El curso de la infección puede dividirse en 4 períodos, que no van siempre seguidos y cuya duración varía entre diferentes sujetos y además no todos los individuos pasan necesariamente por estas fases:

La primera infección:

Entre 2 a 4 semanas después de que el VIH penetre en el organismo. Los síntomas son: fiebre, dolor de cabeza, aumento de tamaño de los ganglios linfáticos, erupciones cutáneas…
Durante este período, las pruebas del SIDA dan negativas, pero desde el primer momento que el VIH penetra en el organismo de una persona, ésta es capaz de transmitirlo a otros sujetos.
En el País Vasco, algunas farmacias realizan el test rápido del VIH: la persona acude a la farmacia donde se le atiende de forma personalizada y confidencial, asegurando su privacidad. No se pide ningún tipo de identificación al paciente, tan sólo la firma de un consentimiento informado. En 15 minutos se obtiene un resultado cuya fiabilidad es similar a la de los análisis convencionales y cercana al 100%.

Periodo asintomático:

A partir de este momento, la sintomatología, si la hubo, desaparece y el individuo seropositivo vuelve a la normalidad, encontrándose perfectamente sin ninguna alteración de su salud.

La inmunodepresión:

Sabemos que el riesgo de desarrollar el SIDA es más elevado en aquellas personas que presentan un bajo porcentaje de células CD4. La cifra de estas células es el principal parámetro biológico que informa acerca de la previsible evolución de aparición de determinadas enfermedades. Durante este período de tiempo, el sujeto puede permanecer asintomático (sin síntomas) o desarrollar la enfermedad.