Beber menos alcohol es uno de los propósitos de Año Nuevo más recurrentes entre las personas que quieren mejorar su salud.

Además de ayudar al bolsillo, tiene un impacto positivo para nuestro cuerpo, tanto inmediato como a largo plazo.

Según el servicio de salud pública de Reino Unido (NHS, por su sigla en inglés), entre los efectos inmediatos que puedes notar al reducir el consumo de alcohol están:

  • Encontrarte mejor por las mañanas
  • Sentirte menos cansado durante el día
  • Sentirte más en forma
  • Perder peso o dejar de ganarlo

Pero a largo plazo tu salud también puede beneficiarse de estos 4 cambios:

1. Mejora el sueño

Aunque beber alcohol puede ayudar a una persona a quedarse dormida rápidamente, también puede interrumpir más la segunda fase de sueño más profundo.

Una revisión de estudios de 2013 publicada en la revista científica Alcoholism sobre el impacto del consumo de alcohol en el sueño nocturno, concluyó que “cualquier dosis de alcohol causa una reducción en el período de latencia antes del inicio del sueño, una primera mitad del sueño más consolidada y un aumento de la interrupción del sueño durante la segunda mitad”.

“Reducir el consumo de alcohol debería ayudarte a sentirte más descansado cuando te levantas”, dice el NHS.

2. Un sistema inmunológico más eficaz

Beber en exceso debilita tu sistema inmunológico, haciendo que tu cuerpo sea más vulnerable ante las enfermedades.

Según el NHS, quienes beben en exceso tienden a contagiarse de más enfermedades infecciosas.

Esto se debe a que el exceso de alcohol interrumpe la producción de citocinas, que son agentes responsables de la comunicación intercelular y son clave para que el cuerpo se pueda defender de infecciones.

Según un informe del Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y Alcoholismo (National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism), de Estados Unidos, una producción más lenta de citocinas puede reducir tu capacidad para combatir infecciones hasta 24 horas después de haber estado borracho.

3. Puede mejorar tu estado de humor

Según el NHS, hay un fuerte vínculo entre el abuso del alcohol y la depresión y las resacas con frecuencia hacen que las personas se sientan ansiosas y en un estado de humor bajo.

Si ya tienes ansiedad o tristeza, beber puede empeorar esos sentimientos, así que reducir el consumo puede ponerte en general de mejor humor, dice el NHS.

4. Puede mejorar el aspecto de tu piel

Algunas personas pueden notar mejorías en el aspecto de la piel inmediatamente después de reducir el consumo de alcohol o a largo plazo.

Según la Asociación Estadounidense de Dermatología, el alcohol es malo para la piel: “La deshidrata y con el tiempo la daña. Eso puede hacer que tengamos un aspecto más envejecido”.

¿Cuánto es demasiado?

En Reino Unido, la agencia de salud pública recomienda un máximo de 14 “unidades” de alcohol a la semana tanto para hombres como para mujeres.

El gobierno determina que una “unidad” de alcohol es equivalente a 10 mililitros de alcohol puro, es decir, que el máximo semanal recomendado en ese país equivale a unas diez copas pequeñas de vino.

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La hepatitis C es un tipo de enfermedad hepática que se puede propagar de individuo a individuo.

Actualmente no existe una vacuna que proteja contra la hepatitis C, aunque se pueden tomar medidas preventivas para reducir el riesgo de contraer la enfermedad. El sexo vaginal y anal sin protección puede llevar a contraer infecciones de transmisión sexual pero, ¿pasa lo mismo con el sexo oral?

La hepatitis C se propaga al entrar en contacto con la sangre de otra persona. Si la sangre infectada de una persona entra en el torrente sanguíneo de la otra, esa persona puede infectarse.

En general, el riesgo de transmitir hepatitis C durante cualquier tipo de actividad sexual es bajo. Aunque es muy poco probable, podría ocurrir el contagio durante el sexo oral si alguien con hepatitis C tiene grietas y sangrado en los labios y, a su vez, el compañero o pareja tiene una herida abierta.

Eso sí, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), la hepatitis C no se transmite a través de los besos o la saliva.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor de 71 millones de personas tienen infecciones crónicas por hepatitis C a nivel mundial y poco menos de 400,000 mueren cada año de enfermedades hepáticas relacionadas con la hepatitis C.

No existe evidencia científica directa que demuestre que la hepatitis C se transmite solo por vía oral. Sin embargo, se debe tener precaución siempre que haya sangre presente, ya que aún podríamos infectarnos.

Si cualquiera de nuestras parejas sexuales tiene una ruptura en la piel, puede haber riesgo de que la sangre pase de una persona a otra.

Los factores de riesgo adicionales pueden incluir: menstruación, sangrado de la boca o las encías, una infección de garganta, herpes labial, verrugas genitales o herpes o labios dañados y agrietados

El riesgo de contraer o transmitir hepatitis C de una persona a otra durante el sexo oral es muy bajo. Esto es particularmente cierto en las parejas con relaciones monógamas.

Saber cómo se transfiere la hepatitis C de una persona a otra, así como comprender las prácticas sexuales más seguras, puede reducir aún más el riesgo de infección.

Factores de riesgo

-Una persona con una infección aguda a causa del virus de la hepatitis C

-Una carga viral alta

-Individuos que tienen múltiples parejas sexuales

-No usar protección de barrera, como los preservativos, durante la actividad sexual

-Actividades sexuales extremas

-Tener ya una infección de transmisión sexual o VIH

¿Cómo se transmite la hepatitis C?

Si bien la transmisión de la hepatitis C a través del contacto sexual es poco frecuente, hay muchas otras formas por las que podemos infectarnos.

El virus de la hepatitis C vive en la sangre y en ciertos fluidos corporales. Así, el intercambio de semen también puede causar infección, aunque las posibilidades de que esto ocurra son muy raras.

Además del contacto sexual, también podemos infectarnos con el virus de la hepatitis C a través de: la inyección de drogas, el uso de drogas intranasales o inhalación de drogas, tatuajes no regulados o insalubres y piercings en el cuerpo, haber nacido de una madre infectada con el virus, compartir maquinillas de afeitar, cepillos de dientes y tijeras de aseo o al amamantar, únicamente si los pezones están agrietados o sangrando, pues no se transmite en la leche materna.

Una persona con hepatitis C siempre debe tomar precauciones adicionales durante la actividad sexual para limitar el riesgo de transmitir la enfermedad a otra persona.

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El alcohol afecta a todo tu organismo, pero muchos ignoran que la piel es una de las víctimas inesperadas.

El alcohol es un enemigo inesperado para toda tu piel. Sabemos que afecta a todo el organismo, pero es prácticamente desconocido los daños que puede causarle a la piel y que se reflejan principalmente en la cara. Puede causar el envejecimiento prematuro,  aparecer acné y te deshidratas, por lo que la piel pierde muchos de los nutrientes que necesita.

Hay tipos de alcoholes que hacen más daños que otros y nosotros te presentamos cuáles son los siete más peligrosos:

> Cerveza: contiene sal y esto puede ser peligroso, pero no es el peor de todos. Mientras se beba despacio, los efectos deshidratantes serán menos peligrosos.

> Vino blanco: este alcohol tiene altas cantidades de azúcar, por lo que tu piel se deshidratará rápidamente, causa envejecimiento y puede causar daños celulares.

> Vino tinto: esta bebida es una de las preferidas de los españoles, pero cuidado, porque es la que mayormente enrojece la piel.

> Mojito: tiene altos contenidos de azúcar lo que resulta en acné y arrugas.

> Tequila: tiene propiedades negativas para la piel, pero no es tan mala como los vinos.

> Margaritas: contiene altos niveles de azúcar y sal, siendo capaz de envejecer la piel.

> GinTonic: pasa lo mismo que con el tequila. Es un alcohol “bueno” que puede ser consumido tranquilamente, pero si se liga con otros alcoholes dulces, las cosas pueden cambiar.

Ya conoces cuáles debes evitar, así que estas navidades, sé cuidadoso.

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Se ha celebrado el primer congreso internacional en Galicia sobre cannabis. El contraste entre la percepción pública de esta droga (considerada inocua por algunas personas) y la contundencia de la ciencia es notable cuando se trata de advertir sobre sus riesgos.

¿Cómo actúa el cannabis? El cuerpo humano es un circuito eléctrico andante, conectado por interruptores que son como cerraduras que se activan al introducir la clave correcta: los neurotransmisores. El cannabis contiene una molécula en forma de dos de estas claves: es decir, encaja en algunas de las cerraduras naturales de ese circuito eléctrico y lo hace funcionar de manera anormal. De ahí vienen los efectos del cannabis en el funcionamiento de nuestro cerebro. Afortunadamente, no interfiere con las cerraduras del bulbo raquídeo, que controlan el corazón y la respiración, de modo que no se muere debido a una sobredosis de cannabis (de ahí la falsa sensación de inocuidad). Algo también evidente en los estudios científicos es que afecta más a unas personas que a otras. Para ciertas variantes genéticas, el consumo de cannabis en la adolescencia multiplica hasta por siete el riesgo de trastornos psicóticos y por más de dos el de esquizofrenia antes de los 26 años.

Es necesario decir que existen algunas aplicaciones terapéuticas, para ciertas enfermedades y solo bajo prescripción médica. La prescripción se receta en píldoras, aceites o aerosoles, pero nunca se fuma. Al fumar un porro, los llamados terpenos se queman, que son como el alquitrán de los pitillos y causan daños a nuestros pulmones. Tengámoslo claro: el porro es más peligroso que el ya peligroso pitillo.

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El estigma social rodea a esta práctica sexual que, además de ser completamente saludable, puede proporcionar mucho placer para los amantes. Desterramos falsas creencias sobre el sexo anal.

1_ Es una práctica exclusiva de parejas homosexuales

Un error muy común es asociar esta práctica exclusivamente a las parejas de hombres.

No tiene por qué. El sexo anal es una práctica sexual que puede ser muy satisfactoria para ambos sexos.

2_ Es más placentero para ellos que el sexo vaginal

No necesariamente.

Según el sexólogo y antropólogo Carlos Horrillo, el interés masculino por esta práctica puede provenir de un impulso ancestral de “conquistar nuevos territorios” y considera de poca importancia el argumento extendido de que el conducto anal es más estrecho, con lo que proporcionaría una sensación más intensa del placer al varón.

No obstante, la percepción del placer es muy subjetiva.

3_ “Si lo pruebo y me gusta, ¿soy homosexual?”

En absoluto. El disfrute sexual de las prácticas relacionadas con el sexo anal no tiene por qué ir relacionado con la orientación sexual.

Si bien es cierto que los hombres heterosexuales suelen mostrar mucho interés por realizar esta práctica con sus parejas femeninas, esta intención suele manifestarse únicamente cuando el varón es quien penetra a la mujer.

Tal como detalla Horrillo, “existe una creencia o miedo generalizado en muchos hombres heterosexuales, que consiste en: “si lo pruebo y me gusta, significa que soy homosexual”. Nada más lejos de la realidad.

Esta creencia, según el experto, responde a un estereotipo cultural.

La estimulación anal debería considerarse una práctica normal para todos los hombres, sea cual sea su orientación sexual.

4_ El punto G masculino

Para Carlos Horrillo, esta zona de la anatomía masculina está “mal llamada” punto G, dado que el placer sexual que se produce durante esta práctica viene dado por la estimulación de la próstata.

Aunque sí que es cierto que este tipo de estimulación es muy placentera para un hombre.

5_ No se puede tener un orgasmo solo con la estimulación de la próstata

No es cierto. Aunque el porcentaje es muy pequeño, sí existe un número considerable de hombres que es capaz de tener un orgasmo, la culminación del placer sexual, solo mediante la estimulación de esta zona.

Sería comparable al porcentaje de mujeres capaces de tener un orgasmo mediante la única estimulación de una zona erógena como los pezones.

No obstante, el orgasmo y la manera de obtenerlo, recuerda Horrillo, son muy subjetivos.

6_ Las mujeres no lo disfrutan

Otro falso mito del sexo anal es considerar que no es una práctica que pueda resultar placentera para la mujer.

Si bien es cierto que la mujer no comparte la anatomía masculina, y no posee una próstata que estimular, no olvidemos que el ano es una zona erógena muy importante en el cuerpo de la mujer, y puede proporcionar sensaciones muy placenteras.

Eso sí, el experto apunta que, en muchas ocasiones, el hombre “olvida” estimular otras zonas erógenas de su compañera, algo que resulta imprescindible para aumentar su excitación y relajación.

7_ Es una práctica ‘sucia’

Evidentemente, se trata de otro mito ligado al estigma cultural del sexo anal. Curiosamente, son las mujeres heterosexuales las que, en muchos casos, se aplican este argumento, evitando así realizar una práctica que puede ser muy satisfactoria para ellas. La clave es, como apunta el experto, “disponer de información suficiente”.

En cualquier caso, cada vez son más las mujeres que lo practican sin complejos. Horrillo calcula que la cifra se sitúa en torno al 30% de las mujeres heterosexuales.

8_ Si un hombre heterosexual lo practica ‘pierde su virilidad’

De nuevo, este es un concepto cultural arcaico que nada tiene que ver con la realidad del sexo anal.

Está ligada a la falsa creencia de que es una práctica exclusiva de hombres homosexuales. Por ello, muchos hombres se niegan a atreverse a que sus parejas femeninas les penetren, utilizando el propio dedo o bien juguetes sexuales, evitando explotar así una parte importante de su sexualidad.

Para el sexólogo Carlos Horrillo, “ser penetrado tiene un componente psicológico, emocional y cultural”.

9_ Los hombres no pueden estimularse solos

Falso. De hecho, la autoexploración anal puede ser una práctica muy saludable en una rutina de masturbación masculina. Ya sea manualmente o a través de aparatos preparados para este tipo de estimulación, es beneficiosa por dos razones:

La primera y más obvia, porque es una fuente de placer. Y, la segunda, porque puede incluso proteger la salud.

10_ El sexo anal puede prevenir enfermedades

La práctica de cualquier tipo de acto sexual es, de por sí, beneficiosa para la salud. Muchos estudios científicos han demostrado que eyacular a menudo puede proteger frente al cáncer de próstata.

Por otro lado, la autoexploración frecuente permite que los hombres sean conscientes de su anatomía, y ayuda a percibir anomalías y lograr prevenirlas; por ejemplo, una prostatitis.

El experto Carlos Horrillo lamenta que no se difunda la autoexploración masculina para prevenir enfermedades prostáticas igual que se hace con el sexo femenino, por ejemplo, con la autoexploración de los senos.

11_ La primera vez siempre duele

Efectivamente, suele ser así. El ano es un esfínter que, a priori, no está habituado a ser penetrado, por lo que es normal que la primera vez que se realiza sexo anal resulte dolorosa, y es así para la mayoría de las personas, según el sexólogo Carlos Horrillo.

Para disfrutar del sexo anal, la relajación y la excitación sexual son imprescindibles.

“El dolor disminuye y el placer aumenta con la práctica, especialmente si existe un componente emocional en la relación sexual“, apunta.

12_ Requiere mucha higiene

Cierto. El recto es un canal de desecho del cuerpo humano, por lo que, lógicamente, es recomendable procurar una correcta higiene del mismo antes del sexo para garantizar una experiencia satisfactoria.

13_ Es imprescindible lubricar la zona

Así es. Tal como recuerda Carlos Horrillo, el ano es un esfínter que “no se dilata igual que una vagina”, una creencia errónea muy común a la hora de mantener este tipo de relación sexual.

Para disfrutar de una relación sexual anal satisfactoria, y evitar provocar dolor y daños innecesarios, es importante disponer de un buen lubricante, y, como describe Carlos Horrillo,“paciencia y cariño”.

14_ El sexo anal transmite más infecciones

No necesariamente. En cualquier tipo de práctica sexual es vital una protección adecuada frente a Infecciones de Transmisión Sexual (ITS). El preservativo es imprescindible.

Cuando se practica sexo anal sin preservativo, se corre el riesgo de contraer infecciones del tracto urinario; en los hombres, porque el conducto rectal está plagado de bacterias de tipo E. coli, que son las que provocan esta infección.

Las mujeres también corren riesgo de contraer una infección de orina cuando se da un tipo de situación muy frecuente: penetrar la vagina después de haber realizado sexo anal.

Como describe Horrillo, de manera muy coloquial, “cuando se utiliza la puerta de atrás no se vuelva a la puerta principal”; al menos, no sin antes haber lavado correctamente el pene, o bien haber colocado un nuevo preservativo.

Por su parte, el Virus del Papiloma Humano y otras enfermedades como la sífilis o la gonorrea presentan el mismo riesgo de contario en el sexo anal que en cualquier otra práctica sexual, siempre que se realice correctamente.

15_ El SIDA se contagia más a través del sexo anal

No es bueno señalar esta práctica como única vía de contagio, dado que esto contribuye a estigmatizarla y, aún más importante, a las personas que la practican.

Lo que sí es cierto es que el VIH se transmite normalmente a través de la sangre, o la sangre con otros fluidos (aunque también puede contraerse mediante mucosas).

Durante el sexo anal puede darse la situación de que se produzca un desgarro o leves microfisuras, debido a que el ano debe hacer un “esfuerzo”. Si esto se produce, puede haber un contacto del pene con la sangre de la pareja y, de existir la infección, transmitirse más fácilmente.

El sexo anal sigue siendo uno de los grandes tabús de la sociedad. Esta práctica puede llegar a hacer muy placentera para aquellos que se animan a experimentar y disfrutar al máximo su sexualidad. Pero también debe ser puesta en marcha con sumo cuidado para evitar dolores innecesarios y enfermedades. Te dejamos algunas claves a tener en cuenta:

1_ Olvídate de pasar del ano a la vagina.

Puede sonar tentador pero no es la mejor opción. Pasar de la penetración anal a la vaginal sin que antes se cambie de preservativo podría llegar a ser muy peligroso para nuestra salud. Según advierte el experto de la Universidad de Indiana, Toyia James Stevenson, cuando se utiliza un condón nuevo se cierra la puerta a infecciones, no solo sexuales sino gástricas ya que en la vagina también habitan bacterias.

2_ Dile no a lubricantes de silicona.

Existen infinidades de opciones respecto a lubricantes sexuales, pero los que siempre se deben evitar para la práctica del sexo anal son aquellos que están hechos a base de silicona. Tal como explica la sexóloga y psicoterapeuta, Vanessa Marín, citada por el portal Salud180, los lubricantes de silicona pueden llegar a ser todo un tormento, puesto que no son tan fáciles de eliminar. Así que mejor apuesta por los sabores y la textura pero no por la silicona.

3_ Convierte los ejercicios en tus mejores amigos.

El sexo anal es una de las prácticas sexuales más placenteras. Sin embargo, practicarlo con frecuencia debe ir seguido de mucho cuidado, debido a que, según expertos, la penetración constante puede ocasionar debilitamiento del esfínter, lo cual, a su vez, aumenta el riesgo de incontinencia estomacal. Pero tranquilos. La mejor forma de evitar esta incomodidad es ejercitando el ano. Para ello tan solo media hora de ejercicios de Kegel al día es lo ideal.

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Hasta ahora, el estudio sobre los efectos de la marihuana en la satisfacción sexual había arrojado resultados mixtos.

La relación entre el consumo de marihuana y la actividad sexual aún no está clara, pero un gran estudio dirigido por el investigador Michael Eisenberg, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford en California (EE. UU.) sugiere con contundencia que el consumo regular de cannabis puede aumentar el deseo sexual. Los hallazgos han sido publicados en la revista The Journal of Sexual Medicine.

“El uso de marihuana es muy común, pero su uso a gran escala y su asociación con la frecuencia sexual no se ha estudiado mucho de una manera científica”, comenta Eisenberg.

En investigaciones anteriores, los experimentos con ratas descubrieron que el compuesto activo de la marihuana genera fluctuaciones en el deseo sexual. Sin embargo, estudios más recientes sugieren que los endocannabinoides aumentan la excitación sexual en las mujeres, y que la droga mejora la experiencia sexual tanto para hombres como para mujeres.

Con el fin de obtener una mejor comprensión del impacto de la marihuana en la función sexual, los expertos examinaron los datos de la Encuesta Nacional de Crecimiento Familiar, una investigación a gran escala llevada a cabo por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) sobre fertilidad, maternidad, vida familiar, matrimonio, divorcio y hombres y la salud de la mujer.

Estudiando el uso de marihuana y la frecuencia sexual

La encuesta incluía preguntas sobre la frecuencia de las relaciones sexuales y el uso de marihuana. Más específicamente, 28.176 mujeres heterosexuales y 22.943 hombres heterosexuales fueron interrogados acerca de cuántas veces habían tenido relaciones sexuales en las últimas 4 semanas, así como con qué frecuencia habían consumido marihuana en los últimos 12 meses.

Los participantes tenían entre 25 y 45 años, las mujeres 29,9 años de media y los hombres con 29,5 años de edad, en promedio. Los investigadores incluyeron datos que se habían recopilado desde 2002 y ajustaron los posibles factores de confusión como el consumo de otras drogas como la cocaína o el alcohol.

En general, el 24.5% de los hombres y el 14.5% de las mujeres afirmaron haber consumido marihuana en los últimos 12 meses. Los expertos notaron una asociación entre la frecuencia con que las personas fumaban marihuana y la frecuencia con la que tenían relaciones sexuales. Más específicamente, las personas que consumían marihuana tenían un 20% más de sexo que las que no lo usaban, y esto se aplicaba a ambos sexos.

Las mujeres que se abstuvieron de consumir marihuana en el último año informaron haber tenido relaciones sexuales seis veces, de media, en las últimas 4 semanas, mientras que para las usuarias de marihuana, este número fue de 7,1 veces.

Los hombres que se abstuvieron de consumir marihuana tuvieron relaciones sexuales 5,6 veces en las últimas 4 semanas, mientras que los hombres que consumieron la droga diariamente tuvieron relaciones íntimas una media de 6,9 veces en este tiempo.

“La tendencia general que vimos se aplicó a personas de ambos sexos y todas las razas, edades, niveles de educación, grupos de ingresos y religiones, todos los estados de salud, ya sea que estuvieran casados o solteros y tuvieran o no hijos”, explica Eisenberg.

A pesar de estas fuertes asociaciones, los autores advierten que este estudio no prueba la causalidad. “No dice que si fumas más marihuana, tendrás más relaciones sexuales”, señala.

Sin embargo, el mensaje general de esta investigación es claro: “El uso frecuente de marihuana no parece afectar la motivación o el rendimiento sexual. En todo caso, se asocia con una mayor frecuencia del coito”, concluye Eisenberg.

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El mundo de los sueños es un mundo todavía desconocido del que muchos han hablado pero del que poco se ha sacado en claro. En realidad, se sabe muy poco de los sueños a ciencia cierta, y mucho menos de los eróticos. ¿Por qué los tenemos? ¿Cumplen una función específica en nuestro cerebro? ¿Pueden controlarse?

¿Qué son los sueños eróticos?

A lo largo de la historia el mundo de los sueños siempre ha interesado pero nadie ha conseguido todavía desvelar sus secretos. Una de la primeras explicaciones a los sueños eróticos  fue hecha por Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis. Para él los sueños eran el resultado de las represiones sexuales y destructivas que teníamos durante el día y que se reflejaban mientras dormíamos. Sin embargo, lo que nos explica la ciencia es que los sueños eróticos son una consecuencia de la activación del circuito dopaminérgico mesolímbico-cortical, uno de los responsables del deseo y placer sexual en los seres humanos. Cuando entramos en fase REM o MOR en español (fase en la que tenemos ensoñaciones) todo nuestro cuerpo se activa y desactiva a intervalos, los músculos se contraen, tenemos Movimientos Oculares Rápidos (MOR), aumenta y disminuye irregularmente el ritmo cardiaco, la respiración…muchas partes de nuestro cuerpo se activan mientras que la corteza prefrontal disminuye su actividad, y es por eso que durante la fase REM el clítoris se dilata en las mujeres y los hombres tienen las erecciones. Por otro lado, eso no significa que todos tengan que terminar en orgasmo, solo un 5% de ellos tiene ese final, en otros casos puede que haya simplemente ligera lubricación.

En general, parece que no hay un consenso sobre el por qué de la aparición de los sueños húmedos, la mayoría coinciden en que aparecen porque una persona ha pasado bastante tiempo sin actividad sexual o porque tiene deseos sexuales que no se han llegado a satisfacer, pero las personas que tienen pareja o/y que son activas sexualmente tampoco se libran de tenerlos. ¿A qué es debido? La verdad es que la ciencia no tiene una respuesta clara, hay una relación entre la abstinencia y la frecuencia de los sueños en los hombres pero no está tan claro para las mujeres porque aun hoy en día muchas son reacias a compartir ese tipo de información.

¿Para qué sirven los sueños eróticos?

A lo largo del tiempo se han dado diferentes explicaciones a los sueños eróticos. La más conocida tal vez sea la dada por Sigmund Freud, para él los sueños eróticos que se tienen durante la noche son los reflejos de nuestros deseos inconscientes, deseos libidinosos y de destrucción que las personas tenemos hacia nuestros iguales pero que no dejamos que salgan a la luz porque resultarían inapropiados. Para la sociedad de la época esta interpretación era adecuada porque el tema de la sexualidad era visto como un tabú. Sin embargo, esa teoría se ha quedado desfasada y ahora la corriente predominante no lo defiende. Si bien los sueños eróticos pueden reflejar algunos de nuestros deseos sexuales no tenemos que tomarnos en serio todo lo que soñamos durante la noche. Por ejemplo, otra interpretación actual de los sueños eróticos es que cuando compartimos placer con la persona soñada en realidad estamos reconociendo que nos sentimos admirados por algunas de las características que esa persona tiene. Por ejemplo soñar con un compañero de trabajo, clase, etc aparte de lo evidente también puede significar gran admiración por su personalidad, profesionalidad o competencia en algún ámbito que nosotros consideramos importante.

Por otra parte, los sueños sexuales queramos o no pueden tener un efecto directo sobre nuestra forma de pensar y actuar. Así, si nosotros tenemos pareja y soñamos con otras personas podemos llegar a sentirnos culpable o dar vueltas a la idea de que ya no sentimos lo mismo por ellos y llegar a sufrir injustamente. No es agradable. Por eso, si tienes una relación de pareja en la que estás a gusto no merece la pena que te preocupes por estos sueños sino darles la vuelta y utilizarlos como un estímulo para la búsqueda de placer compartido.

Sueños eróticos más comunes

1- Sexo con desconocidos. Es uno de los sueños eróticos clásicos. El sexo con una persona a quién no conocemos puede significar que nuestra vida se ha vuelto aburrida y/o monótona. Es una señal que nos envía nuestro cerebro de que necesitamos romper con la rutina, un cambio. Ojo, no tiene por qué referirse a un cambio sexual, sino un cambio en nuestra vida.

2- Sexo con nuestra ex pareja. Si durante la noche tenemos sueños eróticos con una ex pareja puede significar lo evidente, que le echamos de menos, pero si no sientes nada por esa persona simplemente puede significar que en estos momentos de tu vida te sientes aislado y que te gustaría sentirte querido de nuevo. También puede ser una advertencia de nuestro cerebro para que no caigamos en errores pasados cuando estemos iniciando una nueva relación.

3- Sexo con un famoso. Soñar que tienes sexo con una persona famosa podría significar que sientes que no tienes el reconocimiento que te mereces, ya sea a nivel laboral, personal o sentimental. Crees que deberías tener mucho más de lo que tienes ahora y por lo tanto, estás a disgusto.

4- Eres infiel. Puedes ser infiel con un desconocido, con un amigo, con un famoso… Sea lo que sea el significado que se le suele atribuir es que te gustaría sentirte más valorado por tu pareja actual, pueden reflejar sentimientos de soledad, abandono y en general baja autoestimas, suelen ser más frecuentes si te han engañado con anterioridad.

5- Soñar con tu jefe o compañeros de trabajo. Soñar con tu superior podría reflejar tú propia ambición y el deseo sutil de querer más control sobre tu vida. Por otro lado, compartir placer con tus compañeros de trabajo es querer incorporar todas aquellas cualidades que admiras en ellos de forma consciente o inconsciente.

¿Debería influir en mi vida?

Los sueños que tengamos durante la noche no nos los deberíamos tomar en serio porque son solo reflejos de pensamientos y ocurrencias a las que damos vueltas durante el día a los que normalmente no damos importancia. Sin embargo, siempre es interesante reflexionar sobre su supuesto significado si ello nos ayuda a mejorar aunque sea un poquito nuestra situación actual.

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El tipo de alcohol que consumes determina tu estado de ánimo, según un estudio internacional.

Se formuló en 11 idiomas diferentes, con participantes de 21 países de todo el mundo. Los resultados revelan que ciertos tipos de bebidas parecen estar vinculados a emociones particulares.

Por ejemplo, casi el 53% de los participantes dijo que beber vino tinto los hacía sentir relajados, una emoción que también estaba relacionada con la cerveza en casi el 50% de los participantes y el vino blanco en casi un 33%. Por el contrario, las bebidas de alta graduación se relacionaron con sentimientos de confianza en más de la mitad de los encuestados, de energía en más del 58% y también aquellos relacionados con la sensualidad en algo menos del 42%.

Sin embargo, los este tipo de bebidas también tenían más probabilidades de estar vinculados con sentimientos negativos, incluido el llanto, con casi el 48% de los participantes relacionando esas sensaciones con el malestar y casi el 30% con la agresividad. Mientras tanto, más del 60% de los participantes dijeron que relacionaban el vino tinto con el cansancio.

Este informe es importante porque según afirma su coautor, Mark Bellis miembro del Sistema Público de Salud de Gales «desde una perspectiva de salud pública, muchas veces nos hemos centrado en cuestiones relacionadas con el cáncer, las enfermedades cardíacas y las enfermedades hepáticas, pero un aspecto importante es el equilibrio de los resultados emocionales que las personas obtienen del alcohol».

También asegura que el entorno en el que se consumía el alcohol era un factor importante que el estudio trató de tener en cuenta al preguntar sobre si sus participantes bebían dentro o fuera de la casa. «Por ejemplo, los jóvenes a menudo consumen bebidas de alta graduación en sus salidas nocturnas, mientras que el vino lo pueden beber más en casa, con una comida». Lo que lleva a concluir que «alguien que quiera relajarse puede elegir tomar una cerveza o una copa de vino».

Por eso, este estudio destaca la importancia de comprender por qué las personas eligen beber ciertas bebidas alcohólicas y qué efecto esperan que estas tengan sobre ellas.

Aunque tomar algunas bebidas puede tener alguna consecuenca agradable en el comportamiento de las personas, los investigadores esperan que sus hallazgos ayuden a resaltar los peligros del consumo de alcohol generalizado. Y es que las personas acumulan tolerancia al alcohol con el tiempo y pueden terminar bebiendo más para sentir los mismos efectos positivos que disfrutan cuando consumen un tipo determinado.

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Atender a las necesidades sexuales es tan importante como cubrir las demandas del cuerpo relacionadas con la alimentación y el descanso.

Todas las necesidades básicas del ser humano que no son satisfechas producen efectos nocivos en el cuerpo. Y sexo no escapa a ello. La falta de sexo afecta física y emocionalmente al ser humano, incluso sin que este se llegue a dar cuenta. Si bien es cierto que cada cuerpo reacciona diferente, existen ciertas señales científicamente probadas que indican que tu cuerpo necesita sexo. Veamos algunas:

> Malestares físicos. Una de las medicinas más naturales para aliviar diversas enfermedades es el sexo. Al practicarlo se liberan endorfinas, las conocidas hormonas de la felicidad, que además tienen un potente efecto analgésico en el sistema nervioso central.

> Falta de sueño. ¿Te cuesta dormir en los últimos días? La actividad sexual ayuda a segregar una hormona conocida como oxitocina, importante para tener un sueño adecuado y placentero. Cuando una persona pasa mucho tiempo sin sexo puede empezar a tener dificultades para conciliar el sueño.

> Brotes de acné. El sudor que producimos en un encuentro sexual ayuda a limpiar la piel del rostro. Además libera mucho estrés manteniendo los poros limpios y sin imperfecciones.

> Caída del cabello. El sexo mejora la circulación del cuerpo, una acción que contribuye a que todo funcione como se debe. Sobre todo es ideal porque ayuda a llevar los nutrientes que comemos a los lugares donde se necesitan y esto lo podemos ver, además de en la piel, en la salud del cabello y las uñas. Si empiezas a ver más cabellos en la almohada puede ser una señal clara de que te falta una buena dosis de sexo.

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Un estudio firmado por varias universidades europeas afirma que unas copitas (no muchas) nos ayudan a hablar en cualquier idioma que no sea el nuestro

Toda la vida creyendo que el alcohol acababa con nuestra capacidad de concentración y dinamitaba nuestra memoria y ahora resulta que, lejos de eso, estimula nuestro cerebro y nos ayuda a hablar en cualquier idioma que no sea el nuestro. Evidentemente, la idea no es ponerse ciego de cubatas y luego lanzarse al bilingüismo, sino tomar solo un poco, lo justo para que nos suelte la lengua sin que llegue a trabárnosla.

Eso es al menos lo que asegura un estudio realizado por la Universidad de Liverpool, el King’s College y la Universidad de Maastricht. Los analistas convocaron a un grupo de 50 alemanes que acababan de aprender a hablar, leer y escribir en holandés después de darles a algunos de ellos un par de chupitos. Más tarde los dejaron -a todos- con unos cuantos súbditos del rey Guillermo y los invitaron a hablar largo y tendido. Finalizado el encuentro, los holandeses, que no sabían quiénes andaban alegres y quiénes no, debían evaluar la entrega y el nivel de cada uno. El resultado fue incontestable: los alemanes que habían ingerido alcohol obtuvieron notas más altas, especialmente en la categoría de pronunciación.

«Nuestro estudio muestra que el consumo de alcohol puede tener efectos beneficiosos en la pronunciación de una lengua extranjera en gente que ha aprendido recientemente un idioma», concluye Inge Kersbergen, coautora del estudio e investigadora del Instituto de Psicología, Salud y Sociedad de la Universidad de Liverpool, desde donde no han tardado en recordar que el consumo, en cualquier caso, debe ser moderado, y que los alemanes que hicieron de conejillos de indias habían tomado aproximadamente 470 ml de cerveza (poco más de un vaso).

Lo que dice la ciencia

No es la primera vez que alguien defiende científicamente los beneficios de echar un trago de vez en cuando. Muchos especialistas mantienen que el consumo moderado diario -dos o tres copas de vino al día los hombres y una o dos las mujeres- reduce el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares; que beber moderadamente vino y cerveza protege el corazón y nuestra salud neuronal y ósea, y que los polifenoles del vino tienen propiedades claramente anticancerígenas, aportan beneficios antiinflamatorios y antienvejecimiento y ayudan a prevenir los problemas gástricos, además de mejorar la respuesta inmunitaria ante determinadas enfermedades infecciosas. Vamos, que tenemos la panacea a todos los males en el mueble bar.

Los más entusiastas -según refleja un reciente informe publicado por la web Made Man- añaden a esa interminable lista de supuestas bendiciones la idea de que los bebedores moderados tienen menores tasas de absentismo laboral; que un estudio finlandés demostró que las personas que no beben, o beben mucho, estuvieron ausentes del trabajo en torno a 1,2 veces más que aquellos que lo hacen de manera contenida. Y, ya puestos, que éstos son mucho más astutos y rápidos.

Sí parece ser cierto, según un informe publicado por la revista científica ‘Science News’, que un poco de alcohol fomenta la creatividad. En este caso los investigadores sometieron a una sesión de dibujos animados a 20 personas, a algunas de las cuales habían animado previamente con un poco de vodka. Una serie de pruebas mientras visionaban los dibujos les llevaron a la conclusión de que los bebedores eran capaces de contestar las preguntas adecuadas alrededor de cuatro segundos más rápido que los no bebedores.

Todos estos estudios, sin embargo, pueden ser contestados con otros tantos (o más) que dicen exactamente lo contrario. Para arrojar luz sobre el asunto, el mundo científico analiza con detalle todo lo que tiene que ver con el tema, especialmente después de que científicos de la Universidad de California (UCLA) demostraran que una pequeña cantidad de alcohol duplica la esperanza de vida de los gusanos pequeños.

Dicho esto, ahí va lo que sí parece un hecho incontestable: el control del consumo de bebidas alcohólicas es una de las prioridades en el ámbito de la salud pública mundial. Y es que, a pesar de que sólo la mitad de la población lo consume, el alcohol es a escala global la tercera causa de enfermedad y de muerte prematura, después del bajo peso al nacer y el sexo sin protección. En Europa, además, es también el tercer factor de riesgo en relación con la salud y la mortalidad, por detrás sólo del tabaco y la hipertensión arterial. Vamos, que igual conviene seguir acudiendo a clase de inglés hasta que sea el conocimiento lo que nos suelte la lengua.

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