¿De dónde sale? ¿Es orina? ¿Puedo provocarlo? La eyaculación femenina es la expulsión de un líquido vaginal que les ocurre a algunas mujeres antes o durante el orgasmo. Pero el acto en sí está lleno de preguntas y mitos.

La primera vez que Gilly, de 41 años, tuvo una eyaculación con chorro, quedó fascinada.

“Me impresionó. Fue algo increíble, como una liberación. Hasta tomé una foto de la mancha húmeda que había dejado para asegurarme de que de verdad había experimentado eso”.

A Tash, de 26 años, la experiencia la dejó un poco más preocupada.

“Estaba usando mi vibrador y sentada de espaldas a la puerta de mi habitación, en caso de que alguien quisiera entrar. De repente, salió un chorro y me asusté pensando que me había meado encima”.

 

“Fue una sensación muy extraña. Me asusté un poco y sentí vergüenza porque no entendía lo que acababa de pasar. Limpié la moqueta y después me fui directa a Google”.

La eyaculación a lo largo de la historia

Sabemos desde hace tiempo que algunas mujeres pueden producir con sus genitales cantidades notables de líquido. En algunos casos, durante la excitación sexual y/o el orgasmo la expulsión se produce con tanta fuerza que pareciera un chorro de agua.

Ya el griego Hipócrates y el mismo Kamasutra hacían referencia en sus escrituras al “semen” femenino.

El médico griego pensaba que este líquido ayudaba a crear niños. El manual indio sobre sexualidad contenía una descripción detallada de cuándo debería esperarse y por qué.

En el siglo XVII, el anatomista holandés Regnier de Graaf escribió un innovador tratado sobre los órganos reproductivos femeninos. En él hay una descripción del líquido y lo vincula a una zona erógena dentro de la vagina que se parece mucho a la próstata masculina, explica el texto.

Pero todavía no está claro cuántas de nosotras somos realmente capaces de tener una eyaculación de este tipo. Con chorro incluido.

Estudios recientes estiman que entre un 10% y un 54% de mujeres la han experimentado.

Además, un estudio realizado en 2013 en el que participaron 320 personas demostró que la cantidad eyaculada puede variar de los 0,3 ml a más de 150 ml. Eso es desde unas pocas gotas a una taza entera.

Este amplio espectro de resultados se debe en parte a las diferencias en la forma en la que se realizan los estudios y las definiciones; pero muchos especialistas ven la eyaculación femenina y el chorro propiamente dicho como dos cosas diferentes.

Es un tema muy controvertido que, a medida que se va conociendo más el cuerpo femenino, se van descubriendo más detalles.

Vamos con algunas preguntas (y sus respuestas).

¿Es orina?

Una de las preguntas más importantes que rodean a la eyaculación femenina es si el misterioso fluido producido es simplemente orina. Y lo cierto es que el resultado de algunos estudios, aunque pequeños, apuntan a que podría tratarse de simplemente eso: pis.

Durante una investigación realizada en 2014, se pidió a una muestra de mujeres que acudieran al baño antes de tener relaciones sexuales y después se hicieran una ecografía para demostrar que sus vejigas estaban vacías.

Una vez las mujeres habían experimentado una excitación sexual, un segundo ultrasonido mostró que sus vejigas se habían llenado de manera significativa.

Y finalmente, en una tercera exploración después de haber eyaculado se pudo ver que estaban nuevamente vacías, sugiriendo que el líquido que habían liberado provenía de esta fuente y que, al menos en buena parte, se trataba de orina.

“El líquido expulsado probablemente se origina en la vejiga, ya que no hay ninguna otra estructura dentro de esa área de la anatomía femenina que sea capaz de contener tanto líquido, o propulsarlo con tanta fuerza”, afirma el farmacéutico Abbas Kanani.

“Durante el orgasmo, los músculos se relajan y dificultan la retención de orina, por lo que se libera a través de la uretra”.

Pero muchos otros investigadores piensan que es incorrecto descartar que la eyaculación femenina sea un proceso tan sencillo.

Un análisis científico de los fluidos liberados por las mujeres en otro estudio realizado por la sexóloga estadounidense Beverly Whipple a principios de los años 80 (y al que luego siguieron otros de más científicos) descubrió que la urea y la creatina (constituyentes químicos de la orina) aparecían, pero en niveles muy bajos.

También detectaron sustancias adicionales que normalmente no se espera estén en un el pis.

Uno de estos fue el antígeno prostático específico, o PSA, por sus siglas en inglés.

En los hombres, la próstata es la encargada de producir PSA.

El miedo a mojar

El cuerpo de una mujer también contiene prostático en estructuras conocidas como glándulas de Skene o glándulas parauretrales, que se encuentran en la pared frontal de la vagina.

Algunos estudios muestran que el drenaje se produce a través de esos conductos hacia el extremo inferior de la uretra. Hay incluso especialistas que ahora creen que estas glándulas desempeñan un papel crucial para ayudar a crear el líquido que se libera durante la eyaculación.

“Los diferentes niveles de desarrollo y tamaño de estas glándulas entre distintas personas pueden explicar parcialmente por qué algunas mujeres experimentan eyaculaciones notables mientras que otras no”, dice la educadora sexual Samantha Evans.

“Pero el miedo psicológico de mojarse uno mismo es lo que impide que muchas no experimenten estos chorros, más allá de tratarse de un obstáculo físico. El líquido que sale tiende a ser claro, no amarillo, y no tiene el mismo olor o sabor que el de la orina. Como exenfermera, he tratado muchas veces con orina y no creo que sean lo mismo”.

Anecdóticamente, decenas de mujeres que eyaculan están de acuerdo.

“Ha habido veces en los que tenido una eyaculación y después sigo necesitando hacer pis”, reflexiona Hazel, de 30 años.

“Mi líquido es incoloro, incluso si estoy bastante deshidratada, pero el de mi chica tiene un ligero tono anaranjado”, agrega Rashmi, de 25 años.

Algunos científicos han llegado a sugerir que la eyaculación puede tener un propósito más allá del placer: hacer que las mujeres orinen sin dolor después del sexo.

Otros han planteado la hipótesis de que el líquido eyaculado podría tener como función expulsar bacterias dañinas de la uretra que hayan podido llegar allí durante el coito, ayudando a prevenir infecciones en el tracto urinario.

Pero, si el cuerpo expulsa un líquido, si tiene o no beneficios o si se trata el chorro en cuestión, ¿debería tener tanta importancia si es algo que hace que una mujer se sienta bien?

¿Cómo se consigue?

Muchas mujeres que eyaculan dicen que lo que les provoca el chorro es estimular el punto G: un área de unos 5 a 8 cm dentro de la vagina.

Está en la pared frontal (hacia el ombligo, no la espalda) y, a veces, se siente un poco más áspero o con una textura como de carne circundante.

En lugar de tener una forma anatómica discreta, el punto G es más bien un área en la que se pueden masajear las glándulas de Skene, junto con partes internas y ocultas del clítoris.

El clítoris es, en efecto, como un iceberg: la capucha y la cabeza que se pueden ver en la parte externa del cuerpo son simplemente la punta de un órgano mucho más grande que se extiende hacia abajo y alrededor de la vagina.

“Hago que mi compañero frote mi punto G con los dedos, con un movimiento de “ven aquí ” a la vez que le pido que presione de forma firme”, dice Saffron, de 34 años.

“Los juguetes sexuales marcadamente angulares hacen que sea más fácil para mí lograr el mismo efecto cuando me masturbo”.

“Si sigo usando mi vibrador después de haber alcanzado el clímax, eso puede hacerme expulsar líquido a chorros”, revela Daphne, de 23 años.

“Sin embargo, es una sensación intensa, casi diría abrumadora; ¡Siento como si me fuera a mear encima, pero después es tan primitivo y liberador!”

¿Otros consejos?

Pon una toalla abajo primero. Y, como todos estamos hechos de manera diferente, recuerda que no a todos les gusta este tipo de estimulación. De hecho, algunas consideramos que la búsqueda del punto G es incómoda, asegúrate de experimentar por tu placer propio, no porque sientas algún tipo de presión para eyacular.

¿Todas las mujeres tienen que eyacular?

Algunas mujeres sienten que deben responder a las expectativas de expulsar un chorro de líquido como si se tratara de las cataratas del Niágara.

Es la imagen que puede haber dejado el porno en algunas personas.

“He conocido a chicos que piensan que las chicas pueden producir chorros a demanda por lo que han visto en las películas para adultos”, dice Tash.

Una búsqueda de “squirt” (o eyaculación femenina) en uno de los sitios de pornografía más grandes de internet obtiene más de 110.000 resultados. Eso sí, la página informa que son las mujeres las que más buscan este tipo de contenido.

¿Se trata de investigación? ¿Curiosidad?

Las propias actrices porno aseguran que cada vez se ha vuelto eyacular en cámara se ha vuelto un requisito cada vez más frecuente.

Silvia Saige lleva trabajando en la industria pornográfica cuatro años y dice: “Cada vez se pide más, y la carrera de una mujer puede beneficiarse mucho económicamente si es capaz de producir chorros”.

“No me contratan para trabajos específicamente sobre eyaculación porque no es algo que pueda garantizar que me vaya a suceder”.

Otras actrices dicen lo mismo. No están seguras de lograrlo en el momento adecuado así que suelen beber mucho o usan duchas vaginales para llenarse de agua y después, mediante la contracción de los músculos vaginales, pueden simularlo.

Eso es lo que, muchas veces, ven los espectadores en la pantalla. Y si uno trata de que ocurra lo mismo en casa puede llevarse una desilusión.

Hay mujeres que también sienten que deben ser como unas mangueras de alta presión porque ellas o sus parejas creen erróneamente que el chorro es algo “superior” a otros orgasmos y la certeza de haber conseguido una especie de trofeo de índole sexual.

“Algunas personas ven la eyaculación femenina como el Santo Grial del placer sexual”, dice Karen Gurney, psicóloga clínica.

“Esto refleja nuestra relación histórica con el sexo como sociedad: a menudo lo basamos en objetivos; algo que debemos conseguir o una habilidad a practicar en lugar de que sea algo con lo que experimentemos y disfrutemos”.

Miedo y vergüenza

Pero mientras algunas personas persiguen desesperadamente conseguir cascadas porque las han visto en películas XXX y creen que les hace ser mejores amantes, otras muchas mujeres se contienen o sienten cohibidas cuando les ocurre por una cuestión de estigma y miedo.

“He conocido a mujeres que se sienten profundamente avergonzadas porque les pase esto. Sienten que no es normal y tienen la sensación de que las parejas se sorprenderán o perderán la excitación”, reflexiona Karen.

“Tienen miedo de que sus amantes piensen que se han meado y, lamentablemente, esto puede aumentar la angustia y la vergüenza que algunas mujeres ya sienten por su cuerpo y su sexualidad”.

Entonces, ¿cuál es la lección? No hay nada de malo en la eyaculación femenina. Al igual que no hay nada malo en no experimentarla.

Una experiencia sexual más húmeda no es necesariamente mejor ni peor.

Es mejor acercarse a esta experiencia, como a otras, con una mente abierta, desde el punto objetivo de la diversión, libre de obligaciones o estigmas.

INFORMAZIO ITURRIA: bbc.com

Este tipo de enfermedades han crecido un 84% en nuestro país, con una especial incidencia en los casos de clamidia, gonorrea y sífilis.

Cada día, más de un millón de personas contraen una infección de transmisión sexual (ITS), según la Organización Mundial de la Salud. Las ITS son un problema importante de salud pública, especialmente por las complicaciones y secuelas que pueden producir si no se realiza un diagnóstico y tratamiento precoz. En los últimos años, los casos de ITS no han dejado de crecer y las autoridades sanitarias no saben cómo controlar la expansión.

Las ITS son infecciones que se transmiten predominantemente a través del sexo sin protección, es decir, sin usar métodos de barrera como los preservativos, tanto en la penetración como en el sexo oral. En los últimos cinco años, estas infecciones han crecido un 84% en España, según datos de Cegedim Health.

Aunque la mayoría de estas infecciones se producen en hombres, los casos de mujeres han experimentado un incremento desmesurado. Entre 2016 y 2019, los casos de ITS en mujeres en España aumentaron un 156%, según el Observatorio de Salud Femenina Bloom. Solo en 2019 (último año del que se tienen datos), las mujeres registraron al menos 16.304 casos de ITS, el máximo histórico registrado.

Los sistemas de salud autonómicos recogen información de tan solo siete infecciones, consideradas enfermedades de declaración obligatoria: clamidia, gonococia, sífilis, hepatitis b y c, linfogranuloma venéreo y VIH/SIDA. Sin embargo, fuera de esta lista hay otras muchas infecciones que afectan sobre todo a la población femenina, como el VPH, el herpes vaginal o las ladillas. Sobre estas, apenas existen datos.

¿A qué se debe el incremento de casos?

Según recoge Bloom en su informe, este aumento de casos en las infecciones de transmisión sexual puede deberse a tres razones principales: los cambios en los hábitos sexuales de la población, el aumento de prácticas de riesgo y la falta de educación sexual.

Una de las prácticas de riesgo más utilizadas es la llamada “marcha atrás”: el 26,3% de las mujeres encuestadas por el observatorio han recurrido a ella al menos una vez y el 9,5% lo hace habitualmente. Esta técnica no solo no es fiable como método anticonceptivo, sino que tampoco protege de las infecciones de transmisión sexual.

Por otro lado, el uso del preservativo queda relegado a la penetración vaginal. En el resto de prácticas, su uso es minoritario: el 76% de las encuestadas afirma que no los usa para el sexo anal y el 80% tampoco utiliza ningún método barrera durante el sexo oral o la masturbación mutua, de acuerdo con el estudio de Bloom.

Los hábitos sexuales han cambiado principalmente entre la población joven. El auge de las aplicaciones de citas ha aumentado el número de parejas sexuales, y esto se suma a las prácticas de riesgo, como el uso frecuente e inadecuado de los anticonceptivos de barrera, y a la falta de información sobre las ITS. Todo ello supone el caldo de cultivo perfecto para el aumento de la transmisibilidad de estas infecciones.

La propuesta de Francia

El aumento de casos de ITS y la preocupación por su expansión también ha llegado a Francia. Para tratar de ayudar en la lucha contra las infecciones de transmisión sexual, el gobierno francés ha lanzado una nueva estrategia para promover la salud sexual, especialmente la de los más jóvenes.

A partir del año 2023, los jóvenes franceses de entre 18 y 25 años podrán obtener preservativos de forma gratuita en las farmacias. El objetivo de la medida es aumentar la prevención de las ITS.

Los preservativos ya se podían conseguir de forma gratuita en Francia desde finales de 2018. Sin embargo, hacía falta una receta médica y la medida no llegó a ser muy conocida por la gente joven. La nueva medida permitirá que el acceso gratuito al preservativo sea fácil y cómodo para todos los jóvenes franceses.

En la actualidad, existe una gran variedad de métodos anticonceptivos, como la píldora, el anillo vaginal o el DIU. Sin embargo, las autoridades sanitarias recuerdan que los preservativos masculinos y femeninos son el único método que previene tanto de los embarazos no deseados como de las infecciones de transmisión sexual.

INFORMAZIO ITURRIA: lavanguardia.com

Todavía circulan muchos mitos y falsedades en torno al tabaco que es importante derribar, para no caer en falsos argumentos que nos lleven a seguir con este mal hábito de salud.

“Puedo dejarlo cuando quiera”. “Dejar de fumar engorda”. “No pasa nada, solo fumo cigarrillos de liar o en pipa”. ¿Qué hay detrás de todas esas frases que seguro has oído decir a más de un fumador/a? Todavía hoy existen muchas leyendas urbanas en torno al tabaco que es importante derribar. Para no caer en falsos argumentos que nos lleven a seguir con este mal hábito de salud, desmontamos algunas de las creencias erróneas más frecuentes sobre el tabaco.

Dejar de fumar es un paso que requiere de mucha fuerza de voluntad y, como tal, en ocasiones nuestra mente se deja llevar por informaciones o excusas para volver a afirmarse en el hábito. Si lo pensamos, el acto de fumar lleva muchos años siendo una costumbre aceptada socialmente, mientras que la información sobre lo dañino que resulta el tabaco es relativamente más reciente. Por eso, todavía circulan muchos mitos y falsedades en torno al tabaco que es importante derribar, para no caer en falsos argumentos que nos lleven a seguir con este mal hábito de salud. Desmontamos algunos de los más frecuentes para salir del autoengaño.

 1. La gente enferma, pero yo no tengo por qué sufrir las consecuencias del tabaco

Aunque veamos noticias cada día o las fotos de las cajetillas, seguimos pensando que, aunque el tabaco sea malo, ese no tiene por qué ser nuestro caso. Sin embargo, las cifras dicen algo bastante diferente. Según los datos recogidos en el Observatorio del Cáncer AECC, el tabaco mata hasta la mitad de sus consumidores. En números absolutos, esto supone que cada año mueren siete millones de personas en el mundo por el consumo, directo o indirecto, del tabaco. En concreto, en España, el tabaco ocasiona más de 50.000 muertes, lo que representa el 13 % total de muertes anuales.

Más allá de las cifras de mortalidad, también es importante saber cómo afecta el tabaco a la calidad de vida:

  • En fumadores activos masculinos, el consumo de tabaco afecta a la aparición no solo de cáncer de pulmón, también de laringe, estómago, riñón y vejiga. Además, supone un mayor riesgo de problemas cardiovasculares y problemas como la impotencia sexual e infertilidad.
  • Asimismo, en mujeres, también influye en la aparición de cáncer de cuello de útero. Igualmente, el consumo de tabaco se relaciona con otras patologías como la osteoporosis, el adelanto de la edad de la menopausia, con la pérdida de la elasticidad de la piel, con mayor riesgo de infertilidad y de abortos espontáneos.

2. El tabaco no es malo, siempre se ha fumado

Otro falso mito sobre el tabaco es pensar que el cigarrillo se compone solo del producto agrícola procesado a partir de las hojas de Nicotiana tabacum. Así, caemos en la falsa idea de que lo que sale de la naturaleza no tiene por qué ser tan malo. En realidad, el humo procedente de la combustión del tabaco (cigarrillos, puros, pipas) está compuesto por unas 4.000 sustancias diferentes: 69 de ellas altamente tóxicas y cancerígenas.

Por destacar el impacto de algunos de estos productos en nuestro organismo, en primer lugar, habría que mencionar los efectos de la nicotina, la responsable además de la dependencia física al tabaco. La misma incrementa la tensión arterial, la frecuencia cardiaca y la glucemia, es decir, el azúcar en sangre. Otros productos presentes en un cigarrillo son el cianuro de hidrógeno (veneno utilizado en las cámaras de gas), cadmio (que también se usa en las baterías), arsénico (presente en productos como los matarratas), metanol (se utiliza en la gasolina para cohetes), butano (lo encontramos en el gas para encendedores), o monóxido de carbono, un gas tóxico que se desprende en la combustión del tabaco y del papel que envuelve a los cigarrillos.

3. Fumar es mi decisión

Cuando nos planteamos empezar a fumar o dejarlo, sentimos que esta es una decisión totalmente individual, cuando en realidad este es otro falso mito. Nuestra decisión de fumar afecta a los demás.

Sin ir más lejos, a los fumadores pasivos, que también se ven expuestos al aire contaminado por el humo de tabaco (ACHT), en lugares públicos o en su propia casa. Y es que muchas veces desconocemos que el ACHT es incluso más dañino que el humo que inhala el fumador, porque contiene mayores concentraciones de sustancias perjudiciales.

Este problema resulta aún más alarmante en el caso de niños que se ven obligados a ser fumadores pasivos. Así, se ha demostrado que los hijos de padres fumadores padecen infecciones respiratorias, crisis asmáticas y otitis en mayor proporción que los hijos de padres no fumadores.

4. Puedo dejarlo cuando quiera

Cuando se posterga la decisión de dejar de fumar suele alegarse que en realidad es algo que podrá dejarse en cualquier momento, pero la realidad es que abandonar este hábito, sin ayuda, no es tan sencillo. Según los datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), el 70 % de los fumadores quieren dejar de serlo, aunque solo el 10 % de los que lo intentan lo consiguen cada año. La buena noticia es que el apoyo profesional puede multiplicar por 10 las posibilidades de dejar de fumar si se compara con el esfuerzo personal aislado del fumador (de un 3 % a un 30 %).

En la actualidad, existen diferentes tratamientos para apoyar al fumador que quiere abandonar el consumo de tabaco, tales como la terapia sustitutiva de nicotina, la terapia psicológica y la terapia combinada (que une el apoyo médico y psicológico). Igualmente, ya se disponen de fármacos concretos para este fin, como el bupropion, un antidepresivo que actúa sobre las estructuras cerebrales donde se produce la adicción, y la vareniclina, un fármaco que actúa de forma específica sobre las estructuras cerebrales que reciben la nicotina.

Está claro que dejar de fumar no es fácil, por eso el mejor consejo que podemos dar es que lo importante es no comenzar a fumar. Sin embargo, el 9,8 % de los jóvenes de 14 a 18 años fuma a diario, según la ‘Encuesta sobre uso de drogas en enseñanzas secundarias en España (2018/2019)’.

5. El cigarrillo electrónico es más sano

Cada vez hay más personas que, con la intención de dejar de fumar, comienzan a optar por alternativas como el cigarrillo electrónico.

La realidad es que los fumadores que sustituyen el tabaco por el cigarrillo electrónico continúan manteniendo los mismos gestos y “vapeando” en las mismas situaciones que cuando fumaban. De esta manera es más fácil que haya una recaída en el consumo de tabaco al mantener la dependencia psicológica, y más difícil lograr el principal objetivo: dejar atrás la vida de fumador.

Otro problema añadido, ante estas “nuevas formas de fumar”, es que el cigarrillo electrónico ha comenzado a consumirse entre jóvenes no fumadores, por lo que aumenta el riesgo de que se inicien en el consumo de tabaco.

6. No pasa nada, solo fumo cigarrillos de liar o en pipa

Si bien la opción del cigarrillo electrónico es más reciente, años atrás eran muchos los fumadores que se pasaban a otras alternativas, como el tabaco de liar, o que mantenían el consumo de tabaco en pipa, por considerarlo más sano.

El primer falso mito a desterrar es que el tabaco de liar es más sano. La realidad es que es más adictivo y más tóxico que el cigarrillo de tabaco industrial. Contiene más monóxido de carbono y nicotina, además de que se ha comprobado que fumando este tipo de cigarrillos existe mayor riesgo de llegar a tener cáncer de laringe, esófago, faringe y boca.

Igualmente, mucha población desconoce que las pipas de agua, narguile o shisha pueden suponer un riesgo para la salud aún mayor que fumar cigarrillos. El motivo es que funcionan con un sistema de combustión a base de carbón, el cual produce monóxido de carbono, alquitrán, nicotina, metales y otras toxinas, aún después de estar en contacto con el agua, que no las filtra. Al mismo tiempo, fumando pipa de agua se inspiran y emiten mayores cantidades de humo que cuando se fuma un cigarrillo industrial.

7. Dejar de fumar engorda

Por último, una de las excusas más típicas para no dejar de fumar es que abandonar este hábito se asocia a un aumento de peso. Esta idea tiene sus matices.

Por una parte, es cierto que, al dejar de fumar, el ritmo metabólico, que se encuentra aumentado por el consumo de cigarrillos, se normaliza. Entonces, sí que existe un riesgo de aumentar de peso, siendo la media una ganancia de unos tres kilos. Cuando este incremento de peso es mayor, se debe a que el mal hábito de fumar se sustituye por malos hábitos en la alimentación, un problema que debe abordarse, y que por su puesto tiene solución.

Sin embargo, lo que hay que hay que dejar claro es que siempre es más saludable un aumento moderado de peso que los efectos negativos producidos por el tabaco.

INFORMAZIO ITURRIA: consumer.es

Voltaire ridiculizaba en “Cándido” la idea de que todo ha sido creado para el mejor fin de los posibles. “Observen que las narices se han hecho para llevar anteojos, por eso usamos anteojos”, decía su personaje, el optimista profesor Pangloss.

Según aquella primera visión de la evolución biológica, que Darwin y Wallace describirían un siglo después, todos los rasgos de las especies servían, como las narices de Pangloss, para un propósito ventajoso. En la segunda mitad del siglo XX, el paleontólogo Stephen Jay Gould introdujo la idea de que la utilidad podía aparecer posteriormente, como sucede con los anteojos de Pangloss.

Los cambios provocados en el linaje humano como consecuencia de la tendencia evolutiva hacia la bipedestación distingue al género Homo entre los primates. Caminar sobre las extremidades inferiores trastocó la forma de la cópula, que en los humanos es frontal, cara a cara, una circunstancia excepcional en los mamíferos (salvo su práctica ocasional por los bonobos). También las características de nuestro paroxístico orgasmo, cuya importancia evolutiva ha sido discutida, pero que puede ser interpretado como otra adaptación a la bipedestación.

A pesar de su complejidad neuro-endocrino-muscular, el orgasmo masculino puede ser resumido como una compleja cadena de movimientos de contracción que culminan con una repentina sensación de intenso placer. Esta va acompañada de la eyaculación, una violenta eyección de fluido que impulsa a los espermatozoides dentro de la vagina.

En el hombre el orgasmo es un requisito obligado para que se produzca la eyaculación, pero las mujeres no lo necesitan ni para producir cada uno de los 300 óvulos mensuales que producen durante su vida fértil, ni para tener hijos.

Entonces, ¿qué función tiene el orgasmo femenino desde el punto de vista evolutivo? Aunque ha sido un tabú social y un enigma biológico, algunas evidencias permiten clarificar el asunto.

“Subproducto evolutivo”

En su libro “Sexo en solitario” el profesor de Berkeley Thomas Laqueur sostiene que “desde la antigüedad hasta el siglo XIX, la asunción general era que las mujeres experimentaban orgasmos al igual que los hombres, pero también que el orgasmo era necesario para la concepción”.

Si lo primero es absolutamente cierto, lo segundo es incorrecto. Así lo había adelantado en 1967 el zoólogo Desmond Morris en El mono desnudo y también lo demostraron los estudios de Masters y Johnson, basados en diez mil actos sexuales humanos (La sexualidad humana).

Esto confirmó que lo que provoca en la mayor parte de los casos el orgasmo femenino es la estimulación del clítoris. Un área que no es contactada por el pene durante la copulación y que, por lo tanto, no interviene en el proceso de la inseminación.

En el ensayo “Pezones masculinos y ondas clitorídeas”, parte del libro “Brontosaurus y la nalga del ministro”, Stephen Jay Gould sostenía que, como lo importante es que los espermatozoides lleguen hasta los óvulos y para conseguirlo basta con el orgasmo masculino, el femenino debía ser contemplado como “superfluo”. Una especie de accidente evolutivo, un resultado secundario de la necesidad del orgasmo masculino.

Según Gould, hay un orgasmo femenino simplemente porque el clítoris es el equivalente anatómico del pene (ambos tienen el mismo origen embrionario). Por ello, estimulación, erección y orgasmo se dan en ambos. Para Gould, el orgasmo vía clítoris es un artefacto del desarrollo. No tiene significación adaptativa alguna.

La polémica provocada por Gould resucitó en 2005 cuando Elisabeth Lloyd, profesora de Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Indiana, publicó un libro, “The Case of the Female Orgasm: Bias in Evolutionary Science” (El caso del orgasmo femenino: Prejuicios en la ciencia de la evolución). En este concluye que el orgasmo femenino no tiene ningún sentido evolutivo (salvo el de disfrutar, que no es poco). Como Gould, considera que es un subproducto de la evolución.

La idea del “subproducto evolutivo” es de Darwin, quien lo consideraba como cualquier rasgo que sea arrastrado de otros. Los pezones de los hombres son un ejemplo claro. Los poseemos porque compartimos con las mujeres la misma arquitectura fijada por un diseño embrionario común, hasta que la aparición de la testosterona y de los estrógenos dirige al feto indiferenciado hacia uno u otro sexo. Mientras que en las mujeres sirven para la lactancia, en los hombres serían un subproducto sin valor adaptativo alguno.

Pero esto no necesariamente se aplica al orgasmo femenino.

Fisiología del orgasmo

Para empezar, en ambos sexos se ha desarrollado el placer por el sexo. Este placer es la causa próxima de las relaciones sexuales, cuyo fin último es el éxito reproductivo. Si además consideramos las pautas que caracterizan al orgasmo femenino, la conclusión resulta aún menos convincente.

Durante el orgasmo en ambos sexos se producen considerables aumentos de las pulsaciones (desde 70 a 80 a 150 pulsaciones por minuto), de la presión sanguínea (de 120 hasta 250 mmHg en el clímax) y de la respiración, que se hace más profunda y rápida hasta que, al acercarse el momento del orgasmo, se vuelve jadeante. Al final, el rostro se contrae, con la boca muy abierta y los orificios nasales dilatados, a la manera de los atletas en su máximo esfuerzo, faltos ya de aire.

Lo que distingue al orgasmo femenino son una serie de contracciones rítmicas en la zona perineal, de la vagina y del útero. Tales contracciones tienen una función absorbente del esperma descrita por Baker y Bellis en la revista Animal Behaviour que, además, aumenta su retención en el conducto vaginal, como sostiene Paul R. Ehrich en “Human natures: Genes, Cultures, and the Human Prospect” (Naturaleza humana: genes, culturas y la perspectiva humana; no publicado en español). Por eso, las hipótesis evolucionistas que mayor apoyo tienen entre los científicos se refieren al papel del orgasmo como un mecanismo de retención del esperma en el interior del tracto sexual femenino.

Por último, si consideramos que el orgasmo es seguido por un considerable período de agotamiento y sueño, se puede deducir que otra de sus funciones adaptativas es inducir al reposo horizontal tras la cópula. Esto favorece la retención del esperma y aumenta así las posibilidades de la mujer de ser fecundada.

Esa indolencia poscoital, seguida o no del reparador cigarrillo, es otra diferencia del orgasmo humano con respecto a otros primates, lo que resulta fundamental en la hembra del único mamífero cuya vagina, como consecuencia de la adquisición de la marcha erguida, se abre en posición vertical. Esto favorece, dicho sea con todo respeto, la caída gravitacional del fluido espermático.

INFORMAZIO ITURRIA: bbc.com

 

El efecto que producen los cannabinoides es quizás uno de los aspectos más complejos de la planta. Aunque se encuentran tipificados algunos rasgos como la sensación de hambre o la risa, de alguna manera siguen siendo impredecibles, especialmente en cuanto a su intensidad y duración. Es por eso que la ciencia intenta resolver una complicada pregunta: ¿Cuánto duran los efectos del THC?

Conocer en profundidad la duración de los efectos del cannabis no solo tiene un aspecto importante a la hora de planificar la dosificación y el uso en un tratamiento medicinal, sino también es fundamental para los procesos regulatorios.

Si bien los efectos del cannabis son complejos y dependen de una infinidad de factores, se tiene información relativa sobre dosificaciones que permiten apreciar cierta magnitud de efectos, como sucede con el microdosing, una práctica que usa dosis menores a la dosis umbral, es decir la dosis mínima que permite percibir efectos.

Al mismo tiempo existen, en mercados regulados, productos que ofrecen “potencias extremas” con contenidos de cannabinoides psicoactivos que pueden alcanzar los 1000 miligramos. Existen tantos factores que afectan no solo la absorción de los cannabinoides, sino también la apreciación de sus efectos que resulta complicado determinar cuánto puede afectar a una persona una cantidad puntual de cannabis.

También existe evidencia científica sobre los efectos que tiene el cannabis sobre la capacidad de concentrarse, los reflejos y la toma de decisiones, algo fundamental para actividades como conducir un vehículo. Por ejemplo en el caso del alcohol, se sabe que una cantidad en sangre de 0,1 a 0,5 gr/l puede afectar notoriamente la capacidad para conducir, lo que permite establecer un límite claro y una regulación precisa.

En el caso de las sustancias como el cannabis, muchas veces la sola presencia en la sangre o la saliva de un individuo es utilizada para determinar un teórico nivel de incapacitación temporal, algo arbitrario y sin asidero científico, ya que los metabolitos de cannabis pueden permanecer en el cuerpo muchísimo tiempo después de usarlo y percibir sus efectos. Una persona puede usar una dosis pequeña de cannabis con efectos psicoactivos de corta duración y aún así los metabolitos de cannabis aparecerán en su orina al menos durante una semana a diez días luego del uso.

¿Cuánto dura el efecto del THC?

Un grupo de investigadores de Estados Unidos realizó un estudio para determinar cuánto tiempo dura el efecto del THC, específicamente respecto a la posible afectación que puede tener sobre la capacidad de un individuo para conducir un vehículo de manera segura.

Para determinar cuánto duran los efectos del THC los investigadores “cruzaron” la información de 80 estudios enfocados específicamente en los efectos del cannabis que pueden afectar la capacidad para conducir. Esto les permitió obtener los resultados de 1534 evaluaciones de desempeño de personas que habían utilizado cannabis, tanto en pruebas de conducción como en el desarrollo de tareas con una carga cognitiva similar a la de manejar un vehículo, como la atención sostenida en el tiempo, el tiempo de reacción a los estímulos y la memoria de trabajo). La dosificación promedio observada en el estudio y considerada como “moderada” por los investigadores fue de 10 miligramos de THC.

Según el análisis de los resultados, el efecto del THC puede durar entre 3 a 10 horas, dependiendo de tres factores principales: la dimensión y cantidad de la dosis, la vía de administración y la frecuencia con que las personas utilizan cannabis. Por ejemplo, en el caso de dosis altas ingeridas mediante comestibles, los efectos pueden alcanzar 10 horas.

En cambio si las personas utilizan dosis bajas o medias de cannabis vaporizado o fumado, los efectos se extienden en promedio unas cuatro horas, siempre hablando de efectos que pueden afectar la capacidad de conducir un vehículo. Esta diferencia es significativa ya que existen múltiples vías de administración y muchas veces los usuarios y usuarias medicinales utilizan preparados por vía oral, sprays o comestibles, que demoran en hacer efecto y cuyos efectos suelen ser de mayor duración.

Un aspecto que complica el desarrollo de un modelo predictivo de dosificación y efecto en las capacidades cognitivas es que la mayoría de las personas que usan regularmente cannabis, sean pacientes medicinales o usuarios recreativos, generan una tolerancia que permite un mejor desempeño en las tareas cognitivas que las personas que utilizan cannabis esporádicamente.

Al mismo tiempo, en los estudios analizados por los investigadores, es frecuente que usuarios periódicos de cannabis utilicen dosis mayores, alcanzando efectos en el desempeño cognitivo similares a los de usuarios esporádicos. Este efecto se genera también por variados efectos del uso repetido de cannabis, como la disminución de la disponibilidad de receptores CB1, efecto que desaparece al detener por un tiempo el uso de cannabinoides.

De acuerdo a los investigadores si bien el estudio se enfocó en determinar la duración del impacto en el desempeño cognitivo producido por el cannabis al conducir un vehículo a través de una revisión sistemática, no existe una respuesta universal a la pregunta “cuánto tiempo esperar antes de realizar una tarea compleja si usé cannabis” al depender el efecto de múltiples factores. Lo mismo sucede con la gran variabilidad de efectos que produce el THC en las personas, algo relacionado también con el contexto en que se usa cannabis, como también la variedad utilizada.

INFORMAZIO ITURRIA: revistathc.com

  • Decenas de expertos reunidos en la E-Cigarette Summit defienden el uso de vapeadores como método para dejar el hábito.
  • “Los cigarrillos electrónicos son solo para fumadores, no para no fumadores”, advierte el profesor Maciej Goniewicz.

Lo 100% seguro para la salud es no fumar. ¿Pero qué hacer para ayudar a los fumadores a dejar el hábito? Este ha sido el argumento que han esgrimido los 200 médicos y científicos que se han reunido este viernes en The E-Cigarette Summit en Londres. En un debate que divide a la comunidad médica, los participantes en este congreso han sorteado las discrepancias entre posturas más o menos restrictivas para concluir que aunque el vapeo no es una práctica de riesgo 0, sí es menos perjudicial que el tabaco tradicional y es un método para ayudar a aquellos que quieren dejarlo.

ANTEPROYECTO DE LEY DE TABACOS

Reducir el daño es el término que utilizan estos expertos, que han querido trasladar al conjunto de la sociedad un mensaje claro: “Los cigarrillos electrónicos son solo para personas fumadoras. No para los no fumadores”. Así la ha enfatizado Maciej L. Goniewicz, profesor de Oncología del Roswell Park Comprehensive Cancer Center de Nueva York, que ha insistido en la importancia de comunicar bien esta idea. “La mejor opción es dejar de fumar. Y los cigarrillos electrónicos ayudan. Son un sustituto de menor riesgo que el tabaco”, ha afirmado.

Y en esta línea se ha presentado el último informe Cochrane sobre el uso de los cigarrillos electrónicos como método para dejar de fumar. La profesora de la Universidad de Oxford y miembro del grupo de trabajo del informe, Jamie Hartmann-Boyce, ha explicado que el análisis de 78 investigaciones realizadas en EEUU, Reino Unido e Italia que recogen datos 22.052 adultos fumadores han permitido concluir que “tienen más probabilidades de dejar de fumar al menos durante seis meses aquellos que usan cigarros electrónicos que los que usan otros métodos como parches o chicles”. “De cada 100 personas que los usan para dejar de fumar, entre 9 y 14 dejarán de fumar”, ha apuntado la investigadora antes de admitir que los vapeadores no son un método infalible.

Los expertos han reconocido también que todavía no hay datos ni estudios de los efectos del vapeo en la salud a largo plazo. A corto y medio plazo, el informe Cochrane apunta que es “incierto si existe diferencia entre los efectos indeseados del cigarrillo electrónico comparados con otras terapias”, aunque “hay algunas evidencias de efectos indeseados poco serios y en bajo número que fueron más habituales entre vapeadores”. Esos efectos indeseados fueron irritación de garganta, dolor de cabeza, tos y malestar general.

No es baladí que este debate se haya celebrado en el Reino Unido. Mientras en España, el Ministerio de Sanidad planea equiparar los cigarrillos electrónicos al tabaco tradicional en el anunciado Plan de Prevención del Tabaquismo 2021-2025, que va ya con retraso en su aplicación, en el Reino Unido las autoridades sanitarias contemplan el vapeo como un instrumento para ayudar a los fumadores a dejar de fumar. Y así lo planean incluir en las políticas de salud pública para eliminar el tabaquismo.

Sobre la mesa, el debate sobre la regulación de estos productos. Los científicos reunidos en la E-Cigarette Summit han descartado su prohibición por considerar que sería contraproducente. “Si prohibimos los vapeadores, aumentará el uso del tabaco convencional y abriremos la puerta a productos ilícitos”, ha alertado Jasmine Khouja, investigadora de la Universidad de Bristol. “Si no prohibimos el tabaco, introduzcamos opciones para reducir su uso”, ha defendido Alan Bobbis, profesor de Toxicología en el Imperial College de Londres, que ha asegurado que “hay menos elementos tóxicos en los vapeadores que en el cigarrillo convencional”. “Si el vapeo ayuda a dejar de fumar, debe ser una opción para los fumadores”, ha insistido.

Sí han urgido a incrementar el control para evitar el acceso de los menores a los cigarrillos electrónicos, fenómeno que se ha incrementado recientemente.

INFORMAZIO ITURRIA: elperiodico.com

Se trata de un fenómeno conocido como ‘gafas de cerveza’ y tiene que ver con la simetría facial.


Todos y cada uno de nosotros tenemos nuestras particulares preferencias a la hora de valorar el atractivo físico de una persona. En ello hay una parte subjetiva, que puede estar relacionada con las facciones, el color de ojos o de pelo, la estatura o la forma física, pero también hay una parte más objetiva que puede tener algo que ver con la simetría del rostro.

Pues bien, cuando consumimos alcohol, las personas que vemos a nuestro alrededor nos parecen más atractivas. Así lo sostienen diversos estudios, uno de ellos elaborado por la Universidad de Bristol (Reino Unido), que además señala que no hace falta mucho alcohol para que se produzca esta percepción. La investigación asegura que con un consumo moderado (dos cervezas) ya vemos a los demás un 10% más atractivos.

Según otro estudio de las universidades británicas de St. Andrews y Glasgow, este sex appeal no es la consecuencia de que el consumo de alcohol aumente nuestra líbido ni de que nos volvamos menos selectivos o menos exigentes al juzgar la belleza. En realidad, se trata de un fenómeno que se llama gafas de cerveza (beer googles, en inglés), unas lentes inexistentes que cuentan con una peculiar graduación para percibir la estética.

El psicólogo Bertrand Regader apunta que, cuando bebemos, el alcohol elimina las inhibiciones sociales, es decir, nos cuesta relacionarnos menos que si estuviéramos sobrios. Así, cuanto mayor sea nuestra predisposición romántico-afectiva, más atractivas nos parecerán las demás personas.

Cambio de percepción

Pese a que existen distintas teorías sobre este fenómeno, la más aceptada es la que se extrae de un estudio elaborado por la Universidad Roehampton de Londres y tiene que ver con la simetría bilateral: vemos más atractivas a aquellas personas cuya mitad se parece más a la otra como si fuera un espejo. Así, la investigación concluye que cuando bebemos se altera nuestra capacidad para percibir la asimetría en el rostro y en el cuerpo de otras personas. De esta forma, pueden parecernos atractivas personas a las que en otro momento no prestaríamos ninguna atención.

Otro punto interesante es que este efecto gafas de cerveza funciona en ambos sentidos. Es decir, científicos de la Universidad Pierre Mendez-France de París han concluido que el alcohol no solo hace que veas a los demás más atractivos de lo que son, sino que también propicia que nos veamos más atractivos a nosotros mismos.

Los participantes en el estudio que se puntuaron más alto fueron curiosamente los que más habían bebido. Eso sí, después, una mirada objetiva se encargó de valorar unos vídeos grabados por los participantes y a su juicio la gente ebria fue la que salió peor parada.

Ahora ya lo sabes, si sales de fiesta y la cosa se te va de las manos lo más seguro es que solo consigas ligar con alguien que haya bebido tanto como tú, es decir, que también lleve puestas unas gafas de cerveza.

INFORMAZIO ITURRIA: deia.eus

Pertsona batzuek, emakumeak zein gizonak, mina edo ondoeza izan dezakete koito bidezko sexu-harremanetan.

Penetrazioa duten sexu-harremanetan mina sentitu daiteke. Hori, gizonei zein emakumeoi gerta dakiguken zerbait da. Bi sexu-nahaste daude koitoan emakumeen artean min-sintomak dituztenak: dispareunia eta baginismoa.

Dispareunia emakumeen % 4 inguruk pairatzen du eta koitoa baino segundo batzuk lehenago, koitoaren unean edo penetrazioaren ondoren genitaletan sentitzen den mina da. Min horrek, noski, plazerean eragina du eta, zenbait kasutan, abstinentziara ere eraman dezake.

Baginismoa, berriz, baginaren gihar estutzailearen nahigabeko uzkurdura mingarria da eta koitoa eragozten du. Kasu horretan, sexu-grinaren, kitzikapenaren eta orgasmoaren alterazioak gerta litezke. Nahasmendu horrek zuzeneko harremana du psikearekin. Izan ere, hainbat kasutan, nahasmendu horretarako arrazoia sexu-harremanekiko beldurra edo antsietatea izaten baita. Egia da baginismoan bestelako arrazoi organikoak ere izan daitezkeela, hala nola, endometriosia edo pelbiseko inflamazioa.

Gizonak

Gizonen kasuan, gizonezkoen dispareunia dugu. Kasu horretan, mina zakilean azaltzen da eta, zenbait kasutan, buztan-mokoan, gernubidean edo prostata-guruinean. Ondoez hori sexu-erantzunaren fase batzuetan ager daiteke: kitzikatzean, erekzioan, barneratzean edo eiakulazioan.

Dispareunia, emakumeen kasuan zein gizonen kasuan, arazo fisikoen ondorioa izan ohi da, hala nola, genitalen infekzioa, erreakzio alergikoak eta sexu-transmisiozko gaixotasunak. Zenbait kasutan, arazo psikologikoen ondorio ere izan daiteke: eraso edo indarkeriaren esperientzia traumatikoengatik eratorritako beldurra, autoestimu baxua, atariko jolasen falta…

Nahasmenduaren arrazoiak infekzioak edo inflamazioak bezalako arazo fisikoen ondorio direnean, medikuarengana jo behar da. Jatorria psikologikoa denean, berriz, psikologo edo sexu-terapeuta baten laguntza beharko dugu. Profesional horiek koitoan sentitzen den minari beldurra galtzeko laguntza eskainiko digute. Terapia kognitiboa ere erabili ohi da genitaletako giharrak erlaxatzeko.

Baginismoari dagokionez, berregituratze kognitiboko eta erlaxazioko ariketak egiten dira, baita hezkuntza psikosexualekoak ere.

Hortaz, lehenik eta behin arazo horren jatorria zein den aztertu beharko dugu, horren arabera, laguntza era batekoa edo bestekoa izango baita.

INFORMAZIO ITURRIA: gazteberri.eus

La resaca, para la mayoría de vosotros/as, debe ser un mal común tras una noche alegre.

Sin embargo, no a todo el mundo le afecta igual la ingesta de alcohol. La respuesta varía mucho en función de cada individuo, de factores ambientales y temporales.

Todos ellos pueden afectar de forma importante a la hora de sufrir esta inevitable sensación de indisposición (y, a veces, de arrepentimiento por no haberla evitado) o a que sea de mayor o menor intensidad.

Aunque sabemos cuáles suelen ser sus desencadenantes, se desconoce todavía cuál es la causa específica que provoca que padezcamos resaca. Tampoco sabemos cuáles son las razones que se esconden detrás de todos los efectos asociados a ella.

¿Dónde está la causa de la resaca?

Si investigamos un poco en la literatura científica los síntomas de la resaca, veremos que se han intentado justificar por diferentes motivos. El primero de ellos es la deshidratación.

Pero también se apela a la alteración de la concentración de sustancias endógenas (que se producen en el cuerpo de manera natural) como la glucosa o algunas hormonas. Esto podría suceder por la ingesta de grandes cantidades de alcohol, que da lugar a concentraciones elevadas de etanol y de sus productos de degradación en sangre.

Sin embargo, no está muy claro que el malestar asociado a la resaca se deba a estas alteraciones y todavía se está investigando su origen.

En estos últimos años, algunos investigadores han relacionado el malestar y los síntomas con un origen inmunológico que desencadena la liberación de sustancias endógenas relacionadas con el dolor y con los procesos inflamatorios. Estas serían las causantes del dolor de cabeza y del malestar corporal general.

Mientras dejamos a los investigadores e investigadoras que identifiquen las verdaderas causas de la resaca, evaluaremos qué fármacos tenemos a nuestro alcance para lograr llevar estos síntomas de la mejor manera posible. Para ello, debemos entender primero cómo actúa el alcohol en nuestro organismo.

Así discurre el alcohol por tu cuerpo

Cuando tomamos una bebida alcohólica, el etanol que contiene se absorbe con gran rapidez en el tracto gastrointestinal para después llegar al hígado. Este órgano se encarga de la metabolización a través de unas enzimas denominadas alcohol deshidrogenasa (ADH).

Si se mantiene la ingesta de alcohol durante períodos prolongados, la intensa actividad enzimática hepática puede repercutir sobre la salud del propio hígado. Este puede sufrir alteraciones debido a la acumulación de metabolitos del etanol que pueden dañar a las células hepáticas.

Además, estos productos de degradación pueden provocar inflamación y dar lugar a la aparición de un hígado graso por alcohol, que es la etapa inicial y más temprana de las alteraciones que puede sufrir el hígado y que puede desencadenar una hepatitis alcohólica o una cirrosis en los casos más graves.

Dicho esto, y sabiendo las graves consecuencias que tiene el consumo abusivo de alcohol, veamos si los tratamientos más utilizados para superar ese mal trago (nunca mejor dicho) están haciendo más daño que beneficio.

Tras noches de desenfreno, ibuprofeno, no paracetamol

Si ya has pasado por una de estas etapas habrás recurrido al paracetamol o al ibuprofeno esperando resultados milagrosos para mitigar los síntomas. Pero ¿conoce cómo funcionan estos fármacos?

En primer lugar, el paracetamol es un fármaco con propiedades analgésicas y antipiréticas, muy eficaz para controlar la fiebre o tratar el dolor. Por eso es uno de los medicamentos de elección para tratar procesos que cursan con dolor.

Sin embargo, estas moléculas no tienen actividad antiinflamatoria, por lo que si el dolor está asociado a procesos inflamatorios es menos eficaz.

Este medicamento, a dosis terapéuticas, es seguro y no presenta efectos tóxicos. Una vez absorbido y en el torrente circulatorio se metaboliza en el hígado y la molécula intacta y sus metabolitos se eliminan a través del riñón principalmente.

Por su parte, el ibuprofeno pertenece al grupo de antiinflamatorios no esteroideos y posee actividad antipirética, analgésica y antiinflamatoria. Normalmente se prescribe para dolor causado por procesos inflamatorios como puede ser artritis, dolor de dientes o muelas, lesiones musculares o dolor menstrual.

A diferencia del paracetamol, el ibuprofeno no produce daños a nivel del hígado, si bien debido al propio mecanismo de acción antiinflamatorio puede afectar a la mucosa gástrica y dañar esta barrera protectora del estómago. Pero lo hará en menor medida que otros fármacos del grupo de los antinflamatorios.

El paracetamol hará trabajar más a nuestro hígado si hemos consumido alcohol

El problema de tomar paracetamol tras una excesiva ingesta de alcohol está relacionada con el mecanismo de metabolización de ambos.

¿Recuerda la enzima ADH? Pues bien, esta enzima metaboliza el alcohol en la mucosa gástrica e hígado para transformarlo en una molécula más fácil de eliminar del organismo. Pero cuando bebemos en exceso, esta enzima se satura y debe pedir ayuda a otra: la enzima CYP2E1. Y lo hará en grandes cantidades porque el alcohol funciona como inductor sobre este sistema enzimático.

Por su parte, el paracetamol se metaboliza también en el hígado a través de dos procesos: el 80 % por conjugación con ácido glucorónico y el 20 % mediante la enzima CYP2E1.

Como veis, esta enzima participa tanto en el proceso de metabolización del alcohol como en el del paracetamol. Aquí viene el problema.

Esa pequeña parte del paracetamol que se metaboliza mediante la enzima CYP2E1 se transforma en un metabolito altamente reactivo, el NAPQI, lo que puede producir estrés oxidativo y la muerte de las células. En condiciones normales, podemos eliminarla gracias al glutatión, pero cuando hemos bebido mucho alcohol, se complica el proceso.

¿Por qué? Porque nuestro organismo tendrá los niveles de la enzima CYP2E1 muy elevados (para poder metabolizar el alcohol), así que el paracetamol tiende a utilizar su vía secundaria de metabolización (por CYP2E1).

De esta forma, se generará mucho más NAPQI y, si el organismo no consigue eliminarlo (porque el glutatión es limitado), podría generar daño hepático.

Llegados a este punto, nos preguntamos ¿cuál debería ser nuestra elección? Analizando las dos moléculas, es aconsejable emplear el ibuprofeno.

De manera adicional, si tal como se describe la resaca está asociada a un proceso inflamatorio, el ibuprofeno además de su acción analgésica va a actuar sobre la inflamación y, por lo tanto, será más eficaz.

De cualquier forma, hay que tener precaución ya que el ibuprofeno puede potenciar la actividad irritante del alcohol a nivel gástrico, al alterar la barrera del estómago. Pero esto no suele ocurrir tras ingerir una única dosis adecuada de este antiinflamatorio, sino tras la toma continuada del mismo cuando se emplean dosis muy elevadas.

No obstante, recordemos que el mejor remedio para la resaca es no consumir alcohol. O, al menos, no en grandes cantidades.

INFORMAZIO ITURRIA: theconversation.com

¿Estás en una relación en la que tu pareja nunca sube nada contigo a redes sociales, pero sí con sus amigos? ¿Después de mucho tiempo todavía no te ha presentado a su familia? ¿Nunca te dice de hacer planes con su grupo de amigos? Esto tiene un nombre: ‘pocketing’, y es bastante peligroso.

Ya sabemos que, por desgracia, las relaciones de pareja en la actualidad son bastante complicadas. La inmediatez y la amplia variedad que nos proporcionan las redes sociales son un arma de doble filo que ha cambiado nuestra forma de relacionarnos por completo.

De hecho, en los últimos años han surgido con fuerza numerosas técnicas, actitudes y tendencias que han dado lugar a la creación de términos propios para denominarlas, ya que su uso es tan generalizado que ya no se puede ignorar.

Una de esas tendencias dominantes es el pocketing, que puede que de primeras no te suene por el nombre, pero seguro que en cuanto leas un par de preguntas que vamos a lanzarte vas a saber identificarlo, e incluso es posible que hayas sido víctima.

¿Qué es el pocketing?

Su traducción del inglés sería algo así como “guardarse a alguien en el bolsillo” si lo aplicamos a este ámbito de las relaciones, lo que ya nos va dando una idea de que la cosa va de ocultar. Y explicado un poco más detallado, sería cuando tu pareja oculta vuestra relación de forma consciente al resto del mundo.

Hay que aclarar que esto ha ocurrido siempre, evidentemente, pero en los últimos años esta tendencia está creciendo mucho en el ámbito digital, ya que hay personas que ocultan su relación en redes sociales para que otras personas que visitan su perfil no sepan que tienen pareja y nada les pare a la hora de iniciar una conversación.

Cómo saber si te están haciendo pocketing

Lo primero que deberíamos tener claro y saber diferenciar es si se trata de algo puntual o de una actitud constante de tu pareja hacia ti y, por otro lado, si es algo que hace solo contigo o con todo el mundo.

Es decir, si un día vais por la calle y se encuentra a un conocido y no te lo presenta, pero normalmente suele presentarte a sus amigos, no tendrías que preocuparte. Igualmente, si no sube nada contigo a redes sociales, pero tampoco sube nada con otras personas, tampoco deberías sentirte ofendida, ya que es un rasgo de su comportamiento general, no solo contigo.

Teniendo esto en cuenta, debes estar muy alerta a las señales que pueden hacerte ver que eres víctima de este comportamiento, ya que muchas veces no nos damos cuenta, lo dejamos pasar o justificamos estos comportamientos de alguna forma. Si esto se da en tu pareja de forma habitual, estás sufriendo pocketing:

* Nunca sube nada contigo a redes sociales

* Tu pareja siempre prefiere hacer planes que sean en casa en vez de en lugares públicos

* Pone excusas para no presentarte a amigos, conocidos o familiares

* No te presenta cuando se encuentra por sorpresa a alguien conocido y, si lo hace, no te presenta como su pareja

* Evita hacer planes en lugares concurridos 

* Lleváis bastante tiempo de relación y casi no conoces a personas de su entorno

Motivos que llevan a hacer pocketing

Esta es la eterna pregunta en todos estos términos. Si de verdad quieres a una persona y quieres estar con ella, ¿por qué harías cosas así? En este caso puede tener varias causas:

* Tiene otra pareja o parejas a la vez

* No quiere que la gente sepa que tiene pareja para que puedan flirtear con él/ella sin problema

* No quiere nada serio

* No quiere dar explicaciones a su entorno

* Miedo al compromiso

* Tiene una ruptura reciente u otras heridas emocionales sin sanar

* Le gusta el morbo de tener una relación secreta

De todas estas posibles causas, evidentemente hay algunas que no son graves. Por ejemplo, si lo que le gusta es tener una relación secreta puede ser algo incluso bueno a nivel sexual para ambos. También puede ser que su entorno sea muy entrometido o que le presionen mucho cuando presenta a sus parejas y por eso no quiere hacerlo, también entendible. Pero el resto de los casos son más complicados, e incluso podría ser motivo de ruptura.

Cómo reaccionar ante el pocketing

Lo primero que deberías hacer es averiguar la causa y, una vez la sepas, hablar claramente con tu pareja. La comunicación es la base de toda relación, y si ambos queréis salvar la relación es la única forma. Es importante que si detectas estas señales tomes medidas, ya sea hablar con tu pareja o dejar la relación, pero no continuar como si nada, ya que esto al final puede acabar minando tu confianza y autoestima y repercutir en tus relaciones futuras.

Como veíamos, hay algunos motivos por los que se hace esto que se pueden trabajar perfectamente. Lo importante es hablar de cuáles son las necesidades de ambas partes y, sobre todo, que tú que has sido víctima de esta situación marques tus límites de lo que quieres en una relación. Recuerda que la responsabilidad afectiva es la base de cualquier relación sana, y hablando las cosas con cariño y respeto, si ambas partes tienen interés real por esa relación, no debería haber ningún problema en seguir adelante.

INFORMAZIO ITURRIA: objetivobienestar.com