BESO, VERDAD O CONSECUENCIA.
¿Quién no conoce este juego con sus muchas variaciones?, ¿Cuántos/as atrevidos/as han aprovechado la inocencia del jueguecito para lograr el primer beso del chico o la chica que le erizaba la piel?
Hablemos del significado de los besos:
El primer beso en la boca es la primera experiencia erótica, que solemos guardar en la memoria. Solemos guardar hasta el recuerdo de su sabor, de su textura. Fue la primera vez, tus labios parecían de papel… cantaba el poeta.
¿Qué hacer con la lengua en el primer beso de tornillo? Te sugerimos no invadir la boca de tu pareja, ni que le atragantes, ni provocarle arcadas. Poco a poco y que se vayan encontrando y se vayan buscando la una a la otra, con delicadeza. No olvidar los labios, ni las erosiones que puede provocar la barba.
A través del beso se “dicen” cosas y estas cosas pueden significar lo mismo para quien las “dice” y para quien las “escucha”.
Hay una multiplicidad de besos distintos con significados eróticos diferentes dependiendo del contexto, la duración, la zona anatómica, la estrechez de la relación y la invasión corporal del otro o de la otra.
Un beso en la frente, dice cosas distintas de un beso en la mejilla o un beso lanzado al aire con la palma de la mano.
No tienen el mismo contenido, ni significado, la huella del beso en una carta o en un espejo, que la de un beso en el cuello o la de un largo y juguetón beso en el lóbulo de la oreja.
Los besos robados, no confundir con los forzados, suelen ir acompañados de sorpresa e incertidumbre.
Incluso hay besos que dejan huella en forma de moratones en el cuello que nos delatan.
No comunicamos ni entendemos las mismas cosas de un furtivo beso labial, de un apasionado beso bucal o de un interminable y apretado beso de tornillo con lengua.
Ni puntúa igual un beso en los pechos que en los genitales.
Todos ellos besos, y todos ellos distintos.
En cualquier caso, a través de todos ellos, con los unos más y con los otros menos, vamos escribiendo la historia de nuestros sentimientos y de nuestras sensaciones más íntimas.
Dejamos fuera de la categoría de besos los forzados, con violencia o contra la voluntad del otro/a. Estos no nos interesan ni los consideramos como tal.