección? No hay nada de malo en la eyaculación femenina. Al igual que no hay nada malo en no experimentarla.

Una experiencia sexual más húmeda no es necesariamente mejor ni peor.

Es mejor acercarse a esta experiencia, como a otras, con una mente abierta, desde el punto objetivo de la diversión, libre de obligaciones o estigmas.

FUENTE: bbc.com

Este tipo de enfermedades han crecido un 84% en nuestro país, con una especial incidencia en los casos de clamidia, gonorrea y sífilis.

Cada día, más de un millón de personas contraen una infección de transmisión sexual (ITS), según la Organización Mundial de la Salud. Las ITS son un problema importante de salud pública, especialmente por las complicaciones y secuelas que pueden producir si no se realiza un diagnóstico y tratamiento precoz. En los últimos años, los casos de ITS no han dejado de crecer y las autoridades sanitarias no saben cómo controlar la expansión.

Las ITS son infecciones que se transmiten predominantemente a través del sexo sin protección, es decir, sin usar métodos de barrera como los preservativos, tanto en la penetración como en el sexo oral. En los últimos cinco años, estas infecciones han crecido un 84% en España, según datos de Cegedim Health.

Aunque la mayoría de estas infecciones se producen en hombres, los casos de mujeres han experimentado un incremento desmesurado. Entre 2016 y 2019, los casos de ITS en mujeres en España aumentaron un 156%, según el Observatorio de Salud Femenina Bloom. Solo en 2019 (último año del que se tienen datos), las mujeres registraron al menos 16.304 casos de ITS, el máximo histórico registrado.

Los sistemas de salud autonómicos recogen información de tan solo siete infecciones, consideradas enfermedades de declaración obligatoria: clamidia, gonococia, sífilis, hepatitis b y c, linfogranuloma venéreo y VIH/SIDA. Sin embargo, fuera de esta lista hay otras muchas infecciones que afectan sobre todo a la población femenina, como el VPH, el herpes vaginal o las ladillas. Sobre estas, apenas existen datos.

¿A qué se debe el incremento de casos?

Según recoge Bloom en su informe, este aumento de casos en las infecciones de transmisión sexual puede deberse a tres razones principales: los cambios en los hábitos sexuales de la población, el aumento de prácticas de riesgo y la falta de educación sexual.

Una de las prácticas de riesgo más utilizadas es la llamada «marcha atrás»: el 26,3% de las mujeres encuestadas por el observatorio han recurrido a ella al menos una vez y el 9,5% lo hace habitualmente. Esta técnica no solo no es fiable como método anticonceptivo, sino que tampoco protege de las infecciones de transmisión sexual.

Por otro lado, el uso del preservativo queda relegado a la penetración vaginal. En el resto de prácticas, su uso es minoritario: el 76% de las encuestadas afirma que no los usa para el sexo anal y el 80% tampoco utiliza ningún método barrera durante el sexo oral o la masturbación mutua, de acuerdo con el estudio de Bloom.

Los hábitos sexuales han cambiado principalmente entre la población joven. El auge de las aplicaciones de citas ha aumentado el número de parejas sexuales, y esto se suma a las prácticas de riesgo, como el uso frecuente e inadecuado de los anticonceptivos de barrera, y a la falta de información sobre las ITS. Todo ello supone el caldo de cultivo perfecto para el aumento de la transmisibilidad de estas infecciones.

La propuesta de Francia

El aumento de casos de ITS y la preocupación por su expansión también ha llegado a Francia. Para tratar de ayudar en la lucha contra las infecciones de transmisión sexual, el gobierno francés ha lanzado una nueva estrategia para promover la salud sexual, especialmente la de los más jóvenes.

A partir del año 2023, los jóvenes franceses de entre 18 y 25 años podrán obtener preservativos de forma gratuita en las farmacias. El objetivo de la medida es aumentar la prevención de las ITS.

Los preservativos ya se podían conseguir de forma gratuita en Francia desde finales de 2018. Sin embargo, hacía falta una receta médica y la medida no llegó a ser muy conocida por la gente joven. La nueva medida permitirá que el acceso gratuito al preservativo sea fácil y cómodo para todos los jóvenes franceses.

En la actualidad, existe una gran variedad de métodos anticonceptivos, como la píldora, el anillo vaginal o el DIU. Sin embargo, las autoridades sanitarias recuerdan que los preservativos masculinos y femeninos son el único método que previene tanto de los embarazos no deseados como de las infecciones de transmisión sexual.

FUENTE: lavanguardia.com

Todavía circulan muchos mitos y falsedades en torno al tabaco que es importante derribar, para no caer en falsos argumentos que nos lleven a seguir con este mal hábito de salud.

“Puedo dejarlo cuando quiera”. “Dejar de fumar engorda”. “No pasa nada, solo fumo cigarrillos de liar o en pipa”. ¿Qué hay detrás de todas esas frases que seguro has oído decir a más de un fumador/a? Todavía hoy existen muchas leyendas urbanas en torno al tabaco que es importante derribar. Para no caer en falsos argumentos que nos lleven a seguir con este mal hábito de salud, desmontamos algunas de las creencias erróneas más frecuentes sobre el tabaco.

Dejar de fumar es un paso que requiere de mucha fuerza de voluntad y, como tal, en ocasiones nuestra mente se deja llevar por informaciones o excusas para volver a afirmarse en el hábito. Si lo pensamos, el acto de fumar lleva muchos años siendo una costumbre aceptada socialmente, mientras que la información sobre lo dañino que resulta el tabaco es relativamente más reciente. Por eso, todavía circulan muchos mitos y falsedades en torno al tabaco que es importante derribar, para no caer en falsos argumentos que nos lleven a seguir con este mal hábito de salud. Desmontamos algunos de los más frecuentes para salir del autoengaño.

 1. La gente enferma, pero yo no tengo por qué sufrir las consecuencias del tabaco

Aunque veamos noticias cada día o las fotos de las cajetillas, seguimos pensando que, aunque el tabaco sea malo, ese no tiene por qué ser nuestro caso. Sin embargo, las cifras dicen algo bastante diferente. Según los datos recogidos en el Observatorio del Cáncer AECC, el tabaco mata hasta la mitad de sus consumidores. En números absolutos, esto supone que cada año mueren siete millones de personas en el mundo por el consumo, directo o indirecto, del tabaco. En concreto, en España, el tabaco ocasiona más de 50.000 muertes, lo que representa el 13 % total de muertes anuales.

Más allá de las cifras de mortalidad, también es importante saber cómo afecta el tabaco a la calidad de vida:

  • En fumadores activos masculinos, el consumo de tabaco afecta a la aparición no solo de cáncer de pulmón, también de laringe, estómago, riñón y vejiga. Además, supone un mayor riesgo de problemas cardiovasculares y problemas como la impotencia sexual e infertilidad.
  • Asimismo, en mujeres, también influye en la aparición de cáncer de cuello de útero. Igualmente, el consumo de tabaco se relaciona con otras patologías como la osteoporosis, el adelanto de la edad de la menopausia, con la pérdida de la elasticidad de la piel, con mayor riesgo de infertilidad y de abortos espontáneos.

2. El tabaco no es malo, siempre se ha fumado

Otro falso mito sobre el tabaco es pensar que el cigarrillo se compone solo del producto agrícola procesado a partir de las hojas de Nicotiana tabacum. Así, caemos en la falsa idea de que lo que sale de la naturaleza no tiene por qué ser tan malo. En realidad, el humo procedente de la combustión del tabaco (cigarrillos, puros, pipas) está compuesto por unas 4.000 sustancias diferentes: 69 de ellas altamente tóxicas y cancerígenas.

Por destacar el impacto de algunos de estos productos en nuestro organismo, en primer lugar, habría que mencionar los efectos de la nicotina, la responsable además de la dependencia física al tabaco. La misma incrementa la tensión arterial, la frecuencia cardiaca y la glucemia, es decir, el azúcar en sangre. Otros productos presentes en un cigarrillo son el cianuro de hidrógeno (veneno utilizado en las cámaras de gas), cadmio (que también se usa en las baterías), arsénico (presente en productos como los matarratas), metanol (se utiliza en la gasolina para cohetes), butano (lo encontramos en el gas para encendedores), o monóxido de carbono, un gas tóxico que se desprende en la combustión del tabaco y del papel que envuelve a los cigarrillos.

3. Fumar es mi decisión

Cuando nos planteamos empezar a fumar o dejarlo, sentimos que esta es una decisión totalmente individual, cuando en realidad este es otro falso mito. Nuestra decisión de fumar afecta a los demás.

Sin ir más lejos, a los fumadores pasivos, que también se ven expuestos al aire contaminado por el humo de tabaco (ACHT), en lugares públicos o en su propia casa. Y es que muchas veces desconocemos que el ACHT es incluso más dañino que el humo que inhala el fumador, porque contiene mayores concentraciones de sustancias perjudiciales.

Este problema resulta aún más alarmante en el caso de niños que se ven obligados a ser fumadores pasivos. Así, se ha demostrado que los hijos de padres fumadores padecen infecciones respiratorias, crisis asmáticas y otitis en mayor proporción que los hijos de padres no fumadores.

4. Puedo dejarlo cuando quiera

Cuando se posterga la decisión de dejar de fumar suele alegarse que en realidad es algo que podrá dejarse en cualquier momento, pero la realidad es que abandonar este hábito, sin ayuda, no es tan sencillo. Según los datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), el 70 % de los fumadores quieren dejar de serlo, aunque solo el 10 % de los que lo intentan lo consiguen cada año. La buena noticia es que el apoyo profesional puede multiplicar por 10 las posibilidades de dejar de fumar si se compara con el esfuerzo personal aislado del fumador (de un 3 % a un 30 %).

En la actualidad, existen diferentes tratamientos para apoyar al fumador que quiere abandonar el consumo de tabaco, tales como la terapia sustitutiva de nicotina, la terapia psicológica y la terapia combinada (que une el apoyo médico y psicológico). Igualmente, ya se disponen de fármacos concretos para este fin, como el bupropion, un antidepresivo que actúa sobre las estructuras cerebrales donde se produce la adicción, y la vareniclina, un fármaco que actúa de forma específica sobre las estructuras cerebrales que reciben la nicotina.

Está claro que dejar de fumar no es fácil, por eso el mejor consejo que podemos dar es que lo importante es no comenzar a fumar. Sin embargo, el 9,8 % de los jóvenes de 14 a 18 años fuma a diario, según la ‘Encuesta sobre uso de drogas en enseñanzas secundarias en España (2018/2019)’.

5. El cigarrillo electrónico es más sano

Cada vez hay más personas que, con la intención de dejar de fumar, comienzan a optar por alternativas como el cigarrillo electrónico.

La realidad es que los fumadores que sustituyen el tabaco por el cigarrillo electrónico continúan manteniendo los mismos gestos y “vapeando” en las mismas situaciones que cuando fumaban. De esta manera es más fácil que haya una recaída en el consumo de tabaco al mantener la dependencia psicológica, y más difícil lograr el principal objetivo: dejar atrás la vida de fumador.

Otro problema añadido, ante estas “nuevas formas de fumar”, es que el cigarrillo electrónico ha comenzado a consumirse entre jóvenes no fumadores, por lo que aumenta el riesgo de que se inicien en el consumo de tabaco.

6. No pasa nada, solo fumo cigarrillos de liar o en pipa

Si bien la opción del cigarrillo electrónico es más reciente, años atrás eran muchos los fumadores que se pasaban a otras alternativas, como el tabaco de liar, o que mantenían el consumo de tabaco en pipa, por considerarlo más sano.

El primer falso mito a desterrar es que el tabaco de liar es más sano. La realidad es que es más adictivo y más tóxico que el cigarrillo de tabaco industrial. Contiene más monóxido de carbono y nicotina, además de que se ha comprobado que fumando este tipo de cigarrillos existe mayor riesgo de llegar a tener cáncer de laringe, esófago, faringe y boca.

Igualmente, mucha población desconoce que las pipas de agua, narguile o shisha pueden suponer un riesgo para la salud aún mayor que fumar cigarrillos. El motivo es que funcionan con un sistema de combustión a base de carbón, el cual produce monóxido de carbono, alquitrán, nicotina, metales y otras toxinas, aún después de estar en contacto con el agua, que no las filtra. Al mismo tiempo, fumando pipa de agua se inspiran y emiten mayores cantidades de humo que cuando se fuma un cigarrillo industrial.

7. Dejar de fumar engorda

Por último, una de las excusas más típicas para no dejar de fumar es que abandonar este hábito se asocia a un aumento de peso. Esta idea tiene sus matices.

Por una parte, es cierto que, al dejar de fumar, el ritmo metabólico, que se encuentra aumentado por el consumo de cigarrillos, se normaliza. Entonces, sí que existe un riesgo de aumentar de peso, siendo la media una ganancia de unos tres kilos. Cuando este incremento de peso es mayor, se debe a que el mal hábito de fumar se sustituye por malos hábitos en la alimentación, un problema que debe abordarse, y que por su puesto tiene solución.

Sin embargo, lo que hay que hay que dejar claro es que siempre es más saludable un aumento moderado de peso que los efectos negativos producidos por el tabaco.

FUENTE: consumer.es

Voltaire ridiculizaba en «Cándido» la idea de que todo ha sido creado para el mejor fin de los posibles. «Observen que las narices se han hecho para llevar anteojos, por eso usamos anteojos», decía su personaje, el optimista profesor Pangloss.

Según aquella primera visión de la evolución biológica, que Darwin y Wallace describirían un siglo después, todos los rasgos de las especies servían, como las narices de Pangloss, para un propósito ventajoso. En la segunda mitad del siglo XX, el paleontólogo Stephen Jay Gould introdujo la idea de que la utilidad podía aparecer posteriormente, como sucede con los anteojos de Pangloss.

Los cambios provocados en el linaje humano como consecuencia de la tendencia evolutiva hacia la bipedestación distingue al género Homo entre los primates. Caminar sobre las extremidades inferiores trastocó la forma de la cópula, que en los humanos es frontal, cara a cara, una circunstancia excepcional en los mamíferos (salvo su práctica ocasional por los bonobos). También las características de nuestro paroxístico orgasmo, cuya importancia evolutiva ha sido discutida, pero que puede ser interpretado como otra adaptación a la bipedestación.

A pesar de su complejidad neuro-endocrino-muscular, el orgasmo masculino puede ser resumido como una compleja cadena de movimientos de contracción que culminan con una repentina sensación de intenso placer. Esta va acompañada de la eyaculación, una violenta eyección de fluido que impulsa a los espermatozoides dentro de la vagina.

En el hombre el orgasmo es un requisito obligado para que se produzca la eyaculación, pero las mujeres no lo necesitan ni para producir cada uno de los 300 óvulos mensuales que producen durante su vida fértil, ni para tener hijos.

Entonces, ¿qué función tiene el orgasmo femenino desde el punto de vista evolutivo? Aunque ha sido un tabú social y un enigma biológico, algunas evidencias permiten clarificar el asunto.

«Subproducto evolutivo»

En su libro «Sexo en solitario» el profesor de Berkeley Thomas Laqueur sostiene que «desde la antigüedad hasta el siglo XIX, la asunción general era que las mujeres experimentaban orgasmos al igual que los hombres, pero también que el orgasmo era necesario para la concepción».

Si lo primero es absolutamente cierto, lo segundo es incorrecto. Así lo había adelantado en 1967 el zoólogo Desmond Morris en El mono desnudo y también lo demostraron los estudios de Masters y Johnson, basados en diez mil actos sexuales humanos (La sexualidad humana).

Esto confirmó que lo que provoca en la mayor parte de los casos el orgasmo femenino es la estimulación del clítoris. Un área que no es contactada por el pene durante la copulación y que, por lo tanto, no interviene en el proceso de la inseminación.

En el ensayo «Pezones masculinos y ondas clitorídeas», parte del libro «Brontosaurus y la nalga del ministro», Stephen Jay Gould sostenía que, como lo importante es que los espermatozoides lleguen hasta los óvulos y para conseguirlo basta con el orgasmo masculino, el femenino debía ser contemplado como «superfluo». Una especie de accidente evolutivo, un resultado secundario de la necesidad del orgasmo masculino.

Según Gould, hay un orgasmo femenino simplemente porque el clítoris es el equivalente anatómico del pene (ambos tienen el mismo origen embrionario). Por ello, estimulación, erección y orgasmo se dan en ambos. Para Gould, el orgasmo vía clítoris es un artefacto del desarrollo. No tiene significación adaptativa alguna.

La polémica provocada por Gould resucitó en 2005 cuando Elisabeth Lloyd, profesora de Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Indiana, publicó un libro, «The Case of the Female Orgasm: Bias in Evolutionary Science» (El caso del orgasmo femenino: Prejuicios en la ciencia de la evolución). En este concluye que el orgasmo femenino no tiene ningún sentido evolutivo (salvo el de disfrutar, que no es poco). Como Gould, considera que es un subproducto de la evolución.

La idea del «subproducto evolutivo» es de Darwin, quien lo consideraba como cualquier rasgo que sea arrastrado de otros. Los pezones de los hombres son un ejemplo claro. Los poseemos porque compartimos con las mujeres la misma arquitectura fijada por un diseño embrionario común, hasta que la aparición de la testosterona y de los estrógenos dirige al feto indiferenciado hacia uno u otro sexo. Mientras que en las mujeres sirven para la lactancia, en los hombres serían un subproducto sin valor adaptativo alguno.

Pero esto no necesariamente se aplica al orgasmo femenino.

Fisiología del orgasmo

Para empezar, en ambos sexos se ha desarrollado el placer por el sexo. Este placer es la causa próxima de las relaciones sexuales, cuyo fin último es el éxito reproductivo. Si además consideramos las pautas que caracterizan al orgasmo femenino, la conclusión resulta aún menos convincente.

Durante el orgasmo en ambos sexos se producen considerables aumentos de las pulsaciones (desde 70 a 80 a 150 pulsaciones por minuto), de la presión sanguínea (de 120 hasta 250 mmHg en el clímax) y de la respiración, que se hace más profunda y rápida hasta que, al acercarse el momento del orgasmo, se vuelve jadeante. Al final, el rostro se contrae, con la boca muy abierta y los orificios nasales dilatados, a la manera de los atletas en su máximo esfuerzo, faltos ya de aire.

Lo que distingue al orgasmo femenino son una serie de contracciones rítmicas en la zona perineal, de la vagina y del útero. Tales contracciones tienen una función absorbente del esperma descrita por Baker y Bellis en la revista Animal Behaviour que, además, aumenta su retención en el conducto vaginal, como sostiene Paul R. Ehrich en «Human natures: Genes, Cultures, and the Human Prospect» (Naturaleza humana: genes, culturas y la perspectiva humana; no publicado en español). Por eso, las hipótesis evolucionistas que mayor apoyo tienen entre los científicos se refieren al papel del orgasmo como un mecanismo de retención del esperma en el interior del tracto sexual femenino.

Por último, si consideramos que el orgasmo es seguido por un considerable período de agotamiento y sueño, se puede deducir que otra de sus funciones adaptativas es inducir al reposo horizontal tras la cópula. Esto favorece la retención del esperma y aumenta así las posibilidades de la mujer de ser fecundada.

Esa indolencia poscoital, seguida o no del reparador cigarrillo, es otra diferencia del orgasmo humano con respecto a otros primates, lo que resulta fundamental en la hembra del único mamífero cuya vagina, como consecuencia de la adquisición de la marcha erguida, se abre en posición vertical. Esto favorece, dicho sea con todo respeto, la caída gravitacional del fluido espermático.

FUENTE: bbc.com

 

El efecto que producen los cannabinoides es quizás uno de los aspectos más complejos de la planta. Aunque se encuentran tipificados algunos rasgos como la sensación de hambre o la risa, de alguna manera siguen siendo impredecibles, especialmente en cuanto a su intensidad y duración. Es por eso que la ciencia intenta resolver una complicada pregunta: ¿Cuánto duran los efectos del THC?

Conocer en profundidad la duración de los efectos del cannabis no solo tiene un aspecto importante a la hora de planificar la dosificación y el uso en un tratamiento medicinal, sino también es fundamental para los procesos regulatorios.

Si bien los efectos del cannabis son complejos y dependen de una infinidad de factores, se tiene información relativa sobre dosificaciones que permiten apreciar cierta magnitud de efectos, como sucede con el microdosing, una práctica que usa dosis menores a la dosis umbral, es decir la dosis mínima que permite percibir efectos.

Al mismo tiempo existen, en mercados regulados, productos que ofrecen “potencias extremas” con contenidos de cannabinoides psicoactivos que pueden alcanzar los 1000 miligramos. Existen tantos factores que afectan no solo la absorción de los cannabinoides, sino también la apreciación de sus efectos que resulta complicado determinar cuánto puede afectar a una persona una cantidad puntual de cannabis.

También existe evidencia científica sobre los efectos que tiene el cannabis sobre la capacidad de concentrarse, los reflejos y la toma de decisiones, algo fundamental para actividades como conducir un vehículo. Por ejemplo en el caso del alcohol, se sabe que una cantidad en sangre de 0,1 a 0,5 gr/l puede afectar notoriamente la capacidad para conducir, lo que permite establecer un límite claro y una regulación precisa.

En el caso de las sustancias como el cannabis, muchas veces la sola presencia en la sangre o la saliva de un individuo es utilizada para determinar un teórico nivel de incapacitación temporal, algo arbitrario y sin asidero científico, ya que los metabolitos de cannabis pueden permanecer en el cuerpo muchísimo tiempo después de usarlo y percibir sus efectos. Una persona puede usar una dosis pequeña de cannabis con efectos psicoactivos de corta duración y aún así los metabolitos de cannabis aparecerán en su orina al menos durante una semana a diez días luego del uso.

¿Cuánto dura el efecto del THC?

Un grupo de investigadores de Estados Unidos realizó un estudio para determinar cuánto tiempo dura el efecto del THC, específicamente respecto a la posible afectación que puede tener sobre la capacidad de un individuo para conducir un vehículo de manera segura.

Para determinar cuánto duran los efectos del THC los investigadores “cruzaron” la información de 80 estudios enfocados específicamente en los efectos del cannabis que pueden afectar la capacidad para conducir. Esto les permitió obtener los resultados de 1534 evaluaciones de desempeño de personas que habían utilizado cannabis, tanto en pruebas de conducción como en el desarrollo de tareas con una carga cognitiva similar a la de manejar un vehículo, como la atención sostenida en el tiempo, el tiempo de reacción a los estímulos y la memoria de trabajo). La dosificación promedio observada en el estudio y considerada como “moderada” por los investigadores fue de 10 miligramos de THC.

Según el análisis de los resultados, el efecto del THC puede durar entre 3 a 10 horas, dependiendo de tres factores principales: la dimensión y cantidad de la dosis, la vía de administración y la frecuencia con que las personas utilizan cannabis. Por ejemplo, en el caso de dosis altas ingeridas mediante comestibles, los efectos pueden alcanzar 10 horas.

En cambio si las personas utilizan dosis bajas o medias de cannabis vaporizado o fumado, los efectos se extienden en promedio unas cuatro horas, siempre hablando de efectos que pueden afectar la capacidad de conducir un vehículo. Esta diferencia es significativa ya que existen múltiples vías de administración y muchas veces los usuarios y usuarias medicinales utilizan preparados por vía oral, sprays o comestibles, que demoran en hacer efecto y cuyos efectos suelen ser de mayor duración.

Un aspecto que complica el desarrollo de un modelo predictivo de dosificación y efecto en las capacidades cognitivas es que la mayoría de las personas que usan regularmente cannabis, sean pacientes medicinales o usuarios recreativos, generan una tolerancia que permite un mejor desempeño en las tareas cognitivas que las personas que utilizan cannabis esporádicamente.

Al mismo tiempo, en los estudios analizados por los investigadores, es frecuente que usuarios periódicos de cannabis utilicen dosis mayores, alcanzando efectos en el desempeño cognitivo similares a los de usuarios esporádicos. Este efecto se genera también por variados efectos del uso repetido de cannabis, como la disminución de la disponibilidad de receptores CB1, efecto que desaparece al detener por un tiempo el uso de cannabinoides.

De acuerdo a los investigadores si bien el estudio se enfocó en determinar la duración del impacto en el desempeño cognitivo producido por el cannabis al conducir un vehículo a través de una revisión sistemática, no existe una respuesta universal a la pregunta “cuánto tiempo esperar antes de realizar una tarea compleja si usé cannabis” al depender el efecto de múltiples factores. Lo mismo sucede con la gran variabilidad de efectos que produce el THC en las personas, algo relacionado también con el contexto en que se usa cannabis, como también la variedad utilizada.

FUENTE: revistathc.com

  • Decenas de expertos reunidos en la E-Cigarette Summit defienden el uso de vapeadores como método para dejar el hábito.
  • «Los cigarrillos electrónicos son solo para fumadores, no para no fumadores», advierte el profesor Maciej Goniewicz.

Lo 100% seguro para la salud es no fumar. ¿Pero qué hacer para ayudar a los fumadores a dejar el hábito? Este ha sido el argumento que han esgrimido los 200 médicos y científicos que se han reunido este viernes en The E-Cigarette Summit en Londres. En un debate que divide a la comunidad médica, los participantes en este congreso han sorteado las discrepancias entre posturas más o menos restrictivas para concluir que aunque el vapeo no es una práctica de riesgo 0, sí es menos perjudicial que el tabaco tradicional y es un método para ayudar a aquellos que quieren dejarlo.

ANTEPROYECTO DE LEY DE TABACOS

Reducir el daño es el término que utilizan estos expertos, que han querido trasladar al conjunto de la sociedad un mensaje claro: “Los cigarrillos electrónicos son solo para personas fumadoras. No para los no fumadores”. Así la ha enfatizado Maciej L. Goniewicz, profesor de Oncología del Roswell Park Comprehensive Cancer Center de Nueva York, que ha insistido en la importancia de comunicar bien esta idea. «La mejor opción es dejar de fumar. Y los cigarrillos electrónicos ayudan. Son un sustituto de menor riesgo que el tabaco», ha afirmado.

Y en esta línea se ha presentado el último informe Cochrane sobre el uso de los cigarrillos electrónicos como método para dejar de fumar. La profesora de la Universidad de Oxford y miembro del grupo de trabajo del informe, Jamie Hartmann-Boyce, ha explicado que el análisis de 78 investigaciones realizadas en EEUU, Reino Unido e Italia que recogen datos 22.052 adultos fumadores han permitido concluir que “tienen más probabilidades de dejar de fumar al menos durante seis meses aquellos que usan cigarros electrónicos que los que usan otros métodos como parches o chicles”. “De cada 100 personas que los usan para dejar de fumar, entre 9 y 14 dejarán de fumar”, ha apuntado la investigadora antes de admitir que los vapeadores no son un método infalible.

Los expertos han reconocido también que todavía no hay datos ni estudios de los efectos del vapeo en la salud a largo plazo. A corto y medio plazo, el informe Cochrane apunta que es “incierto si existe diferencia entre los efectos indeseados del cigarrillo electrónico comparados con otras terapias”, aunque “hay algunas evidencias de efectos indeseados poco serios y en bajo número que fueron más habituales entre vapeadores”. Esos efectos indeseados fueron irritación de garganta, dolor de cabeza, tos y malestar general.

No es baladí que este debate se haya celebrado en el Reino Unido. Mientras en España, el Ministerio de Sanidad planea equiparar los cigarrillos electrónicos al tabaco tradicional en el anunciado Plan de Prevención del Tabaquismo 2021-2025, que va ya con retraso en su aplicación, en el Reino Unido las autoridades sanitarias contemplan el vapeo como un instrumento para ayudar a los fumadores a dejar de fumar. Y así lo planean incluir en las políticas de salud pública para eliminar el tabaquismo.

Sobre la mesa, el debate sobre la regulación de estos productos. Los científicos reunidos en la E-Cigarette Summit han descartado su prohibición por considerar que sería contraproducente. «Si prohibimos los vapeadores, aumentará el uso del tabaco convencional y abriremos la puerta a productos ilícitos», ha alertado Jasmine Khouja, investigadora de la Universidad de Bristol. “Si no prohibimos el tabaco, introduzcamos opciones para reducir su uso”, ha defendido Alan Bobbis, profesor de Toxicología en el Imperial College de Londres, que ha asegurado que “hay menos elementos tóxicos en los vapeadores que en el cigarrillo convencional”. “Si el vapeo ayuda a dejar de fumar, debe ser una opción para los fumadores”, ha insistido.

Sí han urgido a incrementar el control para evitar el acceso de los menores a los cigarrillos electrónicos, fenómeno que se ha incrementado recientemente.

FUENTE: elperiodico.com