El rechazo a la intimidad puede llevar a la castidad involuntaria avivada por fantasmas como sentir vergüenza por el cuerpo y la desnudez, el temor a no dar la talla, a sufrir en las relaciones de pareja o a contraer una ETS. La información y trabajar la sexualidad propia son la clave.

Casi todos tenemos un amigo/a o conocido/a que no registra en su pasado ni en su presente ninguna relación de pareja, que no muestra interés por ellas y que en los temas erótico-sexuales engrosa el movimiento de países no alineados. Es decir, que no se manifiesta ni a favor ni en contra de lo que se discute, sino que se mantiene callado y neutral. Algunos incluso sienten cierta molestia o vergüenza cuando aparecen estas materias en cenas o celebraciones. La sociedad actual, tan propensa a clasificar y denominarlo todo, tiene una palabra para definir esta situación de rechazo a la intimidad: erotofobia. Una compañera de trabajo, muy irónica y mucho menos técnica, decía que no es que estas personas tuvieran miedo al sexo; sino que, más bien, el sexo les tenía miedo a ellas.

Bromas aparte, este perfil existe y, aunque nada nos obliga a utilizar o hacer uso de nuestra dimensión sexual, negar esta faceta de la existencia trae siempre consecuencias negativas, porque el sexo es el juego de la edad adulta y porque, como dijo Raffaella Carrà: “Sin amantes, ¿quién se puede consolar? Sin amantes esta vida es infernal”.

Pero la palabra erotofobia no es la preferida de los expertos. “Este término es muy impreciso. No conozco a nadie que tenga fobia a todo lo relacionado, ya no con el sexo, sino con la erótica. Por otra parte, la palabra fobia no se puede usar a la ligera, ya que significa miedo irracional”, afirma Raúl González Castellanos, sexólogo, psicopedagogo y terapeuta de pareja del gabinete de apoyo terapéutico A la Par, en Madrid. Y añade: “De lo que sí sería más preciso hablar es de miedos concretos a ciertos aspectos relacionados con la sexualidad; al mismo tiempo que, de esta manera, se acota más el problema. Puede haber temor a contraer una enfermedad de transmisión sexual, a quedarse embarazada, a fracasar en la relación de pareja, a no dar la talla; al sexo oral, que a mucha gente le produce asco o rechazo, a mostrar el cuerpo. Y estos miedos pueden provenir de experiencias previas, de la educación recibida, a menudo castradora, de la exagerada exposición a la pornografía o de aspectos ideológicos y culturales”.

Uno de los grandes temores es el miedo a la desnudez, tan presente como en la época de nuestras abuelas, aunque por otros motivos. No estar a gusto con el cuerpo que se tiene parece ser hoy la principal causa para no querer mostrarlo ni disfrutarlo. “Nuestra anatomía es una gran fuente de vergüenzas, que hace que muchas personas se sientan muy vulnerables en la desnudez”, señala Elena Capelo, psicóloga en el centro psicológico CEPSIM, en Madrid. “Cada época ha tenido sus cánones de belleza que hay que seguir y, aunque actualmente se hacen muchos esfuerzos por borrar esa estética normativa y por abrir mucho ese canon, las redes sociales, las celebrities o la normalización de la cirugía estética contrarrestan mucho esos esfuerzos”, comenta esta psicóloga.

Los acostumbrados a ligar mediante aplicaciones, que son ya legión, viven el momento del encuentro con el otro como un reto, como la prueba del algodón, donde ya no hay filtros ni Photoshop que valga. La mayoría tiene miedo a parecer más gordo, feo o mayor que en las fotos, pero pocos se preocupan por parecer más idiotas que en el mundo digital. “Las inseguridades físicas se viven con más temor que las psíquicas. Por eso, la mayoría de las personas dan menos importancia a la personalidad que a la apariencia; ya que creen que los defectos de comportamiento son más fácilmente camuflables que los físicos”, apunta Capelo. “El mundo digital potencia el miedo a las relaciones físicas y a la intimidad, que pueden estar llenas de peligros”, subraya por su parte Gloria Arancibia Clavel, sexóloga y psicóloga, con consulta en Madrid. “Ya hay muchas mujeres que cuando quedan con alguien en Tinder, aunque sea en un bar, mandan la ubicación a sus amigas. Perdemos recursos sociales y de seducción, que ya no son tan comunes entre los más jóvenes, acostumbrados a ver la vida tras una pantalla, porque la intimidad también se aprende, y en esto el papel de los padres a la hora de educar a los hijos es fundamental”.

La autoexigencia de tener un cuerpo perfecto para permitirse disfrutar de él es, todavía, más propia de las mujeres, aunque ellos van adoptando, poco a poco, esta tendencia. El problema masculino en relación con la anatomía tiene más que ver con dar la talla, con el funcionamiento y las medidas. “Desgraciadamente, todavía tiene mucho peso la idea heteronormativa de la mujer multiorgásmica y el hombre penetrador, responsable del goce y disfrute de la pareja”, señala Arancibia. “El miedo de los hombres siempre ha estado ahí, pero antes no se cuestionaba su actuación. Cuando la mujer empieza a reivindicar su derecho al placer, esa presión aumenta y con ella la ansiedad ejecutoria”, añade Raúl González. Elena Capelo matiza que “ese miedo masculino al fracaso afecta a todos los hombres; tanto al tímido, que lo bloquea y seguramente le impide cualquier acción, como al valiente, que ve cómo la espada de Damocles pende sobre su cabeza, dispuesta a caer en cualquier momento”.

La inactividad sexual puede también hundir sus raíces en el miedo al fracaso de la pareja, a sufrir en las relaciones, por eso se buscan encuentros superficiales, sin compromiso, vacíos, asépticos y robóticos, para luego añorar las grandes pasiones de antaño. “Existe la idea de que lo mejor es vivir en pareja, pero luego a la gente le cuesta mucho abrirse, se siente muy vulnerable. Hay una dificultad para esforzarse en una relación y, si no va bien desde el principio, se abandona enseguida. Muchos enlazan relaciones cortas, banales y con un elevado grado de insatisfacción. Se tiene mucho miedo al sufrimiento, olvidando que nada es un lecho de rosas y que en toda relación hay escollos y problemas”, sostiene Capelo.

“Follo y me voy’ parece ser el lema para evitar conflictos; por lo tanto, la seducción ha dejado ya de ser algo importante, un músculo a desarrollar”, subraya Raúl González. “Ahora lo que seduce son las fotos de Instagram. La comunicación ha pasado a un segundo plano”. Con esta pobre estrategia, el desastre está asegurado. “Hay personas que tras un fracaso amoroso lo que hacen es buscar otra relación lo antes posible. Sin haber analizado las causas, vuelven a incurrir en los mismos errores, sumando ruptura tras ruptura”, cuenta Gloria Arancibia. “Al mismo tiempo, la sociedad pena mucho el fracaso amoroso. Se vive muy mal y hace que uno se sienta un perdedor. De hecho, vivimos las rupturas sentimentales de los famosos (Shakira o Rosalía) como si ocurrieran en nuestra propia familia. Tenemos pendiente aprender dos cosas: que el fin de la pareja no es, necesariamente, un fracaso y que la felicidad no implica tener que compartir la vida con otro”, argumenta esta sexóloga.

Las enfermedades de transmisión sexual son otros de los fantasmas que rondan la sexualidad; exacerbados por la pandemia, que nos recordó que los virus existen y que, a menudo, son mucho más listos que nosotros. En pleno siglo XXI, hay personas que han abrazado la castidad por temor al contagio. “Este miedo tiene fácil solución y se combate con una buena educación sexual, porque hay mucha información, pero poca formación”, puntualiza Raúl González. “Sin embargo, las campañas de prevención de ETS o de uso del preservativo parecen vivir sus horas bajas. Ha pasado ya mucho tiempo desde el ‘Póntelo, pónselo’ y los casos de sífilis y de gonorrea han aumentado considerablemente en los últimos años, aunque la población no lo sabe, porque no se la informa”.

¿Qué podemos hacer, pues, para fomentar la seguridad sexual, para embarcarnos en una relación sin tantos fantasmas a nuestro alrededor, para ser más espontáneos y estar más conectados el cuerpo, las sensaciones y el placer? “Ante todo, estar informados, tener una cierta educación sexual, trabajar la sexualidad, conocer el cuerpo y sus reacciones, hacer las paces con él. Una cierta autoestima sexual nos dispondrá a tener mejores relaciones, a elegir mejor a la pareja, a saber comunicarnos, a pedir y a dar. A poder sentirse vulnerable, seguro y a crear intimidad”, explica Elena Capelo.

Los que se sienten seguros con otros es que primero se han sentido bien consigo mismos. Para Gloria Arancibia, esto pasa por “ser consciente de lo que uno está sintiendo, de sus deseos, de sus fantasías. Conectar con el cuerpo y llegar a conocerlo. Y, por supuesto, no dejarse llevar por las modas o tendencias que se supone que tenemos que suscribir, porque la mayoría somos prisioneros de una sexualidad normativa, que nos dice lo que debemos y no debemos hacer”.

Hay que confiar en el cuerpo y abordar las relaciones como un viaje único e irrepetible, que siempre sorprende y que siempre nos muestra algo diferente, aunque lo hagamos con el mismo compañero de travesía.

FUENTE: elpais.com

Un estudio de la Universidad Estatal de Nueva Yersey desmiente la teoría de las «gafas de cerveza», que sostenía que consumir alcohol aumentaba los índices de atractivo al reducir la percepción visual.

Lubricante social, desinhibidor psicológico, desatascador relacional, ata nervios, quita ansiedades, neutralizador del sentido del riesgo y del ridículo, pero jamás eximente de nuestros delitos sentimentales más bochornosos. La ciencia ha hablado y sus conclusiones reescribirán nuestros currículums sentimentales. No, no te pareció más guapo o más guapa porque ibas borracho. Una investigación de Journal of Studies on Alcohol and Drugs publicado por el Centro de estudios de alcohol y drogas de la Universidad Estatal de Nueva Yersey ha llegado a una conclusión aterradora: «Consumir alcohol hace que sea más probable que te acerques a personas que ya consideras atractivas, pero no hace que otros te parezcan más atractivos».

Hasta ahora la sabiduría popular decía que uno de los efectos del alcohol era que los demás nos parecieran más guapos, y también nosotros mismos, según científicos de la Universidad Pierre Mendez-France de París.

En inglés hasta existía una expresión para esto, beer googles, o gafas de cerveza. Y se han publicado múltiples estudios que sostienen esta afirmación: uno de la Universidad de Bristol, otro de la de St Andrews y Glasgow, otro de la Universidad de Roehampton publicado en la revista Addiction de 2003, y otro en la revista Alcohol and Alcoholism de 2014: «Descubrimos que los índices de atractivo de las caras eran significativamente más altos en la condición de alcohol que en la condición de placebo, lo que implica que el consumo de alcohol puede aumentar los índices de atractivo de las caras».

La clave, según estos estudios, es la simetría, característica fundamental en los rostros y cuerpos atractivos: «El consumo de alcohol disminuía la capacidad de los participantes para distinguir entre figuras simétricas y asimétricas. Por lo tanto, es posible que los bebedores de alcohol percibieran los rostros asimétricos como simétricos, lo que llevó a índices de atractivo más altos. Por lo tanto, sostenemos que el consumo de alcohol mejoró indirectamente las calificaciones de atractivo facial al debilitar la percepción visual de los bebedores. Sin embargo, el consumo de alcohol no influyó en las calificaciones de atractivo de los rostros muy atractivos. Esto concuerda con el estudio de Halsey (2012) en el que el consumo de alcohol no afectó la preferencia por caras simétricas (….) solo condujo a calificaciones de atractivo más altas para estímulos de atractivo bajo y moderado».

Para llevar a cabo la investigación, la doctora Molly A. Bowdring, del Centro de Investigación de Prevención de Stanford en Palo Alto, California, afiliado a la Universidad de Pittsburgh en el momento de este estudio, y su asesor de tesis, Michael Sayette, usaron de ratas de laboratorio a 36 varones de entre 21 y 28 años, que valoraron el atractivo de personas de su mismo rango de edad, advirtiéndoles que tendrían la oportunidad de interactuar con una de esas personas en un experimento futuro.

Algunos participantes tomaron placebos y otros bebidas alcohólicas, hasta alcanzar una concentración de alcohol en sangre de aproximadamente 0,8 gramos por litro, el límite legal para conducir en los Estados Unidos, pero muy superior al límite legal en España. Por eso para alcanzar esos niveles, un hombre adulto de unos 70 kilos tendría que beber una media de tres cervezas, o cuatro copas de vino, o cuatro chupitos, o incluso dos copas, dependiendo de cómo vengan cargadas.

Todos los participantes venían entrenados. Debían beber al menos un día a la semana y se capaces de tomarse cómodamente al menos tres copas en 30 minutos. Tampoco podían comer ni tomar café al menos cuatro horas antes del experimento. Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, con un 0.5% de alcohol disminuyen las inhibiciones, pero con el 0.10% ya pronuncias mal.

La conclusión fue que no había evidencia científica de la existencia de las llamadas «gafas de cerveza». El alcohol no tuvo ningún efecto a la hora de calificar lo guapos que veían a los demás. «El efecto de gafas de cerveza no es tan consistentemente como cabría esperar», observó Sayette.

En lo que sí afectó es en la probabilidad de que los hombres del experimento se animaran a interactuar con las personas que calificaban como atractivas. Cuando bebían, tenían 1,71 veces más probabilidades de seleccionar uno de sus cuatro candidatos más atractivos para conocerlo personalmente, en comparación a cuando estaban sobrios.

CORAJE LÍQUIDO

«Es posible que el alcohol no esté alterando la percepción, sino más bien mejorando la confianza en las interacciones, dando a los hombres coraje líquido para querer conocer a quienes les parecen más atractivos, algo que de otro modo sería mucho menos probable que hicieran», concluye el estudio.

Después de consumir alcohol los participantes eran más propensos a interactuar con las personas más atractivos que se le ofrecían, lo que descarta otra teoría popular que echaría al traste todo el estudio, la de que con alcohol también tenemos más valor para irnos con poco agraciados o asimétricos.

La conclusión de este estudio revela otros proceso que los autores califican de «potencialmente peligroso», que es que con alcohol no sólo se pueden tener más interacciones sociales, sino además más atractivas. También arroja luz sobre los procesos subyacentes al comportamiento sexual de riesgo, ya que estas prácticas son más probables cuando las parejas potenciales se perciben como más atractivas, según un estudio de Corbin y Fromme de 2002.

Diversas investigaciones ya han demostrado que el alcohol afecta al sistema nervioso central, e impacta en la corteza prefrontal del cerebro, asociada a las emociones, lo que hace que se supriman las inhibiciones psicológicas, se reduzca la ansiedad, el estrés, los nervios, y hasta puede hacer que ganes confianza. Es un sedante y un depresivo. Por eso antes de este estudio la doctora Amanda Ellison, profesora titular del Departamento de Psicología, de la Universidad de Durham, ya negaba la existencia de las gafas de cerveza.

Al beber, el cerebro disminuye la sensibilidad en las regiones involucradas en la detección de amenazas, lo que lleva a un comportamiento más arriesgado, que lo mismo puede acabar en un balconing que en una declaración de amor. También aumenta la actividad en las regiones asociadas con la recompensa, lo que puede hacer que te apetezca tener sexo lo mismo que un helado de chocolate.

«Las inseguridades o preocupaciones sobre cómo complacer a una pareja o alcanzar el orgasmo se pueden reducir con una copa de vino», afirma la terapeuta sexual Laurie Watson en una publicación en su blog para Psychology Today. «El alcohol también puede hacer que la conversación erótica parezca más fácil. Centrarse en el rendimiento apaga el instinto de un hombre, y una pequeña cantidad de alcohol puede reducir su miedo a un mal resultado y aumentar su coraje sexual». Según Watson, el alcohol te puede hacer más hablador, y en consecuencia más propenso a expresar tus sentimientos.

FUENTE: elmundo.es

Inkestatutako pertsonen % 42k lesioren bat izan du sexu-harremanetan.

Logelako plazerrak arriskutsuak izan daitezke. Hala dio Arcwave-k, gizonezkoen plazer-markak, egindako azterlan batek. Horren arabera, inkestatuen % 42k onartu du lesioren bat izan duela beren harreman intimoetan gozatzen zuten bitartean.

Arcwave-ren inkestak jarrera arriskutsuena zein den zehazten du: txakurrarena. Posizio horrek eragin zituen erregistratutako lesioen % 42. Arrisku garrantzitsuak izan zituzten beste jarrera batzuk misiolaria (lesioen % 36) eta 69ko jarrera (inkestatuen % 10ean ustekabeak eragin zituen) izan ziren.

Lesio ohikoenak

Sexu-harremanetan lesio ohikoenak kolpeak eta ubeldurak izaten dira. Adibidez, inkestatuen % 33k onartu du ubelduak izan dituela. Ohiko beste arazo batzuk alfonbrarekin egindako erredurak (% 31) eta gernu-aparatuko infekzioak (% 29) izan dira. Gainera, giharretako uzkurdurak (% 25), baginako urradurak (% 18), bizkarreko lesioak (% 13) eta erreakzio alergikoak (% 9) ere erregistratu dira. Garrantzitsua da nabarmentzea lesio horiek ez direla soilik sarketara mugatzen; izan ere, galdetutako gizonen ia erdiek (% 48) adierazi du aho-sexuaren praktikan ere lesioak izan dituztela.

Ikerketaren arabera, emakumeek gizonek baino aukera gehiago dituzte sexu-harremanetan lesioak izateko (% 47 eta % 33, hurrenez hurren). Gainera, ikus daitekeenez, lesioak izateko joera handiena duen adin-taldea 25 eta 35 urte artekoa da, lesio guztien % 66.

Arrisku-lekuei dagokienez, ez da harritzekoa ezbehar sexual gehienak logelan gertatzea (% 56). Hala ere, lesioak izan dira dutxan (% 23) eta hoteleko logeletan (% 20) ere. Pertsona batzuek jakinarazi dute, halaber, lesioak izan dituztela oso ohikoak ez diren lekuetan, hala nola hegazkinetako komunetan edo lantokian.

FUENTE: gazteberri.eus

Las personas que empiezan con el tabaco antes de esta franja etaria se vuelven aún más adictas y les cuesta mucho más dejarlo que las que comienzan después.

Los científicos se han puesto en pie de guerra contra el tabaco. En la mayoría de los países de la Unión Europea, la edad mínima permitida para comprar este producto está fijada en los 18 años. Sin embargo, un equipo de investigadores reunido en el Congreso anual de la Sociedad Europea de Cardiología, que celebra hasta hoy en Ámsterdam (Países Bajos), ha alertado de que es necesario subir el límite legal para comprar cigarrillos al menos cuatro años más.

Los protagonistas de esta reclamación son un grupo de científicos del Centro Médico de la ciudad de Kioto, en Japón. Su advertencia se dirige a los gobiernos de todo el mundo, y se produce después de haber llevado a cabo un nuevo estudio en el que participaron 1.382 fumadores de un amplio espectro de edades. Sus resultados revelan cuál es la peor edad para fumar.

El trabajo de los investigadores japoneses pone de relieve que el tabaco mata hasta a la mitad de sus consumidores. En cuanto a las edades, añade que los fumadores menores de 50 años tienen un riesgo cinco veces mayor de desarrollar enfermedades cardiovasculares en comparación con sus compañeros no fumadores.

Asimismo, destacan que aunque la edad legal para comprar tabaco es de 18 años en muchos países, en algunas naciones no hay restricciones de edad. Por lo general, se calcula que casi 9 de cada 10 adultos que fuman cigarrillos a diario lo hacen por primera vez a los 18 años, y que el 99% lo hace por primera vez a los 26 años. En España, los médicos abogan por prohibir fumar en las calles de Madrid en 2027.

El nuevo estudio examinó la relación entre la edad de inicio del tabaquismo, la dependencia de la nicotina y el abandono del hábito tabáquico. Como resultado, el pretende que se implemente una nueva estrategia para intentar frenar este grave problema de salud pública: prohibir su venta a menores de 22 años o más.

Las personas que participaron en el experimento japonés eran fumadoras y todas habían acudido a una clínica para dejar de fumar. Los participantes completaron el test de Fagerström para la dependencia de la nicotina, en el que se formulan preguntas como «¿cuánto tiempo después de despertarse fuma su primer cigarrillo?» o si les resulta difícil abstenerse de fumar en lugares donde está prohibido. Las puntuaciones de cada respuesta se sumaron para obtener una suma total que indicó el nivel de adicción al tabaco.

Los participantes se dividieron en dos grupos en función de la edad a la que empezaron a fumar: menos de 20 años y 20 años o más. A continuación, se midió el monóxido de carbono en el aliento para indicar el número de cigarrillos fumados en las últimas 24 horas. Se consideró que se había dejado de fumar cuando no se había fumado tabaco en los últimos siete días y el nivel de monóxido de carbono exhalado era inferior a 7 ppm.

Los investigadores analizaron la relación entre la dependencia de la nicotina y el éxito en el abandono del tabaquismo en función de la edad a la que los participantes empezaron a fumar. Descubrieron que la edad media en el momento de acudir por primera vez a la clínica para dejar de fumar era de 58 años. De los más de 1.300 voluntarios, alrededor de 556 fumadores empezaron a fumar antes de los 20 años, mientras que 826 fumadores tenían 20 años o más.

Esto es lo que supone empezar a fumar con 17 años

¿Los resultados? Los que empezaron antes declararon fumar un mayor número de cigarrillos al día (25) en comparación con el otro grupo, que fumaba una media de 22 cigarrillos al día. Los que empezaron pronto también tenían niveles respiratorios de monóxido de carbono más altos que los que empezaron tarde (19 frente a 16,5 ppm, respectivamente) y puntuaciones más altas (7,4 frente a 6,3, respectivamente) en el test de Fagerström. Esto es: eran más adictos.

Menos de la mitad de los que empezaron pronto (46%) consiguieron dejar de fumar, en comparación con el 56% de los que empezaron tarde. Así, los que empezaron pronto tenían un 30% menos de probabilidades de abandonar el hábito con éxito que los que empezaron tarde.

Además, los participantes se dividieron en cuatro grupos según la edad a la que empezaron a fumar: 17 años o menos, 18 a 19, 20 a 21 y 22 o más. En los cuatro grupos, las puntuaciones en el test fueron de 7,5, 7,2, 6,7 y 6,0, respectivamente, lo que demuestra que los que empezaron a fumar con 22 años o más eran aún menos dependientes de la nicotina.

«Nuestros resultados demuestran que empezar a fumar pronto está relacionado con una mayor dependencia de la nicotina, incluso en la edad adulta joven. El estudio indica que aumentar la edad legal para comprar tabaco a 22 años o más podría reducir el número de personas adictas a la nicotina y con riesgo de sufrir consecuencias adversas para la salud», apunta el autor del estudio, el doctor Koji Hasegawa, del Centro Médico de Kioto de la Organización Nacional de Hospitales de Kioto.

FUENTE: larazon.es

Mujeres y también hombres simulan el clímax en una relación con determinados fines, ya sea por uno mismo, por el otro o por la relación. La falta de conocimiento y de educación sexual en el placer siguen siendo el problema

Resulta curioso cómo el orgasmo más famoso de la historia del cine es falso y ocurre en una cafetería de Nueva York (Katz’s Delicatessen), ante una concurrida audiencia, en el momento en el que la protagonista de Cuando Harry encontró a Sally (1989) trata de convencer a su interlocutor de que las mujeres fingen y, la mayor parte de las veces, los hombres ni se enteran. La capacidad interpretativa de Sally, interpretada por Meg Ryan, simulando el clímax es tan convincente que una señora le pide al camarero que le sirva lo mismo que ha tomado la mujer que jadea incesantemente al otro lado del local.

Que tire la primera piedra quien nunca haya hecho algo de teatro en la cama, quien no haya exagerado sus sensaciones o quien no haya emulado a Sally, por diversos y variados motivos. Al fin y al cabo, el sexo entre dos o más personas es ya un acto social, un trabajo para nuestro alter ego, que debe estar a la altura y quedar como un amante experimentado, creativo, arriesgado y aventurero. Incluso a los que su humilde personalidad no les exija pasar por un Indiana Jones del sexo, pueden haberse visto involucrados en este tipo de representaciones para agradar a su pareja; para que el otro, al menos, sí lo sea.
Preguntarse por qué se fingen los orgasmos equivale a preguntar por qué se inflan los currículums; por qué existen las clínicas de cirugía estética o por qué se utiliza Photoshop para hacer que las fotos pasen a ser piezas de arte abstracto o conceptual. La respuesta es siempre la misma: la realidad no gusta y se maquilla, se disfraza, se le añaden atributos que en realidad no posee. Así pues, si fingimos en todas y cada una de las áreas de nuestras vidas, ¿por qué se exige una total sinceridad al apartado sexual?

La pregunta adecuada no sería por qué se simula el orgasmo, sino para qué; porque está claro que el engaño persigue siempre una recompensa, pero en el caso del sexo no está tan claro, ¿qué se gana haciendo creer al otro que hemos tocado el cielo, sino enviarle falsos feedbacks sobre sus técnicas amatorias y sobre la mecánica del propio placer?

Según investigadores de la Universidad Eötvös Loránd, de Hungría, las mujeres fingen el clímax sexual porque se sienten inseguras y no quieren ser consideradas como “anormales o disfuncionales”, al no poder llegar al orgasmo. Esta es la conclusión de uno de los estudios más recientes sobre la materia, publicado en el 2022 en la revista Sexual Medicine y realizado a 360 mujeres heterosexuales. Las que tenían dificultades para alcanzar la llamada petite mort eran las más propensas a fingir. “Aunque la dificultad orgásmica en las mujeres está relacionada tanto con niveles más altos de inseguridad, como con la preocupación por la autoestima de su pareja, fue el primer motivo el que se asoció más fuertemente a la probabilidad de fingir el orgasmo”, escribieron los investigadores.

Claro que ellos también hacen trampa. Aparentemente, es más difícil interpretar ese papel porque se asocia eyaculación a orgasmo, pero no siempre van juntos. “Es el caso de la eyaculación retrógrada, que va a la vejiga sin pasar por la uretra, y que ocurre después de una prostatectomía (operación de próstata) radical”, explica Francisca Molero, ginecóloga, sexóloga, directora del Instituto Iberoamericano de Sexología y presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología. “En estos casos, aunque se produzca el orgasmo, puede que no se identifique como tal porque es una sensación distinta, al no notar el semen pasando por la uretra. A veces, con determinados fármacos, especialmente antipsicóticos o antidepresivos, la sensación orgásmica que suele acompañar a la eyaculación se pierde o resulta casi imperceptible”, comenta esta sexóloga.

Para Molero, ambos sexos engañan. “Aunque mucho menos que antes. Lo más normal es que se finja al principio de la relación, para quedar bien o no herir los sentimientos del otro; porque el tema sexual es cada vez más importante para que la pareja funcione; la insatisfacción sexual, mantenida en el tiempo, es uno de los principales motivos de ruptura”. Fingimos por nosotros, por el otro y por la relación, pero no siempre es fácil alargar la representación. “Generalmente, las mujeres que fingen asiduamente terminan contando la verdad, haciendo visible el problema. Al hombre le cuesta más ser sincero, teme perder su estatus de macho alfa, tanto con las mujeres como con su grupo de amigos”, señala Raúl González, sexólogo, psicopedagogo y terapeuta de pareja del gabinete de apoyo terapéutico A la Par, en Madrid.

El arte de fingir se complica para las parejas homosexuales, ya que dos personas del mismo sexo comparten la misma biología. “Todavía quedan hombres inexpertos para los que la respuesta sexual femenina sigue siendo un misterio. Pero esto no pasa en una pareja de lesbianas, que saben cuándo su chica está suficientemente lubricada. Y lo mismo ocurre entre dos amantes varones, que son muy conscientes de los signos de la pérdida de erección o la sensación de eyaculación”, comenta González.

Desgraciadamente, la temida confesión de que se ha estado fingiendo se hace, la mayor parte de las veces, en un momento de furia en el que, al modo de Rocío Jurado, se reconoce que “hace tiempo que no siento nada al hacerlo contigo”. “Lo ideal sería que se tratara este tema en una conversación sincera, fluida, teniendo en cuenta los sentimientos del otro; pero la mayor parte de las veces se cae en el sincericidio, cuando la relación está ya muy deteriorada, y se suelta: ‘Pues que sepas que llevo meses que ni me entero”, apunta González. “Alguien dijo que la unión de dos personas era la unión de dos deseos y dos egoísmos. Yo lo amplío a cuatro; ya que cada persona tienen dos deseos (el de desear y ser deseado) y dos egoísmos (quiero pasármelo bien y quiero que el otro disfrute conmigo). Y compaginar todos estos elementos no siempre es fácil”.

Si encajar todas estas piezas en el puzle puede ser complicado, algunos optan por separar orgasmo y placer, y relación sexual con uno mismo y con otros. Era el caso de Elvis Presley, quien sostenía que el mejor sexo se conseguía con la masturbación. También es el caso de Alicia (44 años, Madrid), quien reconoce: “Yo he aprendido a disociar placer puro de relación porque es muy difícil que se junten estos dos factores, a no ser que uno esté muy, muy enamorado. La mayor parte de la gente obtiene más placer masturbándose que en un encuentro, donde deben encajar cuerpos, preferencias, respuestas sexuales y hasta traumas”.

¿Dónde queda entonces la interacción con el otro, el encuentro, la comunicación? ¿Es mejor bailar solo que en pareja? Para Gloria Arancibia Clavel, sexóloga y psicóloga con consulta en Madrid, el problema es siempre el mismo: “La falta de conocimiento, de información, de una educación sexual en el placer y en el disfrute, ya que, aunque se ha avanzado mucho, queda todavía un largo camino por recorrer”. Según afirma esta experta, para muchos el fin de un encuentro sexual sigue siendo el orgasmo y, si no se consigue, se finge; porque la sexualidad en pareja se plantea desde la exigencia, el control, los objetivos y los protocolos: “Tendríamos que aprender lo que es el placer sin reglas. La relación sexual empieza con la seducción, el tocarse, el mirarse, el calentarse. Sin objetivos, sin coreografías, sin mapas que seguir porque la vivencia del cuerpo cambia. No hay dos relaciones sexuales iguales”.

Nada más liberador que acabar con las metas para no tener que fingir haber llegado a ellas. La relación sexual debería concebirse como una expedición con un desconocido, por un territorio virgen, al modo de aquellas películas de exploradores que se internaban en la selva. Entonces había que estar enfocado, tranquilamente, en el presente, en los sonidos, en el olor, en los animales que pudieran aparecer en escena; ya que si tu mente fantaseaba con el futuro o el pasado, te distraías y te perdías el galope de una gacela de Thomson saliendo de la espesura.

Fingir orgasmos no es de las peores cosas que pueden pasar en la cama. A veces, los sexólogos ponen como tarea a las mujeres anorgasmias que simulen el clímax a la manera de Sally; por esa idea de que pretendiendo algo uno se acerca a conseguirlo. Lo que es bastante patente en la risoterapia. Haga que sonríe y acabará sonriendo de verdad. Pero al margen de este ejercicio terapéutico, fingir es de esas mentiras que acaban perjudicando más al que las dice que al que las escucha.

FUENTE: elpais.com

Una de las interacciones con medicación que se pueden dar si se fuma es con las píldoras anticonceptivas. Hace tiempo que hicimos un artículo con algunas cuestiones genéricas sobre píldoras anticonceptivas y otras sustancias, pero creemos interesante hablar específicamente sobre la relación de las píldoras anticonceptivas con el tabaco.

Como ya sabéis, una de las cosas a tener en cuenta cuando se consume cualquier sustancia (incluso aquellas que son más habituales) es la interacción con otras sustancias o medicamentos. Y es que estas interacciones pueden hacer que los efectos buscados o deseados del consumo sean menos intensos, o que éstos sean menos duraderos, o todo lo contrario, que sean más intensos y/o que duren más.

Además, las interacciones también pueden acarrear una mayor asunción de riesgos, porque en algunos casos supone asumir los riesgos de ambas sustancias, y en otros incluso puede suponer que aparezcan nuevos riesgos que consumiendo las sustancias por separado no existen.

El tabaco es la sustancia más consumida, por detrás del alcohol, tanto por hombres como por mujeres (y creemos que por personas no binarias, pero las estadísticas aún no lo recogen), tanto si se pregunta por el consumo en los últimos 30 días , como en los últimos 12 meses como alguna vez en la vida (como indica el estudio EDADES 2022).

En 2018 (que son los datos más recientes que hay), había 2 millones y medio de personas con capacidad de gestar y edad para hacerlo que seguían algún método anticonceptivo de base hormonal. Si bien es cierto que no todas consumían píldoras (también se contemplan otros métodos como DIU hormonal o parches), sí podemos intuir que gran parte consumía píldoras anticonceptivas, y es que los motivos para consumirlas son variados, y algunas veces se recetan con mucha facilidad: anticoncepción, reducción de acné, regular la menstruación, reducir los dolores menstruales…

Paralelamente, y sin tener datos que correlacionen estos consumos, hay un 27,8% de mujeres de entre 15 y 64 años que consumen tabaco de forma diaria según EDADES 2022. Esto nos hace pensar que puede ser interesante conocer estas interacciones entre píldoras anticonceptivas y tabaco, ya que su consumo son dos condiciones que afectan a un cuarto de la población de estudio y en el otro a casi un tercio.

Para empezar, y como ya sabéis porque se repite una y otra vez, el consumo de tabaco es un factor de riesgo para desarrollar diferentes tipos de enfermedades como cáncer de diferentes tipos (pulmón, faringe, lengua…) o enfermedades coronarias (ictus, trombosis…). Y por su parte, el consumo de píldoras anticonceptivas, que quizá se conoce algo menos y es muy importante que se diga, también aumenta el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer (como el cáncer de pecho y el de cuello uterino) y enfermedades cardiovasculares. Por tanto, el consumo de las dos sustancias provoca un mayor riesgo de desarrollar alguna de estas enfermedades.

Por otro lado, según un reciente estudio, el consumo de píldoras anticonceptivas provoca una mayor metabolización de la nicotina. ¿Qué significa esto? Que ésta se elimina más rápidamente del cuerpo. Y aunque podría parecer una buena noticia, no lo es. Una mayor metabolización de la nicotina puede significar un patrón de consumo más intenso, ya que puede causar una mayor dependencia en la nicotina: si se elimina más deprisa, dura menos en la sangre, apareciendo el síndrome de abstinencia más rápidamente, pudiendo comportar, como decíamos, un consumo más intensivo de tabaco.

Además, por si fuera poco, esta mayor metabolización, dependiendo del momento del ciclo menstrual y el tipo de píldora anticonceptiva, produce mayores efectos gratificantes en el consumo, reforzando aún más el tabaquismo. Así, el consumo de píldoras anticonceptivas también puede suponer una mayor dificultad para dejar de fumar y abandonar el hábito. Es importante decir que, en la otra dirección, hoy día no hay ningún estudio que diga que el consumo de anticonceptivos orales vea reducida su eficacia cuando se consume tabaco.

Pero aunque no afecta directamente a la anticoncepción, y por tanto se podría pensar que no existe ninguna interacción relevante de efectos inmediatos, sí que es relevante saber que puede influir en otras cosas; como en los riesgos de padecer alguna enfermedad o afección de salud, al provocar una mayor dependencia al tabaco o incluso aumentar la dificultad para abandonar su consumo.

Plantearnos revisar qué píldoras anticonceptivas tomamos y cómo se adecuan a nosotros, poder pedir información detallada a nuestra doctora o doctor, entender factores que hacen que tengamos una relación más intensiva con el tabaco o encontrar más razones para dejar de fumar… siempre serán buenas ideas.

FUENTE: laclara.info

Azken 5 urteetan gonorrearen diagnostikoak % 177 hazi dira eta sifiliarenak % 53. Gainera, klamidia indarrez sartu da, eta sexu-transmisiozko infekzio nagusiena bihurtu da

Mundu guztiak daki sexua dibertigarria dela, bizitza alaitzen digula eta osasunari onura ugari eskaintzen dizkiola. Hori bai, baldin eta modu seguruan egiten bada. Azken urteotan, sexu-transmisiozko infekzioak (STI) larritzeko moduko mailara iristen ari dira, eta osasun publikoko arazo bihurtzen ari dira.

STIak, besteak beste, sexu-harremanen bidez transmititzen dira (uzki-koitoa, bagina-koitoa edo aho-sexua), eta bakterioek, birusek, onddoek, parasitoek eta protozooek eragin ditzakete.

Sifilisak eta gonorreak iraganeko gaixotasunak diruditen arren, gaurkotasun handia dute, Europa osoan gora egin baitu, gazteen artean, STI horien kasuen kopuruak.

Sifilisa eta gonorrea STI izenekoen parte dira, eta horiek sor ditzaketen hogei mikroorganismo baino gehiago deskribatu dira, hala nola birusak, bakterioak eta parasitoak.

Zifrak kezkagarriak dira. Osasunaren Mundu Erakundearen arabera, 2020an STI sendagarrien 374 milioi kasu berri erregistratu ziren, hala nola sifilisa, gonorrea, Chlamydia trachomatis infekzioa eta trikomoniasia, 15 eta 49 urte bitarteko munduko biztanlerian.

GIB

Sexu-praktikaren arabera, STIek sintomak eragiten dituzte genitalen traktuan (uretritisa, zerbikitisa, baginitisa) eta beste eremu batzuetan, hala nola faringitisa, proktitisa edo ondestearen hantura. Maila orokorrean ere eragin dezakete, sifilisarekin eta Giza Immunoeskasiaren Birusak (GIB) eragindako infekzioarekin gertatzen den bezala.

Gainera, STIak ez badira goiz diagnostikatzen eta tratatzen, arazoak eta ondorioak eragiten dituzte, hala nola ernalezintasuna edo sabeleko mina, pelbiseko hantura-gaixotasun baten ondorioz.

Gizonek STI bat identifika dezakete pixa egitean mina izateagatik, zakil puntaren zornearen antzeko jariakinagatik, edo barrabilean mina edo hantura izateagatik. Emakumeek baginako fluxua handitzeagatik, pixa egitean mina izateagatik, hilekoaren aldien artean baginako odol-galera izateagatik, sabeleko mina edo pelbiseko mina izateagatik identifika dezakete.

Gazteak, kaltetuenen artean

Ekainaren amaieran argitaratutako azken buletinean, Gaixotasunak Prebenitzeko eta Kontrolatzeko Europako Zentroak (ECDC) ohartarazi zuen gonorrea kasuak ugaritu egin zirela biztanleria heterosexualean, batez ere gazteen artean.

Txosten horren arabera, 2022 eta 2023 bitartean, hainbat herrialdetan, gonorrearekin kutsatutako pertsona heterosexualen kopurua handitu egin da. Herbehereetan, adibidez, 2022an hautemandako gonorrea kasuak % 33 hazi dira 2021. urtean hautemandakoekin alderatuta. Danimarkan ere kasuak % 44 hazi ziren heterosexualen artean, eta % 26 homosexualen artean. Norvegiak, Irlandak eta Finlandiak ere eman dute horrelako kasuen gorakadaren berri.

Hego Euskal Herrian eta Espainian ere antzeko joera ikus daiteke. Zaintza Epidemiologikoko Sare Nazionalaren (RENAVE) arabera, 2021ean zaintzapean zeuden STIen 43.000 gertakari baino gehiago deklaratu ziren Espainian (sifilisa, gonokozia, Chlamydia trachomatis infekzioa eta linfogranuloma benereoa). Gainera, GIBaren 2.786 diagnostiko berri gehitu ziren.

15 eta 24 urte bitarteko gazteak Espainiako biztanleriaren % 10 inguru dira, baina adin-tarte horretako STIen intzidentziak nabarmen gainditzen du kopuru hori. Adibidez, jakinarazi diren Chlamydia trachomatis infekzioen ia % 40 adin tarte horretan eman dira; % 23ra iritsi da gonokoziaren kasuan; % 12ra sifilisaren eta GIBaren infekzioaren kasuan; eta, % 7,4ra linfogranulomaren kasuan.

Hazkunde etengabea mende hasieratik

EAEn, Hiesaren eta Sexu Transmisiozko Infekzioen Euskal Planaren 2022ko memoriak egiaztatzen duenez, infekzio horiek etengabe hazi dira 2000. urteaz geroztik.

Azken bost urteetan (2018-2022), Araba, Donostia eta Basurtuko Unibertsitate Ospitaleetan kokatutako STIen hiru kontsulta nagusietan bildutako datuek erakusten dute gonokozia eta sifilisaren diagnostikoak izugarri igo direla. Zehazki, gonokozia kasuak % 177 hazi dira, eta sifilis kasuek % 53 egin dute gora. Gainera, azken urteotan Chlamydia trachomatis bakterioak eragindako infekzioak indarrez agertu dira, Euskal Autonomia Erkidegoan STI nagusia bihurtuz.

2022an soilik, Euskadin, guztira 1.514 klamidia-kasu diagnostikatu ziren (2021ean izan ziren 1.479 kasuekin alderatuta). Gonorrea kasuak 1.189 izan ziren (2021ean 988) eta sifilis-kasuak 311 (294 2021ean). Zifra horiek unibertsitateko hiru ospitaleetan bildutako datuak hartzen dituzte barne, baita Donostia eta Basurtuko ospitaleetako Mikrobiologia zerbitzuetan eta Mendaroko Ospitalean jasotakoak ere. Azken horien datuak 2021ean gehitu ziren.

Gainera, egiaztatu ahal izan denez, sexu-transmisiozko infekzioek, bereziki, gazteenei eragiten diete; kasuen laurden bat inguru 15-24 urteko adin-tartean detektatzen da. Zehazki, 2022an, chlamydia kasuen % 29,5, gonokozia kasuen % 23,3 eta sifilis diagnostikoen % 17 adin-talde horretan hauteman ziren.

GIB kasuek gora egiten jarraitzen dute Euskadin

Euskadin ere gora egiten jarraitzen dute GIB infekzio-kasuek, eta, guztira, 127 kasu berri erregistratu ziren iaz. Kopuru horrek igoera bat adierazten du aurreko urteekin alderatuta; izan ere, 119 kasu izan ziren 2021ean, 105 kasu 2020an, 147 kasu 2019an eta 171 kasu 2018an. Intzidentzia-tasa 100.000 biztanleko 5,8 kasukoa izan zen 2022an.

Diagnostikatutako GIB kasu berrietatik, % 75,6 gizonei dagokie, eta transmisio nagusia gizonekin sexua duten gizonetan da, kasuen % 56,7. Gainera, infekzio berrien % 57,7 berandu diagnostikatu ziren, eta horrek zaildu egiten du tratamendua goiz hastea. Horrek ondorio kaltegarriak izan ditzake erasandako pertsonen osasunean.

GIBa duten pazienteen tratamenduari dagokionez, Osakidetzak 6.273 paziente hartu zituen 2022an, hau da, aurreko urtean baino zertxobait gehiago. Erretrobirusen aurkako tratamenduetan 17.743.391 euroko gastua egin zen, aurreko urtean baino % 5,5 gehiago.

Euskadik hainbat prebentzio-programa ezarri ditu GIBaren hedapenari eusteko. Adibidez, GIBarekiko esposizio aurreko profilaxiaren programak (PrEP) prebentzio-tratamendua ematen die GIBa infektatzeko arrisku handia duten pertsona osasuntsuei. Hiru urtean, 674 pertsona tratatu dira prebentzioz sendagai horiekin.

Gainera, EAEko farmazietan egiten diren test azkarren bidez GIBaren diagnostikoan atzerapenak saihestearen garrantzia azpimarratu da. 2022an, 1.009 proba egin ziren, eta horietatik 10 baino ez ziren positiboak izan (% 1). Osakidetzak, halaber, online kontsultak eskaintzen dizkie sexua gizonekin duten gizonei, sexu-transmisiozko infekzioei buruzko galderak anonimoki egiteko aukera eskainiz. 2022an, 238 erabiltzaile erregistratu ziren.

Faktore-koktel bat

Gaixotasunak Prebenitzeko eta Kontrolatzeko Europako Zentroaren ustez, Europako STIen hazkundea pandemiak ezarritako murrizketekin, preserbatiboa gutxiago erabiltzearekin eta sexu-bikoteen kopurua handitzearekin lotuta dago.

Carlos III Osasun Institutuko Osasun Publikoko ikertzaile Asunción Díaz Francok eta Victoria Hernando Sebastiánek The Conversation aldizkarian argitaratutako artikulu batean azaldu dutenez gazteak eta nerabeak, hainbat arrazoirengatik, STIekiko bereziki kalteberak dira.

Faktore batzuen konbinazioak, hala nola sexualitatean goiz hasteak, preserbatiboaren arduragabeko erabilerak, bikote ugari izateak eta alkoholaren eta drogen eraginpean dauden sexu-harremanek areagotu egiten dute gazteen artean STI bat hartzeko arriskua.

Gaur egun, sare sozialek bikote sexual gehiagorekin harremanetan jartzeko aukera ematen dute. Gainera, pornografiarako sarbideak eragin nabarmena izan dezake haien arteko harremanetan eta harreman horiek bizitzeko moduan.

Gazteek eta nerabeek gero eta informazio gehiago eta eskuragarriago dute sexu-osasunari buruz, baina askok ideia okerrak dituzte STIak transmititzeko moduari buruz, haien arrisku-faktoreei buruz edo prebenitzeko moduari buruz.

Adibidez, preserbatiboaren erabilerak behera egin du azken urteotan gazteen artean, eta askok aitortzen dute ez dutela behar bezala erabiltzen sexu-harremanetan. Horrek, nahi ez diren haurdunaldiak izateko aukerak handitzeaz gain, STIak transmititzeko eta kutsatzeko aukerak ere areagotzen ditu.

“Ez egin match STIekin”

Sexu-transmisiozko infekzioak (STI) ugaritu egin direnez, Eusko Jaurlaritzako Osasun Sailak informazio- eta sentsibilizazio-kanpaina bat aurkeztu du, herritarrak, eta bereziki gazteak, STIen igoeraz ohartarazteko eta prebentzio-neurriak har daitezen sustatzeko.

Kanpainak preserbatiboa erabiltzearen garrantzia nabarmentzen du, hori infekzio-mota horien transmisioa prebenitzeko metodorik eraginkorrena baita. Ekimenak publiko zabalarengana iristea du helburu, bitarteko konbentzionalen eta sare sozialen bidez, babes-neurriak hartzeko beharraz kontzientziatzeko helburuarekin.

Ekimena infekzio bakoitza gazteen artean ezaguna den Tinder plataformaren profil gisa irudikatzean oinarritzen da. Plataforma horretan “Ez egin match STIekin” eta “Preserbatiboa erabili” leloak irakur daitezke. Estrategia bisual eta zuzen horren helburua da gazteen arreta bereganatzea eta sexu-harremanetan babesak duen garrantziari buruzko hausnarketa sustatzea.

Kanpaina uda hasierarekin batera abiatu da, aisialdirako eta sexu-topaketa eta -harremanetarako garai aproposa baita. Horren bidez, herritarrak sentsibilizatu nahi dira praktika seguruak izateko premiari buruz eta diagnostiko goiztiar bat egiteko premiari buruz, STI baten aurreko susmo edo esposizio bat izanez gero.

Kontzientziazio-kanpaina horretaz gain, Euskadiko HIESaren eta STIen Planak ikastetxeen esku jartzen du sexualitatearekin lotutako arriskuak prebenitzeko “GIBa, STIa eta nahi gabeko haurdunaldia prebenitzeko programa”. 2022-2023 ikasturtean, 115 ikastetxek eskatu zuten material pedagogikoa, eta irakasleentzako 595 gida, gazteentzako 9.612 gida eta 10.389 preserbatibo banatu ziren.

FUENTE: gazteberri.eus

Los expertos alertan que han aumentado los casos de dientes dañados por la acidez de las bebidas alcohólicas.

Desde hace años nos hemos familiarizado con las advertencias sanitarias sobre el consumo excesivo de alcohol y sus efectos negativos en el organismo (cirrosis, pancreatitis, cánceres del aparato digestivo y problemas psicológicos). Por tanto, siempre es mejor mantener una relación moderada con el alcohol. Ya sea vino o una simple cerveza, una cantidad excesiva de alcohol no es para nada beneficiosa para el cuerpo en general.

A menudo, la salud bucodental suele quedar fuera de estas advertencias, pero esto no significa que no le repercuta. El consumo de alcohol y la salud bucal comparten una relación de causa y efecto. El primero actúa como catalizador del desarrollo de algunas problemas o enfermedades bucales.

Los efectos más comunes del alcohol en los dientes

Algunos de los efectos más comunes que suele causar el alcohol en la salud oral, tal como indica el doctor Jorge Ferrús, implantólogo y periodoncista, son sequedad bucal (se deja de producir la cantidad de saliva necesaria, lo que minimiza la impermeabilización de los dientes) halitosis o mal aliento, a los que deben añadirse otros como:

1. Problemas periodentales

Un estudio publicado en la revista Microbiome constata que el alcohol puede afectar a la salud general de la boca. Los investigadores observaron la composición bacteriana de más de mil bocas de adultos estadounidenses y encontraron que el consumo de alcohol, sobre todo si este es excesivo, podría influir en el microbioma de la boca. Esto puede afectar negativamente la salud de las encías y desempeñar un papel en el desarrollo de gingivitis y periodontitis.

2. Caries

El efecto negativo del alcohol sobre la salud bucal no solo se limita a las encías. Un consumo excesivo de alcohol está relacionado también con una mayor probabilidad de sufrir caries porque, como advierte la Asociación Dental Americana (ADA), la deshidratación que provoca el alcohol disminuye el flujo de saliva en la boca y, por tanto, evita que las bacterias se eliminen de manera natural del esmalte de los dientes.

La boca seca o xerostomía implica mayor tasa de infecciones, pérdida de esmalte, peor aliento, peor absorción de nutrientes, pérdida del sentido del gusto o problemas de voz. Esto explica por qué un alto consumo de alcohol se asocia con la presencia de placa y una mayor incidencia de caries. Otro motivo por el que el alcohol conduce a la descomposición es que se metaboliza en azúcar, lo que atrae a las bacterias.

Pero lo más preocupante es que este fenómeno afecta especialmente a los jóvenes. Según recoge un documento de la Consellería de Educación de la Xunta de Galicia, “desde la Sociedad Española de Cuidados Bucales (SECUB) informan que aumentaron los jóvenes con dientes afectados por la acidez de las bebidas alcohólicas, por su inicio en edades tempranas”.

3. Desgaste dental

La bajada del pH que provoca el alcohol también incide en la erosión del esmalte, las piezas se vuelven más finas por el ataque ácido del alcohol y, por tanto, son más susceptibles a sufrir fracturas y a tener mayor sensibilidad. El esmalte protege la dentina y, si esta se desgasta, puede provocar la molesta sensibilidad dental. Bebidas como el vino blanco, la cerveza y la sidra pueden ser muy ácidas, lo que puede provocar la erosión del esmalte.

Además, mezclar el alcohol con bebidas gaseosas suaves aumenta los niveles de ácido en la boca. “Los expertos señalan que después de tomar un gin tonic el pH alcanza niveles muy bajos, en torno al 2,5”, según el citado documento de la Xunta.

4. Manchas en los dientes

En general, todas las bebidas alcohólicas pueden oscurecer el color blanco de los dientes. Como admite Ferrús, además del té o el café, “el vino tinto es uno de los líquidos que más contribuyen a la tinción de los dientes”. Esta bebida contiene polifenol, un compuesto químico que mancha fácilmente los dientes. También los alimentos con alta coloración como salsa de soja, espinacas o frutos secos pueden mancharlos.

5. Cáncer oral

El alcohol provoca un cambio en la velocidad de penetración de sustancias del entorno oral a través de la mucosa y esta alteración puede jugar un papel en el desarrollo de carcinogénesis. Así lo explica un artículo del departamento de Medicina y Cirugía Bucofacial de la Facultad de Odontología de la Universidad Complutense de Madrid: “El alcohol en contacto con la mucosa oral es capaz de producir una alteración en su morfología caracterizada por una atrofia epitelial, lo que supone un incremento en la susceptibilidad de dicho tejido frente a otros carcinógenos químicos”.

Según la Asociación Andaluza de cirugía Bucal, el alcohol y el tabaco son los responsables del 90% de los cánceres orales, “los tumores localizados en la zona y la cavidad bucal cada año causan la muerte a casi 1.200 personas en nuestro país, normalmente como consecuencia de un diagnóstico tardío de la enfermedad”.

Cómo prevenir los problemas bucales por el consumo de alcohol

Todos estos efectos suelen aparecer cuando el consumo de alcohol es elevado. “Lo importante es tomar las bebidas alcohólicas con moderación y teniendo en cuenta las pautas de higiene diarias”, reconoce el experto. Además, es primordial:

– Cepillar los dientes después de comer o beber para evitar que la coloración penetre en las piezas.

– Tener un vaso de agua a mano para estar hidratados o tomar caramelos con xilitol y evitar la xerostomía.

– Mantener unas buenas rutinas de higiene.

– Optar por bebidas sin azúcar y sin alcohol. Según la Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO), si vamos a consumir alcohol es mejor optar por el vino tinto porque el blanco o el cava son más perjudiciales para el esmalte y para el cemento de la raíz dental.

– Acudir con frecuencia al dentista para que detecte cualquier problema a tiempo.

“Lo más aconsejable es eliminar o reducir el consumo de alcohol”, reconoce Ferrús, ya que solo así se evitan los problemas que ocasionan estas bebidas, “tanto a nivel oral como en el resto del organismo”.

FUENTE: eldiario.es

¿Quieres sentirte más conectado/a con tu pareja? La comunicación efectiva es un recurso de ayuda; conoce cómo lograrla.

Las relaciones son una de las partes más importantes de la vida. Sin embargo, la comunicación efectiva en pareja, en ocasiones, es un aspecto complejo: al no comunicarse de modo adecuado, los conflictos y malentendidos se acumulan y se tornan difíciles de resolver.

En este artículo, presentamos algunas de las claves para que la comunicación en pareja sea efectiva; las técnicas a abordar tienen su base en la evidencia científica más reciente. También se plantean algunas preguntas y ejemplos que ayuden a aplicar estos conceptos en la relación.

¿De qué maneras se tiene una comunicación efectiva en pareja?

La buena comunicación en pareja no debe darse por sobreentendida. Como resalta un artículo publicado en Personality & social psychology bulletin, la calidad comunicativa predice la satisfacción de la relación con el tiempo.

Entonces, ¿de qué manera comunicarse con efectividad en la dimensión de pareja? Toma nota de las siguientes recomendaciones.

Escucha activa: el arte de prestar atención

Una de las principales claves para tener una comunicación efectiva en pareja es la escucha activa. Esto significa prestar atención a lo que la otra persona dice, sin juzgar ni interrumpir. La escucha activa también implica hacer preguntas claras y específicas para comprender mejor su punto de vista.

El proceso requiere concentrarse en lo que tu pareja habla, en lugar de planear tu respuesta. También demuestra que prestas atención repitiendo lo que dijo, para asegurarte de que comprendiste todo.

Empatía: entender los sentimientos del otro

La empatía es ser capaz de entender y responder de modo adecuado a los sentimientos de la pareja. Ser empático ayuda a crear un ambiente de confianza y respeto mutuo, lo que a su vez facilita la comunicación y la resolución de conflictos.

Para practicar la empatía, intenta ponerte en el lugar del otro y comprenderle. Pregúntale qué siente y escucha con atención su respuesta. Asimismo, puedes compartir tus propios sentimientos para fomentar la apertura y la honestidad en la relación.

Asertividad: expresarte de manera clara y respetuosa

La asertividad se refiere a expresar tus necesidades y deseos sin agresividad ni pasividad. Esta cualidad contribuye a establecer límites saludables y a resolver conflictos de manera constructiva.

Para ser más asertivo en la comunicación con tu pareja, tienes que aprender a expresar tus pensamientos y sentimientos de manera clara y específica, así como escuchar la perspectiva del otro y trabajar juntos para encontrar soluciones que satisfagan las necesidades de ambos.

Lenguaje no verbal y su importancia

La comunicación no verbal es otro aspecto importante para comunicarse con la pareja. Esto incluye expresiones faciales, gestos, posturas y tono de voz, que pueden enviar mensajes importantes sobre tus pensamientos y sentimientos. Por lo tanto, es fundamental prestar atención a tu propio lenguaje no verbal y al de tu pareja para evitar malentendidos.

Empieza por prestar atención a tus expresiones faciales, posturas y tono de voz, al momento de hablar con tu pareja. Trata de ser consciente de cómo estas señales influyen en la forma en que tu compañero/a te interpreta. Asimismo, observa la comunicación no verbal de la otra persona, para entender mejor cómo se siente en una situación determinada.

Barreras de comunicación en las relaciones de pareja

A menudo, hay factores que impiden una comunicación efectiva en una relación de pareja. Identificar y superar estas barreras es esencial cuando se busca una comunicación abierta y honesta. Algunos obstáculos comunes en este plano incluyen los siguientes factores:

-Lenguaje vago o impreciso: utilizar palabras o frases que no son claras o específicas lleva a problemas y confusiones.

-Falta de claridad en la expresión de emociones: a veces es difícil expresar nuestros sentimientos de manera clara y directa, lo que lleva a tergiversaciones y confusiones.

-Falta de tiempo dedicado a la comunicación: las vidas ocupadas y el estrés diario dificultan encontrar momentos para comunicarse. Dicha falta de tiempo podría debilitar la relación.

-Evasión o negación de conflictos: ignorar un conflicto impide la resolución de problemas y la construcción de una relación más fuerte. Comunicarse con efectividad, motiva a esclarecer y resolver los inconvenientes, acota un trabajo publicado en Current Opinion in Psycologhy.

Malentendidos comunes en las relaciones de pareja

Además de las barreras de comunicación, hay ciertos malentendidos comunes en las relaciones de pareja; algunos incluyen escenarios como los que pasamos a listar:

-Suponer que tu pareja sabe lo que piensas o sientes. Es importante expresar tus pensamientos y sentimientos de forma clara, para evitar equívocos. No asumas que tu pareja sabe lo que te pasa.

-Creer que la comunicación es solo hablar y escuchar. Hay que ser consciente de nuestras emociones y las del otro. Así, es posible enlazarlas con la comunicación, en miras de prevenir desavenencias.

-Omitir el lenguaje no verbal. Este transmite tanto como las palabras habladas. Es importante prestar atención al lenguaje no verbal de tu pareja, en especial para conocer y comprender de mejor manera cómo se siente en una situación determinada.

Conclusiones

La comunicación efectiva es crucial para el éxito de cualquier relación y gana especial relevancia cuando se trata de parejas. Es importante tener en cuenta que no se trata solo de hablar y oír, sino también de ser consciente de las emociones de ambos. Asimismo, es imprescindible el esfuerzo y compromiso de las dos partes para que el aspecto comunicativo fluya.

Al trabajar juntos, ser pacientes y comprensivos el uno con el otro, se construye una relación satisfactoria y gratificante. El propósito de la efectividad en las comunicaciones de parejas es mantener vínculos saludables, felices y duraderos.

FUENTE: lamenteesmaravillosa.com

Estos datos proceden de una revisión sistemática de más de 50 investigaciones realizada por Ernesto Tarragón, investigador principal del grupo de investigación psicobiología fundamental y aplicada de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR).

«La mezcla del alcohol con bebidas energéticas se popularizó hace varios años gracias, entre otras cosas, a que la combinación permite mantener el consumo durante un tiempo prolongado mientras se mantienen altos niveles de energía, limitando así los efectos narcóticos del alcohol», asegura el investigador de UNIR.
Sin embargo, las bebidas energéticas suelen tener múltiples ingredientes -como sacarosa, taurina, cafeína, etc.- cuya combinación con el alcohol es asunto de investigación por sus efectos en la salud.

Según Ernesto Tarragón, «a pesar de que todavía queda mucho por investigar, los resultados coinciden en que la combinación de alcohol con bebidas energéticas se asocia a un aumento de conductas de riesgo y un mayor consumo de alcohol, especialmente entre la población joven».

Además, los resultados del estudio también valoran qué efecto psicoactivo tiene cada uno de los ingredientes en esta combinación. «Las bebidas energéticas y el alcohol tienen muchos componentes que afectan al sistema nervioso central y hay que seguir investigando cómo afectan si se consumen de manera conjunta».

La conclusión más consistente sobre la mezcla estas dos bebidas es que el consumo de alcohol aumenta, bien porque la cafeína tiene un estimulante o porque el azúcar mitiga y endulza el sabor, sin embargo, «hace falta mucha información no solo a nivel experimental ni de investigación, sino por parte de los productores de bebidas en ofrecer más información sobre este producto».

INTERACCIÓN ENTRE DISTINTOS COMPONENTES

Las bebidas energéticas proporcionan acceso inmediato a dosis relativamente altas de cafeína y plantean la posibilidad de interacciones clínicamente significativas entre la cafeína y el alcohol cuando se combinan.

La ingesta de cafeína que se encuentra en las bebidas energéticas, «produce un efecto psicoactivo, estimulante, que genera un estado de alerta y disminuye el efecto narcótico del alcohol, lo que hace que te mantenga despierto durante más tiempo para seguir consumiendo. Esto puede conllevar otros efectos asociados, como el aumento de la presión arterial y el insomnio», señala el investigador.

Parte de los resultados obtenidos en distintas pruebas indican que el consumo general de alcohol al final de una sesión aumenta cuando se añaden bebidas con cafeína a la mezcla.

Otro de los datos que Tarragón extrae de las investigaciones es que «al comienzo de la ingesta del alcohol con bebidas energéticas, éstas pueden disimular el efecto del alcohol, lo que facilita continuar con el consumo y los riesgos asociados a ello».

Por otro lado, como es costumbre, las bebidas alcohólicas suelen combinarse con refrescos ricos en azúcar, lo cual se ha demostrado que tiene un impacto metabólico en la farmacocinética del alcohol. La teoría predominante es que las bebidas azucaradas enmascaran el sabor del alcohol y por eso facilitan su consumo.

Ernesto Tarragón destaca que «estos efectos en el sistema nervioso central pueden ser especialmente perjudiciales para las personas que no tienen del todo formada la corteza prefrontal».

Además, el investigador añade que «la autoadministración de bebidas energéticas con alcohol está vincula al consumo de alcohol en mayores cantidades, lo que pone de relieve el peligro que puede suponer esta combinación para desarrollar conductas adictivas».

Entre las conclusiones de numerosas investigaciones, los principales motivos para combinar el alcohol con bebidas energéticas es enmascarar el sabor del alcohol, elevar los niveles de excitación y acelerar la intoxicación.

«Comprender y seguir investigando sobre la interacción de estas dos bebidas es clave para avanzar en la propuesta de estrategias preventivas hacia los riesgos asociados y efectos nocivos del alcohol mezclado con bebidas energéticas», concluye Ernesto Tarragón.

FUENTE: msn.com